
Hablar de trauma no es fácil y representarlo en series lo es todavía menos. Un ejemplo infame: Sansa Stark hablando de Ramsay Bolton en la última temporada de Game of Thrones, donde (quiero creer) se pretendía hacer un comentario sobre la capacidad de resiliencia que algunas personas muestran después de sufrir múltiples formas de abuso, sin embargo, el resultado acabó siendo monstruoso: una defensa del dolor como un mal necesario, algo que solo necesita tiempo para acabar agradeciendo.
No todas las series son así, claro.
De forma explícita o implícita existen varias que han abordado el trauma y sus consecuencias desde distintas miradas, tanto lúdicas, como serias, como fantásticas, de modo que a través de sus historias y personajes se exploren múltiples matices del dolor.
He intentado elaborar cada recomendación prácticamente sin spoilers, sin embargo, he de advertir algo: en algunas de estas series, el trauma mismo es el spoiler.
De ningún modo revelaré su naturaleza cuando sea el caso, pero vaya, podrías llevarte alguna sorpresa.
Desde los primeros segundos de Mr. Robot, incluso antes de que aparezca una imagen en la pantalla, sabemos una cosa: Elliot, el protagonista, está loco. Crisis de ansiedad, adicción a la morfina, conductas antisociales; programador de día, hacker justiciero y cazador de pedófilos por la noche.
Si bien, la serie inicia representando múltiples clichés del “loco con superpoderes”, conforme va avanzando se revela lentamente que hay mucho más de lo que vemos a simple vista (y vaya que, en el contexto de la serie, esto puede ser leído de múltiples maneras), culminando en una de las exploraciones más profundas que he visto sobre la estructura de la mente, los mecanismos de defensa, el estrés postraumático, la integración de la personalidad y la construcción de realidad.
Disponible en: Prime Video.
Steven Universe es una serie preciosa que explora múltiples temas de salud mental, sin embargo, esta secuela de pocos episodios se atreve a dar un paso más adelante, partiendo de la famosa pregunta, “¿qué pasó el día después de que termina el cuento de hadas?”
Steven Universe Future responde: trauma.
El resultado es genial, no sólo logra un cruce muy sensible entre los conflictos de identidad de la adolescencia, el estrés postraumático y las expectativas familiares, sino que, además, ofrece una de las mejores explicaciones al proceso psicofisiológico del estrés que he visto en una caricatura (porque sí: hay un nombramiento explícito de esto).
La resolución que propone al conflicto (que a mi gusto está a la altura de otras series como Evangelion) es magnífica.
Disponible en: Netflix.
Durante un recital de música, Devi, una adolescente estadounidense de ascendencia india, ve a su padre morir de un infarto. Al poco tiempo pierde temporalmente la movilidad en las piernas. Luego intenta coger con el compañero más guapo de su secundaria, porque #adolescente.
El punto es, Devi no sabe qué hacer con los múltiples dolores que la paralizan: quedar huérfana de padre, el desarraigo cultural, las exigencias de su madre, la impopularidad en su escuela, la movilidad perdida y recuperada.
A diferencia de otras protagonistas, Devi no siempre es agradable y hay muchas veces en que sus acciones te provocan querer levantarte del sillón y gritarle ¿¿¿POOOR??? Pero ahí está la magia de la serie: las emociones y reacciones de Devi son tan honestas, tan a flor de piel, que es imposible no ver el reflejo propio y sentir compasión y ternura por quien no actúa de mala fe, sino que sólo está herida.
Disponible en: Netflix.
https://www.youtube.com/watch?v=mDTmN0XC4Gw
“La depresión es enojo volcado hacia dentro”, dijo la doctora Jennifer Melfi de Los Sopranos, parafraseando a Freud.
Si bien, esta frase es una generalización bastante apresurada, sí es cierto que las emociones que se reprimen tienden, o a consumirnos lentamente por dentro, o a explotar de formas increíblemente violentas en algún momento.
¿Qué pasa cuando la represión no es sólo un mecanismo de defensa sino, también, el único recurso emocional del que dispones porque la estabilidad de tu trabajo y tu familia, literalmente, depende de que seas incapaz de demostrar ya no sólo enojo sino cualquier tipo de deseo?
Kidding explora esta pregunta y sus múltiples consecuencias en un ejercicio de tono que lo mismo es brutal que divertido y enternecedor.
https://www.youtube.com/watch?v=F9jaWjTCLkQ
Donde la primera Avatar fue protagonizada por un niño que tenía que cargar con la culpa de y dolor de ser responsabilizado por el genocidio de su tribu y una guerra de cien años para luego restaurar la paz entre las naciones e instaurar una suerte de protodemocracia orientada al progreso, la secuela va todavía un paso más allá al preguntar “¿qué pasa con la persona que hereda todo eso?”
Korra ha sido un personaje polémico en el fandom de Avatar porque se sale del molde de lo esperado para un héroe: mujer, adolescente, reactiva, soberbia, imperfecta.
Y sin embargo, es gracias a esas características que la tercera temporada (que trata esencialmente de la confrontación de Korra consigo misma, más como persona que como Avatar) logra ser una de las mejores disecciones (cuando no la mejor) del estrés postraumático que he visto ya no sólo en una caricatura, sino en cualquier serie en general.
Disponible en: Netflix.
Antes de que te vayas: Éntrale al mundo otaku con los mejores animes de Netflix
¡Hola! Si llegaste hasta aquí y te gusta mi contenido, tengo una noticia muy emocionante: junto a Paola Aguilar y en alianza con Esto No es Radio, acabamos de estrenar “Coger Rico & Amar Bonito”, un podcast donde repensamos las formas en que cogemos, amamos y nos relacionamos. Puedes encontrarlo en Spotify o en cualquier lugar donde escuches tus podcasts. ¡Ojalá te guste! 🙂

Dos meses después de que Israel y Hamás acordaran la primera fase de un cese del fuego en Gaza patrocinado por Estados Unidos, el progreso hacia una segunda fase sigue estancado.
Israel y Hamás acordaron en octubre pasado una primera fase de un cese el fuego, apoyado por Estados Unidos, que dio esperanzas de un posible camino para terminar con la disputa armada en el territorio.
Dos meses después, Gaza permanece estancada en la primera fase. Está dividida en dos partes y con su población desplazada y viviendo entre ruinas.
Bajo la segunda fase del cese el fuego propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, tanto Israel como Hamás enfrentan difíciles decisiones.
Hamás necesita entregar sus armas e Israel debe retirar sus tropas en Gaza y transferir las responsabilidades de la seguridad a una fuerza internacional.
La formación de un gobierno para administrar Gaza es otro desafío por resolver, así como la búsqueda por parte de Israel del último rehén que queda por entregar, Ran Gvili.
Gvili, un agente de policía de Israel, fue secuestrado por Hamás durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Hamás ha dicho que la búsqueda entre los escombros de Gaza no ha dado ningún resultado sobre su paradero.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha insistido que Hamás debe regresar a todos los rehenes -vivos o muertos- antes de que el acuerdo pueda seguir a su siguiente fase.
A los padres de Gvili, Talik e Itzik, se les dijo el año pasado que el agente no había sobrevivido.
“Ellos se robaron a nuestro hijo, ellos se lo robaron”, señala su madre a la BBC. “Ellos saben dónde está. Ellos solo están tratando de esconderlo o quedárselo. Están jugando con nosotros”, anota el padre.
La pareja cree que Hamás quiere mantener a su hijo como garantía para futuras negociaciones, tras el regreso de todos los demás rehenes.
Por su parte, funcionarios de Hamás le dijeron a la BBC que esas acusaciones son falsas y que Israel estaba tratando de evitar implementar el acuerdo.
Pero EE.UU. quiere avanzar hacia la segunda fase del cese el fuego, de acuerdo a los diarios Haaretz y The Times de Israel.
En una entrevista con la BBC, Gershon Baskin, un exnegociador israelí en casos de rehenes -particularmente en el acuerdo en 2011 por el soldado Gilad Shalit-, señala que Israel “no tiene muchas opciones” para posponer la segunda fase del acuerdo sobre Gaza.
Baskin dice que Trump ha sido “muy claro con su decisión” y le dirá a Netanyahu que “no hay espacio para la procrastinación”.
El exnegociador, quien ha tenido un rol importante en la comunicación entre Israel y Hamás, añade que el tema del cuerpo del rehén que no ha sido entregado “no es suficiente razón” para demorar el inicio de una segunda instancia en el acuerdo.
El desarme de Hamás de un modo que resulte aceptable para ambos bandos es de lejos la barrera más grande para avanzar el cese el fuego hacia su siguiente fase.
Turquía ha pedido insistentemente ser parte de la Fuerza Internacional de Estabilización (ISF, por sus siglas en inglés), que será la encargada de desarmar al grupo islamista, de acuerdo al medio israelí Hayom.
Netanyahu ha sido claro en su intención de evitar que esto pase y cuenta con el apoyo de EE.UU., señala el medio.
Hasta el momento, ningún país ha anunciado formalmente que se unirá a las ISF.
De acuerdo a Baskin, Hamás tal vez aceptará “guardar sus armas” y posiblemente entregarlas a un gobierno palestino o a un tercer actor, pero no a Israel o EE.UU.
Y añade que EE.UU. sabe que el desarme de Hamás está vinculado al repliegue total de Israel en Gaza y que esto será difícil de lograr mientras las fuerzas israelíes permanezcan dentro de la Franja.
En este momento, Israel controla cerca del 53% de la Franja de Gaza.
Bajo la primera fase del acuerdo del cese el fuego, Israel aceptó un retiro parcial de tropas en el norte, sur y este de Gaza. El límite fijado se conoció como la “línea amarilla”
La segunda fase requiere un acuerdo mutuo de un nuevo repliegue del ejército israelí, mecanismos de desarme, reconstrucción y arreglos para un monitoreo internacional.
Estos temas son considerados sensibles, porque afectan directamente la seguridad de las localidades israelíes en la frontera con Gaza y el futuro de la presencia israelí en lo que se conoce como el Corredor de Filadelfia, un pedazo de tierra frente la frontera de Gaza con Egipto, que incluye el paso de Rafah.
Para el general Israel Ziv, un exmilitar israelí experto en operaciones, tanto Hamás como Israel están dudando en apresurar el avance hacia la segunda fase.
“Hamás no quiere perder el control y el lado israelí por razones políticas también quiere quedarse en Gaza”, dijo Ziv a la BBC.
De acuerdo con el militar, Trump es la única persona que puede forzar a ambos bandos, pero el tiempo se está agotando.
“Por estar esperando, creo que hemos perdido la oportunidad, porque Hamás se está reorganizando y está retomando fuerza”, añade.
Cómo formar el órgano administrativo de transición que gobernará Gaza en la siguiente fase es otro gran obstáculo.
Aunque el plan propuesto exige la formación de un gobierno tecnocrático palestino independiente, separado tanto de Hamás como de la Autoridad Palestina (AP), Israel sospecha que la participación de representantes de ambos grupos será inevitable.
Al gobierno israelí le preocupa que esto pueda habilitar a Hamás a conservar su influencia en las nuevas instituciones de gobierno, o provoque el regreso de la AP a Gaza.
Anteriormente, la AP ejercía un control limitado sobre partes de Gaza y Cisjordania, pero desde que Hamás tomó el control de Gaza, en 2007, solo ha gobernado partes de la Cisjordania ocupada por Israel.
El gobierno de Netanyahu rechaza cualquier participación de la AP o de Hamás y, en su lugar, exige una “entidad palestina neutral” para gobernar el territorio.
Al gobierno israelí también le preocupa que la segunda fase pueda significar “el comienzo real del establecimiento de un Estado palestino junto a Israel”, según Baskin.
Se espera que estos temas clave se traten en una reunión entre Netanyahu y Trump en Florida a finales de este mes.
El presidente estadounidense, quien negoció el alto el fuego en Gaza, tiene previsto anunciar la composición de la recién creada Junta de Paz para Gaza a principios del próximo año.
En su reunión con Trump, se espera que Netanyahu impulse el desarme de Hamás, bloquee su participación en cualquier futura administración de Gaza, asegure el despliegue del ejército israelí en la denominada zona de amortiguación e impida el despliegue de fuerzas turcas en la Franja, según detallan medios israelíes.
Trump, por otro lado, podría presionar a Netanyahu para que “ponga fin a las violaciones israelíes del acuerdo de alto el fuego”, apunta Baskin.
Y agrega: “Israel ha roto el alto el fuego más que Hamás”.
Desde el acuerdo del 10 de octubre, casi 400 palestinos han muerto y más de 1.000 han resultado heridos en Gaza, según cifras del Ministerio de Salud, dirigido por Hamás.
El número de muertos en Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023 asciende a 70.665 personas, según el organismo.
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