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Memes y política: cómo este formato para hacernos reír se convirtió en una herramienta ideológica
Memes y política: cómo este formato para hacernos reír se convirtió en una herramienta ideológica
Los memes comenzaron como una forma de expresión y ahora son una de las armas preferidas de los políticos. Ilustración: Andrea Paredes / @driu.paredes y Alex Santibañez / @alexo.1.
12 minutos de lectura

Memes y política: cómo este formato para hacernos reír se convirtió en una herramienta ideológica

“Tú cuando haces un meme y lo subes, esperas que allá afuera encuentre eco en las personas”, Sandra Doroteo, periodista, consultora y memera.
15 de diciembre, 2023
Por: Emme Endoqui
@animalmx 

¿A quién no le gusta un buen meme de Internet? Esta forma de comunicación ha ganado muchísima fuerza en los últimos años y ahora está prácticamente en todas nuestras conversaciones (sí, incluyendo esta nota).

El meme ha evolucionado con el paso del tiempo: inició como simples combinaciones de teclas, pero actualmente su forma de difusión más popular es a través de video en plataformas como TikTok, Instagram, X y más

Pero el formato no es lo único que evolucionó, sino que también cambió la forma en la que los usamos. Ahora no solo sirve para expresarnos, sino que puede contener muchísimos subtextos y connotaciones.

En Animal MX platicamos con expertos creadores e investigadores de memes, así como con las personas que los hacen para difundir ideas políticas, quienes nos explicaron más para comprender más sobre su uso maravilloso para conectar, pero también conocer a fondo su función de difusión y explotación de ideologías políticas

memes
Los memes nos hacen construir comunidades, pero también pueden servir para difundir ideas políticas.

¿Qué es un meme?

Aunque casi todas podemos relacionar la idea del meme con algo que hemos aprendido de forma empírica y cotorra (diríamos aquellas a las que ya nos truenan las rodillas), la descripción 100tífica se la podemos achacar a un biólogo llamado Richard Dawkins, quien usó el término por primera vez en su libro El Gen Egoísta, por ahí de 1976.

En ese texto, Dawkins coloca al meme como una unidad mínima de información cultural que se replica. Es decir, una costumbre, idea o creencia que se preserva en el colectivo. 

Ya en el formato digital, otros estudiosos definieron a los memes como “una pieza de cultura, típicamente una broma, que gana influencia a través de la transmisión online”.

Entonces aquí contemplaremos a los memes, como toda expresión que busque replicarse a través de lo digital, y aunque primordialmente les conocemos como bromas inofensivas, no siempre lo son. 

¿Cómo se construye un meme?

La estructura semántica de los memes está ligada con la ironía y funciona a través de “una cosa es la que se dice y otra cosa es la que se ve. Genera una comunicación para pocos, que puede convertirse en muchos, pero inicia de a pocos… Genera un sentido de comunidad”, explica Álvaro Pajares, profesor de Literatura y autor del libro Memeceno.

La fabricación de memes es una cuestión que parte, como lo señalamos antes, primordialmente del humor, pero como señala el profesor, está íntimamente ligado con la ironía y contextos únicos que apelan a la conexión y creación de comunidad. Así sea virtual. 

“Ves un meme y te ríes. ¿Por qué te ríes? Porque hace referencia a algún contexto o aspecto cultural. Hace referencia a un “algo”, que es compartido”, cuenta Sandra Doroteo, periodista, consultora y memera.

“Cuando tú te pones a hacer memes, estás dándole un cachito de tus vivencias a una audiencia con la que puedo no empatar, pero siempre va a haber alguien que diga: ‘ajá, sí soy’”, agrega.

Checa: Murió Cheems, el perrito que nos hace llorar de la risa con sus memes

El alcance de los memes

La experta menciona que los memes te pueden conectar con “un chorro de desconocidos” de una forma muy personal porque ellos sentirán lo mismo que pasa por tu mente.

Además de ayudarnos a conectar, muchas personas encuentran en los memes formas de afrontar las vivencias del día a día.

Un estudio realizado en Puerto Rico y publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EU, encontró que durante la pandemia de COVID en el 2020, el uso de memes ayudó a las personas a mitigar los efectos del estrés.

Además puso en discusión cómo cuando una cultura enfrenta un problema, los memes pueden convertirse en una forma de reinterpretar la situación. Un ejemplo de esto podrían ser las imágenes cómicas que se difunden por usuarios luego de un sismo en México (levante la mano a quien le haya llegado un bolillo virtual después de que se mueve el suelo).

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Los memes también nos ayudan a afrontar las vivencias del día a día.

Otro estudio, realizado por la Universidad de Pensilvania, encontró que los memes también incrementan el sentimiento de pertenencia, aunque el contexto que rodea a las personas es fundamental para que estos tengan dicho impacto. 

Pero el alcance de los memes no sólo se queda en Internet. Como relata Álvaro Pajares, los memes a veces pueden trascender la virtualidad y tener repercusiones muy reales

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Después de la muerte de Cheems, personas de todo el mundo realizaron tributos en honor al perrito favorito de Internet.

El caso del ‘Ecce Homo’ de Borja…

“El Ecce Homo de Borja, es un caso internacional. A esa iglesia a la que nadie iba por no ser un pueblo turístico, empezaron a ingresar anualmente unos 80 mil euros por visitas luego del meme”, explica el experto.

Este acontecimiento ocurrió en el pueblo español de Borja en el 2012 y que se convirtió en uno de los memes más conocidos de internet.

Todo ocurrió luego de que una mujer llamada Cecilia Giménez intentó -y fracasó rotundamente- restaurar un cuadro del Ecce Homo.

El mal trabajo de Giménez se volvió viral en Internet y a pesar de volverse en blanco de burlas, causó que la obra física se convirtiera de un momento a otro en un atractivo turístico. 

Según BBC, el primer año luego de la restauración, el pueblo fue visitado por alrededor de 40 mil turistas.

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Muchísimas personas querían ver la pésima restauración de la obra que se hizo viral en Internet.

Las “Guerras Meme”

Como no podemos tener cosas bonitas, para hablar de memes es necesario tocar el tema de las “Guerras Meme”, una la lucha ideológica que existe entre la difusión de posturas liberales y conservadoras a través de estas unidades de cultura. 

“Es una serie de luchas y peleas que son mucho más complejas y tienen que ver con dinámicas de derecha y de izquierda; tiene que ver con fuerzas conservadoras y progresistas”, menciona Álvaro. 

Para él, esta lucha fue propiciada por personajes que habían encontrado una especie de “refugio” digital  y que, al popularizarse el Internet, “pelearon” con memes las ideas progresistas. 

“Con la llegada de las redes sociales, la comunicación empezó a fluir a otro ritmo y esto generó una serie de tensiones que tienen que ver con resistencia por parte de unas comunidades a perder su lugar”, señala Álvaro. 

Los memes y Trump

Álvaro menciona que comunidades muy masculinas aprendieron a ver en diferentes foros de Internet a las mujeres, minorías étnicas, colectivos LGBT+ y extranjeros, como enemigos o “invasores” de su espacio. Esto creó un caldo de cultivo que explotó con la campaña de Trump y su posterior llegada a la presidencia. 

Este fenómeno se convirtió en una entrada al uso de memes políticos para difundir ideas partidistas y el impacto de esto en el mundo físico.

Basta con recordar el caso de alt-right, el movimiento blanco pro nacionalista que se originó en foros de la página 4chan (un sitio web donde es posible que los usuarios publiquen de forma anónima) y que se dedicó a defender a Donald Trump durante su campaña en el 2016.

Alt-right fue tomado inicialmente como solo un grupo radical digital, pero a través de ciberacoso y mensajes radicales disfrazados de memes, fue punta de lanza para la campaña de Trump en Internet, el aporte de este grupo se dio primordialmente a través de la difusión de los mensajes del entonces candidato y del ataque a Hillary Clinton en diferentes plataformas.

Aunque ya como presidente de Estados Unidos, Trump se desvinculó del grupo, varios periodistas lograron identificar mensajes antisemitistas publicados originalmente en foros de Alt-right que Trump replicó en sus redes sociales.

Pepe la Rana: de una caricatura graciosa a un símbolo de odio

Alt-right incluso tomó a un personaje popular de memes como su “bandera”: Pepe la Rana.

El también conocido como Pepe the Frog fue apropiado por el grupo virtual para extender mensajes de odio y racistas.

Lee más: De meme a símbolo de odio: La *historia de Pepe la rana* será contada en un documental

Incluso el creador original de la rana detrás del meme, Matt Furie, expresó su preocupación y “mató” al personaje en las tiras cómicas debido a la vinculación con el supremacismo blanco y los discursos de odio. 

Como Furie expresó en una entrevista con la National Public Radio (NPR), “no hay mucho que pudiera hacer con unos adolescentes publicando anónimamente en línea”.

Pero como lo explica el documental Feels good, man (donde se retrata la historia del meme de Pepe la Rana), cuando el personaje ganó popularidad, los fans originales intentaron empujar a los normies (personas no pertenecientes a su grupo y que recibían este apodo) con versiones más extremas de “Pepe”: Pepes racistas, Pepes homofóbicos, Pepes antisemitistas, y el personaje creado por Matt Furie terminó como símbolo de odio en la lista de la Liga Anti Difamación.

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Pepe la rana se convirtió en un símbolo de odio.

La guerra ideológica, replicada en México

Estas guerras ideológicas también son replicadas en México por actores políticos que buscan difundir sus mensajes y conectar a través de este formato tan popular. 

“Hoy por hoy y de cara al 2024, el meme es un arma política; es un arma política y además es un arma ideológica”, menciona Jesús Caudillo, consultor de estrategia y comunicación digital y organizador del festival FIMEME

A través de memes, los políticos buscan desacreditar o afectar a sus adversarios políticos.

“Yo creo que cada uno de los equipos de los partidos han ido entendiendo en su momento la necesidad de incluir en su batería de comunicación al meme”, agrega Sandra Doroteo.

“Parecíamos usuarios expresando una opinión”

Fernando y Antonio, expertos en mercadeo político y comunicólogos, quienes en el entorno digital difundieron con memes las actividades de su cliente y atacaron (también con memes) a sus adversarios políticos,

Fernando fue director creativo de una agencia dedicada al marketing político en el 2016. Su cliente, era un político que buscaba no solo difundir sus “logros”, sino también aprovechar las tendencias y acontecimientos para afectar a través de memes a sus adversarios políticos. 

Pero no solo se expresaban a nivel usuario mediante cuentas falsas, dicha agencia utilizó las redes sociales para crear noticieros apócrifos y páginas de memes que buscaban conseguir públicos específicos de interés electoral:

Páginas que exacerbaban el machismo dirigidas a hombres, páginas con consejos de conducción que incitaban la crítica a las acciones del gobierno en la CDMX, páginas con temáticas LGBT+ que aprovechaban las acciones inclusivas del candidato para promoción y al mismo tiempo se beneficiaban de las problemáticas de estas poblaciones para atacar a los adversarios políticos y páginas que se hacían pasar por noticieros serios creadas con la única intención de poder realizar contención en situaciones de crisis. A todo esto ellos le llaman y se le conoce como “Campaña B”.

¿A quiénes se dirigían?

Fernando y Antonio relatan que no solo se trataba de atraer al público, sino también de exponerlos a los mensajes políticos de formas discretas. Con humor principalmente, pero también a través de apelar a la indignación y mensajes dirigidos a dividir opiniones; ya fuera con clasismo, racismo, colorismo o xenofobia.

“Quienes generan, publican y distribuyen esto, van a hacer lo necesario para que sus mensajes, su narrativa y su historia se cuente de la mejor manera para que abone a sus objetivos”, explica Jesús Caudillo.

Aunque ellos cuentan que salieron de esta agencia a inicios del 2017, justo antes de las elecciones de Coahuila, el Estado de México, Nayarit y Veracruz, sí vieron que su trabajo continuó durante todo el proceso electoral a través de las páginas y cuentas que habían desarrollado. Esta práctica no se detuvo para el 2018 con las elecciones presidenciales. 

“En 2018 fue una de las campañas más aguerridas en desinformación. Facebook puso un pico rojo en la cantidad de noticias falsas que estaban circulando en México. Fue el uso indiscriminado de Facebook para sabotear una elección”, menciona Sandra Doroteo.

Todos los expertos consultados distinguen 2 formas del uso del meme dentro de la política: una es este golpeteo y uso “no oficial”, como en el caso de Antonio y Fernando, y el otro uso el “oficial”, mismo que los políticos replican de manera consciente y a su favor para, como decíamos al inicio, conectar. 

“Es esa voluntad de querer tener un mayor impacto y ese impacto solo se logra, si de alguna manera te adaptas a los estándares y las tendencias comunicativas que en ese momento están funcionando mejor en la plataforma”, señala Álvaro Pajares.

Sandra Doroteo da ejemplos de memes que se popularizaron durante el proceso electoral del 2018: Bronco el “mochamanos”, la cartera de Ricardo Anaya, las comparaciones físicas de los candidatos con personajes de caricatura

Y aunque estos memes surgieron principalmente en los debates entre los candidatos, sí ayudaron a permear en redes sociales los mensajes transmitidos por los mismos, de manera fácil y rápida. 

“Ahí vemos lo poderoso del meme, porque la gente lo asimila muy rápido”, Sandra Doroteo.

“Mi primera chamba”

Sandra y Jesús enfatizan que la intención de la política tradicional de hablar con memes no está necesariamente actualizada con su uso y no siempre sale bien. Para ejemplificar, recuerdan el reciente caso de Claudia Sheinbaum y Javier Ibarreche

“Sheinbaum en un intento de parecer más accesible con la ‘chaviza loca’ le pide a Javier Ibarreche, -influencer de películas- que le diga qué tal su documental y quedó (🤡)”. 

Así ocurrió: Javier Ibarreche se niega a reaccionar a documental de Claudia Sheinbaum

Para Sandra, la necesidad de los políticos de usar esta forma de comunicación no necesariamente tendrá buenos resultados.

Ella apunta a que veremos errores por parte de los equipos de campaña y que encontraremos constantes choques, pero será un modo de comunicación que no querrán dejar de lado. 

“¿Qué los hace tan atractivos? Que el político que emocione, haga reír y entretenga va a tener posibilidades de éxito”, agrega Jesús.

¿Y las propuestas, apá?

Para todos los expertos consultados, el meme en la política se incrementará en los próximos años

Sandra piensa que en 2024 será inevitable ver una “explosión de memes, noticias falsas y rumores”, mientras que Álvaro Pajares hace un apunte sobre los políticos que hacen del meme su principal forma de comunicación.

“El político meme es una singularidad que emerge y que viene como a generar un relato. En realidad esto no es bueno. El hecho de comunicar la política con memes nos habla muchas veces de una pobreza social,  lingüística o política en un momento concreto de un país”, resalta Álvaro Pajares.

Pero… ¿Qué es un político meme?

“A Samuel no le dio miedo ser un meme, hasta uno de sus spots decía –soy el de los memes-”, explica Sandra.

Los expertos refieren que centrarse en esta forma de comunicación con la intención de conectar, quita visibilidad a otros temas de importancia.

“Tengo cierto temor a que esto nos lleve a la idiotización de la política, es decir, eres político y tú decides sobre el presupuesto, pero ponte a bailar y yo me voy a reír”, explica Jesús Caudillo.

Por otro lado, Sandra cree que para la votación se está dando un “menú infantil”, ya que no se pide un razonamiento como tal, simplemente quieren caer bien, idiotizar la política y hacer de la democracia “una moneda de cambio”.

memes
Uno de los grandes problemas del uso de memes en la política es que le quita visibilidad a otros temas de importancia.

Como cuando tienes memeros por políticos y no sabes ni por quién votar

Ante todo este panorama, ¿qué se hace? Los expertos recomiendan ser mucho más conscientes en el uso que le damos a las plataformas y los contenidos que consumimos. 

“Si pudiéramos decirle algo a las audiencias es: de cara al 2024, cuestiónalo todo. Dudemos de los memes, dudemos de las notas, dudemos de todo y seamos ciudadanos responsables y contrastemos la información de tal manera que lo que encontremos sea lo más acercado a la verdad”, enfatiza Jesús.

Álvaro también recomienda ser muy conscientes con el uso que le damos al celular, como dispositivo y parte de nuestras vidas, especialmente por la cantidad enorme de información a la que nos expone.

Por último, Sandra Doroteo resalta que debemos “centrar la atención en la promesa contra propuesta y estar muy pendientes como audiencia de todo lo que sale de la boca de los candidatos o candidatas”.

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Imagen BBC
“Te damos el apapacho que tanto falta”: la familia de médicos que atiende a migrantes en una clínica particular de CDMX
6 minutos de lectura

En un país con crisis en la salud y con cientos de migrantes a la deriva, clínicas particulares y residenciales dan algo más que un tratamiento médico.

21 de julio, 2025
Por: BBC News Mundo
0

La Unidad Médica Bassuary, al oriente de Ciudad de México, en el inmenso municipio de Nezahualcóyotl, no es una clínica usual: está en una casa residencial, tiene altares en cada rinconcito y en el consultorio de la doctora jefe, Sarahí Hernández, más que diplomas hay fotos: de ella cuando joven, de Pedro Infante, de sus pacientes.

“A mí me gusta ver a la gente a la cara, tocarlos, darles el apapacho que tanto nos hace falta”, dice la doctora, de 58 años. “Me ha llegado gente con el pie podrido, literalmente, oliendo feo, y yo no puedo hacer otra cosa que conmoverme, tratarlos y ayudarles. Porque imagínate tú si los doctores solo atendiéramos a la gente guapa”.

La Bassuary -cuyo nombre es una reunión de las iniciales de su padre, madre y hermano; todos médicos- es, en sus términos, una “clínica particular”. Y familiar.

No está en un edificio construido para ser hospital, pero presta muchos de sus servicios: urgencias, cirugía, consulta.

En México se les suele llamar “clínicas patito”, un término peyorativo que connota informalidad, ilegalidad, mala praxis médica. Pero la Bassuary, así como muchas de estas clínicas particulares, no solo cumplen con la regulación, sino que a veces dan un servicio que los hospitales tradicionales quizá no.

Servicios como el apapacho: palabra náhuatl para el cariño, el consuelo, el abrazo, la palmadita.

Y sobre todo a quienes más lo necesitan: por ejemplo, la población migrante, que por estos días, dice Hernández, “parecen haberse ido, pero ahí están, ya van a volver, porque su situación es muy difícil y acá estamos para ayudarlos”.

Hoy los migrantes son el 10% de los pacientes de Hernández, pero hace unos meses eran más de la mitad.

Nezahualcóyotl
Getty Images
Nezahualcóyotl, mejor conocido como Neza, es una ciudad en sí misma pegada a la capital mexicana. Y es donde llegan muchos de los migrantes.

Tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el flujo migrante en México parece haberse reducido o cambiado de rumbo, con lo que espacios de atención como este, o los albergues, están medio vacíos.

Igual, dice la doctora, “tenemos más de 300 pacientes, porque necesidad es lo que hay y hospitales es lo que casi no hay”, asegura con ironía.

Solución para un sistema colapsado

En prácticamente todos los estados mexicanos es común, sobre todo en las periferias de las ciudades, que la demanda por salud sea parcialmente abastecida por espacios como este.

Algunos son exclusivos para adultos mayores, otros para tratamientos ambulatorios: el portafolio de especialidades y niveles de cobertura es grande.

La Bassuary presta un poco de todo, pero su existencia, admite Hernández, tiene mucho que ver con las falencias del sistema de salud pública.

“Neza tiene solo dos hospitales y muy pocas camas censables; sin nuestro apoyo es imposible dar abasto”, asegura.

El sistema de salud público mexicano está en crisis hace décadas: hay desigualdad en el acceso, desabastecimiento de medicamentos, escándalos de corrupción, entre otros factores.

Clinica Bassuary
BBC
La clínica Bassuary tiene 13 trabajadores entre médicos y enfermeros y dos decenas de especialistas que van cuando tienen citas.

“Solo en pandemia -señala Hernández- yo atendí 14 mil pacientes, por teléfono, por chat, en persona. Un hospital tiene 70 camas, el otro 300. Y quedaron colapsados”.

A la crisis del sector se añade que la población mexicana sufre altas tasas de obesidad, hipertensión, diabetes e infecciones gastrointestinales.

Pero para la población migrante la situación es incluso más difícil, porque vienen de un viaje tortuoso por varios países y se enfrentan a la complejidad bacteriana y alimenticia de México.

“Para casi todos (los migrantes), el primer problema es intestinal. No solo porque acá la comida es irritante y grasosa, sino porque el agua tiene otras bacterias”, señala Hernández.

Pero otros casos son aún más graves. Ella recuerda a una migrante que llegó con fractura de clavícula porque los coyotes la habían lanzado de un puente.

Vanessa Alejo y su hija, migrantes venezolanas en México.
Archivo particular
Vanessa Alejo y su hija, migrantes venezolanas en México.

Una migrante que visitó la clínica es Vanessa Alejo, una venezolana de 29 años que conoció a Sarahí hace unos meses cuando su hija, de 7 años, sufrió una infección.

“Fuimos al hospital y no sirvieron los tratamientos y cada vez que íbamos era muy difícil porque, si bien yo tengo permiso de residencia, piensan que uno está acá de paso y que está indocumentado”, asegura Alejo, que trabaja en una jarcería y en un restaurante.

Entonces le recomendaron a Hernández. “Ella me dio el mismo tratamiento, pero con una gran diferencia, me dio su número de teléfono, entonces yo pude darle cada detalle de su estado, ella nos mandó más exámenes y encontramos que tenía tifoidea”.

Y concluye: “La doctora me levantó a mi hija, si no hubiese sido por ella, esa bacteria me la mata”.

“Vemos cuerpo y alma”

Nezahualcóyotl es un enorme municipio pegado a Ciudad de México en el que viven casi 2 millones de personas. Está construido, de manera informal, sobre lo que fue un lago. Ha sido durante décadas un destino para quienes migran a la zona en busca de un trabajo en la capital.

La clínica Bussary está, hace 15 años, en una casa de dos pisos de fachada verde viche en una calle residencial del municipio.

Al frente, en una casa rosada, hace dos años Sarahí empezó a ver que a la azotea se subían personas con un perfil muy distinto al que se frecuenta por acá: afrodescendientes.

Con el francés que aprendió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se graduó y da clases hace 30 años, Hernández entabló una relación con un grupo de 22 haitianos que iban camino a Estados Unidos huyendo de la violencia y la pobreza que azota a su país.

Sarahí Hernandez
BBC

“Nos volvimos amigos, los niños de la clínica empezaron a jugar con sus niños en la calle, les dábamos comida, no les gustaba el arroz a la mexicana, ni la tortilla, solo los panes y los plátanos”, recuera la doctora.

Con el tiempo se corrió la voz de que acá prestaban, a veces gratis, a veces por el costo habitual de 200 pesos (unos US$10), servicios médicos sin necesidad de ser parte del sistema oficial.

“Empezaron a llegar brasileños, venezolanos, colombianos, cubanos, todos muy afectados y sin dinero porque la ruta migrante es muy dura”, explica Hernández. “En todos lados había abusos y sigue habiendo”.

Fanática de Patch Adams, el doctor estadunidense que revolucionó la medicina con tratamientos entretenidos, Hernández alguna vez quiso ser actriz. Pero, al ver a sus padres ejercer, entendió que la humanidad que le fascinaba del arte se podía traducir en medicina.

“Te puedo quitar un tumor, pero me importa más poderte acompañar en el proceso”, asegura.

A diferencia de la “medicina tradicional”, dice, “nosotros te vemos como iguales, sin soberbia”.

“No solo te quitamos el dolor físico, sino el emocional; no solo vemos el cuerpo, sino también el espíritu, la mente y el alma”.

La sala de cirugía de la clinica Bassuary.
BBC
La sala de cirugía de la clinica Bassuary.
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