Parece broma, pero es real amix. La experiencia de Willy Wonka que le dio pesadillas a varios niños, ahora intentará aterrorizarnos en pantalla grande. Preparan la película The Unknown, inspirada en este evento que salió fatal (pero nos regaló grandes risas y memes en redes sociales).
Desde el 24-25 de febrero empezaron a circular fotos y videos de una “experiencia inmersiva” basada en Charlie y la fábrica de Chocolate, cuya historia original fue escrita por Roald Dahl.
La Willy Wonka Experience se vendió como “un lugar donde los sueños de chocolate se hacen realidad”, pero solo fue un gran fraude que dejó a niños llorando y que requirió hasta de la intervención de la policía.
El gran evento se hizo en una bodega donde apenas si había un par de adornos. En esta nota puedes ver más fotos y todos los detalles de lo que pasó.
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De este evento muchas cosas llamaron la atención, pero mención especial porque introdujeron un “personaje nuevo” llamado The Unknown (el desconocido).
Yal cual soro era un ser con una enorme túnica negra que usa una máscara plateada. Recientemente, se reveló que este personaje fue interpretado por una adolescente de 16 años llamada Felicia.
De acuerdo al guion de la Willy Wonka Experiencie, y que dicen fue escrito por inteligencia artificial, The Unkown era un malvado chocolatero rival que vive en las paredes.
Varios videos del villano emergiendo detrás de un espejo para asustar a niñas y niños se hicieron virales la semana pasada.
Pues este personaje llamó tanto la atención que será el protagonista de la película inspirada en la experiencia de Willy Wonka y hasta llevará su mismo nombre.
The Unknown será realizada por Kaledonian Pictures, una productora con sede en Escocia.
De acuerdo a Kaledonia Pictures, la película “sigue a un renombrado ilustrador y su esposa que están atormentados por la trágica muerte de su hijo Charlie“.
Desesperados por alejarse de este dolor, la pareja viaja a Escocia “donde les espera un mal desconocido”.
La productora le dijo a Bloody Disgusting que están tan solo a unos kilómetros de donde fue la experiencia de Willy Wonka, “por lo que es bastante surrealista ver Glasgow en las redes sociales de todo el mundo”.
La película se estrenará a finales del 2024, peeeeero es muy pronto para saber si llegará a México o podremos verla en streaming.
En un momento en el que las potencias europeas han decidido aumentar el gasto en defensa y armamento, Suiza ha reactivado un antiguo sistema de defensa que el siglo pasado le permitió permanecer ajeno a los conflictos armados.
“Si quieres la paz, prepárate para la guerra”. Y así fue, al menos en Suiza.
Excavados a una profundidad imposible, la dura roca de los Alpes suizos esconde una laberíntica red de túneles de uso civil y militar con cientos de búnkeres a prueba de una guerra nuclear.
Sus entradas se camuflan bajo montículos, detrás de puertas minúsculas en un bosque o incluso bajo construcciones que fingen ser casas, y en realidad tienen paredes de dos metros de hormigón y ventanas con agujeros para colocar un fusil.
Con 8,8 millones de habitantes, Suiza es el país del mundo con más refugios nucleares per cápita: más de 370.000. Las últimas cifras afirman que, de hecho, hay más plazas que habitantes.
Una ley de 1963, garantiza que todos sus ciudadanos, incluyendo extranjeros y refugiados, tenga asegurada una litera en un búnker en caso de que se produzca un conflicto armado o un desastre nuclear en el país o uno vecino.
El espacio para cada persona debe ser de no menos de un metro cuadrado. Además, deben estar situados a 30 minutos máximo andando de casa, 60 en el caso de que el área sea montañosa.
Unas distancias asequibles, no solo por el tamaño del país, también por la obligación para los propietarios de bloques de apartamentos de construir y equipar refugios en todas las viviendas.
“La mayoría de la población vive en edificios que incluyen sus propios búnkeres. Si no hay refugio en un edificio habitado, existen instalaciones públicas”, explica la Oficina Federal de Protección Civil.
Los refugios están concebidos para casos de conflicto armado y deben ser resistentes a los efectos de las armas modernas, es decir, deben brindar protección contra sustancias peligrosas de tipo: nuclear, biológico y químico, así como a impactos de armas convencionales.
Es una cultura de defensa civil y ciudadana, más que militar.
“La sólida carcasa exterior del refugio puede resistir al menos 10 toneladas de presión por metro cuadrado (es decir, 1 bar), lo que significa que puede soportar el derrumbe de un edificio sobre él”, explica protección civil.
Tras un terremoto, por ejemplo, los refugios pueden dar alojamiento de emergencia y el tipo de filtro con el que están equipados también protege contra armas biológicas y químicas, ya que purifica el aire exterior contaminado.
“Me hace sentir más seguro saber que hay un refugio para todo el mundo en caso de ataque o desastre nuclear. No creo que una guerra en Suiza o en alguno de los países vecinos sea un escenario probable. Sin embargo, creo que es bueno que estemos preparados”, le dice a BBC Mundo Nicolas Städler, desde la ciudad de Basel, justo en la frontera con Alemania y Francia.
Pero admite que ahora mismo, si pasara algo, no sabe dónde está el refugio al que tendría que acudir.
Para Daniel Jordi, subdirector de la Oficina Federal de Protección Civil, conocer el lugar al que ir solo es importante llegado el momento.
“El bunker al que debes acudir está asociado a tu dirección. Pero es normal que las familias cambien de casa o se muden. Saber dónde está su refugio solo causaría confusión. ¿Es el anterior? ¿Es el nuevo? Nuestra recomendación es comunicarlo solo cuando sea necesario”, dice Jordi.
La existencia de esta red se remonta a la segunda guerra mundial, cuando el país quedó atrapado entre la Alemania nazi de Hitler, la Italia fascista de Benito Mussolini y su propio deseo de permanecer neutral. Suiza se ha mantenido al margen de las guerras extranjeras desde 1815.
El periodo de la Guerra Fría terminó de espolear la construcción pública, pero sobre todo privada, de estas instalaciones. Todas tienen que pasar una inspección cada 10 años y obtener un certificado.
Ahora, muchos de estos espacios se han convertido en improvisadas despensas, en abarrotados trasteros o bodegas de vino por nombrar algunos ejemplos. Algunos son museos, hoteles o restaurantes.
“La idea era que se pueda aprovechar el espacio pero sin modificar su estructura. Contamos con que, llegado el momento, los ciudadanos tendrán dos días para devolver esa parte del sótano a su uso original: un búnker”, dice el subdirector de la Oficina Federal de Protección Civil.
Otros se encuentran en mal estado debido a años de desuso, pero todas tienen que pasar una inspección cada 10 años y obtener un certificado de que todo está bien o pagar para solucionarlo.
“Yo no me siento más protegido. La evolución de las armas de guerra ha llegado a un punto en el que un ataque a la población civil en Suiza podría causar numerosas víctimas”, explica Eugenio Garrido, un abogado de República Dominicana que vive en Zúrich desde hace años.
“No estoy seguro de si los refugios construidos hace unos 50 o 60 años detendrían tales ataques”, añade.
Ahora “ante la evolución de la situación de seguridad mundial”, el gobierno suizo quiere poner a punto la red y planea una inversión de US$250 millones para modernizar la red, asegurando que los búnkers estén operativos y listos para su uso en caso de emergencia.
Las autoridades puntualizaron que las mejoras en los refugios no son preparativos para la guerra, sino una inversión en seguridad pública.
Isabel vive en Zúrich. Tampoco está segura de dónde está su búnker, el refugio al que tendría que ir si sucede algún ataque, pero le cuenta a BBC Mundo que saber que hay uno le da “paz mental”.
“Creo que es una gran medida para proteger a la población de cualquier desastre o conflicto nuclear; me da tranquilidad saber que tengo dónde estar protegida yo y mi familia”.
“Tal y como está el mundo, no se puede descartar nada, pero espero que Suiza mantenga su neutralidad y pueda seguir siendo un lugar seguro para sus habitantes y que de cobijo a la gente que lo necesita”, dice en referencia al tradicional espíritu de acogida y neutralidad del país helvético.
Sin ir muy lejos, Suiza acogió a miles de judíos que escapaban de la Alemania nazi de Hitler.
Pero la decisión del gobierno suizo de adoptar sanciones de la UE contra Rusia marcó un cambio significativo en la histórica postura de no alineamiento y en la mentalidad de los ciudadanos.
Según medios locales, las empresas suizas especializadas en búnkeres han reportado un incremento significativo en las consultas y solicitudes desde el inicio del conflicto. Por ejemplo, Oppidum Bunkers, dedicada a la construcción de refugios de lujo, informó de un “aumento constante” en las consultas sobre sus productos en los últimos meses.
Y compañías como Mengeu AG y Lunor han experimentado una “explosión de solicitudes” para renovar o verificar la funcionalidad de búnkeres existentes, muchos de los cuales datan de las décadas de 1960 a 1980 y requieren mantenimiento urgente.
Desde protección civil Daniel Jordi lo confirma: “Sí, desde la guerra en Ucrania recibimos muchas más preguntas, tanto de ciudadanos como de los cantones, que son los responsables de garantizar que los refugios estén listos y que la gente tenga acceso a ellos”.
La oleada de preguntas a menudo incluye “¿dónde está mi búnker?” “¿Tengo uno?” “¿Sigue intacto?” “¿Cómo puedo arreglar el mío?”.
Durante años Suiza se cogió al llamado “dividendo de la paz”, que provocó el deterioro o abandono de sus refugios.
“Ese dividendo hace referencia al gasto en seguridad no incurrido durante las últimas décadas porque tras el fin de la guerra fría no había percepción de riesgos inminentes bélicos ni para la población”, explica el profesor Juan Moscoso del Prado, Senior fellow de Instituto EsadeGeo.
Este analista recuerda que la invasión de Ucrania llegó a amenazar la integridad de infraestructuras críticas nucleares, como es caso de la central de Zaporiyia. En caso de explosión o de ataque, la nube de contaminación radioactiva podría afectar al centro de Europa, como ocurrió con Chernóbil.
También, el anuncio de Estados Unidos de retirar parte de sus efectivos militares del territorio europeo y de su compromiso de defensa y seguridad sobre Europa occidental, sin duda afecta a Suiza.
“Suiza, durante mucho tiempo fue un territorio incrustado entre países o bloques enfrentados. Esa situación duró siglos, abarcó tiempos de guerras y conflictos entre Francia, Prusia y después Alemania, el Imperio Austrohúngaro, Rusia… Desde el final de la guerra fría, Suiza parecía ser una isla dentro de un continente de paz estabilidad, pero esa estabilidad uniforme se ha roto radicalmente con la guerra de Ucrania”, añade Moscoso del Prado.
Y dado que no se sabe cuál puede ser el curso de la guerra en Ucrania, otro países han reaccionado de forma similares como los países bálticos, Finlandia, Noruega o Suecia.
En un momento en el que las potencias europeas han decidido aumentar el gasto en defensa y armamento, Suiza ha reactivado un antiguo sistema de defensa que el siglo pasado le permitió permanecer ajeno a los conflictos armados.
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