¿Pfizer alertó sobre mil 291 efectos secundarios incluso mortales por su vacuna contra COVID-19? No, usuarios de redes comparten una supuesta lista publicada por la farmacéutica, sin embargo, esto es falso.
En la desinformación compartida en más de 30 mil veces en Facebook se lee: “PFIZER PUBLICA OFICIALMENTE LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE SU VACUNA. Tras haber forzado a vacunar a miles de millones de seres humanos, Pfizer publica la lista de 1.291 efectos secundarios graves de su vacuna. Pero aún así, dice que todos deberían ponerse una nueva dosis cada año”.
Entre los falsos efectos secundarios que se enlistan están: paro cardiaco, muerte neonatal, parálisis facial, pancreatitis, neumonía, diabetes mellitus tipo 1. La mayoría de ellas refiriéndose a la mortalidad.
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Pero ni la farmacéutica Pfizer o alguna autoridad médica nacional o internacional han emitido recientemente un comunicado sobre estos posibles efectos adversos. El informe más reciente del que se tiene registro en México sobre la vacuna Comirnaty de Pfizer contra COVID-19, lo emitió la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios en 2023 y detalla que el uso de la vacuna es favorable.
Además, la Agencia Europea de Medicina y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (EMA y FDA respectivamente por sus siglas en inglés) también informaron que el uso de la última vacuna de Pfizer contra el COVID-19 llamada Comirnaty es adecuado para su uso contra el virus descubierto en 2019.
De acuerdo con la FDA, sí es posible que haya efectos secundarios, pero ninguno mortal, y detalla que se pueden presentar síntomas leves y de poca duración. Por otra parte, en el informe de la EMA únicamente coinciden dos efectos secundarios con respecto a la lista que desinforma, la parálisis facial, catalogado como efecto secundario “raro” y la miocarditis, calificado como efecto secundario “muy raro”.
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Además los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomiendan vacunarse contra el COVID-19 para evitar enfermedades graves, hospitalización o la muerte. Y también otros medios de verificación, como AFP Factual y Chequeado, ya han desmentido la falsa lista de efectos adversos.
Si bien la desinformación al respecto de las vacunas se ha presentado desde la pandemia por COVID-19, la supuesta lista con efectos adversos se viraliza después de que recientemente Robert F. Kennedy Jr, un activista antivacunas, fuera designado como Secretario del Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos.
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Robert F. Kennedy Jr es abogado, hijo del senador asesinado Robert Kennedy y sobrino del expresidente, quien también fue asesinado, John F. Kennedy Jr. En 2007 fundó la organización Children’s Health Defense, la cual usó para promover discursos falsos sobre las vacunas en niñas y niños, detallando que les causaba autismo. Y durante la pandemia de COVID-19 propagó teorías de conspiración en contra de las vacunas que previenen el COVID.
En conclusión, la farmacéutica Pfizer no publicó recientemente una lista sobre efectos secundarios mortales de su vacuna contra el COVID-19. Información oficial afirma que las vacunas contra el virus de la farmacéutica son seguras y las dependencias internacionales recomiendan su uso.
Fue uno de los rostros más visibles de las protestas estudiantiles contra la guerra de Gaza.
Fue uno de los rostros más destacados de las acampadas de estudiantes en Estados Unidos que protestaron el año pasado por la guerra de Gaza, y ahora se enfrenta a una posible deportación.
Mahmoud Khalil, estudiante de la Universidad de Columbia, en Nueva York, se ha convertido en la primera víctima de la nueva política del presidente Donald Trump, que prometió acabar con las protestas estudiantiles y amenazó con deportar a los estudiantes extranjeros que fueran “simpatizantes de los terroristas”.
“Es la primera detención de muchas que vendrán”, dijo Trump en su plataforma Truth Social, y acusó a Khalil de ser un “estudiante radical pro-Hamás”.
Khalil, refugiado palestino criado en Siria, fue detenido este fin de semana por Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), según informó su abogada, Amy Greer.
Los agentes se presentaron en su casa, una vivienda propiedad de la universidad, cuando Khalil y su esposa acababan de regresar de una cena de Ramadán, y allí le comunicaron que su visado de estudiante había sido revocado y se lo llevaron arrestado.
El intento de deportación ha sido bloqueado temporalmente por un juez federal, que estudiará el caso en una audiencia de emergencia este miércoles, en la que está previsto que comparezca Khalil.
El universitario, estudiante de posgrado en la escuela de Asuntos Internacionales y Públicos, está casado con una mujer estadounidense, que además está embarazada de 8 meses, y cuenta con un permiso de residencia (green card) que, según dijeron los funcionarios de inmigración a su abogada, también había sido revocado.
Columbia fue el año pasado el epicentro de las protestas estudiantiles propalestinas que tuvieron lugar en todo el país contra la guerra en Gaza y el apoyo de Estados Unidos a Israel, y Khalil fue el principal negociador de la acampada en el campus universitario de Manhattan.
Su arresto ha desatado la indignación entre grupos de derechos humanos en EE.UU. y entre la comunidad universitaria.
La presidenta de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, Donna Lieberman, calificó la deportación de Khalil de “represalia selectiva y ataque extremo a la Primera Enmienda”.
También se ha mostrado “extremadamente preocupada” la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que está siguiendo el caso.
Cerca de un millar de manifestantes con banderas palestinas se congregaron este lunes en Manhattan para pedir la liberación de Khalil y condenar las acciones de la nueva administración de Trump. Al menos una persona fue detenida.
“Ahora nos enfrentamos a la horrible realidad de que uno de nuestros estudiantes, miembro de la comunidad de Columbia, se ha convertido en preso político aquí en Estados Unidos”, declaró Michael Thaddeus, profesor de esta universidad neoyorquina.
“Es un momento funesto para la historia de Estados Unidos”, afirmó Thaddeus en una rueda de prensa con otros 50 docentes. “No debemos avanzar ni un paso más por este camino autoritario”.
El caso de Mahmoud Khalil “parece una clara persecución de activistas, y sienta un precedente muy, muy peligroso”, dijo a AFP Tobi, un manifestante de 42 años que no quiso dar su apellido por miedo a represalias, y que calificó el caso como “un secuestro”.
“Revocaremos los visados y/o las tarjetas de residencia de los partidarios de Hamás en Estados Unidos para que puedan ser deportados”, publicó este domingo el secretario de Estado, Marco Rubio, en X.
La abogada de Mahmoud Khalil, Amy Greer, afirmó que lo ocurrido a su cliente es un “terrible e inexcusable -y calculado- error”, y calificó su detención como parte de “la represión abierta del gobierno estadounidense contra el activismo estudiantil y la expresión política”.
Khalil, que no ha sido acusado de ningún delito, fue internado en un primer momento en un centro de inmigración de Nueva Jersey, antes de trasladarlo a un centro de detención de Jena, Luisiana, según los registros del ICE.
Su abogada asegura que el ICE también amenazó con detener a su esposa, una ciudadana estadounidense embarazada de ocho meses. Cuando intentó visitarlo en Nueva Jersey, los funcionarios le dijeron que no estaba allí.
Según la Universidad de Columbia, las fuerzas del orden pueden entrar en las instalaciones del campus con una orden judicial, pero negó que la dirección de la universidad hubiera invitado a agentes del ICE.
El Departamento de Seguridad Nacional puede revocar un permiso de residencia e iniciar los procedimientos de deportación contra sus titulares por una amplia gama de actividades delictivas, como el apoyo a un grupo terrorista.
Pero expertos jurídicos explicaron a la agencia de noticias AP que la detención de un residente permanente legal que no ha sido acusado de ningún delito “constituye una medida extraordinaria con un fundamento jurídico incierto”.
Según Camille Mackler, fundadora de Immigrant ARC, una coalición que ofrece servicios legales en Nueva York, “esto parece una represalia contra alguien que expresó una opinión que no le gustó a la administración Trump”, según publica AP.
Khalil tuvo un papel relevante como negociador entre la gerencia de la universidad y los estudiantes que instalaron el pasado verano un gran campamento de protesta en los jardines del campus.
Algunos estudiantes llegaron incluso a hacerse con el control de uno de los edificios de la universidad durante varias horas, antes de que la policía entrara en el campus para detenerlos. Khalil no estaba, sin embargo, en ese grupo.
Después de este incidente, Mahmoud Khalil contó a la BBC que había sido suspendido temporalmente por la universidad.
La detención de Khalil se produce después de que el presidente estadounidense emitiera en enero una orden ejecutiva en la que advertía de que se deportaría a cualquier persona implicada en “protestas proyihadistas” y a “todos los simpatizantes de Hamás en campus universitarios”.
Algunos estudiantes judíos de la universidad habían denunciado que los discursos en estas protestas rayaban a veces el antisemitismo, aunque otros se unieron a las manifestaciones propalestinas.
El nuevo gobierno de Trump ha acusado a la Universidad de Columbia de no combatir el antisemitismo en el campus, y la semana pasada decidió rescindir una partida de US$400 millones en subvenciones federales a la institución universitaria.
La cancelación de estos fondos “tendrá un impacto inmediato en la investigación y otras funciones críticas de la universidad”, anunció en un correo electrónico a todo el campus el pasado viernes la presidenta interina de Columbia, Katrina Armstrong.
Carly, estudiante de posgrado en Columbia, judía, estadounidense y amiga de Khalil, declaró a la BBC que el detenido es “un ser muy, muy compasivo”.
“Ha sido objeto de muchos ataques en internet, y para alguien que lo conoce a nivel personal es muy doloroso ver cómo lo han tergiversado”, dijo Carly, que se negó a compartir su apellido por razones de privacidad.
En declaraciones a Fox News, el zar de las fronteras de Trump, Tom Homan, alegó que Khalil había violado las condiciones de su visado al “cerrar edificios y destruir propiedades”.
*Con reportería de Madeline Halpert, Rachel Looker, Nomia Iqbal y Nada Tawfik.
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