Desde que en 2018 comenzó la movilización social de las víctimas indirectas de la desaparición de personas en Guanajuato, ha sido importante analizar qué sucede alrededor de este fenómeno en el tejido social y en la respuesta organizada que se genera alrededor.
Fabrizio Lorusso ha desarrollado esta idea en numerosas ocasiones, especialmente recuperando el testimonio de Maricela Peralta, hermana de Jorge Ismael Peralta Martínez, desaparecido en Celaya el 14 de septiembre de 2018, quien, en la primera reunión con el entonces gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, señaló:
“Nosotras, las familias de las personas desaparecidas, somos el Guanajuato que no se quiere ver, somos el tejido social que resiste a la violencia”.
Las palabras de Maricela dan cuenta de cómo la movilización de las familias de personas desaparecidas durante 6 años, al menos, ha generado consciencia en toda la entidad federativa. Desde mi punto de vista, la fuerte demanda social registrada a partir de la desaparición del niño Mateo Santiago de 12 años, en León, Guanajuato, no puede explicarse si no es desde una perspectiva histórica de los años recientes.
Hay varias muestras concretas de esta movilización:
Claro que en el caso específico de Mateo Santiago fue fundamental:
Mateo fue desaparecido el martes 4 de febrero y lamentablemente fue localizado sin vida el viernes 7, es decir, después de 4 días de intensa búsqueda. Sólo la presión social ayudó para que las autoridades realizaran su trabajo (para ver un análisis de las narrativas oficiales, leer a Fabrizio Lorusso). Que en paz descanse Mateo Santiago y que la rabia y el enojo que generó su desaparición se mantenga en quienes habitamos León y Guanajuato.
Las filtraciones a medios de comunicación y la actuación de la Fiscalía requieren ser analizados con mayor profundidad en otro espacio.
* Raymundo Sandoval (@ray_sandoval) es defensor de derechos humanos.
De acuerdo a los resultados oficiales habrá segunda vuelta el 13 de abril entre el presidente Daniel Noboa y Luisa González, una reedición del balotaje de hace 14 meses.
El presidente Daniel Noboa obtiene una ligera ventaja sobre su rival Luisa González en las elecciones presidenciales de Ecuador de este domingo.
De acuerdo al resultado del 66 % de las actas escrutadas, Noboa suma el 44 % de los votos, lo que no le serviría para ganar ya la presidencia. Si los datos se mantienen, el 13 de abril habrá un balotaje entre Noboa y Luisa González, que obtiene el 43 % de votos.
Ambos ya se enfrentaron en las elecciones de 2023, hace casi 15 meses, y entonces ganó Noboa para terminar el mandato de su predecesor, Guillermo Lasso, y convertirse en el presidente más joven de la historia del país.
Noboa, del partido Acción Democrática Nacional (ADN), tuvo la violencia en el país como principal reto en estos meses que ha sido como presidente.
Aplicó el estado de excepción, permitiendo la movilización de las Fuerzas Armadas en las calles y dentro de las cárceles, lo que, junto a otras medidas de seguridad, redujo las muertes violentas en un 15 % y llevó a una caída de la violencia en las prisiones y a la captura de importantes líderes criminales.
“Ecuador ya cambió y quiere seguir cambiando, quiere consolidar el triunfo. Ya no somos una promesa, nosotros somos una realidad de que este país ya decidió”, dijo Noboa en el cierre de su campaña el jueves en Quito, en el que pidió que le renueven la confianza.
Noboa, de 37 años y heredero de una fortuna empresarial, aspiraba a ganar en la primera vuelta, para lo que necesitaba más del 50 % de los votos válidos o diez puntos de ventaja sobre su rival más cercano.
Tras alcanzar altos niveles de popularidad al inicio de su mandato, la imagen de Noboa, sin embargo, se fue desinflando a lo largo de los meses.
Los resultados de su anunciado proyecto de seguridad, denominado Plan Fénix, quedaron lejos del giro radical que muchos auguraban.
“A nivel de indicadores hay algunas pequeñas mejoras, pero no ha sido un cambio significativo”, dijo a BBC Mundo antes de las elecciones el analista político ecuatoriano Andrés Chiriboga.
El promedio de asesinatos diarios bajó de 22 en 2023 a 19 en 2024, según datos oficiales, una variación que muchos consideran insuficiente teniendo en cuenta la magnitud de la campaña contra el crimen, financiada en parte con una subida de 3 puntos del IVA del 12 % al 15 %.
La criminalidad repuntó, además, con fuerza en enero de 2025, el mes más violento de los últimos tres años, con 731 asesinatos, un promedio de 23.5 por día, casi uno cada hora.
Ese es el principal argumento contra Noboa de González, una protegida del expresidente Rafael Correa (2007-2017) y líder del izquierdista Movimiento Revolución Ciudadana (RC).
Para ella, el crimen se debe combatir con operaciones militares y policiales permanentes, equipamiento de la fuerza pública, sanciones a jueces y fiscales supuestamente corruptos y con un plan de gasto social en las zonas más violentas del país.
“No se puede hablar de control a la violencia sin pensar en la justicia social, en construir un Ecuador de paz, no de guerra”, dijo González en su cierre de campaña el jueves en Guayaquil.
En lo económico, Ecuador sufrió en 2024 una recesión económica atribuida, entre otros factores, a una grave crisis energética que provocó apagones en todo el país.
En el cuarto trimestre del año el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 1.5 % interanual, uno de los peores datos desde la pandemia.
En esta situación, el FMI (Fondo Monetario Internacional) aprobó en mayo de 2024 un préstamo de US$4.000 millones a 48 meses con un desembolso inmediato de US$1.000 millones, algo que dio un respiro al país y se interpretó como una victoria del gobierno de Noboa.
La tasa de pobreza aumentó del 26 % en diciembre de 2023 al 28 % en el mismo mes de 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Como dato positivo, la inflación se mantuvo a raya en la dolarizada economía ecuatoriana: en diciembre los precios variaron un 0.5% interanual.
Lo que sí es un gran problema, no solo económico sino también político y social, es la crisis energética.
Desde el pasado septiembre, Ecuador sufrió apagones programados que, en algunos casos, superaron las 12 horas diarias, una situación atribuida a la sequía que redujo la generación hidroeléctrica, principal fuente de energía del país, y a la falta de inversión en infraestructuras en años anteriores.
Noboa anunció al final de la campaña varias políticas de último momento que parecían diseñadas para atraer la atención de los votantes, incluida la ayuda económica a los inmigrantes que regresen de Estados Unidos, aranceles a las importaciones mexicanas y un acuerdo comercial con Canadá.