“La comida tiene disruptores endocrinos que afectan la producción de testosterona y hace que el cerebro no se perciba como macho y se vuelva homosexual”, dice una publicación en instagram que ya acumula 6 mil 377 “me gusta”. Pero es falso que estos químicos pueden alterar las preferencias sexuales de una persona.
El video atribuye que hay una creciente cantidad de personas que se identifican como parte de la comunidad LGBT+ a causa de que consumen sustancias que alteran las hormonas a través de la comida. Entre ellas nombró sustancias como el glifosato y la atrazina.
Estas sustancias, que también se llaman disruptores hormonales, sí existen, y tienen la capacidad de alterar las características fisiológicas de los seres humanos. Sin embargo, el doctor Aldo Gómez explicó a El Sabueso en entrevista que es falso que puedan alterar las preferencias sexuales o la identidad de género de una persona.
Además aclaró que para que puedan llegar a tener un efecto significativo en la salud, tendrían que ser consumidos casi de manera diaria por un periodo de tiempo prolongado.
Para justificar el razonamiento, el video cita un estudio de los efectos de la atrazina y el glifosato sobre los animales, específicamente las ranas. Pero este estudio ya fue viral hace casi diez años, cuando el estadounidense Alex Jones, un conocido conspiranoico, se encargó de popularizar esta teoría al decir que el químico volvió a las ranas homosexuales.
La comunidad científica cuestionó el estudio ampliamente, pues el discurso de Jones malinterpretó los hallazgos, y hasta la fecha sigue estando bajo el escrutinio científico.
Este estudio de la Universidad de Duke, explica cómo el discurso de Jones utiliza hallazgos científicos para generar pánico. Además invalida el trabajo de ecologistas queer y teóricas feministas y transgénero. El estudio de Duke aclara que los hallazgos reales de estos estudios no prueban que los químicos vuelven a los animales homosexuales.
Más allá de esto, el doctor Gómez explicó a Animal Político que los estudios de más de diez años ya no tienen vigencia ni validez científica a menos que se trate de estudios realizados sobre largos periodos de tiempo. Por lo tanto, ya no es un estudio vigente y hasta el momento no ha salido ningún estudio científico que compruebe que los químicos glifosato y atrazina vuelven a los animales homosexuales.
Finalmente, el doctor Gómez aclaró que hasta la fecha no hay estudios que comprueben que los disruptores endocrinos tienen un efecto sobre las preferencias sexuales o la identidad de género. La soya sí ha sido ligada a aspectos de feminización fisiológicos, por su efecto en las hormonas. Pero es falso que esto tenga un efecto en las preferencias sexuales.
Por lo tanto, la publicación viral desinforma. No existen pruebas científicas para decir que los químicos conocidos como disruptores hormonales tengan un efecto sobre las preferencias sexuales de las personas. Utiliza un estudio que ya no tiene validez científica y ha sido malinterpretado por las comunidades de ultraderecha para invalidar a las personas LGBT+.
La obispa Mariann Edgar Budde hizo una petición al presidente Donald Trump por las minorías a las que afectarán sus nuevas políticas. El tono del sermón llamó la atención en EE.UU.
Sentado en primera fila, al lado de su esposa, Melania, el presidente Donald Trump escuchó este martes un sermón en la Catedral Nacional de Washington que llamó la atención de muchos en Estados Unidos.
La obispa Mariann Edgar Budde, la primera mujer en estar al frente de la Diócesis Episcopal de Washington DC, hizo un llamado de “clemencia” a Trump sobre minorías que estarán sujetas a las nuevas políticas que anunció al tomar posesión el lunes.
“Señor presidente: millones han puesto su confianza en usted. Y como usted dijo ayer, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En el nombre de Dios, le pido que tenga misericordia para gente en nuestro país que tiene miedo ahora”, dijo Budde.
“Hay niños gays, lesbianas y transexuales, y familias demócratas y republicanas e independientes, algunas de las cuales temen por sus vidas”, continuó.
Trump, que estaba con la mirada al frente en un inicio, comenzó a mover la cabeza hacia otros lados. El vicepresidente J.D. Vance fue más expresivo, al voltear la cara para mirar a su esposa.
La obispa continuó abogando por los migrantes: “Gente que recoge las cosechas, que limpia nuestras oficinas. Que trabajan en granjas y en empacadoras de carne. Que lavan la loza luego de que comemos en restaurantes. Y que trabajan en turnos nocturnos en hospitales”.
“Podrán no ser ciudadanos, o tener la documentación apropiada. Pero la vasta mayoría de los migrantes no son criminales. Ellos pagan impuestos, son nuestros vecinos, son fieles miembros de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas y templos”, dijo la obispa diocesana, quien está al frente de esta catedral de la Iglesia Episcopal estadounidense desde 2011.
“Le pido que tenga clemencia con aquellos en nuestras comunidades cuyos niños temen que sus padres sean llevados lejos. Y que ayude a los que huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí”.
Las palabras de Budde fueron parte de un servicio religioso con motivo de la investidura de Trump como presidente de EE.UU. el día anterior.
A la Catedral Nacional de Washington asistieron el presidente, el vicepresidente y sus respectivas familias, así como decenas de invitados.
El sermón de Budde vino luego de que el lunes Trump firmara una serie de órdenes ejecutivas que afectan a minorías, como los migrantes o la comunidad LGBT.
El presidente decretó un estado de emergencia en la frontera con México entre cuyos efectos impide la llegada de nuevas solicitudes de asilo.
Asimismo, ha prometido una deportación masiva de migrantes indocumentados.
Y firmó una orden para eliminar el derecho automático de ciudadanía a los hijos de migrantes sin estancia legal.
También decretó la eliminación de las políticas inclusivas instauradas en el gobierno anterior. Trump dijo que el gobierno solo considerará dos géneros, masculino y femenino, e instituciones públicas y militares dejarán de procurar políticas para la comunidad transgénero.
Luego del servicio, el presidente Trump regresó a la Casa Blanca, donde expresó su opinión sobre el sermón y el servicio religioso en general.
“No fue muy emocionante. No me pareció un buen servicio… Pudieron haberlo hecho mucho mejor”, añadió al entrar a la residencia presidencial.
El sermón causó sorpresa y se convirtió en uno de los temas del día en Washington DC y en el resto del país, pues no es habitual que el presidente de EE.UU. enfrente un a declaración así.
Algunos elogiaron a Budde por haber planteado una petición de misericordia para las minorías de Estados Unidos.
Otros fueron críticos, como el representante republicano Mike Collins, que dijo que Budde debería ser “añadida a la lista de deportaciones”, pese a que la obispa es estadounidense.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.