Ya estamos a nada del Hot Sale 2024 (del 15 al 23 de mayo) y en estas fechas las estafas están a la orden del día. Hoy te hablamos de una muy popular que es el fraude que te advierte de un supuesto problema con tu paquete.
Se trata de un mensaje de texto falso, principalmente por mail o SMS, que notifica al usuario de una supuesta falla con su envío, ya sea por falta de información, dirección incorrecta, una retención, entre otras.
Puede que no hayas pedido nada y entonces de inmediato sabes que es falso. Pero si estás esperando una compra que hiciste en línea, entonces podrías caer en un fraude que busca robar tus datos.
Acá te dejamos una guía básica de qué es y cómo evitar el phishing que te servirá en la vida diaria. Sin embargo, podemos resumir que se trata de un fraude virtual que consiste en la suplantación de marcas, empresas o instituciones para recolectar datos de usuarios.
Aunque en el fraude que advierte un problema con tu paquete no se menciona el nombre de la paquetería, “los cibercriminales han visto una oportunidad en el aumento de las compras en línea para engañar a los usuarios”, explica Isabel Manjarrez, investigadora de seguridad del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky.
Estos mensajes que parecen inofensivos, son una táctica de phishing que busca llevarte a un sitio para obtener información sensible como datos bancarios, nombre completo, dirección, entre otros.
Si hiciste una compra y te llegó un mensaje sospechoso sobre un problema con tu entrega, lo mejor es revisarlo directamente con el establecimiento a través de sus canales oficiales.
No abras ningún archivo o enlace sospechoso, sino que comunícate directamente por sus teléfonos, cuentas o correos oficiales para comprobar si de verdad existe un problema.
Para detectar cualquier tipo de fraude de phishing, una recomendación básica es identificar errores gramaticales y ortográficos. Desde la ausencia de acentos, hasta la falta de comas y puntos.
Kaspersky, empresa de ciberseguridad y privacidad digital, también recomienda revisar minuciosamente el número o la dirección del remitente.
Sospecha de si el número de teléfono tiene una marcación de otra ciudad o país; igual revisa si está verificado como número de empresa. En el caso de los correos, si recibes mails desde un servicio gratuito, como Gmail o Hotmail, o si contiene caracteres sin sentido, lo más probable es que sea un intento de estafa.
Si sospechas que se trata de un fraude, bloquea el número o mail de donde te fue enviado, reporta el caso si es posible, y borra el mensaje.
Lo más importante es JÁMÁS compartir datos o información sensible.
Otro tipo de violencia digital: qué es el stalkerware y cómo evitar ser víctima
No te esperes y toma acción con tus fatos/cuentas que han sido vulneradas. Por ejemplo, si diste los datos de una tarjeta, entonces contacta inmediatamente a tu banco para que puedan bloquear movimientos, darte un nuevo plástico o hacer la medida correspondiente.
Si ingresaste datos de acceso de mail, redes sociales u otras cuentas, apresúrate a cambiar las contraseñas y de añadir verificaciones extra.
En caso de que tu mail o una red social esté vulnerada, avísale a tus contactos para que sepan que si les llega un mensaje a tu nombre, no eres tú y evitar propagar malware.
Washington y Londres acordaron una reducción de aranceles y facilidades para la entrada de productos en ambos países. Sin embargo, el gobierno de Trump mantuvo un 10 % de impuestos general.
Estados Unidos y Reino Unido alcanzaron un acuerdo comercial por el cual Washington redujo los aranceles de un número determinado de automóviles de origen británico y permite la importación de un porcentaje de acero y aluminio británico sin aranceles.
El anuncio, hecho este jueves, supone un alivio para las principales industrias británicas frente a algunos de los nuevos aranceles anunciados por el presidente Donald Trump desde su llegada al poder en enero.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos mantiene en vigor un arancel del 10 % sobre la mayoría de los productos procedentes de Reino Unido.
Los analistas dijeron que las nuevas condiciones no parecían alterar significativamente los términos del comercio entre ambos países, tal y como estaban antes de la ofensiva arancelaria de Trump de las semanas previas.
El jueves no se firmó ningún acuerdo formal y ni Washington ni Londres dieron muchos detalles. Los líderes de ambos países, sin embargo, celebraron el nuevo entendimiento.
Desde una fábrica de Jaguar Land Rover en West Midlands, el primer ministro británico, Keir Starmer, describió el acuerdo como una “plataforma fantástica”.
En la Casa Blanca, Trump lo calificó como un “gran acuerdo” y rechazó las críticas que le acusaban de exagerar su importancia.
“Es un acuerdo que hemos llevado al máximo y que vamos a ampliar”, aseveró el mandatario estadounidense. Refirió que este era el primero de muchos acuerdos por venir.
Las dos partes dijeron que Estados Unidos había acordado reducir el impuesto a la importación de automóviles -que Trump había aumentado en un 25 % el mes pasado- al 10 % sobre unos 100 mil automóviles al año.
Esto ayudará a los fabricantes de automóviles de lujo como Jaguar Land Rover y Rolls Royce, pero podría limitar el crecimiento en los próximos años, ya que equivale aproximadamente a lo que Reino Unido exportó el año pasado.
Los aranceles sobre el acero y el aluminio, que Trump también había elevado a principios de este año al 25%, también se han recortado, según la Oficina del Primer Ministro.
Londres también dijo que las dos partes habían acordado un “acceso recíproco” para las exportaciones de carne bovina, con una cuota de 13 mil toneladas métricas para los agricultores británicos.
Estas cifras no fueron confirmadas por la Casa Blanca, que afirmó que esperaba ampliar sus ventas de carne bovina y etanol a Reino Unido, una antigua demanda por parte de Estados Unidos.
Estados Unidos dijo que el acuerdo crearía una “oportunidad” de negocios de US$5.000 millones para las exportaciones, incluidos US$700 millones en etanol y US$250 millones en otros productos agrícolas.
“No se puede subestimar la importancia de este acuerdo”, declaró Brooke Rollins, secretaria de Agricultura estadounidense.
El director general de la acerera UK Steel, Gareth Stace, acogió con satisfacción el acuerdo, afirmando que supondrá un “gran alivio” para el sector siderúrgico. “La serenidad y perseverancia del gobierno británico en las negociaciones con Estados Unidos han dado sus frutos”, declaró.
Otros grupos empresariales expresaron más incertidumbre.
“Es mejor que ayer, pero definitivamente no es mejor que hace cinco semanas”, dijo Duncan Edwards, director ejecutivo de BritishAmerican Business, que representa a empresas de los dos países y apoya el libre comercio.
“Intento estar entusiasmado, pero me cuesta un poco”.
El ministro británico de Comercio, Douglas Alexander, subrayó que el acuerdo “salvaba puestos de trabajo”.
Estados Unidos y Reino Unido llevan discutiendo un acuerdo comercial desde el primer mandato de Trump. Estuvieron cerca de firmar un acuerdo limitado en ese momento.
Pero Estados Unidos lleva tiempo presionando para que se introduzcan cambios que beneficien a sus agricultores y a las cuestiones farmacéuticas, algo que políticamente no había sido viable hasta ahora en Reino Unido.
No está claro hasta qué punto habían avanzado estas cuestiones.
La Asociación Nacional de Ganaderos de Bovinos afirmó que el acuerdo en principio había supuesto una “gran victoria” para los ganaderos estadounidenses, pero la Federación de Exportadores de Carne de Estados Unidos, que realiza un seguimiento de las barreras comerciales para los ganaderos de su país, declaró que aún estaba intentando obtener información sobre los cambios.
Por su parte, Reino Unido afirmó que no se debilitarían las normas alimentarias aplicables a las importaciones.
Aunque los británicos parecen haber asumido algunos compromisos, “el diablo estará en los detalles”, dijo Michael Pearce, economista jefe adjunto de Oxford Economics, que consideró que no modificaba sus previsiones económicas como consecuencia del anuncio.
También se avecinan otras cuestiones.
Trump ha dicho en repetidas ocasiones que quiere gravar las importaciones de productos farmacéuticos, en un intento de garantizar que Estados Unidos tenga una base sólida de fabricación de medicamentos esenciales.
Reino Unido dijo que Estados Unidos había acordado dar a las empresas británicas un “trato preferencial”.
Pero Ewan Townsend, abogado de Arnold & Porter, que trabaja con empresas de atención sanitaria, dijo que la industria ahora “queda a la espera de ver exactamente lo que significará este trato preferencial”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.