El jefe de Distrito de la zona centro de la Policía Municipal de Tijuana, Julio César Silva Herrera, fue asesinado a balazos en su vehículo luego de salir de su domicilio, en el fraccionamiento Villa del Real.
Este martes, el agente fue emboscado por otro auto de color blanco, desde donde le dispararon en varias ocasiones, informó la fiscal general de Baja California, María Elena Andrade, durante la conferencia de prensa matutina de la gobernadora Marina del Pilar.
Foto: Especial.
De acuerdo con las primeras investigaciones, tras la agresión, Silva Herrera perdió el control de su vehículo y se impactó contra un árbol en uno de los camellones del bulevar Cucapah. Al llegar los servicios de emergencia, el funcionario que estaba en su día de descanso fue localizado sin vida.
Horas más tarde, policías hallaron un vehículo encendido y con las puertas abiertas, entre las calles Palermo y Sevilla, de la colonia Villa del Real, el cual presuntamente está relacionado a la agresión.
Hasta el momento, no hay personas detenidas.
En conferencia, la fiscal general de Baja California dijo que no se descarta que el asesinato de Julio César Silva esté relacionado con sus actividades laborales.
“Siempre en el caso del fallecimiento, del ataque a un policía, lo primero que tenemos que checar es su entorno, personal, pero también laboral, porque siempre se trata de un trabajo de riesgo”, dijo acerca de la principal línea de investigación.
Recordó el asesinato del director de Seguridad Pública de San Quintín y exdirector de la policía municipal de Tijuana, Mario Martínez Martínez, a quien, asegura, no se le encontró nada relacionado con actividades ilícitas.
Por su parte, Miguel Ángel Gaxiola, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida de la Fiscalía General del Estado de Baja California, no descarta relación entre el asesinato del jefe de distrito y el ataque que sufrió un policía municipal, en la colonia Guerrero, el pasado viernes 10 de mayo.
Baja California es de las entidades más violentas del país, en 2023 hubo 2 mil 417 homicidios dolosos y entre enero y marzo de este año van 595, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
De acuerdo a los resultados oficiales habrá segunda vuelta el 13 de abril entre el presidente Daniel Noboa y Luisa González, una reedición del balotaje de hace 14 meses.
El presidente Daniel Noboa obtiene una ligera ventaja sobre su rival Luisa González en las elecciones presidenciales de Ecuador de este domingo.
De acuerdo al resultado del 66 % de las actas escrutadas, Noboa suma el 44 % de los votos, lo que no le serviría para ganar ya la presidencia. Si los datos se mantienen, el 13 de abril habrá un balotaje entre Noboa y Luisa González, que obtiene el 43 % de votos.
Ambos ya se enfrentaron en las elecciones de 2023, hace casi 15 meses, y entonces ganó Noboa para terminar el mandato de su predecesor, Guillermo Lasso, y convertirse en el presidente más joven de la historia del país.
Noboa, del partido Acción Democrática Nacional (ADN), tuvo la violencia en el país como principal reto en estos meses que ha sido como presidente.
Aplicó el estado de excepción, permitiendo la movilización de las Fuerzas Armadas en las calles y dentro de las cárceles, lo que, junto a otras medidas de seguridad, redujo las muertes violentas en un 15 % y llevó a una caída de la violencia en las prisiones y a la captura de importantes líderes criminales.
“Ecuador ya cambió y quiere seguir cambiando, quiere consolidar el triunfo. Ya no somos una promesa, nosotros somos una realidad de que este país ya decidió”, dijo Noboa en el cierre de su campaña el jueves en Quito, en el que pidió que le renueven la confianza.
Noboa, de 37 años y heredero de una fortuna empresarial, aspiraba a ganar en la primera vuelta, para lo que necesitaba más del 50 % de los votos válidos o diez puntos de ventaja sobre su rival más cercano.
Tras alcanzar altos niveles de popularidad al inicio de su mandato, la imagen de Noboa, sin embargo, se fue desinflando a lo largo de los meses.
Los resultados de su anunciado proyecto de seguridad, denominado Plan Fénix, quedaron lejos del giro radical que muchos auguraban.
“A nivel de indicadores hay algunas pequeñas mejoras, pero no ha sido un cambio significativo”, dijo a BBC Mundo antes de las elecciones el analista político ecuatoriano Andrés Chiriboga.
El promedio de asesinatos diarios bajó de 22 en 2023 a 19 en 2024, según datos oficiales, una variación que muchos consideran insuficiente teniendo en cuenta la magnitud de la campaña contra el crimen, financiada en parte con una subida de 3 puntos del IVA del 12 % al 15 %.
La criminalidad repuntó, además, con fuerza en enero de 2025, el mes más violento de los últimos tres años, con 731 asesinatos, un promedio de 23.5 por día, casi uno cada hora.
Ese es el principal argumento contra Noboa de González, una protegida del expresidente Rafael Correa (2007-2017) y líder del izquierdista Movimiento Revolución Ciudadana (RC).
Para ella, el crimen se debe combatir con operaciones militares y policiales permanentes, equipamiento de la fuerza pública, sanciones a jueces y fiscales supuestamente corruptos y con un plan de gasto social en las zonas más violentas del país.
“No se puede hablar de control a la violencia sin pensar en la justicia social, en construir un Ecuador de paz, no de guerra”, dijo González en su cierre de campaña el jueves en Guayaquil.
En lo económico, Ecuador sufrió en 2024 una recesión económica atribuida, entre otros factores, a una grave crisis energética que provocó apagones en todo el país.
En el cuarto trimestre del año el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 1.5 % interanual, uno de los peores datos desde la pandemia.
En esta situación, el FMI (Fondo Monetario Internacional) aprobó en mayo de 2024 un préstamo de US$4.000 millones a 48 meses con un desembolso inmediato de US$1.000 millones, algo que dio un respiro al país y se interpretó como una victoria del gobierno de Noboa.
La tasa de pobreza aumentó del 26 % en diciembre de 2023 al 28 % en el mismo mes de 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Como dato positivo, la inflación se mantuvo a raya en la dolarizada economía ecuatoriana: en diciembre los precios variaron un 0.5% interanual.
Lo que sí es un gran problema, no solo económico sino también político y social, es la crisis energética.
Desde el pasado septiembre, Ecuador sufrió apagones programados que, en algunos casos, superaron las 12 horas diarias, una situación atribuida a la sequía que redujo la generación hidroeléctrica, principal fuente de energía del país, y a la falta de inversión en infraestructuras en años anteriores.
Noboa anunció al final de la campaña varias políticas de último momento que parecían diseñadas para atraer la atención de los votantes, incluida la ayuda económica a los inmigrantes que regresen de Estados Unidos, aranceles a las importaciones mexicanas y un acuerdo comercial con Canadá.