La “Willy’s Chocolate Eperience” se vendía como la gran experiencia de Willy Wonka que te transportaría a la famosa Fábrica de Chocolate. Sin embargo, las familias solo tuvieron niños llorando, nada de chocolate y un enorme fraude que hasta requirió de la policía.
Durante el fin de semana se empezaron a hacer virales fotos y videos de esta experiencia de Willy Wonka que exhibían que “el gran evento” se realizó en una bodega que apenas si tenía un par de adornos.
Nada que ver con el “lugar donde los sueños de chocolate se hacen realidad” que supuestamente tendría un jardín encantado “con dulces gigantes, flores vibrantes, esculturas de aspecto misterioso y sorpresas mágicas”, como dice en su sitio oficial.
La única sorpresa fue la audacia con la que House of Illuminati –realizadora del evento– vendió boletos en un aproximado de 35 libras esterlinas (alrededor de 757 pesos).
Stuart Sinclair, quien fue uno de los asistentes, dijo en Facebook que fue “un desastre absoluto”. Aunque el evento prometía fuentes de chocolate, describió que las infancias solo recibieron “dos gomitas y un cuarto de lata de limonada”.
La organizadora House of Illuminati se vio obligada a cancelar el evento que originalmente iba a estar del 24 al 25 de febrero. Pero a mitad del primer día cerró y prometió reembolsos completos.
Sky News reportó que un portavoz de la policía de Escocia dijo que se llamó a los agentes al evento cancelado y “se dio un asesoramiento”.
El mismo sábado por la noche, House of Illuminati subió un post a Facebook donde decían que había sido un día “muy estresando y frustrante para muchos y realmente lo sentimos”.
De acuerdo a la publicación, “en el último minuto nos decepcionaron en muchas áreas de nuestro evento e hicimos todo lo posible para continuar y seguir adelante y ahora nos damos cuenta de que probablemente deberíamos haber cancelado a primera hora de esta mañana”.
Ahí mismo se dijo que ofrecerían un reembolso completo a todas las personas que compraron boletos para esta experiencia de Willy Wonka.
La violencia estalló cuando judíos ultranacionalistas irrumpieron en zonas palestinas de la Ciudad Vieja amurallada de Jerusalén Oriental.
Grupos de extrema derecha israelíes insultaron y agredieron a palestinos durante el desfile anual del Día de Jerusalén, celebrado el lunes en esta ciudad.
Los radicales entonaron cánticos de “¡Muerte a los árabes!” y consignas nacionalistas durante el evento, que conmemora la toma de Jerusalén Oriental -de mayoría palestina- por las fuerzas de Israel durante la guerra árabe-israelí de 1967.
La violencia estalló cuando judíos ultranacionalistas irrumpieron en zonas palestinas de la Ciudad Vieja amurallada de Jerusalén.
El líder de la oposición, Yair Lapid, afirmó que el evento se había convertido en un festival de “odio y racismo”, y lo calificó como “una vergüenza y un insulto al judaísmo”.
La policía israelí se desplegó poco después del mediodía, tras los disturbios en la Ciudad Vieja amurallada de Jerusalén Oriental.
Miles de israelíes nacionalistas se congregaron en la Puerta de Damasco, una de las entradas principales a la ciudad vieja, portando pancartas que decían “67 – Jerusalén en nuestras manos; 2025 – Gaza en nuestras manos”.
Los comerciantes árabes del barrio musulmán, que aún no habían cerrado sus tiendas, fueron acosados por jóvenes israelíes, según testigos.
Se escucharon cánticos de “¡Que arda tu pueblo!” y “¡Tu casa será nuestra!” durante toda la marcha.
La policía israelí arrestó y expulsó de la Ciudad Vieja a manifestantes agresivos.
El ministro de seguridad nacional, Itamar Ben Gvir, del partido Poder Judío, pidió la pena de muerte para los “terroristas” en un discurso dirigido a la multitud.
Gvir también visitó el recinto de la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam y conocido por los judíos como el Monte del Templo.
Los judíos lo veneran por ser la ubicación de dos templos bíblicos y el lugar más sagrado del judaísmo.
El recinto está administrado por una fundación islámica jordana y los judíos pueden visitarlo, aunque no rezar en él.
Un portavoz de la presidencia palestina, con sede en Cisjordania, condenó la marcha y la visita de Ben Gvir a Al-Aqsa.
La actual guerra de Israel en Gaza, las “repetidas incursiones en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa y actos provocadores como el izamiento de la bandera israelí en la Jerusalén ocupada amenazan la estabilidad de toda la región”, declaró Nabil Abu Rudeineh en un comunicado.
En una reunión de gabinete el lunes por la mañana, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió mantener a Jerusalén “unida, íntegra y bajo la soberanía israelí”.
El líder de la oposición de izquierda, Yair Golan, calificó como “impactantes” las imágenes de violencia en la Ciudad Vieja.
“Así se ven el odio, el racismo y el acoso”, declaró en un comunicado en X. Y agregó: “Lucharemos por Jerusalén para todos nosotros: judíos, cristianos y musulmanes, laicos y religiosos”.
“Jerusalén pertenece a todos los que la aman. Lucharemos por ella y la restauraremos como una ciudad para todos nosotros”, concluyó.
Lapid, otro líder de la oposición, afirmó que “No hay nada judío en esta violencia” y aseguró que “los ministros del gobierno que guardan silencio ante estos sucesos son cómplices de esta vergüenza”.
Cada año, miles de israelíes marchan a través de Jerusalén y la Ciudad Vieja anexada hasta el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado en el que los judíos pueden rezar en Jerusalén.
El domingo se desplegó una gran bandera israelí en la plaza del Muro de las Lamentaciones.
El desfile conmemora la toma de Jerusalén Oriental por parte de Israel en la guerra de 1967 y la “unificación” de una ciudad que el gobierno israelí considera su capital eterna.
Los palestinos también desean que Jerusalén sea su futura capital y gran parte de la comunidad internacional considera Jerusalén Oriental como territorio palestino ocupado por Israel.
La Marcha de la Bandera de este año coincidió nuevamente con la guerra en Gaza y la escalada de las operaciones militares israelíes contra militantes palestinos en Cisjordania.
Israel lanzó una campaña militar en Gaza en respuesta al ataque de Hamás en territorio israelí del 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas mil 200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes.
Cincuenta y siete personas siguen secuestradas, de las cuales se cree que unas 20 están vivas.
Al menos 53 mil 939 personas, entre ellas unos 16 mil 500 niños, han muerto en Gaza desde entonces a causa de los ataques israelíes.
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