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Regresa #AdoptAxolotl, la campaña para adoptar un ajolote y cuidar de Xochimilco
Regresa #AdoptAxolotl, la campaña para adoptar un ajolote y cuidar de Xochimilco
Regresa la campaña #AdoptAxolotl. Foto cortesía del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM.
5 minutos de lectura

Regresa #AdoptAxolotl, la campaña para adoptar un ajolote y cuidar de Xochimilco

La campaña #AdoptAxolotl regresa para duplicar los cuidados y conservación del hábitat del ajolote en Xochimilco.
27 de noviembre, 2023
Por: Verónica Santamaría
@VeroSantamariaC 

¿Sabías que puedes animarte a adoptar un ajolote en la UNAM? Esto es gracias a su campaña #AdoptAxolotl, que existe desde hace un año.

Esta nació para preservar al ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum) y su hábitat en Xochimilco. Y el año pasado lograron recaudar 400 mil pesos destinados a la conservación de la especie y su hábitat.

Este año, regresa #AdoptAxolotl para duplicar la cifra y con nuevas noticias, como el nuevo hogar de esta especie ¡que también está en la UNAM!

Más del ajolote y Xochimilco: El trabajo importantísimo de preservar el ecosistema del ajolote de la CDMX

#AdoptAxolotl fue una campaña exitosa

Durante la campaña #AdoptAxolotl 2022, el Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM logró 457 adopciones de axolotes y chinampas-refugio, gracias a la recaudación de $456,551.97 pesos que se llevó a cabo de noviembre de 2022 a septiembre de 2023.

Este año, la meta es alcanzar un millón de pesos para continuar con la conservación del ajolote, pero también para dar mantenimiento a las chinampas-refugio que hacen propicia la permanencia de esta especie.

Diana Laura Vázquez Mendoza, coordinadora de la campaña #AdoptAxolotl celebró que los 498 donativos que recibieron durante el 2022 se lograron gracias al apoyo de escuelas, empresas, sociedad civil, universidades y la embajada británica.

xochimilco ajolote unam
Con tu aporte ayudas al trabajo por el rescate de Xochimilco y del ajolote. Foto cortesía del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM.

¿Ya lo conoces? Así es Anfibium, el Museo del Ajolote en Chapultepec

¡Adopta a uno de los 120 ajolotes de la UNAM!

Vamos por partes: NO te llevas un ajolote a tu casa. Más bien es una aportación que ayuda en distintos aspectos a los ajolotes (y además puedes deducir de tus impuestos).

La donación va dirigida al monitoreo de los 120 ajolotes que viven en la colonia experimental que está dentro del Laboratorio de Restauración Ecológica en el Instituto de Biología.

Ahí, expertos como el médico veterinario Horacio Mena y un equipo multidisciplinario de especialistas se encargan todos los días de sus cuidados.

Eso incluye proporcionarles alimento, medicamento y variables hidrológicas que les permitirán tener, en un futuro, individuos listos para reintroducirlos en las chinampas refugio de Xochimilco, fundamental para la recuperación de su ecosistema.

Esos gastos del mantenimiento de esta colonia de ajolotes son fundamentales para continuar con los estudios e investigación de la especie.

Hasta hace dos décadas no se sabía cómo se encontraba la población del Ambystoma mexicanum en México. Fue gracias a que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) pidió al doctor Luis Zambrano un estudio para conocer la situación del ajolote mexicano en el país.

Te puede interesar: El mecanismo de regeneración en ajolotes y podría ser la clave para la medicina regenerativa humana

“Llevamos 20 años en el Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM trabajando por el rescate de Xochimilco y el rescate del ajolote. En el 2000, a principios de este siglo, no sabíamos cuántos ajolotes había en Xochimilco, si estaban en peligro de extinción o no. A partir de los datos obtenidos nos dimos cuenta que el ajolote estaba en peligro de extinción”, detalló Zambrano.

¿Te interesa ser parte de #AdoptAxolotl? Ingresa a este enlace y encontrarás distintas formas de adoptar un ajolote.

Por ejemplo, con un donativo de $200 puedes invitar a cenar a un ajolote. O por uno de $600, adopta un ajolote por un mes.

Hay más paquetes de donación y cada uno incluye desde certificados y postales, gasta visitas guiadas con un especialista para que conozcas en persona a la colonia de ajolotes.

Puedes adoptar a uno de los 120 ajolotes de la UNAM
Puedes adoptar a uno de los 120 ajolotes de la UNAM. Foto cortesía del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM.

Buscan construir un nuevo hogar al ajolote en la UNAM

Próximamente, el nuevo hogar del ajolote mexicano estará en el Pabellón Nacional de la Biodiversidad del Instituto de Biología de la UNAM.

Esta iniciativa permitirá al público conocer de cerca el trabajo que durante 20 años el Laboratorio ha realizado por la conservación de esta especie.

De acuerdo con especialistas del Laboratorio, rehabilitar cada chinampa-refugio cuesta 250 mil pesos, aproximadamente; mientras que, para su mantenimiento se destinan 105 mil pesos anuales sin pausar.

El Dr. Luis Zambrano, biólogo y especialista en el estudio del ajolote mexicano, señaló que la organización Conservación Internacional México y el Laboratorio de Restauración Ecológica concretan una nueva alianza con ocho chinampas refugio nuevas.

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¿Quiénes son los cuidadores del ajolote en Xochimilco?

En los humedales de Xochimilco, en la Ciudad de México, se encuentran 18 personas productoras dedicadas a las actividades del proyecto chinampa-refugio.

Pedro Méndez, Marco del Valle, Dionisio Eslava, Azael Meléndez, Víctor López, Felipe Barrera, Claudia Medina, Leonel Efraín, Agustín Galicia, Eleazar García, Cassandra Garduño, Cutberto Bermúdez, José de la Cruz, Crescencio Hernández, Julio Mora, Basilio Rodríguez, Pedro Capultitla y Ernesto Reyes son las personas productoras que trabajan en el proyecto de chinampa refugio.

El Dr. Zambrano señaló que la relación con chinampa-refugio está enfocada en recuperar la tradición de la práctica de la chinampería pero con técnicas actuales.

“Ya logramos 40 chinampas rehabilitadas, 26 refugios, 71 biofiltros y 5.5 kilómetros de líneas de canales en donde los ajolotes pueden sobrevivir”, destacó el especialista.

Además de la campaña #AdoptAxolotl, otra forma de apoyar al ajolote mexicano es a través de Tienda UNAM con la compra de productos en línea como playeras, gorras y tazas con diseños de esta especie.

Las ganancias por la venta de estos productos van dirigidos al Instituto de Biología para apoyar en la conservación del ajolote mexicano y su refugio.

Y recuerda, tu donativo no solo dará esperanza a proteger a este espacio sino también a mejorar la calidad del agua de Xochimilco para mitigar la crisis climática que vive la Ciudad de México.

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Imagen BBC
Cómo logró Perú convertir uno de los desiertos más áridos del mundo en un gran centro de producción de alimentos
7 minutos de lectura

Perú se ha convertido en pocos años en un gran exportador de productos agrícolas, pero se mantienen las dudas sobre cuánto podrá mantener su modelo.

04 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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Las vastas llanuras desérticas de la región de Ica, Perú, se han llenado en las últimas décadas de extensos cultivos de arándanos y otras frutas.

Hasta la década de 1990 resultaba difícil imaginar que esta zona del desierto costero peruano, donde a primera vista se ve poco más que polvo y mar, pudiera convertirse en un gran centro de producción agrícola.

Pero eso es lo que ha ocurrido no solo aquí, sino en la mayoría del litoral desértico peruano, donde han proliferado grandes plantaciones de frutas no tradicionales aquí, como los espárragos, los mangos, los arándanos o los aguacates (o paltas, como les llaman en Perú).

La enorme franja que atraviesa el país en paralelo a las olas del Pacífico y las elevaciones andinas se ha convertido en un inmenso huerto y en el epicentro de una pujante industria agroexportadora.

Según las cifras del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego de Perú, las exportaciones agrícolas peruanas crecieron entre 2010 y 2024 un promedio anual del 11%, alcanzando en 2024 la cifra récord de US$9.185 millones.

Perú se ha convertido en estos años en el mayor exportador mundial de uvas de mesa y de arándanos, una fruta que apenas se producía en el país antes de 2008, y su capacidad para producir a gran escala en las estaciones en las que es más difícil hacerlo en el Hemisferio Norte lo han llevado a erigirse en una de las grandes potencias agroexportadoras y proveedora principal de Estados Unidos, Europa, China y otros lugares

Pero, ¿qué consecuencias tiene esto? ¿Quién se beneficia? ¿Es sostenible el boom agroexportador peruano?

Cómo empezó todo

El proceso que llevaría al desarrollo de la industria agroexportadora peruana comenzó en la década de 1990, cuando el gobierno del entonces presidente Alberto Fujimori impulsaba profundas reformas liberalizadoras para reactivar a un país golpeado por años de crisis económica e hiperinflación.

Primer plano de una planta de arándanos. Una mano los sujeta.
Klebher Vásquez / Getty
Perú se ha convertido en pocos años en el mayor exportador de arándanos del mundo.

“Las bases se sentaron al reducir las barreras arancelarias, promover la inversión extranjera en Perú y reducir los costos administrativos para las empresas; se buscaba impulsar a los sectores que tuvieran potencial exportador”, le dijo a BBC Mundo César Huaroto, economista de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

“Al principio, la atención se centró en el sector minero, pero a finales de siglo ya aparece una élite empresarial que ve el potencial del rubro agroexportador”.

Pero no bastaba con leyes más propicias ni con la intención.

La agricultura a gran escala en Perú se había enfrentado tradicionalmente a obstáculos como la escasa fertilidad de los suelos de la selva amazónica y la accidentada orografía de la sierra andina.

Ana Sabogal, experta en ecología vegetal y cambios antrópicos en los ecosistemas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, explicó a BBC Mundo que “la inversión privada de grandes agricultores, menos reacios al riesgo que los pequeños, facilitó innovaciones técnicas como el riego por goteo y el desarrollo de proyectos de riego”.

La solución del problema de la escasez de agua en el desierto permitió empezar a cultivar en una zona donde tradicionalmente no se había contemplado la agricultura y empezar a explotar sus particulares condiciones climáticas, que lo convierten en lo que los expertos describen como un “invernadero natural”.

“La zona no tenía agua, pero con agua se convertía en una tierra muy fértil”, indica Huaroto.

Todo eso, sumado a innovaciones genéticas, como la que permitió el cultivo local del arándano, posibilitó que Perú incorporara grandes extensiones de su desierto costero a su superficie cultivable, que se amplió en alrededor de un 30%, según la estimación de Sabogal.

“Fue un aumento sorprendente y enorme de la agroindustria”, resume la experta.

Hoy, regiones como Ica o la norteña Piura se han convertido en grandes centros de producción agrícola y la agroexportación en uno de los motores de la economía peruana.

Un hombre trabaja la tierra en el campo peruano.
Ernesto Benavides / Getty
El boom agroexportador ha encarecido el agua y la mano de obra para los pequeños agricultores.

Qué consecuencias ha tenido

Según la Asociación de Exportadores ADEX, las exportaciones agrícolas representaron en 2024 un 4,6% del Producto Interno Bruto (PIB) peruano, cuando en 2020 no era más que un 1,3%.

El impacto económico y ambiental ha sido notable y ambivalente.

Sus defensores subrayan que ha traído beneficios económicos, pero los críticos apuntan a sus costes medioambientales, como su elevado consumo de agua en zonas donde escasea y la población no tiene garantizado el suministro.

El economista César Huaroto dirigió un estudio para evaluar el boom agroexportador en la costa de Perú.

“Una de las cosas que encontramos es que la industria agroexportadora había actuado como dinamizador de la economía local, ya que incrementó el nivel de empleo de calidad en amplias zonas donde dominaba la informalidad, y se registró un incremento de los ingresos promedios de los trabajadores”, dijo.

Aunque esto no beneficia a todo el mundo por igual.

“A los pequeños agricultores independientes les cuesta más encontrar trabajadores porque los salarios son más altos y también tienen más dificultades en el acceso al agua que necesitan sus campos”.

Efectivamente, la agroexportación parece estar arrinconando las formas tradicionales de trabajar el campo y cambiando la estructura social y de la propiedad en amplias zonas de Perú.

“Muchos pequeños propietarios ven que sus campos ya no son rentables por lo que están vendiendo sus campos a grandes compañías”, indica Huaroto.

Sin embargo, según el mismo economista, “incluso muchos pequeños agricultores se mostraban satisfechos porque la agroindustria les había dado trabajo a miembros de su familia”.

El problema del agua

En los últimos años se cuestionan cada vez más los beneficios para el país del negocio agroexportador.

Pero la principal fuente de crítica es el agua.

“En un contexto de escasez hídrica, en que una parte importante de la población de Perú no tiene agua en su casa, el debate en torno a la industria agroexportadora se ha vuelto muy vivo”, señala Huaroto.

La activista local Charo Huaynca le dijo a BBC Mundo que “en Ica se está dando una disputa por el agua porque no hay para todos”.

Una mujer junto a cubos de agua en una calle sin asfaltar de Perú.
Martín Bernetti / Getty
Los críticos señalan que la industria agroexportadora consume mucha agua en un país donde parte de la población no tiene acceso a ella.

En esta árida región la cuestión del agua es polémica hace tiempo.

Mientras muchos asentamientos humanos deben arreglárselas con la que llega en camiones cisternas y almacenarla para satisfacer sus necesidades, grandes áreas de cultivos destinados a la agroexportación tienen garantizada la que necesitan a través de pozos en sus fundos y acceso prioritario al agua de riego que se trasvasa desde la vecina región de Huancavelica.

“Se supone que está prohibido excavar pozos nuevos, pero cuando los funcionarios de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) llegan a inspeccionar las grandes explotaciones les niegan el acceso alegando que se trata de propiedad privada”, denuncia Huanca.

BBC Mundo solicitó sin éxito comentarios a la ANA y al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego de Perú.

Huanca ve indicios de que el acuífero subterráneo que abastece gran parte del agua de Ica se está agotando.

“Antes bastaba con cavar cinco metros, pero ahora hay que llegar hasta 10 ó 15 metros de profundidad para que aparezca el agua”.

En Ica apenas llueve, por lo que gran parte del agua se obtiene bajo tierra.

“Los pequeños agricultores se quejan de que a ellos se les exige pagar grandes cantidades por el agua, mientras que las grandes explotaciones cuentan con reservorios y grandes piscinas que llenan y cuya agua luego optimizan con sistemas de riego tecnificado”, indica Huanca.

Grupos de personas recogen frutos en una explotación agrícola peruana.
Sebastián Castaeda / Getty
Regiones como Ica o la norteña Piura se han convertido en grandes centros de producción agrícola.

En esta región se cultivan las uvas con las que se produce el famoso pisco, el aguardiente cuya fama se ha convertido en fuente de orgullo nacional para los peruanos, pero incluso eso es ahora cuestionado.

“Hay quien critica que la uva es básicamente agua con azúcar y, si exportas la uva y sus derivados, estás exportando agua”, señala Sabogal.

En Ica, el reto es hacer sostenible el próspero negocio agroexportador con el medio ambiente y las necesidades de la población.

“Cada vez que hay elecciones se habla de este tema, pero nunca llegan las soluciones. Se debe resolver cómo se va a hacer la economía de Ica sostenible a largo plazo, porque si no hay agua la economía se va a caer”, pide Huanca.

El desafío, en realidad, lo es para todo el Perú agroexportador.

“La situación actual no es sostenible a largo plazo. Está muy bien que haya industria agroexportadora porque genera ingresos y divisas, pero siempre y cuando se destine la cantidad de agua requerida para la población y los ecosistemas”, zanja Sabogal.

raya gris
BBC

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