En Twitter se han vuelto virales algunos dichos que desinforman sobre el aborto. De acuerdo con expertas consultadas por Animal Político, compartir esta información incorrecta puede dañar y estigmatizar a las mujeres y personas con útero, que deciden o necesitan recurrir a este procedimiento médico.
Consultamos a María de Jesús Medina, doctora en bioética y jurisprudencia médica e investigadora de la UNAM, y a Rebeca Lorea, coordinadora de incidencia en GIRE –Grupo de Información en Reproducción Elegida–, quienes nos explicaron por qué estas frases no son verídicas. Además, contrastamos su información con fuentes oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con el hashtag #NoHayAbortoSeguro una persona señaló en Twitter que “la naturaleza protege con fuerza la vida que empieza”, y falsamente asegura que no se puede practicar un aborto de manera segura sin importar el método.
María de Jesús Medina explicó que todos los procedimientos médicos conllevan un riesgo, incluso algo tan cotidiano como tomar una pastilla de ibuprofeno o paracetamol. Un embarazo y el parto también pueden tener riesgos, sin embargo, hay maneras de reducirlos.
Medina aclaró que los abortos en clínicas, realizados por profesionales de la salud, pueden considerarse seguros.
En la Ciudad de México es legal interrumpir el embarazo hasta las 12 semanas de gestación, desde 2007. Esto se realiza en 7 Unidades Médicas de los Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México y en 7 Hospitales de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México. Hasta el momento, y según lo reportado por Interrupciones Legales del Embarazo (ILE), se tiene una tasa de mortalidad del 0% por abortos realizados en estas clínicas.
Del mismo modo los abortos pueden considerarse seguros cuando son realizados en casa, contando con el acompañamiento de un médico, en caso de emergencia, y de organizaciones con especialistas que también dan asesoría en este tipo de procedimientos.
Aquí puedes leer la guía de bolsillo del tratamiento recomendado por la OMS para el aborto con misoprostol, y en esta publicación puedes consultar la guía completa del aborto seguro de la misma organización.
“Si se utiliza el tratamiento combinado con mifepristona y misoprostol, el procedimiento de aborto médico puede ser autogestionado en los casos de embarazo de hasta 12 semanas de gestación, especialmente en lo que concierne a la toma de los fármacos en casa, sin necesidad de contar con la supervisión directa del personal sanitario; no obstante, cabe resaltar que se encontraron muy pocas evidencias en el caso de los embarazos de más de 10 semanas de gestación. Esta es una opción para personas que cuenten con una fuente de información exacta y acceso a personal sanitario en caso de que lo quisieran o necesitaran en cualquier fase del proceso”, refiere la guía de la OMS.
Puedes conocer más sobre aborto seguro en el siguiente video:
“Es completamente irreal”, dijo Medina respecto a la idea de que se promueven los abortos para vender los órganos de los fetos, como aseguran tuits virales.
“Si es tu decisión, si es tu cuerpo, de quién son las partes y órganos que venden después del #aborto?”, se lee en uno de ellos, sin aportar alguna evidencia para sustentar la acusación.
Si el aborto se realiza conforme el marco de la ley en los estados que lo permiten, los órganos del feto no pueden ser vendidos. Eso constituye algo ilegal.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), en Estados Unidos se permite que la mujer o persona embarazada a la que se le practique el aborto done el tejido fetal a la ciencia para apoyar la investigación. Sin embargo, no está permitido que reciba alguna remuneración económica o de otro tipo, y el aborto debe ser practicado conforme a la ley del estado donde se realice.
Los NIH aclaran que también es ilegal que se practique un aborto por la única razón de obtener el tejido fetal para investigación.
María de Jesús Medina explicó que además los órganos de un feto no tienen mucha utilidad, pues aún están en desarrollo. Lo que sí busca como científica es que se permita la investigación con embriones para el desarrollo de tratamientos con células troncales.
Para que sean útiles para la investigación, los embriones deben tener como máximo 14 días. Los que se utilizan son aquellos sobrantes de la reproducción asistida, es decir aquellos embriones que fueron fertilización in vitro. Estos embriones nunca han estado dentro de un vientre humano, y además aún se encuentran en una fase demasiado temprana del desarrollo.
De acuerdo con la publicación de la UNAM Inicio de la vida y aborto. Enseñanza Transversal en Bioética y Bioderecho: Cuadernillos de Casos, escrito por María de Jesús Medina y María Fernanda Téllez Girón: “en términos generales, quienes se oponen a la investigación en células troncales embrionarias se basan en creencias religiosas y conservadoras, las cuales atribuyen el mismo interés moral al cigoto y a un ser humano vivo”.
Finalmente, un tuit asegura que “ejercer la propia voluntad sobre otro tomando en cuenta únicamente los deseos propios e ignorando el bienestar del segundo… Es exactamente la definición de aborto y violación”. Pero de acuerdo con Rebeca Lorea, coordinadora de incidencias en GIRE, es grave y equivocado poner al aborto y a la violación en un mismo nivel.
Lorea señala que comparar el aborto con la violación es ser permisivo con la violencia de género y banaliza la violencia sexual en el cuerpo de las mujeres, niñas y personas que la sufren.
“Una violación es una forma de violencia directa, y la vivimos en su mayoría mujeres, niños y niñas que ya somos personas y ya nacimos. Tenemos todos los derechos que están reconocidos en tratados, en la constitución y leyes”, señala.
Por otro lado, aclaró que “un embrión o un feto no tiene estos derechos porque no ha nacido y no son jurídicamente personas”.
Según el documento Maternidad o Castigo, con la emisión de la sentencia Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó en 2012 que:
a) La concepción se refiere al proceso de implantación, es decir, cuando el óvulo fecundado se adhiere a la pared del endometrio.
b) El feto no puede ser considerado como persona.
c) La protección de la vida prenatal es gradual e incremental.
d) Sólo a través del ejercicio de los derechos de las mujeres puede darse la protección de la vida prenatal.
En muchas ocasiones la violencia sexual, explicó Lorea, produce embarazos no deseados que además pueden poner en riesgo la salud mental y física de las mujeres, niñas, y personas con útero.
Por lo tanto, practicarles un aborto se hace con la intención de preservar su salud, no con el de dañar, como ocurre en el caso de una violación.
En conclusión: estos dichos sobre el aborto desinforman y es grave compartirlos, pues ayudan a estigmatizar a las mujeres y personas que necesitan de esta práctica. De acuerdo con expertas, ser permisivos con esto, es banalizar la violencia sexual e ignorar los derechos de las mujeres y personas con útero
El guionista del programa de televisión más comentado del año habla de los cambios que espera que inspire.
Una de las series de televisión más comentadas de los últimos años, el drama de Netflix Adolescencia, ha sido el tema candente de debate recientemente, desde el Parlamento británico a los programas de televisión estadounidenses, pasando por el colegio del hijo del guionista.
La polémica la generó la historia ficticia de un niño de 13 años, quien es acusado de apuñalar a una niña, y los factores que podrían haberlo convertido en asesino.
“He recibido muchos comentarios de personas de las que hacía años que no sabía nada, contándome sobre las discusiones que ahora tienen con sus hijos. Es muy graficante”, dice el escritor Jack Thorne.
“El director (del colegio) de mi hijo me paró en la puerta del colegio para decirme: ‘Me gustaría hablar con usted de esto, y me gustaría pensar en lo que puede hacer nuestro colegio y lo que pueden hacer otros colegios'”, relata Thorne.
“Las discusiones parecen iniciarse en todo tipo de lugares diferentes”, apunta.
Thorne pidió al gobierno británico que tome “medidas radicales” para ayudar a resolver los problemas que plantea el programa.
Los principales son las redes sociales y la influencia de las ideas incel (célibes involuntarios), que animan a los hombres a culpar a las mujeres de su falta de relaciones y oportunidades.
Sin embargo, Adolescencia, que Jack Thorne creó con el actor Stephen Graham, no se limita a señalar con el dedo a la cultura incel, explica el escritor a la BBC.
“Realmente espero que este sea un drama que sugiera que Jamie (el protagonista) es así debido a toda una serie de factores complicados“, indica.
Sus padres, su escuela y sus amigos juegan un papel importante de diversas maneras.
Pero Jamie, interpretado por Owen Cooper, sufre acoso en las redes sociales donde lo hacen sentirse feo, y está expuesto a mensajes incel y a opiniones sesgadas sobre la violencia sexual.
“Es un niño vulnerable, y entonces oye estas cosas que tienen sentido para él sobre por qué está aislado, por qué está solo, por qué no pertenece a ningún sitio, y las asume. No tiene los filtros para entender lo que es apropiado”, explica Thorne.
“A esta edad, con todas estas presiones diferentes sobre él y con las peculiaridades de la sociedad que lo rodea, empieza a creer que la única forma de conseguir un equilibrio es a través de la violencia“, agrega.
El escritor se metió a agujeros de gusano en línea similares a los sitios 4Chan y Reddit para ver el mundo a través de los ojos de Jamie.
Descubrió que estos mensajes no procedían simplemente de los lugares obvios.
“No era sólo Andrew Tate. No eran los peces gordos de la manosfera“, afirma.
“Eran los blogs y vlogs más pequeños y las pequeñas cosas como gente hablando de un videojuego, pero luego explicando a través de ese videojuego por qué las mujeres te odian”, dice.
“Eso fue lo que me pareció más inquietante”.
Estos temas no son nuevos, pero el programa Adolescencia ha llegado en un momento en que otros también están debatiendo los peligrosos mensajes dirigidos a niños y jóvenes.
Recientemente, el ex entrenador de la sección inglesa de fútbol, Gareth Southgate, pronunció un discurso en el que advertía sobre los “influenciadores insensibles, manipuladores y tóxicos”.
“Son lo más alejado posible de los modelos de conducta que nuestros jóvenes necesitan en sus vidas”, afirmó.
Jack Thorne dice que Southgate es “asombroso”, pero cree que la solución va más allá de tener mejores modelos.
“Llevamos teniendo esa conversación desde que era niño”, dice el escritor.
“Tiene que llegar un momento en que hagamos algo un poco más radical que eso. No se trata de modelos de conducta“, remata.
“Los modelos de conducta pueden tener un gran impacto en la gente. Pero la verdad es que tenemos que cambiar la cultura que están consumiendo y los medios por los que nuestra tecnología está facilitando esta cultura“, agrega.
“Fue un discurso muy interesante, pero esperaba que propusiera cosas más radicales de las que hizo”, insiste.
Entonces, ¿cuáles podrían ser esas soluciones más radicales?
Esta semana, el primer ministro británico Keir Starmer declaró en el Parlamento que había estado viendo el drama, al que calificó de “muy bueno”, con sus hijos adolescentes.
La violencia ejercida por jóvenes influenciados por lo que ven en Internet es “abominable y tenemos que atajarla”, y es “también una cuestión de cultura”, dijo el premier a los diputados.
Thorne espera que el primer ministro capte el mensaje de que “en nuestras escuelas se está produciendo una crisis, y tenemos que pensar en cómo impedir que los chicos hagan daño a las chicas, y entre ellos“.
“Para facilitarlo en las escuelas y en los hogares va a hacer falta un montón de cosas diferentes, y eso requiere la ayuda del gobierno”, afirma.
Y, por ello, instó Starmer a considerar “con bastante urgencia” la prohibición de los teléfonos inteligentes en las escuelas y una “edad de consentimiento digital”, similar a la de Australia, que ha aprobado una ley que prohíbe a los menores de 16 años el uso de las redes sociales.
El escritor también ha sugerido ampliar esa medida a todo uso de los teléfonos inteligentes y a los videojuegos.
“Creo que deberíamos hacer lo que hace Australia, y separar a nuestros hijos de esta perniciosa enfermedad del pensamiento que los está infectando”, afirma.
Sin embargo, una prohibición sería difícil de vender a los adolescentes.
Thorne apareció en el programa Newsnight de la BBC Two junto a tres hombres de 18, 19 y 21 años.
Cuando se les preguntó sobre la prohibición de las redes sociales para los menores de 16 años, tuvieron sentimientos encontrados.
Uno dijo que era “una gran idea, dentro de lo razonable”, otro afirmó que era “bastante injusta”, mientras que el tercero se mostró contrario, argumentando que “las redes sociales también han aportado mucho a las generaciones jóvenes”.
Para Thorne, la cuestión de cómo vigilar los teléfonos inteligentes y las redes sociales está a punto de llegar al interior de su casa.
Su hijo tiene ocho años, y Thorne dice que quiere asegurarse de establecer “un método de comunicación con él” a medida que crece. Pronto querrá su propio teléfono.
Mientras trabajaba en la serie, estuvo pensando en cómo manejar el futuro uso de la tecnología por parte de su hijo.
“Y todavía estoy procesando cómo hacerlo”, reconoce.
Investigar y escribir Adolescencia le ha abierto los ojos sobre los retos a los que se enfrentan jóvenes y padres, dice.
Pero, ¿cómo afrontarlos? Eso es lo más difícil.
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