¿Estás lista para la nueva película de Robert De Niro? Tal y como podía esperarse, lo veremos una vez más en el mundo de la mafia gracias a The Alto Knights, donde interpretará a DOS gánsteres que existieron en la vida real.
Esta película es dirigida por el director ganador del Oscar Barry Levinson (Rain Man, Sleepers y Good Morning, Vietnam) y se estrena en cines de México este 20 de marzo.
La película sigue a dos de los jefes del crimen organizado más notorios de Nueva York, Frank Costello (De Niro) y Vito Genovese (De Niro), mientras luchan por el control de las calles de la ciudad.
Una vez mejores amigos, los celos insignificantes y una serie de traiciones los colocan en un curso de colisión mortal que remodelará a la Mafia (y a América) para siempre.
The Alto Knights se inspira en dos mafiosos reales estadounidenses de origen italiano que se vieron en medio de una guerra por el poder criminal en Nueva York.
A pesar de que se llegaron a conocer en su juventud, la sed por ocupar la cabeza de la mafia hizo que Genovese ordenara el asesinato de Costello en 1957.
Frank costello Nació el 26 de enero de 1891 en Italia. En 1985 llegó a los Estados Unidos junto a su familia, quienes se mudaron a Nueva York.
Aunque todavía era un niño, su hermano Edward lo introdujo al mundo pandillero. En ese mundo fue cuando después conoció a Charlie “Lucky” Luciano, el líder siciliano de la pandilla del Lower East Side de Manhattan.
Su astucia, inteligencia y capacidad para evitar la atención pública le valieron el respeto de sus pares y el apodo de “The Prime Minister of the Underworld” (o sea: El primer ministro del bajo mundo).
Vito Genovese nació el 21 de noviembre de 1897 en Italia. Sin embargo, cuando tenía 15 años, su familia migró hacia Estados Unidos y se establecieron en la “Pequeña Italia” de Nueva York.
Su vida criminal la empezó en su adolescencia y fue escalando con éxito. Participó en la Guerra de los Castellammarenses que dio lugar a la creación de las Cinco Familias, quedando bien parado con la de Lucky Luciano.
Junto a él, hizo crecer la mafia en Estados Unidos y también facilitó el tráfico de heroína a un nivel internacional.
En 1936, Lucky Luciano fue condenado y Vito Genovese, quien había sido subjefe, asumió el rol de jefe interino. Sin embargo, en menos de un año, huyó a Italia por temor a ser procesado por un asesinato.
Fue así como Frank Costello terminó al mando de la familia Luciano, lo cual no puso nada contento a Genovese a su regreso a Estados Unidos en 1945 .
Así fue como para recuperar el control, en mayo de 1957 Genovese mandó al joven Vincent Gigante a matar a Costello. Gigante le disparó a la cabeza, pero falló dejando solo una herida superficial.
Aunque no lo dejó gravemente herido, el ataque fue suficiente para que Costello cediera el poder a Genovese y se retirara.
Investigadores proyectan que el potencial de recolección de niebla en zonas geográficas con condiciones favorables podría extender esta práctica (comúnmente utilizada a escala rural) al abastecimiento de urbes donde el agua es escasa.
Esto es lo que han concluido investigadores de ese país tras analizar el potencial de la recolección de niebla en Alto Hospicio, una ciudad ubicada en el norte de Chile, en la región árida del desierto de Atacama.
Con poca o ninguna precipitación, la principal fuente de agua de las ciudades de la zona son los acuíferos subterráneos, que se recargaron por última vez hace miles de años. La precipitación promedio es de menos de 5 mm al año. Y, en algunas zonas, la escasez hídrica obliga a abastecer de agua a la población con camiones aljibe.
Pero la ciudad de Alto Hospicio tiene una particularidad geográfica que favorece la formación y captura de la niebla.
“Se ubica en uno de los corredores de entrada de la niebla al continente”, explica a BBC Mundo la investigadora Virginia Carter Gamberini, de la Universidad Mayor de Chile.
Precisamente esas condiciones son las que podrían permitirle a la ciudad apoyarse en la cosecha de niebla como una alternativa viable y sostenible para abastecer de agua potable a su población.
Las conclusiones del estudio, que fue publicado en febrero en la revista Frontiers of Environmental Science, apuntan a que las nubes de niebla que se acumulan regularmente sobre la ciudad montañosa son una fuente desaprovechada de este recurso tan valioso.
Con el crecimiento de la población urbana y la creciente demanda de agua por parte de la minería y la industria, los investigadores advierten que es urgente encontrar otras fuentes sostenibles.
Sobre todo, considerando que en el caso particular de Alto Hospicio, se enfrentan graves problemas de pobreza y un acceso reducido de sectores de la población a redes de suministro de agua limpia.
La idea de capturar el agua de niebla no es nueva.
De hecho, Carter cuenta que ella ha participado en proyectos similares en otras zonas de Chile, Guatemala, Canadá y África.
Uno de los sistemas de recolección de agua de niebla más grandes se encuentra en Marruecos, en el borde del desierto del Sahara, mientras que experiencias emblemáticas en América Latina son las del Chungungo, también en Chile, o los atrapanieblas de las colinas del sur de Lima.
La novedad, señala la investigadora, es que hasta ahora los proyectos de esta naturaleza se habían entendido con la perspectiva de abastecer a comunidades rurales y no así a poblaciones urbanas.
“Esto apunta a un cambio de percepción. Siempre se pensaba en usar agua de niebla para abastecer a pequeños poblados o asentamientos rurales. En este caso, queremos explorar la posibilidad de abastecer una ciudad”, afirma.
“Nuestros hallazgos demuestran que la niebla puede servir como suministro urbano complementario en zonas áridas donde el cambio climático exacerba la escasez de agua”.
Carter recalca que una “nueva era” de recolección de niebla a una escala mucho mayor podría proporcionar un suministro de agua más seguro y sostenible en entornos urbanos donde más se necesita, no solo en Chile sino también en otras urbes del mundo.
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Capturar el agua de la niebla es extraordinariamente sencillo: se cuelga y tensa una malla entre dos postes y se forma el “atrapaniebla”. Cuando las nubes cargadas de humedad atraviesan esa fina malla, se forman pequeñas gotitas, que se canalizan hacia tuberías y tanques de almacenamiento.
La niebla de Alto Hospicio se forma sobre el océano Pacífico cuando el aire cálido y húmedo fluye sobre el agua fría y luego es empujado hacia las montañas. Las condiciones de niebla constantes en la zona permitieron a los investigadores identificar las áreas donde se podría recolectar el mayor volumen de agua de manera regular.
Con un trabajo de campo que se extendió por un año, realizaron evaluaciones in situ, lo que combinaron con datos obtenidos mediante un método predictivo (AMARU), que procesa información meteorológica y la cruza con datos que se obtienen mediante sensores remotos.
Durante la temporada alta del estudio, entre agosto y septiembre de 2024, el potencial de recogida alcanzó hasta 10 litros por metro cuadrado al día, según los investigadores.
Basándose en una tasa promedio anual de recolección de agua de 2,5 litros por metro cuadrado de malla al día, calcularon que:
Carter explica que Chile es “muy especial” en cuanto a la niebla marina, “porque tenemos el océano a lo largo de todo el país y también tenemos la cordillera”.
Su equipo está trabajando actualmente en un “mapa de recolección de niebla” con el objetivo de identificar otros lugares en donde este modelo se pueda implementar.
El “agua de las nubes”, como la describe Carter, podría, según ella, “mejorar la resiliencia de nuestras ciudades ante el cambio climático y, al mismo tiempo, mejorar el acceso al agua potable”.
La investigadora destaca, sin embargo, que la posibilidad de alcanzar esos volúmenes en otras zonas que enfrentan una grave escasez hídrica dependerá siempre de su potencial de formación y captación de niebla, que está dado por diversos elementos.
“Los factores clave que influyen en la eficiencia de la recolección de niebla incluyen la dirección y la velocidad del viento, así como las características geográficas, especialmente la presencia de montañas”, explica.
Por ejemplo, Petorca, una de las zonas más afectadas por la escasez hídrica en Chile, no tendría -a primera vista- las mismas posibilidades de abastecerse en grandes volúmenes de agua a partir de la niebla. Pero sí otras zonas costeras del país.
“Yo he tomado siempre agua de niebla”, dice Carter, pero señala que el estudio que realizaron no contempla un análisis químico respecto de la calidad del recurso hídrico.
En ese sentido, destaca que “va a ser importante hacer otras investigaciones…Ya sabemos cuánta agua y dónde encontrarla. Después habrá que profundizar en la calidad del agua y los métodos mas adecuados para potabilizarla”.
“Puede ser que ahora ya está bien para tomarla, el punto es que no lo sabemos”, dice otra de las investigadoras, Nathalie Verbrugghe, de la Universidad Libre de Bruselas.
Las investigadoras son cautas sobre las expectativas que se han generado en torno a los hallazgos de esta investigación:
“Nosotras no vamos solucionar la crisis hídrica de Chile o del desierto de Atacama” y “probablemente esta tecnología tampoco, pero esperamos que sea un complemento”.
*Con información de Victoria Gill e Isabel Caro
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