Pistache, un husky de la tercera edad con discapacidad visual, luce como si tuviera una sonrisa permanente. Su lengua se asoma mientras lo acarician y él se acerca cariñoso. “Es un perro muy noble”, dicen sus cuidadores. A simple vista no se le ven las cicatrices en el rostro que le dejaron sus agresores.
En abril del 2023, fue atacado con un machete sin provocación alguna y sus maltratadores lo aventaron a una cisterna vacía. Tras recibir atención veterinaria, la recuperación de Pistache fue extremadamente rápida, ya que en seis días las lesiones sanaron.
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Croqueta, una perrita pequeña blanca de pelaje rizado, corre con su cuidador con el apoyo de una silla de ruedas. Su personalidad inicialmente tímida se desenvuelve al ver a uno de sus humanos favoritos cuando comienza a jugar con ella.
En 2019, cuando tenía apenas unos meses, un grupo de adolescentes la golpeó hasta romperle la columna y la arrojaron al terreno baldío donde fue encontrada y rescatada.
Fresa, una perrita pequeña café, sale feliz de su casa a saludar moviendo la cola tras escuchar el llamado de Patricia Ruiz, fundadora de Milagros Caninos.
“Para Fresa, su mayor delito fue tener hambre”, comenta. Fresa marcó historia al recibir la primera cirugía plástica reconstructiva canina a nivel mundial que costó más de 100,000 pesos, mismos que la activista pagó de su bolsillo. En 2012, el animalito fue agredido con un machete al acercarse a una carnicería buscando alimento.
De acuerdo con El maltrato animal y sus sanciones en México, un estudio realizado por el investigador César Giles Navarro del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, se estima que 7 de 10 animales en el país sufren alguna forma de maltrato.
Asimismo, aunque 27 de los 32 estados mexicanos cuentan con leyes específicas de bienestar y protección animal, la tasa de castigo es de alrededor de 0.01%.
Además, México ocupa el primer lugar en América Latina de maltrato animal y el tercer lugar mundialmente, según la organización defensora de animales AnimaNaturalis.
Milagros Caninos es el primer santuario para perros en situación de maltrato o abandono extremo en Latinoamérica.
El refugio es el hogar de 404 perros y más de 100 gatos, quienes todos poseen nombres de alimentos. Aquí, es donde rescataron a Pistache, Croqueta y Fresa. Hoy, viven felices en el santuario y reciben amor, cariño y cuidado del staff que ha ayudado a rehabilitarlos.
“Después de todo lo que han vivido y han logrado sobrevivir son un alimento para el alma”, dice Ruiz.
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Entre frutas, verduras, postres y antojitos mexicanos, se encuentran almas que han sido víctimas de violencia, maltrato extremo e incluso abuso sexual.
La muerte traumática de Clavo el 17 de abril del 2004, un perro salchicha miniatura de sólo cuatro años, quien era el acompañante de Patricia Ruíz y sus hijos, actuó como una chispa que motivó a crear el refugio.
Una semana después del fallecimiento del perrito, la activista se presentó ante el periódico Reforma buscando poner una esquela para Clavo. Devastada, tras recibir la negación de su solicitud, Ruíz luchó a gritos ante la administración del diario, lo cual llevó a que el director de Reforma eventualmente aprobara la esquela bajo “inserción pagada.”
“Las personas que no aman a los animales no me pueden entender, sólo los que verdaderamente aman a los animales entienden el proceso que vivimos con una mascota”, explica Ruíz. Junto con la esquela, la activista decidió publicar su correo electrónico, con la esperanza de que otras personas que hubieran sufrido una experiencia similar o sido testigos de maltrato animal la contactaran.
Quedó sorprendida tras darse cuenta que la mayor parte de los mensajes que recibió eran de parte de hombres a quienes este espacio anónimo les ofrecía una manera de expresarse libremente.
“Cuando rescatamos a un perro aquí en Milagros Caninos, en ese momento no piensas por qué lo quemaron, por qué lo machetearon, por qué lo violaron,” compartió Ruíz. “Lo que está dentro de nosotros es llevar al perrito rápidamente con el veterinario para tratar de salvarlo. Después, ya es cuando empezamos a pensar.”
Con una labor pesada física, mental y emocional, la salud mental de los rescatistas, voluntarios y trabajadores de Milagros Caninos es impactada cada día.
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Por esto, el equipo cuenta con el apoyo profesional de una tanatóloga, quien les ayuda a procesar los sentimientos o síntomas que son producto de atestiguar casos traumáticos y extremos de maltrato.
“Todavía no terminamos de procesar un duelo cuando ya llega el otro, entonces es difícil, pero sí recurrimos [a apoyo profesional]”, contó Ruiz. “Yo no sé si yo ya era valiente o me hice valiente.”
Edgar Villavicencio Meza, un estudiante de ingeniería en sistemas y miembro del equipo de Milagros Caninos, comenzó a laborar en el refugio para ayudar a sustentar sus estudios. Después de dos años de trabajo, Villavicencio le ha agarrado cariño a los perros.
“Pues más que nada es acostumbrarse porque sí te puedes encariñar mucho hacia un perro. Si ese perro de un día para otro llega a morir, sí te da un golpe muy fuerte,” dijo Villavicencio.
El estudiante relató que desde que trabaja en Milagros Caninos ve de manera distinta a los perros en situación de calle o abandono.
“Igual uno llega estresado, enojado o triste y pues los primeros que te reciben con cariño y alegría son los perros. Te llegan a dar la felicidad de trabajar acá”.
“Estoy practicando un poco de fisioterapia con una perrita que se cayó, se dio un mal golpe en la cabeza y quedó paralítica del cuerpo. En mi casa igual investigaba videos para ver qué más ejercicios podían funcionar, y me agradó mucho eso. Hice caminar más o menos a dos perritos”, cuenta Villavicencio con un tono de felicidad.
Siendo una asociación civil, sin fines de lucro, Milagros Caninos funciona a base de donativos.
Por varios años, Ruíz sostuvo la fundación con recursos propios. Con el paso del tiempo, el santuario creció y la activista ya no pudo solventar los gastos de manera independiente.
Ante este reto, el refugio creó el programa de padrinos, donde cada canino es asignado a una persona o “padrino” quien aporta donativos a su cuidado y bienestar.
“Desafortunadamente vivimos en México, en un país donde está permitido todo. Hay leyes de protección animal en las cuales, yo he participado para su creación y la verdad, muchas veces no sirven para nada”, dice Ruiz.
En la Ciudad de México existe la Ley de Protección y Bienestar Animal, que decreta que la sanción penal por maltrato animal es de seis meses a dos años de prisión.
“Si no lo hacen por perros sanos menos lo van a hacer por perros enfermos o perros en situaciones extremas como los que viven aquí. Nosotros del gobierno no hemos recibido un peso, jamás”, explica Paty.
Incluso, mencionó la activista que Milagros Caninos no debería de existir, porque realizan el trabajo que debería realizar el gobierno. Aunque reconoció que ha habido un avance en la protección animal.
El refugio está dividido en varias áreas como:
Zona de perros con discapacidad producto del maltrato.
Antes de ser rescatado en Zacatecas, Pay de Limón fue utilizado por los miembros de un cártel de droga que practicaron en el perrito técnicas de tortura que eventualmente usarían en seres humanos. Hoy, Pay no sólo representa la cara de Milagros Caninos, sino también es gran acompañante de Ruiz.
Cuando los rescatados llegan en mal estado, son llevados directamente a la clínica, donde Osvaldo Vital, director veterinario de Milagros Caninos, los atiende. Después de cumplir un periodo de cuarentena inician su rehabilitación.
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Milagros Caninos también ofrece apoyo para perros que habitan fuera del refugio por medio de campañas de esterilización gratuita y concientización de vacunación.
Aparte de su labor de rescate y rehabilitación, el santuario también cuenta con una serie de programas sociales.
Por ejemplo, “Ladrando con esperanza” consiste en llevar a cachorros a prisiones donde los reclusos ayudan a entrenar a los perros con el propósito de que después sean adoptados por personas con discapacidad. En esta campaña, todos los involucrados se ven beneficiados respectivamente.
Un segundo programa que ofrece Milagros Caninos consiste en tener perros que son donadores de sangre, quienes han llegado en situaciones extremas y actualmente se encuentran totalmente rehabilitados y listos para ayudar a otros caninos en estado delicado en veterinarias locales.
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La fundación también proporciona un tercer programa que provee terapia para personas con Alzheimer, como la mamá de Ruiz, quien tiene a Milagros, su perrita acompañante.
Aparte de ser fundadora de esta asociación civil, Ruiz es conferencista, escritora y activista. Como parte de su misión de crear conciencia sobre el maltrato animal extremo y defender el derecho animal, Paty da una conferencia llamada “¿Quién es el animal?” diseñada para empresas y universidades.
Asimismo, Ruíz da talleres a niños de nivel preescolar y primaria.
Los casos recientes de maltrato animal en la CDMX, como el de Scooby o Benito, han causado enojo y frustración en la población.
En la actualidad, las redes sociales juegan un rol esencial en la visibilidad del maltrato animal extremo. Esto ha creado una plataforma accesible para que ciudadanos puedan fácilmente compartir este tipo de casos y hacer llamados de atención hacia las autoridades y la sociedad mexicana en general.
“Yo no creo que [los casos] sean menos o más, sino que son ahora del dominio público porque todo se publica”, dice Ruiz.
La fundadora explica que por lo general, los perros del santuario no son puestos en adopción debido a la complejidad de sus cuidados. Los habitantes viven en el refugio desde que son rescatados hasta que “cruzan el puente de arcoíris”.
En honor a este concepto, Milagros Caninos cuenta con una pequeña capilla de San Roque, conocido como el patrono de los perros y enfermos. Aquí, los perros que fallecen son honrados y pueden entrar en su eterno descanso.
Cualquier persona puede aportar al trabajo de Milagros Caninos de varias formas.
“Acudiendo a campañas de esterilización o haciendo campañas de esterilización, y enseñándole a sus hijos que el maltrato animal está mal”, explica Ruiz.
Quien quiera aportar directamente a Milagros Caninos se puede convertir en padrino y proporcionar donativos en efectivo o en especie.
La fundadora hace énfasis en que cualquier apoyo es valioso, ya que el santuario se sostiene con una red colectiva que combina distintas ayudas.
“Sólo los que amamos verdaderamente a los perros logramos descifrar el significado de sus ladridos (…) Ojalá que el gobierno hiciera algo por tratar de erradicar el maltrato animal,” expresa Ruiz.
Este texto se produjo como parte de una colaboración con la Escuela Annenberg de Comunicación y Periodismo de la Universidad del Sur de California.
Desde hace seis años, la República Checa invita discretamente a los cerveceros a de distintos países del mundo para enseñarles el arte de fabricar y servir cerveza.
Empezamos a beber a las 10:39. Veinte cerveceros acababan de entrar en un bar: el bar de una cervecería de la República Checa, uno de los países con mayor producción de cerveza del mundo.
Levanté mi jarra de pilsner de color naranja oscuro, con una capa de espuma de tres dedos de ancho coronando la superficie, y brindé con Liam Taheny, un cervecero artesanal de Australia.
Cuando le pregunté qué le había impresionado más de la cultura cervecera local, no lo dudó. “El conocimiento sobre cerveza y todo lo relacionado con ella aquí es simplemente asombroso”, dice.
“¿Te refieres a cuando hablabas con cerveceros checos?”, pregunté.
“Me refiero a la gente común. Hablan de la cerveza como solo, por ejemplo, un maestro cervecero o un auténtico fanático de la cerveza lo hace en Australia”.
Taheny, maestro cervecero de Brightstar Brewing, es uno de los 20 cerveceros de Australia, Canadá y Estados Unidos invitados recientemente por el Ministerio de Agricultura checo para pasar cinco días disfrutando de la cultura cervecera checa.
Pero no se trata solo de un paseo para degustar cerveza. El itinerario incluye reuniones con macrocerveceros y microcerveceros, productores de lúpulo, baristas y dueños de pubs, todo ello como parte del experimento del gobierno checo de la “diplomacia cervecera”.
La República Checa, y en concreto Bohemia, su región más occidental, es famosa desde hace mucho tiempo por su cerveza. Al fin y al cabo, sus habitantes llevan elaborando esta cerveza espumosa aquí desde al menos el año 993 d. C.
Los checos consumen más cerveza per cápita que cualquier otra nación del mundo (y casi el doble que Austria, la segunda nación más cervecera); y en muchos lugares del país, la cerveza es más barata que el agua embotellada. No es de extrañar que el país se autopromocione como el principal destino turístico cervecero del mundo.
Sin embargo, entre los verdaderos aficionados a la cerveza, la lager checa ha estado durante mucho tiempo relativamente infravalorada, eclipsada por las cervezas belgas, las bávaras y el auge mundial de las IPA.
Esto podría atribuirse al tumultuoso siglo pasado de la región: 41 años tras el Telón de Acero hicieron que las cervezas checas fueran difíciles de encontrar en el extranjero, y en las décadas transcurridas desde el fin del comunismo en 1989, las cerveceras checas tuvieron que privatizarse y modernizarse, y actualizar su tecnología.
Pero las cosas están cambiando, y las lagers, especialmente las de estilo checo, finalmente están empezando a ganar más reconocimiento. Desde 2019, una red de diplomáticos y cerveceros ha estado trabajando discretamente entre bastidores para promover el conocimiento de la cerveza checa e inspirar a los cerveceros extranjeros a elaborar auténtica lager de estilo checo: fresca, con cuerpo y con matices amargos, a menudo con un regusto a mantequilla, y servida con abundante espuma.
,El Ministerio de Agricultura no lleva estadísticas, pero desde que el gobierno empezó a acoger a cerveceros de todo el mundo, las lagers de estilo checo de cerveceros artesanales han ido apareciendo por toda América del Norte.
Se trata de una estrategia que recuerda al Programa Global Tailandés, una suerte de poder blando “comestible” que Tailandia lanzó en 2002 para promocionar los restaurantes y la cocina tailandesa en el extranjero.
Esta iniciativa generó un auge de restaurantes tailandeses en todo el mundo y ayudó a situar a Tailandia en el mapa culinario mundial. Al inicio del programa, había 5.500 restaurantes tailandeses fuera de Tailandia; para octubre de 2023, había casi 17.500, según algunas estimaciones.
La revista The Economist acuñó rápidamente el término “gastrodiplomacia”. Y ahora la República Checa sigue los pasos de Tailandia con su misión, que ya lleva desarrollando seis años, de “diplomacia cervecera”. Al fin y al cabo, se piensa que, a diferencia de la cocina tailandesa, la comida checa no tiene precisamente gran éxito entre los extranjeros. Pero si algo hacen bien los checos es elaborar cerveza.
Tuve la oportunidad de ver el programa en acción cuando me invitaron a unirme a los cerveceros durante varios días. Una noche, nos apiñamos en una pequeña cervecería artesanal y taberna llamada Pioneer Beer, en la ciudad de Žatec, al norte de Bohemia, cuna del codiciado lúpulo Saaz, ingrediente esencial de las lagers de estilo checo desde que Pilsner Urquell creó la primera lager dorada del mundo en 1842.
Los cerveceros se acercaron al maestro cervecero Michal Havrda y comenzaron a acribillarlo a preguntas, usando términos como “decocción” y “floculación”. Unos días después, mantuvieron animadas conversaciones con Vaclav Berka, maestro cervecero ahora retirado, en la ciudad de Pilsner Urquell, y con Adam Brož, actual maestro cervecero de Budvar en České Buděvice, dos de las cervecerías más grandes del país.
También visitaron Lukr, una innovadora empresa de grifos de cerveza en Pilsen, que fabrica grifos de apertura lateral que regulan mejor el flujo de la cerveza, permitiendo que el vertido final tenga esa clásica, cremosa y densa espuma tan característica de la cerveza checa.
“Si la sirves correctamente, con la espuma adecuada, esa aportará un dulzor y una cremosidad que permanecerán en el paladar hasta el fondo del vaso”, explicó Ondřej Rozsypal, maestro de grifos de Lukr y Maestro Bartender del Año 2022.
Cuando Lukr empezó a vender sus grifos de cerveza lager checa especial en 2015, vendían una docena a América del Norte. Ahora venden hasta 2.000 al año en Estados Unidos y Canadá, y la diplomacia cervecera es una de las razones de su creciente popularidad.
Unos días antes, en el popular bar gastronómico Lokál de Praga, conocimos a Lucie Janečková, gerente del Institut Pivo, donde imparte cursos sobre métodos correctos de escanciado de cerveza y ofrece tours especializados en cerveza en Praga. “Me entristece mucho ver a un barman arruinar una cerveza con un mal escanciado”, dice.
“La cultura cervecera checa se basa en el respeto por el proceso de servir la cerveza y estamos intentando enseñarlo a los cerveceros y taberneros extranjeros porque llevamos haciéndolo mucho más tiempo que nadie en el mundo”.
Como reveló la demostración en Lukr, los checos veneran el proceso de elaboración de la cerveza, y esta nueva iniciativa es el último ejemplo de cómo esta nación amante de la cerveza está enseñando al mundo a beber correctamente.
“Hay que ser muy bueno elaborando cerveza para hacer una muy buena cerveza al estilo checo. Y eso es exactamente lo que hacen aquí”, explica Meghan Michels, cervecera de Holy Mountain Brewing Company en Seattle, Washington.
“Llevan siglos haciéndolo. Hay que venir aquí y probar la auténtica cerveza para entender a fondo el sabor de la cerveza lager checa”.
Ryan Moncrieff, propietario y maestro cervecero de Rafter R Brewing Company en Maple Creek, Saskatchewan, Canadá, coincide. “En Canadá tenemos cerveza checa, pero no sabe igual. Nunca es muy fresca”, afirmó. “Desde la perspectiva de un cervecero, la única manera de conocer el verdadero sabor de la cerveza checa es ir al origen. Así, si un checo viene a mi cervecería y dice: ‘Esto sabe a casa’, sabré que he dado en el clavo”.
Lo cierto es que, como muchos productos de consumo, la cerveza checa no se transporta bien. Si bien estos cerveceros se esfuerzan al máximo por replicar la auténtica cerveza checa, esta dura realidad desmiente la gran idea de la globalización: que en el mundo desarrollado podemos conseguir lo que queramos, cuando queramos. Sin embargo, para experimentar la cerveza checa tal como se elabora realmente, hay que ir a la República Checa.
Pero lo que el programa del gobierno checo logrará en última instancia es inspirar una mayor curiosidad entre los bebedores de cerveza sobre cómo es degustar cerveza checa en la República Checa.
Con una cerveza recién servida en la mano, brindé por mi nuevo amigo, Taheny, y él dijo:”¡Por nuestro regreso a la República Checa!”.
Este artículo fue publicado en BBC Travel. Haz clic aquí para leer el artículo en su versión original (en inglés).
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