Es falso que Alemania haya decretado exclusión de vuelos en todo su territorio en el contexto de la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, como afirman publicaciones de X –antes Twitter–.
Hasta el momento, ninguna autoridad alemana ha declarado una zona de exclusión aérea en su totalidad. Además, radares en internet como RadarBox muestran operaciones de vuelos sobre Alemania sin mayor variación respecto a días previos.
Estas publicaciones, que han registrado un alcance de más de 200 mil impresiones y mil compartidos, han causado alarma y confusión entre usuarios de la red social.
Una zona de exclusión aérea puede ser declarada por un Estado, o por terceros en situaciones extraordinarias, para restringir o prohibir el tráfico aéreo dentro del territorio por motivos de seguridad pública o de emergencia.
El caso más reciente ocurrió en 2011, en Libia, y fue declarada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a fin de proteger a la población civil en medio del conflicto entre fuerzas rebeldes y las tropas del exlíder Muammar Gadafi.
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El origen de esta desinformación se remonta al canal de noticias de la plataforma de mensajería Eitaa “Nezami News”, una fuente de difusión de noticias iraníes que dio aviso de restricciones aéreas en algunas regiones de Alemania, pero no en todo el país como circula en la desinformación.
En el mensaje enviado se muestra una imagen que corresponde al sitio web “Notam info”, portal en donde se brindan actualizaciones sobre los boletines dirigidos a pilotos sobre eventualidades en los aeropuertos llamados Notice To Airmen (NOTAM).
En el mapa de Notam info se señalan con marcas rojas y con letra R zonas de restricción aérea, pero estas pueden deberse a diversas causas como el clima o maniobras militares, además de que suelen ser temporales. En la página se aclara que la información provista puede tener imprecisiones, puesto que no se trata de una fuente oficial.
La publicación que circula en redes se enmarca dentro de la tendencia que ha habido en redes, sobre todo en X, de advertir sobre la posibilidad de una “Tercera Guerra Mundial” como consecuencia del incremento de tensiones entre Rusia y Ucrania.
Lo anterior se reforzó después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizara a Ucrania el uso de misiles estadounidenses de largo alcance contra objetivos militares en Rusia.
@elsabuesoap ¿Una tercera Guerra Mundial? El conflicto entre Rusia y Ucrania sí se puso mas intenso. 🟣 Algunos paises han comenzado a tomar medidas 🎤: @Lavaflowers #3raguerramundial #worldwar3 #joebiden #rusia🇷🇺 #ucrania🇺🇦 #nuclear #usa🇺🇸 #estadosunidos #tendencia #elsabuesoverifica ♬ sonido original – El Sabueso de Animal Político
Desde febrero de 2022, el Consejo de la Unión Europea (UE) adoptó medidas restrictivas a Rusia por su invasión a Ucrania, como la prohibición de cualquier aeronave, incluidos los vuelos comerciales, de origen ruso en su territorio.
Estas restricciones son diferentes a las zonas de exclusión aérea en contexto militar, pues cuando esto ocurre implica medidas de control del espacio aéreo como el despliegue de aviones de vigilancia e, incluso, aviones de combate en caso de que el área establecida sea sobrepasada.
Mientras que una restricción aérea aplica para casos específicos, puede ser temporal o permanente y levantarse con autorización de las autoridades competentes, las zonas de exclusión aérea prohíben vuelos de cualquier tipo y desde cualquier origen, salvo que sea por razones de ayuda humanitaria o de evacuación.
A lo largo de la historia sólo se ha declarado zona de exclusión aérea, en contexto de conflictos, en tres países: Libia (2011), Irak (1991-2003) y Bosnia y Herzegovina (1993-1995).
Desde el inicio del conflicto con Rusia, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha pedido a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que imponga una zona de exclusión aérea en Ucrania para resistir los ataques.
Pero la OTAN se ha negado a implementar esta medida porque hacerlo significaría involucrarse directamente en el conflicto, lo que provocaría una escalada rápida del mismo y consecuencias en toda Europa.
En su lugar, los países miembros han apoyado a Ucrania con otras medidas como el suministro de armamento.
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En conclusión, es falso que Alemania haya emitido una orden de exclusión de vuelos en todo su territorio. No obstante, países de la UE sí han restringido el paso a aeronaves rusas por la escalada del conflicto con Ucrania.
Aunque no se han revelado muchos detalles sobre la nueva agencia, un repaso a la trayectoria del fundador de Tesla puede dar algunas pistas.
Donald Trump le ha encargado a Elon Musk, el hombre más rico del mundo, la dirección del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).
Trump afirmó en redes sociales que Musk y Vivek Ramaswamy, excandidato en las primarias del Partido Republicano, “desmantelarán la burocracia gubernamental, reducirán las regulaciones excesivas, recortarán los gastos innecesarios y reestructurarán las agencias federales”.
El empresario tecnológico cuenta con una larga experiencia de liderazgo corporativo para cumplir ese objetivo que lleva meses defendiendo.
Pero su rol también le otorgaría una importante influencia sobre la política gubernamental y el entorno regulatorio en el que operan sus compañías, lo que plantea dudas razonables.
De momento se conocen pocos detalles concretos sobre el próximo Departamento de Eficiencia Gubernamental, al que Trump llamó en un comunicado “el Proyecto Manhattan de nuestro tiempo”.
El presidente electo ha adelantado que el DOGE funcionará como una especie de consejo asesor que operará de forma externa mediante una asociación con la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca (OMB).
El departamento, anunció Trump, “brindará asesoramiento y orientación desde fuera del gobierno, y se asociará con la Casa Blanca y la Oficina de Administración y Presupuesto para impulsar una reforma estructural a gran escala y crear un enfoque empresarial para el gobierno nunca antes visto”.
“Espero que Elon y Vivek realicen cambios en la burocracia federal con miras a la eficiencia y, al mismo tiempo, para mejorar la vida de todos los estadounidenses. Es importante destacar que eliminaremos el despilfarro y el fraude masivos que existen en nuestro gasto gubernamental anual de US$6,5 billones”, agregó.
Y, en principio, no será permanente: Trump estima que el órgano completará su trabajo en 18 meses, y Musk cree que lo hará “mucho más rápido”.
Por su parte, Musk afirmó en un mitin del entonces candidato republicano en octubre que el presupuesto del gobierno estadounidense podría reducirse en “al menos” US$2 billones de un total de US$6,5 billones.
También ha sugerido con frecuencia que el número de empleados gubernamentales se puede reducir de forma significativa.
Por su parte, Ramaswamy expresó en el pasado su deseo de eliminar una serie de oficinas federales, entre ellas el Departamento de Educación, la Comisión Reguladora Nuclear, el Servicio de Impuestos Internos y el FBI.
En todo caso, la forma en la que Musk ha dirigido sus propias empresas puede dar pistas de lo que los estadounidenses pueden esperar que haga en el DOGE.
En octubre de 2022 se hizo cargo de la plataforma de redes sociales Twitter, a la que rebautizó como X, en un acuerdo de US$44.000 millones.
Musk renunció a las políticas de moderación de contenido y eliminó el veto a los usuarios considerados infractores de las reglas sobre discurso de odio y desinformación.
Uno de los usuarios a los que restituyó fue Trump, cuyo perfil había sido censurado tras el motín del Capitolio en enero de 2021 por seguir afirmando que las elecciones de 2020 habían sido amañadas en su contra.
La adquisición de Musk trajo cambios radicales a X, como la reducción de plantilla de unas 8.000 personas a 1.500.
En abril de 2023 le dijo a la BBC que su razonamiento para tomar esta medida era que “si toda la empresa se hunde, entonces nadie tendrá trabajo”.
“Su idea de eficiencia era despedir a mucha gente”, afirma Alex Waddan, profesor de política estadounidense en la Universidad de Leicester.
Como respuesta al éxodo de anunciantes por relajar las políticas de libertad de expresión de la plataforma, el empresario monetizó algunas funciones para aumentar los ingresos.
Convirtió las marcas azules, que antes indicaban que una cuenta de una figura pública era auténtica, en un modelo de suscripción y vinculó los pagos de publicidad a usuarios “verificados” con la cantidad de interacciones recibidas.
Pero estos cambios tuvieron algunas consecuencias no deseadas.
Tras un aluvión de críticas, X asignó marcas de oro o plata a las cuentas oficiales para evitar que se confundieran con falsas, lo que significa que las marcas azules solo indican que una cuenta es de pago.
Incentivar a los usuarios con una parte de los ingresos publicitarios también aportó una vía para que las llamadas “granjas de bots” ganaran dinero con interacciones a su contenido generado automáticamente. Musk ha dicho que su equipo ha eliminado de forma repetida las cuentas de bots.
Los críticos sostienen que sus cambios han dado prominencia al discurso de odio y la desinformación, aunque él sostiene que la red social es políticamente neutral.
“Como ’empresario en serie’, Musk ha sido implacable en su intento de mejorar la eficiencia institucional en sus propias compañías”, evalúa Thomas Gift, profesor de Ciencias Políticas y director del Centro de Política Estadounidense en el University College de Londres.
Añade que, aunque el papel principal de Musk será “reducir la maraña de burocracia que es el gobierno federal de Estados Unidos”, su puesto también le aportará influencia en la nueva administración.
“Si bien su papel en el Departamento de Eficiencia Gubernamental será más informal, no hay duda de que Trump lo escucha, al menos por el momento”, sentencia.
Elon Musk “es extremadamente antirregulaciones y odia que el gobierno o cualquier otra persona le diga qué hacer“, describió la periodista de investigación Kristen Grind en el podcast The Daily del diario estadounidense The New York Times.
El acrónimo DOGE ideado por Musk hace referencia a un meme de un perro Shiba Inu que luego dio su nombre a la criptomoneda Dogecoin. Él ha mencionado ambos con frecuencia.
Christopher Phelps, profesor de historia política moderna de Estados Unidos, interpreta que el nombre es “un guiño a la desregulación de las criptomonedas como parte de sus planes”.
Los precios de las criptomonedas aumentaron después de la elección de Trump, lo que hace pensar que el presidente entrante creará un entorno regulatorio relajado.
Pero los llamamientos desregulatorios de Musk también pueden atribuirse en parte a las frustraciones que ha padecido con sus otras empresas comerciales: la compañía de vehículos eléctricos Tesla y la firma de cohetes SpaceX.
El gobierno de Estados Unidos ha acusado repetidamente a Tesla de intentar evitar que sus trabajadores se sindicalicen, lo que en algunos casos podría infringir la ley federal.
Musk, cuyo patrimonio neto estimado alcanza los US$290.000 millones, ha afirmado anteriormente que “no está en contra de todos los sindicatos”, pero que el sindicato de trabajadores automotrices “tiene un historial de destrucción de productividad que impide a una empresa competir”.
En septiembre, Musk amenazó con demandar a la Administración Federal de Aviación por sus planes de multar a su compañía SpaceX con US$633.000 por supuestas infracciones de licencias relacionadas con algunos de sus lanzamientos de cohetes desde Cabo Cañaveral, en Florida.
Acusó a la agencia de “extralimitación regulatoria”.
También ha dicho en repetidas ocasiones que quiere colonizar Marte, y el programa Starship de SpaceX es un intento de hacer esto posible.
Pero en septiembre escribió que esto solo era una posibilidad “siempre que no se vea sofocada por la burocracia” y afirmó que la creación del DOGE era “el único camino para extender la vida más allá de la Tierra”.
Entonces, ¿hasta qué punto su motivación para asumir el rol en el gobierno responde a sus intereses comerciales?
Musk “se beneficiará personalmente de gran parte de la desregulación que promociona”, opina el profesor Phelps.
“Creo que poner a alguien que es multimillonario y dirige grandes corporaciones a cargo de un proyecto federal de desregulación es algo, por naturaleza, lleno de conflictos de intereses“.
Por su parte, el profesor Gift apunta que “no hay duda de que Musk tiene importantes intereses creados en el panorama regulatorio de Estados Unidos como resultado de sus muchas empresas comerciales”.
Al mismo tiempo, matiza, “es difícil afirmar que este sea el único motivo que lo impulsa”.
“Musk ha asumido enormes riesgos personales y políticos al salir del armario a favor de Trump, y muchas de sus actividades y retórica parecen mostrar a un individuo ideológicamente comprometido con causas en las que cree”.
El profesor Waddan coincide con este punto de vista: “es evidente que tiene algo en juego y un interés propio, pero igualmente puede creer sinceramente que hay demasiada regulación y demasiada burocracia gubernamental”.
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