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No fuimos Dinamarca: gobierno de AMLO deja sin consulta médica a 46% de enfermos pobres y sin cirugía a 500 mil personas
No fuimos Dinamarca: gobierno de AMLO deja sin consulta médica a 46% de enfermos pobres y sin cirugía a 500 mil personas
Imagen: Alejandro Santibañez @alexso_art
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No fuimos Dinamarca: gobierno de AMLO deja sin consulta médica a 46% de enfermos pobres y sin cirugía a 500 mil personas
La austeridad a través de recortes a Salud provocó falta de insumos básicos en hospitales que afectan a pacientes y médicos en México. Por ejemplo, el gobierno de AMLO hizo 20 millones de estudios de laboratorio clínico menos que Peña Nieto, lo que afecta a 5.7 millones de pacientes.
04 de marzo, 2024
Por: Nayeli Roldán, Ana Lambarri y Judith Méndez

El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó sin consultas médicas a la mitad de los enfermos más pobres del país y dejó de hacer 20 millones de estudios de laboratorio, si lo comparas con el sexenio pasado. 

Además, medio millón de personas más no pudieron lograr que les hicieran una cirugía que necesitaban. 

Esto, porque con el pretexto de la austeridad, este sexenio trajo recortes a las principales áreas de Salud o hasta en servicios tan básicos como el agua (a la que le quitaron 39% de su presupuesto) o el mantenimiento de equipo médico como rayos X o esterilizadores en los hospitales de la Secretaría de Salud (a los que les quitaron el 37% de sus recursos).

Consulta el especial completoNo fuimos Dinamarca: el saldo de la austeridad de AMLO en salud

El resultado: el número de consultas en los servicios que ofreció la Secretaría pasó de 95 millones en 2018 a 51 millones en 2022. Una caída de 44 millones, es decir, 46% menos consultas para quienes no tienen seguridad social, como demuestran cifras oficiales.

Los números a la baja en servicios de salud se registran en casi todos los rubros. 

Hubo 14% menos cirugías entre 2018 y 2021, lo que significa 500 mil operaciones menos, como la de Margarita, de 77 años, quien necesitaba una intervención en la cadera, pero tuvo que esperar tres años para tenerla; o Sonia, quien debió pagar 80 mil pesos en un hospital privado tras la fractura de su brazo porque después de 10 días de espera, no la operaban. 

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Gráfico: Nadia Núñez @naddnuk

Consecuencias de la austeridad de gobierno de AMLO en salud

Además, desde el primer año del sexenio hubo un recorte de 82% para materiales, accesorios y suministros de laboratorio en las instituciones de la Secretaría de Salud, esto significó 654 millones de pesos menos en 2019 con respecto a 2018 en términos reales. 

La austeridad tuvo como consecuencia que el gobierno de AMLO hizo 20 millones de estudios de laboratorio clínico menos que el gobierno de Enrique Peña Nieto, lo que afectó a 5.7 millones de pacientes. 

En el ISSSTE, la partida de “materiales, accesorios y suministros médicos” que incluye aspectos tan básicos como jeringas, gasas, agujas, vendajes, material de sutura, espátulas, lentes, lancetas, hojas de bisturí, y prótesis en general, tuvo un recorte de 23%. Mientras en 2018 gastó 2 mil 418 millones de pesos, en 2024 tendrá mil millones 867 mil pesos; es decir, 551 millones de pesos menos. 

Si bien el país nunca ha tenido un sistema de salud eficaz, las quejas de pacientes y las protestas del personal de salud por la paupérrima situación en la atención médica han sido recurrentes en el actual sexenio, mientras el gobierno presume la aplicación de una política de austeridad en todos los sectores, incluyendo la salud. 

¿Cuánto impacta no tener tiras reactivas para enfermos de diabetes, que no funcione una máquina de ultrasonido o que los elevadores tengan fallas? ¿Podría retrasar cirugías que los médicos no tengan ni siquiera suturas, bisturís, o que un quirófano esté inhabilitado por falta de mantenimiento? ¿Cuántos pacientes dejan de ser atendidos por falta de equipo? ¿No comprar insumos es ahorro?

En esta investigación Animal Político analizó el presupuesto en salud en partidas presupuestales tan específicas como insumos, instrumentos de laboratorio, reparación de equipo y hasta papelería, para verificar si la austeridad había tenido impacto en el trabajo cotidiano de los hospitales.

Animal Político buscó entrevista con el secretario de Salud Jorge Alcocer, y pidió postura a la dependencia después de entregarle los cálculos de recortes, pero no hubo respuesta.

¿Sistema de salud de México como el de Dinamarca? 

La primera vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que México tendría un sistema de salud como el nórdico fue en noviembre de 2018, cuatro días antes de tomar posesión, pero repitió la promesa 39 veces más durante cinco años. La última vez fue en noviembre de 2023 y nuevamente aplazó la fecha: “En marzo (de 2024) tenemos resuelto el tema. Vamos a tener funcionando el mejor sistema de salud pública del mundo, aunque se burlen mis adversarios”, dijo. 

La realidad confirma lo contrario

El año pasado, un hombre de oficio albañil cayó de un autobús de pasajeros en movimiento. El golpe en la cabeza fue tan severo que requería una operación urgente, pero en Milpa Alta, donde ocurrió el accidente, no había ningún hospital que pudiera hacerlo, por eso lo trasladaron al Hospital General Balbuena.

Efectivamente le realizaron la cirugía, pero días después, cuando la neurocirujana Érika Cano regresó de vacaciones y revisó al paciente, se dio cuenta que la herida había sido cerrada solo con seda médica, o sea, no había sido cosida, por eso se estaba abriendo y tenía masa encefálica expuesta, lo que le estaba provocando una infección que le hacía desprender un olor insoportable. 

La doctora, furiosa, preguntó por qué habían cerrado solo con seda y la respuesta fue: “No había más suturas”. Cano consiguió las suturas y volvió a operar al hombre. Gracias a eso, recuperó la visión central, aunque perdió la periférica, y después de cinco meses de rehabilitación ha vuelto a caminar.  

Una sutura hizo la diferencia entre la vida y la muerte de una persona. 

Lee más: “Hay que andar cazando las vacunas”: por desabasto hay niños sin vacunar o familias tienen que comprarlas

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Gráfico: Nadia Núñez @naddnuk

Recortes en el sector salud de México

Para corroborar si la falta de insumos tan básicos, como en este caso, es resultado de que en el sector salud también se aplicó la política de austeridad del presidente López Obrador, Animal Político siguió una metodología en la que primero entrevistó a una decena de personal de salud para saber cuáles eran los insumos indispensables que utilizan para atender a los pacientes.

De ello resultaron 31 conceptos, como servicios básicos: agua, luz, gas, internet; insumos para trabajar y atender enfermos, como suministros médicos, equipo de protección como ropa quirúrgica y reparación de equipo médico; blancos y productos textiles, como sábanas, cortinas y batas. 

Artículos básicos como papelería, material de impresión, computadora, artículos de limpieza. También conceptos relacionados a la infraestructura como conservación de inmuebles, materiales de construcción, refacciones para elevadores, servicios de limpieza y manejo de desechos. Y las remuneraciones al personal

Cada uno de esos artículos fueron buscados en el Clasificador por objeto del gasto, el instrumento presupuestario que asigna claves de identificación a todo lo que el gobierno compra, arrienda o contrata. Así se pudo localizar en el presupuesto de egresos de 2018 a 2024 y de Cuenta Pública, cuánto gastó la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE en cada una de esas partidas

Para el análisis se dejó fuera los años 2020 y 2021, toda vez que la pandemia de Covid 19 trajo gastos y estadísticas de atención atípicas, y en el cálculo de la Secretaría de Salud para 2024 se sumó el presupuesto de las mismas partidas en el IMSS-Bienestar, organismo que sustituyó al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI). 

También se revisaron las estadísticas de servicios como consultas y estudios en la Secretaría de Salud, el sistema que atiende a la población sin seguridad social, es decir, a los más pobres.

Los resultados confirman recortes en las áreas que pacientes y personal médico han denunciado afectaciones

Entérate: Héroes de la vacunación: personal médico resiste carencias y traslados de 10 horas para aplicar una dosis

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Gráfico: Nadia Núñez @naddnuk

En Salud, no fuimos Dinamarca: testimonios de la falta de insumos en hospitales por austeridad

En 2018, la Secretaría de Salud gastó mil 373 millones de pesos para “materiales, accesorios e insumos médicos”, que incluye las cosas más indispensables para tratar a cualquier paciente: jeringas, gasas, agujas, vendajes, material de sutura, espátulas, lentes, lancetas, hojas de bisturí, y prótesis en general. Pero en 2019 sólo le fueron aprobados mil 254 millones de pesos. El recorte es de 9%, una cifra que parecería menor, pero se trata de 119 millones 586 mil pesos menos. ¿Qué significa comprar menos insumos? 

La enfermera Almudena, a quien se le ha cambiado el nombre para evitar represalias, explica que a inicio de 2023 el Hospital General de Xoco no tenía jeringas de insulina, una de los insumos básicos en los hospitales de este país, toda vez que existen 12 millones de personas con diabetes, y este padecimiento es la segunda causa de muerte entre los mexicanos.  

“No teníamos jeringas para poner una simple insulina a un paciente diabético que estaba con la azúcar súper elevada ¡¿cómo le hacíamos?! Teníamos que improvisar. Desgraciadamente se va a oír mal que lo diga, pero a veces hacemos las cosas al tanteo. Le calculamos las 4 unidades de insulina que necesita en una jeringa de 3 o 5 mililitros; es distinto a dárselo exacto en la jeringa de insulina de 1 mililitro”. 

Otra muestra ocurre en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, dependiente de la Secretaría de Salud que da atención de tercer nivel a pacientes de todo el país: en este momento no tiene insumos suficientes para recibir las donaciones de sangre, algo indispensable para cualquier hospital. 

Poco antes de las 6:00 horas de este sábado 2 de marzo, Ricardo Fagoaga acudió a donar sangre al instituto, por segunda ocasión, pero una hora después, cuando la fila no avanzaba, salió un trabajador sanitario a informarles que no los podía atender por falta de insumos e intentó disculparse con los usuarios.

“Todos los días veo que viene gente de Oaxaca, de Chiapas que está donando tiempo, eso es una bondad, una generosidad, yo lo entiendo, pero entiendan también al Instituto, porque cómo le hago si no tengo bolsas (para almacenar la sangre)”, dijo, como se observa en un video publicado por Ricardo en la red social X. 

También había intentado donar el martes, pero igualmente no fue atendido; cuando preguntó la razón, le explicaron que no había insumos suficientes, por eso tenían órdenes de las autoridades de únicamente atender a 40 personas por día para racionalizar los insumos. 

El recorte en insumos en el ISSSTE llegó a 69% al comparar 2018 con 2024. Esto se traduce en 87 millones 797 mil pesos menos para comprar jeringas, gasas, o material de sutura. Mientras que en el IMSS hubo un aumento de 34% para 2024,  que significa 3 mil 371 millones de pesos más que 2018; aunque en 2019 y 2020 en plena pandemia, tuvo recortes de 2 mil millones de pesos con respecto a 2018.

En 2022, medio millón de personas que acudieron a clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud no tuvieron los ultrasonidos que requerían y 900 mil personas no tuvieron estudios de radiología en comparación con 2018, una caída de 29% y 4%, respectivamente, de acuerdo a estadísticas oficiales. 

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Gráfico: Nadia Núñez @naddnuk

Recortes afectan mantenimiento de laboratorios e instrumental médico

Hubo recortes en la partida para la “instalación, reparación y mantenimiento de equipo e instrumental médico y de laboratorio”, que se traduce en dar mantenimiento a equipo de rayos X, de ultrasonido, equipos de diálisis, máquinas esterilizadoras, sillas dentales, mesas operatorias, incubadoras, y toda clase de aparatos necesarios para equipar salas de rehabilitación, de emergencia, de hospitalización y de operación médica. 

El ISSSTE tiene un recorte de 51% en comparación con 2018 en este rubro, lo que se traduce en 3 millones 818 mil pesos menos en 2024. Mientras que la Secretaría de Salud tuvo 37% menos para este año, un recorte de 134 millones de pesos. 

Pacientes recurren a hospitales privados para hacerse sus estudios ante carencias en los públicos

La enfermera Almudena dice que, por ejemplo, los equipos de ultrasonido son indispensables para hacer un diagnóstico certero, “pero a veces están descompuestos o no hay en algunos hospitales. Me ha tocado ver cómo pacientes con problemas de vesícula, de apéndice que requerían un ultrasonido para confirmar el diagnóstico se lo tienen que hacer por fuera”. 

Personal médico ha denunciado en distintas protestas que hasta las máquinas más indispensables como los rayos X no sirven. En el Hospital Balbuena, explica la neurocirujana Erika Cano, no hubo tomógrafo ni equipo de rayos X por más de un año, pese a que este hospital atiende a mucha gente accidentada. 

La gente va y saca las radiografías donde puede. O a veces se les enviaba a Xoco, pero si en Xoco tampoco funcionaba y lo mandaban a Enrique Cabrera, si no funciona Enrique Cabrera lo mandan a otro hospital y así, va rodando”.

En tanto, el IMSS tuvo 67% de recorte en la partida de “materiales, accesorios y suministros de laboratorio”, referidas a “materiales para radiografía, electrocardiografía, medicina, y demás materiales y suministros utilizados en los laboratorios médicos”. Mientras en 2018 gastó 4 mil 630 millones de pesos, en 2024 tendrá 2 mil 32 millones de pesos. 

La Secretaría de Salud tendrá 36 millones menos y el recorte en el ISSSTE será de 456 millones de pesos. 

¿Cómo impactan los recortes en salud a los mexicanos? 

No tener una radiografía, o los insumos para atender a una persona accidentada trae consecuencias para el médico y para los pacientes

“Si no actúas sobre la fractura de hueso en el momento, eso empieza a hacer un callo óseo, y no es lo mismo operar una fractura con callo óseo a operar una fractura en el momento y ponerle lo que le tienes que poner. No es lo mismo. Y lo peor es que en neurocirugía ya ni llegan los pacientes directamente, se mueren. ¡Eso es lo grave! ¿Cómo no te va a dar rabia?”, pregunta la neurocirujana Erika Cano. 

Si no hay instrumentos, si un quirófano no tuvo mantenimiento o si una máquina está descompuesta puede impactar en la atención a los pacientes. 

“Hemos pasado meses sin material hasta para las propias cirugías. Hay veces que los mismos directivos tienen que hablar a otros hospitales de la red para conseguir material para una cirugía, por eso aplazan las cirugías. Hay pacientes que llegan a tardar hasta unos ocho o nueve meses en el hospital, eso es una total exageración para una estancia”. 

Lo que cuenta la enfermera Almudena se confirma también con los datos. Al desagregar el tipo de cirugía por institución, en los hospitales generales como el de Xoco hicieron 2 millones 401 mil operaciones en 2018, pero el año siguiente hubo 76 mil menos. En 2020, el año de la pandemia, dejaron de hacer 776 mil, y para 2021, pasada la emergencia sanitaria, no habían recuperado el nivel de 2018, pues solo hubo 1 millón 993 mil, una caída de 17%, de acuerdo con cifras oficiales. 

 

En 2020, trabajadores del Hospital Dr. Jesús Gilberto Gómez Maza, en Chiapas denunciaron las fallas del estado en matera de insumos. Foto: Cuartoscuro/Archivo

Ante falta de insumos: “No se desespere y paciencia”

Sonia sufrió en carne propia la falta de atención en el Hospital de Traumatología y Ortopedia No. 2 Villa Coapa, del IMSS en la Ciudad de México y comprobó que, hasta octubre de 2023 el hospital no solo no era como uno de Dinamarca, sino nunca antes se había sentido tan ofendida y desesperada.

Se resbaló en la calle y su brazo se fracturó en cuatro partes y después de una semana de espera en piso, ningún médico la revisaba ni le decía cuándo podrían intervenirla. Su madre, desesperada, buscó explicación con la jefa de turno. 

— ¿Cuántos años tiene su hija? —, preguntó la doctora. 

— 36 —, dijo la madre. 

— ¡Ah! Su hija está joven y puede esperar. No es una prioridad para operar esta semana, probablemente la otra, y eso, si no llega una urgencia”. La prioridad ahora son adultos mayores y niños. 

— ¿Cómo me dice eso? Lleva una semana con el brazo roto, doctora. 

— Mire, dígale a su hija que aquí hay dos palabras clave: que no se desespere y paciencia

En realidad nadie era prioridad ahí. Una de las compañeras de cuarto era una señora de 91 años que llevaba 15 días esperando a ser operada, otra más de 68 que requería una tercera cirugía porque le habían colocado mal una placa. Sonia pidió prestado entre amigos y familiares para pagar los 80 mil pesos de la operación en un hospital particular

Sin recursos en papelería para recetas, expedientes, archivos… 

Aún los recortes que parecen menos importantes como insumos de papelería –que todas las instituciones de gobierno hicieron– en el sector salud afecta la emisión de recetas, pases médicos, expedientes clínicos, registros de atención, lo que perjudica directamente a los pacientes y sus familias. 

Por ejemplo, en la partida de “materiales , útiles y equipos menores de tecnologías de la información y comunicaciones” que incluye tóners para impresoras, el ISSSTE recortó en 90% ese presupuesto para 2024, por lo que tendrá 3 millones 800 mil pesos menos que en 2018

En la partida de materiales, útiles y equipos menores de oficina que incluye papelería, libretas, carpetas, engrapadoras, perforadoras manuales y archivo, las tres principales instituciones tuvieron recortes. 

La Secretaría de Salud tuvo un recorte de 32% en 2024, lo que se traduce en 5 millones 821 mil pesos menos que en 2018. El IMSS, con 35% de recorte, tendrá 492 millones de pesos menos y el ISSSTE tendrá 17 millones de pesos menos, lo que significa un recorte de 35%. 

Pobladores hacen rifas para comprar materiales en centro de salud

Resultado de esto, en Guelatao, Oaxaca –lugar de nacimiento de Benito Juárez, la figura histórica de mayor referencia del presidente López Obrador– los pobladores organizan rifas para juntar 3 mil pesos mensuales para comprar insumos de papelería y limpieza para el único centro de salud con el que cuentan, que depende de la Secretaría de Salud, pero no le envía presupuesto para ello. 

Hilda Baltazar, enfermera de Guelatao, explica que necesitan hojas, carpetas, plumas, lápices, colores, carpetas e impresora, porque tienen que hacer expedientes físicos y reportes sobre las personas atendidas, y los procedimientos, entre otros, que entregan de manera mensual a la jurisdiccional de Oaxaca, más las recetas. 

“También hacemos cuestionarios, por ejemplo, para pacientes crónicos, para problemas prostáticos, hay diferentes evaluaciones, los censos de vacunación, todo se lleva un registro. 

Aunque se están utilizando algunas plataformas, tenemos el problema del Internet, que a veces no funciona, o la misma computadora, y terminamos haciéndolo manualmente”. 

protesta medicos la raza
Protesta de médicos eventuales del Hospital La Raza en 2021. Foto: Cuartoscuro/Archivo

Elevadores del IMSS e ISSSTE, con recortes para refacciones y mantenimiento

Mientras que la disminución de 68% en la compra de refacciones para elevadores en el ISSSTE, 31% en la Secretaría de Salud y 3% en el IMSS, impacta en los elevadores descompuestos dentro de los hospitales, lo que dificulta el traslado de pacientes en camillas o complica la movilidad de personas que utilizan muletas o sillas de ruedas. 

Incluso, tener elevadores sin pleno funcionamiento ha originado accidentes, el más doloroso fue el de Aitana, una niña de 6 años que murió al ser prensada por un elevador del Hospital General 18 de Playa del Carmen, en Quintana. 

Otro percance fue el desplome del elevador del Hospital La Margarita en Puebla, que le provocó lesiones a Mayra en 2022 y del que todavía padece secuelas. O los adultos mayores que quedaron atrapados en el elevador del Hospital Regional de Alta Especialidad del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en Veracruz en septiembre de 2023

Además, la Secretaría de Salud y el ISSSTE registraron recortes de 22% y 8%, respectivamente. Esto impactó en el presupuesto para equipos de protección para el personal médico como cubrebocas, googles, guantes, gorros o batas quirúrgicas; o los blancos como sábanas, cortinas; y productos textiles como batas para pacientes.

“Cada que escucho las mañaneras y el presidente dice que ‘estamos bien’, que el sistema de salud ‘está avanzando’, ‘que ya estamos llegando un poco como Dinamarca’ nos da mucho coraje como personal de salud. Si el presidente estuviera donde estamos nosotros, lo que hacemos nosotros en los hospitales, se daría cuenta que el sistema de salud está totalmente colapsado”, dice la enfermera Almudena.

El sistema de salud ya venía colapsando desde hace muchos años, no es algo que haya pasado de la noche a la mañana, pero ahora todo está más drástico. Y nosotros somos los que estamos hasta abajo de la pirámide, los que damos la cara a los pacientes que vienen y nos dicen ‘es que tienes la obligación de darme la atención’, y no es que no te la queramos dar, es que no tenemos con qué dártela”. 

¿Cuál fue el presupuesto en Salud en lo que va del sexenio de AMLO? 

El gasto ejercido en el sector salud acumula brechas importantes desde hace más de una década ya que no ha superado los 3 puntos del PIB, aunque, el mínimo sugerido a nivel internacional es de, al menos, 6 puntos del PIB. Como ha insistido el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) esto quiere decir que México invierte menos de la mitad de un mínimo internacional; la inversión actual lo coloca al nivel de inversión de países como Sudáfrica.

El presupuesto en salud tuvo pequeños aumentos durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador. En 2018 se gastaron 728 mil millones de pesos en el sector Salud, y el año siguiente aumentó a 741 mil mdp; en 2020 pasó a 788 mil mdp; en 2021 fue de 810 mil mdp y en 2022 ascendió a 837 mil mdp. 

Sin embargo, la organización México Evalúa detectó que el presupuesto estuvo “inflado”, toda vez que el crecimiento presupuestal no se destina a los hospitales sino que, a partir de 2019, el gobierno etiquetó recursos para salud que luego fueron transferidos a fideicomisos y regresaron a la Tesorería de la Federación (Tesofe); además, hubo subejercicios, es decir, no gastaron la totalidad del dinero que tenían presupuestado y también regresa a la Tesofe.

Solo de 2021 y 2022, el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) transfirió 55 mil y 60 mil millones de pesos, respectivamente, al Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), y éste los regresó a la Tesofe, “perdiendo la trazabilidad del recurso; es decir, se simuló el gasto en salud”, advierte el estudio “Gasto en salud en el PEF 2024: se profundiza la inequidad”.

Al desagregar el presupuesto por cada subsistema, el mayor recorte ocurrió en 2023 a la Secretaría de Salud, que gastó 98 mil millones de pesos clasificados en la función salud, es decir, lo destinado a programas y actividades relacionados con la prestación de servicios colectivos y personales de salud, lo que significó un recorte de 46% en comparación al año previo, y si se compara con 2018 la baja es de 34%. 

Pero no gastó 102 mil millones de pesos de los recursos totales aprobados para 2023, lo que en la práctica es un recorte. Según el Informe de Finanzas Públicas de la Secretaría, esto se debió a la “resectorización” de recursos, pues el extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) transfirió recursos al organismo que lo sustituyó, el IMSS-Bienestar. Pero aún así, hubo recorte, puesto que éste sólo gastó 48 mil millones de pesos, es decir, menos de la mitad del dinero que recibió del Insabi.

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“Genocide Joe”: Cómo las protestas en universidades muestran que el conflicto en Gaza amenaza la reelección de Biden
10 minutos de lectura
“Genocide Joe”: Cómo las protestas en universidades muestran que el conflicto en Gaza amenaza la reelección de Biden

Mientras se extienden las protestas en las universidades estadounidenses en contra de la guerra en Gaza, crecen las evidencias sobre la progresiva pérdida de apoyo de Biden entre los más jóvenes del país, lo que puede marcar sus resultados en las presidenciales de noviembre.

03 de mayo, 2024
Por: BBC News Mundo
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Genocide Joe, ¿cuántos niños has matado en Gaza?”.

El grito del activista propalestino interrumpió brevemente un discurso que pronunciaba el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante un acto de campaña en el estado de Virginia.

Fue una cuestión de segundos, pues inmediatamente un grupo de militantes que escoltaba al mandatario en el escenario comenzaron a corear “cuatro años más, cuatro años más”, volviendo inaudibles las palabras del manifestante.

Ocurrió el pasado 23 de enero, cuando Biden aún no había conseguido todos los delegados necesarios en las elecciones primarias para convertirse en el virtual candidato del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales del próximo noviembre.

Para entonces, sin embargo, ya la guerra en Gaza entre Israel y Hamás en Gaza se perfilaba como un tema difícil de lidiar para el mandatario en su ruta hacia la reelección.

Ese obstáculo parece haber crecido sustancialmente en las últimas semanas con la ola de protestas contra la guerra que se han desarrollado en más de un centenar de universidades alrededor de Estados Unidos y que se han saldado con la detención de más de 2.000 manifestantes.

El mote de “Genocide Joe” (Joe, el genocida) comenzó a circular en redes sociales poco después del 7 de octubre de 2023, día en que el grupo palestino Hamás lanzó un ataque armado sobre Israel -que dejó más de 1.200 muertos y más de 250 rehenes- que detonó la actual guerra.

Para el 28 de octubre ya era un lema ampliamente coreado por los manifestantes que asistieron a una protesta propalestina en Detroit.

En aquellos primeros meses de la guerra era evidente el descontento que el firme apoyo que Biden le dio al gobierno de Israel frente a Hamás estaba generando entre la población árabe-musulmana de EE.UU. y el ala más a la izquierda del Partido Demócrata.

Lo que no estaba claro entonces era que la guerra en Gaza se extendería por tantos meses y causaría tantas víctimas -los ataques israelíes han matado a unas 34.000 personas, de acuerdo con las autoridades de Salud de Gaza-, lo que ha generado una ola de descontento entre los jóvenes estudiantes que durante las últimas semanas han estado manifestando en campus universitarios de todo el país.

Estos jóvenes y otras minorías que les apoyan en su reclamo -latinos, asiáticos, afroestadounidenses, miembros de la comunidad LGBT- representan un grupo de electores que tienden a votar a favor del Partido Demócrata y cuyo voto puede hacer la diferencia en las que hasta ahora se avizoran como unas reñidas elecciones ante el aspirante republicano, Donald Trump.

La “guerra de Biden”

Tras el ataque del 7 de octubre, Biden le otorgó al gobierno de Benjamín Netanyahu un respaldo sin fisuras para que respondiera al ataque de Hamás,

El mandatario estadounidense viajó personalmente a Israel y desplegó portaviones en el Mediterráneo en señal de advertencia para que ni Irán, ni la milicia libanesa de Hezbolá, ni los otros grupos armados de la región aliados de Hamás intentaran escalar el conflicto.

Y, luego, mantuvo incólume -al menos en público- su apoyo a Israel a pesar de las críticas de la ONU, ONGs y distintos gobiernos del mundo no solamente por el elevado número de víctimas civiles y la destrucción que estaba causando la campaña militar israelí sobre Gaza, sino además sobre el reducido ingreso de alimentos y ayuda humanitaria a la Franja debido a las duras limitaciones impuestas por el gobierno de Netanyahu.

Un grupo de estudiantes se manifiesta en Washington con una bandera palestina.
Chip Somodevilla / Getty
Grupos de estudiantes estadounidenses se han manifestado en apoyo de los palestinos y contra la operación militar israelí en Gaza.

Mientras, grupos propalestinos pedían un cese el fuego definitivo, el gobierno de Biden respaldaba un cese de las hostilidades temporal, como el que ocurrió a finales de noviembre de 2023 y que permitió un mayor flujo de ayuda a Gaza, la liberación de un centenar de rehenes israelíes y de unos 240 palestinos que estaban presos en Israel.

Al mismo tiempo, las reiteradas peticiones del gobierno de Biden para que Israel facilitara la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza no parecían encontrar en la práctica una respuesta favorable de parte de Israel, al punto que Estados Unidos inició una operación para lanzar víveres desde aviones sobre la Franja y empezó a construir un muelle flotante frente a la costa para hacer llegar directamente la ayuda.

La Casa Blanca también ha manifestado reiteradamente su descontento por el alto número de víctimas civiles muertos en Gaza.

A inicios de abril se supo públicamente por primera vez que Biden le había dicho a Netanyahu que “la situación humanitaria era inaceptable” y que la política de EE.UU. con respecto a Gaza iba a estar determinada por las medidas “específicas, concretas y medibles” que tomara Israel para hacer frente al “daño a civiles, al sufrimiento humanitario y a la seguridad de los trabajadores humanitarios”.

Al mismo tiempo, no obstante, la Casa Blanca ha mantenido el envío de armamento hacia Israel y ha usado su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a Israel de resoluciones adversas. Estas medidas generan un fuerte rechazo en los grupos propalestinos.

Jeremy Konyndyk, quien trabajó para el gobierno de Biden y de Barack Obama y ahora preside la ONG Refugees International, considera que el actual mandatario estadounidense ha hecho propia esta guerra.

“Ellos han dado el apoyo material que sostiene la guerra. Ellos proveen el apoyo político que sostiene la guerra. Ellos le proveyeron la cobertura diplomática en la ONU que mantiene la guerra”, dijo Konyndyk a The New York Times.

“¿Esta es la guerra que Biden habría querido? No. ¿Pero esta es la guerra a la que le dan apoyo material? Sí. Y, entonces, en ese sentido, esta es su guerra”, agregó.

Impacto electoral

La posibilidad de que la política hacia la guerra en Gaza afecte las opciones a la reelección de Biden ha estado sobre la mesa prácticamente desde el inicio del conflicto.

En noviembre de 2023, la legisladora demócrata por Michigan Rashida Tlaib divulgó un video en el que acusó abiertamente a Biden de apoyar el “genocidio de los palestinos”.

“Señor presidente, el pueblo estadounidense no está de su lado en este tema. Lo recordaremos en 2024”, dijo Tlaib, quien es la única parlamentaria de raíces palestinas en el Congreso estadounidense.

Después de su mensaje, la pantalla se ponía en negro y aparecía un mensaje que decía: “Joe Biden apoyó el genocidio del pueblo palestino. El pueblo estadounidense no lo olvidará. Biden, apoye un cese el fuego ahora. O no cuenten con nosotros en 2024”.

Este malestar también se expresó políticamente durante las primarias cuando surgió un movimiento antiguerra que abogaba por elegir representantes a la Convención Demócrata que no se hubieran comprometido a votar por Biden como candidato.

Este movimiento “no comprometido” surgió en Michigan, donde obtuvieron más de 100.000 votos (equivalentes al 13%). También lograron resultados notables en Minnesota (casi 19% de los votos), Háwai (29%) y Washington (casi 10%).

Un hombre cubierto con una mascarilla donde se lee
Drew Angerer / Getty
En el estado de Michigan surgió un movimiento contrario a Biden entre los demócratas decepcionados por su política sobre la guerra de Gaza.

Para mediados de marzo, en promedio un 10% de los electores habían votado por la opción “no comprometido” en los estados en los que existía, mientras que en los estados donde no había esa opción en torno a 12% de los votos habían ido a candidatos distintos a Biden.

Según el movimiento “no comprometido” cuentan con, al menos, 500.000 votos.

Esos resultados no son menores, pues el actual mandatario ganó las elecciones presidenciales de 2020 en parte gracias a que logró una gran movilización en ciertos estados muy competidos como Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.

En muchos de esos lugares el margen de su victoria fue pequeño y para obtenerlo fue clave el voto de ciertos grupos de electores como los jóvenes.

Sin embargo, encuestas recientes indican que el mandatario está perdiendo terreno entre este grupo de electores.

Una encuesta publicada por el diario USA Today a mediados de abril señalaba que Biden contaba con el apoyo de 45% de los menores de 30 años de edad, mientras que Trump conseguiría el 37%.

Esa cifra, aparentemente favorable, significa un realidad un gran retroceso con respecto a su posición de 2020 cuando en esta etapa de la campaña Biden contaba con 60% de estos jóvenes y Trump solo con 30%.

De acuerdo con la encuesta, una de las razones detrás de la caída en intención de voto del mandatario es la guerra en Gaza, pues una mayoría de jóvenes consideran que las acciones de Israel son injustificadas frente a los que creen que están justificadas.

Otra encuesta divulgada a finales de abril por CNN indicaba que el tema acerca del cual Biden obtenía la peor valoración era su manejo de la guerra entre Israel y Hamás con una aprobación de solo 28% y una desaprobación de 71%, este último resultado subía hasta 81% entre los menores de 35 años.

Pero, ¿puede el malestar entre los jóvenes por la guerra en Gaza costarle la reelección a Biden?

“Lo que hace el movimiento estudiantil es crear el miedo de que Biden está perdiendo a uno de sus grupos de electores más importantes por el tema de la guerra: los votantes jóvenes. Lo que podría tener implicaciones electorales”, dice Robert Cohen, historiador de la New York University, a BBC Mundo.

Para este jueves, las protestas estudiantiles por la guerra en Gaza ya alcanzaban a unas 140 universidades, en 45 estados, de acuerdo con cálculos propios de la BBC.

Además, se han producido más de 2.000 arrestos.

Estas cifras revelan un claro aumento en la cantidad e intensidad de las protestas, lo que genera un doble dilema para Biden.

Dos policías se llevan detenida a una joven en la Universidad de Columbia.
Selcuk Acar / Getty
Desde que comenzaron las protestas en universidades estadounidenses se han producido ya más de 2.000 detenciones.

“Al igual que la guerra misma, estas manifestaciones universitarias han puesto a Joe Biden bajo una presión cada vez mayor. Los votantes jóvenes constituyen un electorado clave para su campaña de reelección y él deja que se enojen con su gobierno bajo su propio riesgo. Pero parecer blando con la ley y el orden, o hacerse la vista gorda ante las acusaciones de antisemitismo, también podría tener un alto costo político”, señala Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Washington.

Eso explicaría, en parte, las declaraciones que hizo Biden este jueves en la Casa Blanca, cuando defendía el derecho a disentir y a la protesta pacífica, al mismo tiempo que advertía que esto debía hacerse dentro de la ley.

“Si ocurre violencia, hay destrucción de propiedades no es una protesta pacífica. Va contra la ley. El vandalismo, el allanamiento de morada, la rotura de ventanas, el cierre de campus, forzando la cancelación de clases y graduaciones. Nada de esto es una protesta pacífica”, dijo.

“Existe el derecho a protestar, pero no el derecho a causar caos”, agregó después.

Dadas estas circunstancias, Cohen destaca la importancia que tiene para Biden que se produzca pronto un cese al fuego en la guerra, lo que quizá podría permitir a los manifestantes pasar la página.

El historiador recuerda que este año la Convención del Partido Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) se realizará en Chicago, como ocurrió en 1968, cuando hubo manifestaciones multitudinarias en contra de la Guerra de Vietnam que acabaron en una fuerte represión y en caos.

“En 1968, las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam combinadas con la fuerza policial represiva del alcalde de Chicago Richard Daley provocaron toda esta violencia televisada entre los manifestantes y la policía. Y eso realmente perjudicó al candidato demócrata, Hubert Humphrey, porque hizo parecer que los demócratas eran el partido del caos y que el país estaba fuera de control. Eso ayudó a Richard Nixon a convertirse en presidente”, dice Cohen, y añade:

“Así que el potencial está ahí, excepto que este movimiento es en su mayoría no violento. Entonces, esos temores pueden ser exagerados”.

Aunque no se sabe qué habrá ocurrido de acá a agosto con el movimiento de protesta estudiantil, en abril pasado varios grupos propalestinos anunciaron una movilización masiva en contra de la DNC

Hatem Abudayyeh, líder de la red comunitaria palestino-estadounidense, anunció que “la marcha contra la DNC será la mayor movilización propalestina en la historia” de Chicago.

“En agosto, esperamos a decenas de miles de palestinos, árabes, negros, latinx, asiáticos y otros manifestantes de todas partes de EE.UU. para decir fuerte y claro que ‘Genocide Joe´ Biden, Killer Kamala {la vicepresidenta Kamala Harris} detengan la ayuda a Israel, dejen de armar a Israel”, dijo en un video difundido por The Wall Street Journal.

Estos anuncios subrayan nuevamente las dificultades que debido a la guerra enfrenta la campaña de Biden.

En palabras de Anthony Zurcher, “los disturbios en el campus podrían ser el comienzo de un verano dañino de protestas para Biden si su equipo diplomático no puede negociar pronto un alto el fuego en Gaza”.

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BBC

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