
Al fin abre sus puertas Aztlán Parque Urbano, ubicado en Chapultepec y que tiene varias atracciones para toda la familia. Si todavía no te animas, aquí te dejamos toda la información para que planees tu visita.
Después de meses de espera, al fin se inaugura Aztlán este 20 de marzo y desde ya será un lugar ideal para los fines de semana, puentes o vacaciones. Así que dile a tu pareja, amix o familia y lánzate.
De acuerdo a su página oficial, este nuevo parque abrirá de martes a domingo en un horario de 10:00 a 23:00. Así que podrás pasar toooodo un día de diversión.
Aunque los lunes estará cerrado, la buena noticia es que sí abrirá en vacaciones y días festivos, para que ya tengas plan para tus puentes.
Aztlán Parque Urbano se encuentra exactamente en el mismo espacio que ocupó durante años la Feria de Chapultepec. La dirección es sobre Av. de los Compositores s/n, en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec. Justo al lado del Papalote Museo del Niño.
Si vas en carro, podrás dejarlo en los estacionamientos públicos del Circuito del Bosque de Chapultepec y Av. de los Compositores.
Pero si vas en transporte público, la mejor opción es llegar hasta Metro Constituyentes, de la Línea 7 (naranja).
Una ves que salgas de la estación, te tomará unos 15 minutos caminar hasta el parque Aztlán.
La Ruta 34A del RTP (que va hacia Santa Fe) también te hará paro si vienes de Balderas. Te bajas en la parada Av. Constituyentes – General José Montesinos y caminas unos 10 minutos a pie y llegarás. La misma ruta sirve si vienes en sentido opuesto, o sea de Santa Fe hacia Balderas.
Aztlán tendrá un total de 33 atracciones; sin embargo, al momento de la apertura solo encontrarás abiertas 18. Aquí te vamos dejando varios de los juegos mecánicos para que los vayas conociendo:



Actualmente también ya están abiertos dos juegos de destreza. En una tercera etapa, abrirán el Foro Aztlán y la sede del Museo Dolores Olmedo.
Varias veces se ha dicho que la entrada a este parque es gratuita y técnicamente eso es cierto. Como tal, entrar al parque no te costará nada. Sin embargo, para subirte a los juegos o disfrutar de varias atracciones sí tendrás que pagar.
Según explica el reglamento del parque, a tu entrada se te dará la Aztlán Card, una tarjeta a la cual podrás abonarle saldo mediante pago en efectivo o con tarjeta (crédito o débito) para acceder a las atracciones que más te gusten.
Tal cual puedes hacer recargas individuales (por juego) o comprar un paquete:
En la página oficial puedes ver a detalle qué incluye cada uno de los paquetes.
Toma en cuenta que los costos por atracción van alrededor de los $40 a los $120.

La sede del Museo Dolores Olmedo abrirá próximamente. Igualmente, recuerda que Parque Urbano Aztlán contará con distintas opciones de comida.
¿Te lanzarás a Aztlán Parque Urbano en vacaciones?

Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
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