
Amor, venganza, amistad, tristeza… Taylor Swift tiene una canción para cada momento y eso es gracias a sus casi dos décadas en el mundo musical. Si eres nueva en el mundo swiftie, ¡agárrate fuerte! Ahí te va una explicación básica de las eras de Taylor Swift.
La cantante ha lanzado 10 álbums y con cada uno de ellos se ha transformado y evolucionado. No solo musicalmente, sino que cada uno de sus discos tiene su propia temática y estética.
Ahora, con su The Eras Tour –que al fin llegará a México– hará una celebración como nunca de cada uno de sus álbumes.
La explicación es más sencilla de lo que parece. En realidad swifties se refieren a cada álbum como una era.
Y no, no es solo por llamarle de otro nombre, sino porque cada álbum representa vivencias y una etapa muy clara en la vida de Taylor Swift.
Desde las experiencias y emociones previas que la ayudaron a crearlo, hasta todo el tiempo que les dedica a promocionarlos.
Hasta ahora tenemos un total de 10 eras de Taylor Swift. No, no se cuentan sus Taylor’s Version aparte porque son regrabaciones y mantienen la esencia y estética de los discos originales.
Su The Eras Tour se llama así porque es una celebración de todos sus discos. El setlist se conforma de algunas de las canciones más representativas de cada era.
Repetimos: las eras son los discos de Taylor, así que el orden de las eras es el orden en que fueron lanzados.
También es conocida como la “Debut era” o “era debut” porque este fue el primer disco que Taylor Swift lanzó (allá en el ya lejano 2006).
Las canciones siguen sus primeras experiencias como adolescente: las pruebas y confusiones del amor joven y los enamoramientos, sus inseguridades, sus amistades.

Taylor Swift apenas tenía 16 años cuando fue lanzado y tiene un sonido 100% country.
Canciones icónicas: “Tim McGraw”, “Teardrops on My Guitar”, “Our Song” y “Should’ve Said No”.
Estética: esta era de Taylor Swift quedó marcada por sus apretados chinos rubios, vestidos florares y sus botas vaqueras.
Entre las eras de Taylor Swift esta es una que ya revivimos. El álbum original salió en 2008 y su Taylor’s Version en 2021.
Es clasificado como “country pop” y la vemos con experiencias un poco más maduras, pero sin dejar atrás su lado enamoradizo y soñadora.

Más que hablar de no tener miedo, el nombre del disco hablaba sobre tenerlo y aún así ser capaz sobreponerse a él para enfrentar los retos que se te ponen enfrente.
Canciones icónicas: “Love Story”, “Fearless”, “You Belong With Me”, “Fifteen”.
Estética: Taylor Swift pasó a un estilo más bohemio con collares y somnbreros, pero durante el Fearless Tour usó vestidos con brillos y lentejuelas.
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Otra de las eras de Taylor Swift que ya dobleteamos: el original salió en 2010 y su Taylor’s Version en 2023.
Sabía que tenía que tomar el contro de su narrativa, así que TODAS las canciones fueron escritas por ella.
“Las canciones que surgieron de esta época de mi vida estuvieron marcadas por una honestidad brutal, confesiones cronológicas sin filtros y una melancolía salvaje“, Taylor Swift al hablar de su Taylor’s Version.

Estas se inspiran en su transición de la adolecencia a la adultez.Tiene canciones sobre confesar un gran amor, pero también habla sobre el desamor y explora relaciones pasadas, así que no se siente taaan optimista como sus discos pasados.
Canciones icónicas: “Mine”, “Back to December”, “Mean”, “The Story Of Us”, “Dear John”.
Estética: prácticamente la era Speak Now es una oda al color morado. No importaba cómo: vestidos, capas de ropa, trajes de terciopelo.
Aquí Taylor Swift ya estaba dejando muy atrás su etapa country y empezó a experimentar con nuevos sonidos. El disco original salió en 2012 y su Taylor’s Version en 2021.
Cuando anunció su regrabación, Taylor Swift definió esta era como “una persona con el corazón roto”.
Sus canciones reflejan emociones de felicidad, confusión, libertad, soledad, devastación, euforia y la tortura de recuerdos del pasado.

Canciones icónicas: “I Knew You Were Trouble”, “All Too Well”, “22”,
“We Are Never Ever Getting Back Together”, “Begin Again”.
Estétitca:marcada por un aire retro (como de los 50s) con pantalones y faldas de tiro alto. Eso sí, siempre con labios rojos.
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Esta era la definió oficialmente como una artista pop, pues el disco estaba fuertemente inspirado por el synth pop (pop sintetizado o tecno pop) de los 80. Mencionó como influencias a Peter Gabriel, Annie Lenox, Madonna y Phil Collins.
Tituló su álbum 1989 porque se fue el año de su nacimiento y para simbolizar un renacimiento artístico.
El disco comienza con una canción sobre Nueva York, haciendo referencia a la etapa donde se mudó a esta ciudad y donde tuvo varios cambios. Independencia, libertad, fuerza, felicidad son algunas de las emociones que escuchamos.

Esta era también fue marcada por la fuerte presencia en redes y eveentos de su Squad que incluía a celebridades como Selena Gomez, Hailee Steinfeld, Kendall Jenner, Cara Delevingne y Gigi Hadid.
Pronto se unirá a las eras de Taylor Swift que vivimos al doble. 1989 (Taylor’s Version) sale el 27 de octubre del 2023.
Canciones icónicas: “Shake It Off”, “Bad Blood”, “Blank Space”, “Style”, “Out of the Woods” y “Wildest Dreams”.
Estética: Dejó atrás por completo lo country para usar un crop tops, faldas cortas, y brillos por todas partes.
Esta es de las eras de Taylor Swift más populares, pues pasó de tímida/inocente a perra empoderada. Prácticamente era su forma de demostrar que ya no le importaba lo que se dijera de ella, ni cuál sería su reputación.
Luego de una faceta donde toda su vida privada llegaba a los periódicos. Rodeada de críticas y rumores, Taylor se alejó de la vida pública y dejamos de verla por un tiempo.
Fue en ese tiempo donde concibió este álbum que donde técnicamente declara “La vieja Taylor está muerta”. Salió en 2017 y todavía nos falta su Taylor’s Version.

La temática de sus canciones se dividen en dos: canciones sobre cómo cualquiera puede rodearse de personas hipócrita y con dobles intenciones que te apuñalan por la espalda; y la otra sobre el amor en medio del tumulto.
Canciones icónicas: “Look What You Made Me Do”, “End Game”, “Delicate”, “Getaway Car” y “…Ready For It?”.
Estética: el color negro es la base de esta era, así como las imágenes de serpientes (así la llegaron a llamar y se apropió de eso), con encajes y lentejuelas.
Diríamos que el Barbenheimer de Taylor Swift son Lover y Reputation, pues luego de su faceta “oscura”, nos trajo un álbum que era “una carta de amor al amor“.
Sí, hubo muchas canciones sobre el amor romántico (gracias, Joe Alwyn). Pero también hay canciones sobre el amor propio y el amor a las personas que ama (amix, familia).
Se lanzó en 2019 y su tour nunca sucedió gracias al Covid-19.

Canciones icónicas: “ME!”, “The Man”, “Cruel Summer”, “You Need to Calm Down”, “The Archer”.
Estética: colores pastel, especialmente el rosa; arcoiris, flecos, destellos.
En medio del aislamiento, Taylor Swift no se quedó tranquila. Se puso a escribri, escribir y escribir. Así fue como en el agonizante verano del 2020 tuvimos Folklore.
Aquí deja un poco de lado el pop, para meterse a estilos electroacústicos y de indie folk (gracias Aaron Dessner de The National).

Influenciada por su tiempo en cuarentena, las canciones (que también cuentan pequeñas historias) reflejan temas como el escapismo, la nostalgia, el romanticismo, soledad e introspección.
Canciones icónicas: “cardigan”, “the last great american dynasty”, “exile (feat. Bon Iver)”, “mirrorball”, “august” y “betty”.
Estética: minimalista y otoñal
Resulta que Taylor Swift no solo escrubió lo suficiente en pandemia como para un disco, ¡sino para dos! En el mismo año, con 5 meses de diferencia, lanzó este disco.
Por eso, técnicamente Folklore y Evermore son eras de Taylor Swift que van juntas, pues fue casi estreno simultáneo.
La cantante describió que aunque cambia de era en cada disco, le quedaron ganas de meterse más “en el bosque folclórico”. Así es como es una continuación del disco anterior, pero con historias todavía más intensas.

Canciones icónicas: “willow”, “no body, no crime (feat. HAIM)”, “coney island (feat. The National)” y “champagne problems”.
Estética: otoñal, neutral y natural
Así llegamos a la última de las eras de Taylor Swift (dejando de lado sus regrabaciones). Se lanzó en octubre del 2022.
Ella misma explicó que las canciones plasman aquellas cosas que no la dejan dormir pasada la media noche. “Un viaje a través de terrores y dulces sueños”, dijo en Instagram.

Así es como tenemos un acercamiento a sus sueños más sorprendentes y a sus peores pesadillas e inseguridades.
Canciones icónicas: “Anti-Hero”, “Midnight Rain”, “Bejeweled”, “Lavender Haze”, “Karma”
Estética: estilos más clásicos con brillos y destellos.
¿Cuál es tu era favorita de Taylow Swift?

La organización, nacida en Alemania durante la Primera Guerra Mundial, ha estado en el centro de la atención tras las acusaciones de abuso contra su fundador.
José Antonio Kast, presidente electo de Chile, es un hombre de profundas convicciones religiosas.
Así lo dejó en claro en su primer discurso, apenas se conocieron los resultados de las votaciones del domingo, cuando afirmó: “Nada es posible si no tuviéramos a Dios”.
“Nada ocurre en la vida, para los que somos de fe, que no sea en relación directa con Dios”, prosiguió.
Y a continuación, pidió a su creador que le concediera “humildemente” la “sabiduría, templanza y fortaleza para estar siempre a la altura” del desafío que asumirá el próximo 11 de marzo, cuando releve a Gabriel Boric en el Palacio de La Moneda.
Estas fueron tres de las cinco frases con carga religiosa que el abogado de 59 años pronunció durante la casi hora que habló ante los miles de sus seguidores que se congregaron en Santiago para celebrar su triunfo en las elecciones presidenciales.
Sin embargo, lo anterior no debería sorprender. ¿La razón? El político y varios de sus hermanos se formaron bajo los lineamientos de Schoenstatt, un movimiento católico conservador que tiene presencia en más de 100 países, incluyendo todos los de América Latina.
Los vínculos del mandatario electo con el movimiento comenzaron gracias “a su hermano mayor, Miguel”, aseguró a BBC Mundo el filósofo chileno Álvaro Ramis Olivo. Miguel Kast se unió a Schoenstatt tras conocer a algunos de sus miembros durante su etapa universitaria.
Sin embargo, otras fuentes sostienen que fueron los padres del político, Michael Kast y Olga Rist, quienes tuvieron el primer contacto con Schoenstatt. Ambos eran profundamente religiosos y devotos de la Virgen María, una práctica muy extendida en la Baviera alemana de donde provenían.
Schoenstatt es “un movimiento apostólico de renovación, nacido en el seno de la Iglesia”, con un marcado “carácter mariano”, según se lee en su página web.
“La formación de un hombre y de una comunidad nueva que sirvan a la Iglesia y a la sociedad” constituye el objetivo de la organización, explicó a BBC Mundo el padre Felipe Ríos, coordinador del movimiento en América.
Schoenstatt fue fundado en octubre de 1914, pocos meses después del estallido de la Primera Guerra Mundial, por el sacerdote alemán José Kentenich (1885-1968).
Su nombre proviene de un pueblo ubicado en la zona de Vallendar, a orillas del río Rin, en el actual estado de Renania-Palatinado, al oeste de Alemania y cerca de las fronteras con Luxemburgo y Bélgica.
Kentenich, quien era miembro de la Sociedad del Apostolado Católico -mejor conocida como Padres palotinos-, era profesor en un seminario que la orden tenía en la localidad de Schoenstatt, palabra alemana que se puede traducir literalmente como “lugar hermoso”.
El religioso, junto a un grupo de estudiantes, restauró una pequeña capilla ubicada en los jardines del seminario y pidió a la Virgen María que la convirtiera en un lugar de peregrinación.
Uno de los signos distintivos de este grupo es que en donde tienen presencia levantan replicas idénticas a la capilla alemana.
“Mucho antes de que cadenas de comida rápida como McDonald’s descubrieran el efecto cultural de establecimientos totalmente idénticos, el Espíritu Santo en Schoenstatt comenzó a hacerlo”, se lee en el sitio web de la agrupación, en el cual se asegura que actualmente hay 200 “santuarios filiales” en todo el mundo.
Pero, ¿qué es exactamente Schoenstatt? ¿Se trata de una congregación religiosa o de algo distinto?
“Es una organización dentro de la Iglesia católica que nació con la idea de que los laicos podían realizar tareas similares a las de las órdenes religiosas, pero con autonomía respecto de los jerarcas eclesiásticos”, explicó a BBC Mundo el filósofo chileno Ramis.
“El movimiento cuenta con una rama laica -personas que no han tomado los hábitos- y otra religiosa, que incluye una orden sacerdotal y una comunidad de mujeres laicas consagradas. Estas se asemejan mucho a las monjas, aunque no lo son, ya que no toman votos”, añadió el experto en teología, quien es rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano de Chile.
La historiadora italiana Alexandra von Teuffenbach, además de confirmar que el grupo está conformado por “varias ramas”, señaló que algunas de ellas son “institutos seculares”; es decir, organizaciones cuyos miembros, sin ser religiosos, se comprometen a vivir en pobreza, castidad y obediencia, permaneciendo al mismo tiempo en su entorno social y profesional habitual.
“Comparar a Schoenstatt con el Opus Dei es acertado”, afirmó la investigadora a BBC Mundo, cuando se le mencionaron otras agrupaciones católicas que podrían considerarse equiparables.
Sin embargo, Ramis advirtió que existen diferencias significativas entre Schoenstatt y la organización fundada por el español Josemaría Escrivá de Balaguer.
“Aunque existen semejanzas, Schoenstatt no ha intentado influir en la política. En cambio, durante el franquismo en España, el Opus Dei aprovechó la coyuntura para ubicar a sus miembros en puestos clave de la economía y la banca, los llamados ‘tecnócratas'”, puntualizó el académico chileno.
Hasta la elección de Kast, solo otro miembro de este movimiento católico había ocupado un alto cargo en Chile: su hermano mayor, Miguel, quien se desempeñó como ministro y presidente del Banco Central durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“Este grupo prioriza la vida familiar más que la vida pública”, explicó Ramis.
“Y aunque comparte con el Opus Dei el rigorismo sexual y moral, no tiene un tono tan culpabilizador. No recurre a penitencias como las flagelaciones o el silicio como se denuncia del Opus Dei”, dijo.
“Tiene una fuerte implantación en clases adineradas, aunque también en sectores medios, profesionales y empresariales. No es progresista, sino bastante conservador, pero en algunos elementos se ve un mayor pluralismo ideológico que otras organizaciones de la Iglesia”, remató.
Los calificativos de “ultracatólico” o “ultraconservador” que desde algunos sectores de la sociedad y de la prensa se le da a Schoenstatt no le quitan el sueño a Ríos.
“Somos un movimiento dentro de la Iglesia católica y, por lo tanto, seguimos sus lineamientos. En mi opinión, no somos de los más conservadores dentro de la Iglesia”, remató.
Sudamérica fue la primera región fuera de Europa a la que Schoenstatt se extendió, de acuerdo con los registros de la organización.
En la primera mitad de la década de 1930, uno de los seguidores del padre Kentenich llegó a Argentina y, para 1935, se le sumaron cuatro Hermanas de María, integrantes de una de las organizaciones religiosas femeninas que forman Schoenstatt.
Casi simultáneamente arribaron miembros del movimiento a Brasil y, dos años después, ya estaban presentes en Uruguay.
Actualmente, el movimiento católico tiene presencia en todos los países de América Latina, salvo “algunas islas del Caribe, las dos Guyanas y Surinam”, aseveró Ríos.
“Funcionamos más bien desde los santuarios; solo entre Chile, Argentina y Brasil hay casi 80”, agregó el representante de Schoenstatt, quien indicó que también administran más de una docena de colegios en cuatro países (Chile, Argentina, Ecuador y México), así como un hospital en Buenos Aires (Sanatorio Mater Dei) y otras obras dedicadas a “los más pobres”.
La expansión por la región fue impulsada por el propio fundador, quien la visitó en varias ocasiones, según se lee en su biografía.
“Chile, por ejemplo, es uno de los lugares donde Schoenstatt tiene mayor fuerza internacional, debido a que su fundador vivió un tiempo aquí”, explicó Ramis.
En 1941, agentes de la Gestapo detuvieron al religioso por sus enseñanzas y, meses después, fue enviado al campo de concentración de Dachau, donde permaneció hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
Tras el conflicto bélico, los años de persecusión sufridos en manos de los nazis le otorgaron un nuevo prestigio a Kentenich pero, para finales de la década de 1940, sectores de la jerarquía católica alemana comenzaron a ver con preocupación la forma en que este hombre dirigía el movimiento y el control que ejercía sobre sus miembros.
“La autoridad suprema, a saber, el director general (Kentenich) y la superiora general, son los ‘padres’, es decir, ‘padre de la familia’ y ‘madre de la familia’. Las Hermanas son hijas o niñas. Pero, en la práctica, la ‘madre de la familia’ está totalmente sometida a la voluntad del ‘padre de la familia’, que para todas las Hermanas se equipara a Dios”, alertó en 1949 monseñor Bernhard Stein, obispo auxiliar de Tréveris, a sus colegas de la Conferencia Episcopal de Alemania.
Además, algunas de las hermanas señalaron al sacerdote de haber abusado de ellas.
En 1951 el papa Pío XII separó a Kentenich de su posición dentro de Schoenstatt y lo envió al exilio en Estados Unidos donde permaneció 14 años hasta que se le permitió regresar a Alemania, donde murió en 1965.
“Los seguidores de Kentenich nunca han negado este episodio, pero lo presentaron como un conflicto de poder, donde Kentenich fue víctima de celos y envidias de jerarcas de la Iglesia”, afirmó Ramis.
Sin embargo, en 2020 la historiadora italiana Von Teuffenbach publicó el primero de sus dos libros sobre Schoenstatt y su fundador.
En su obra, la investigadora afirmó que Kentenich abusó sexualmente de una integrante de Schoenstatt en Chile en 1947, según la información contenida en los diarios de uno de los investigadores que el Vaticano envió en la década de 1950 para indagar sobre él y su movimiento, así como a partir de archivos del pontificado de Pío XII (1939-1958).
Desde Schoenstatt han negado los señalamientos, aunque han admitido que algunos aspectos del comportamiento de su fundador son controvertidos. Sin embargo, la experta considera que los hechos le dan la razón.
“En el caso de Kentenich, el proceso que llevó a los decretos y al exilio en EE.UU., como también a la prohibición de tener contactos con las monjas, se basa en motivaciones que no están escritas en los decretos. Pero vienen explicadas en los ‘actos’, y en ellos se detallan todas las pruebas que se encontraron. Y sobre esta base los jueces (del Santo Oficio) decidieron”, agregó.
Los señalamientos de Von Teuffenbach contribuyeron a paralizar el proceso de beatificación del sacerdote, iniciado en 1975.
“Cuando la Iglesia beatifica a alguien afirma: este hombre o mujer es un ejemplo para todos. Yo reconozco ciertamente que Kentenich escribió cosas interesantes y seguramente hizo cosas buenas, pero no querría en absoluto que fuera considerado como ejemplo de vida cristiana”, remató la historiadora.
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