Diana Arredondo Lomelín lleva dos años cuidando de los gatitos que viven en situación de abandono en la colonia Guerrero de la alcaldía Cuauhtémoc. Entre ellos, los 40 felinos que habitan en el Museo Panteón de San Fernando.
Este último caso lo ha logrado gracias a la coordinación de un grupo de vecinos y vecinas que protegen a esos animalitos del barrio, denominados Catacumberitos.
Para la comunidad de cuidadores preocupa que bajo la nueva administración del panteón ya se han presentado cuatro decesos de gatitos y nuevas restricciones de ingreso.
El acceso de Diana Arredondo para continuar con la atención a los gatitos, por ahora, ya no es posible pese a las cartas y comunicación que ha enviado a la Dirección General de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Animal MX buscó a Catacumberitos para conocer cuál es la situación que enfrentan actualmente los gatitos en situación de abandono que habitan en el Museo Panteón de San Fernando.
Comencemos por ubicar dónde se encuentra el Museo Panteón de San Fernando. El recinto está en la calle San Fernando No. 17, de la colonia Guerrero, en la alcaldía Cuauhtémoc, muy cerca del Centro Histórico de la Ciudad de México.
En ese espacio habitan 40 felinos de diferentes edades, según el registro que Diana Arredondo realizó a lo largo de dos años. En él contempla la edad, sexo y atención médica que ha brindado a cada gatito.
En la pasada administración, el Líder Coordinador de Proyectos del Museo Panteón San Fernando, José Antonio Cortés Muñoz, , aceptó y apoyó la iniciativa ciudadana de Catacumberitos para dar atención y cuidados a los ejemplares que viven en el lugar.
“Él fue una persona bastante abierta que escuchó y se solidarizó con la causa porque se daba cuenta de que los gatos estaban en muy mal estado de salud y que había que hacer algo para ayudarlos. Eran gatos muy hambrientos, muy flacos y en muy mal estado en general. Aceptó dejarme entrar para realizar estos cuidados dentro del museo”, explicó.
“Por cuidarla me refiero a supervisar que [los gatitos] estuvieran bien, trampear para liberar y procurar que tengan una vida digna en la calle”, comentó Diana Arredondo Lomelín en entrevista con Animal MX.
Diana utiliza el método de captura, esterilización y liberación como una forma humanitaria para controlar la población de gatitos que vive en la calle en situación de abandono.
Pese a que, con el cambio de administración, en un inicio los acuerdos se mantuvieron para que Catacumberitos continuara con el seguimiento y atención a los felinos, esto cambió conforme transcurrieron los meses.
Diana Arredondo señala que los cambios llegaron después. Uno de ellos, y el más importante, fue que limitaron sus visitas semanales.
Generalmente, visitaba el recinto cuatro días a la semana.
La integrante de Catacumberitos explica que el horario que adaptó fue los fines de semana por tratarse de sus días descanso ya que, podía dedicar más tiempo en los gatitos para desparasitación mensual interna y externa. Esto se aplica porque, al ser gatos que viven en la calle son susceptibles a contraer pulgas, tener padecimientos en la piel, diarrea y otras enfermedades que se pueden prevenir.
Pese a los controles que ya había empleado la cuidadora, la nueva coordinación de proyectos del Museo Panteón de San Fernando, de la que es titular Alejandra Correa González, pidió a Diana Arredondo Lomelín que ya no asista los fines de semana sin dar algún motivo sobre esta decisión.
“Simplemente me dicen que ‘ya no se puede’ [y] que solamente puedo entrar dos días a la semana. Entonces, cuando esto sucede, la alimentación de los gatos se ve afectada porque llevaban un año acostumbrados a comer bien”, añadió.
Dentro del Museo Panteón de San Fernando ―relata Diana― una persona la ayudaba con los cuidados que daba a los gatitos. Esto la dejó tranquila, ya que contaría con alguien que hiciera los cuidados de los días sábado y domingo.
“Eventualmente, por razones que desconozco, me dijo que dejaría de participar con los cuidados de los gatitos porque estaba teniendo problemas laborales por eso. Entonces, se detiene la ayuda por dentro y los gatos se quedan a la deriva los días viernes, sábado, domingo y lunes. Cuatro días seguidos”, aclaró.
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Desde Catacumberitos, un grupo de vecinos y vecinas donde predominan las mujeres, se encargan de cuidar y proteger voluntariamente a los felinos que viven en situación de calle y abandono en sus colonias y barrios.
Junto con Diana Arredondo Lomelín, han intentado que el Museo permita de nuevo el acceso para conocer de primera mano la situación actual de los ejemplares.
Animal MX tuvo acceso a una serie de documentos que contempla cartas dirigidas a Alejandra Correa González, titular de Líder Coordinador de Proyectos del Museo Panteón San Fernando, y Livier Jara García, directora general de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México con el objetivo de solicitar de forma respetuosa el ingreso de nuevo al museo.
Desde noviembre de 2023, Arredondo Lomelín ha solicitado al Museo Panteón de San Fernando el volver a ingresar al recinto para atender a los gatitos y supervisar que todo esté bien, en especial cuando hay gatitos que dejan de comer o necesitan ayuda veterinaria de emergencia en virtud del trato digno a los animales de la CDMX.
Pese a estas solicitudes ninguna de las dos áreas adscritas a la Secretaría de Cultura ha permitido que, hasta ahora, se permita el ingreso de la cuidadora que ya tenía dos años realizando estas actividades voluntarias y con recursos económicos propios.
La cuidadora se dedica desde hace 10 años a dar clase de español como lengua extranjera, una actividad profesional de la que terminó especializándose. Además, para asesorarse en este proceso y mantener los cuidados a los gatitos recibe acompañamiento legal del Frente Ciudadano Pro Derecho Animal (FRECDA), una asociación animalista.
Animal MX consultó con fuentes cercanas de la Secretaría de Cultura por qué no permitían el acceso a la ciudadana Diana Arredondo Lomelín y cuál era el estado de salud actual de los gatitos pero sólo enviaron una tarjeta informativa.
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En una tarjeta informativa con fecha del 6 de septiembre señalaron que “en colaboración con la Agencia de Atención Animal de la Ciudad de México (AGATAN), hemos implementado medidas para asegurar el bienestar de la comunidad felina, incluyendo la esterilización de varios gatos en los últimos meses”, se lee en el comunicado.
La misma instancia de Cultura, a través del equipo del Museo Panteón de San Fernando subrayó que aunque la vocación principal del recinto es preservar la memoria de los personajes ilustres que reposan en él, así como su patrimonio histórico y cultural, “(…) estamos comprometidos con el cuidado de todos los seres vivos que forman parte de este entorno”.
Pero esto en la práctica parece se pone en duda. Según la respuesta a las cartas de las que Animal MX tuvo acceso, por una probable negligencia en las medidas de atención y vigilancia aplicadas por esta nueva administración, Félix, un gatito bicolor blanco y negro falleció por falta de alimentación, según el dictamen veterinario externo de la atención médica que recibió de emergencia.
Lo anterior ocurrió, pese a que el equipo del Museo asegura que cuida y vigila a los felinos.
“El equipo del Museo se asegura de que los animales tengan acceso a agua fresca y alimento adecuado, y se ha permitido el acceso a personas voluntarias que se ofrecen a brindarles cuidados adicionales y a promover su adopción”, suscribieron en la tarjeta informativa del pasado 6 de septiembre compartida a este medio.
Destaca, además, que en el comunicado se afirma que “algunas personas han solicitado donativos en nombre del Museo Panteón de San Fernando, presuntamente para el cuidado de los gatos. Queremos aclarar que ni la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México ni el recinto apoyan o avalan estas solicitudes. Pedimos a la ciudadanía que sea cautelosa ante tales peticiones”.
Sin embargo, al preguntarles quiénes son las personas que han pedido los donativos a nombre del museo o pruebas que confirmen esta acción, es hasta el cierre de esta nota que no tuvimos respuesta.
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Diana solo solicita volver a ingresar al museo para atender a los gatitos con el método humanitario que le permitió durante dos años cuidar y controlar la población felina que habita en el recinto.
Cabe recordar que el artículo 13 de la Constitución Política de la Ciudad de México que se refiere a una “Ciudad habitable”, en su inciso B sobre la protección a los animales, señala que la Constitución reconoce a los animales como seres sintientes y, por lo tanto, deben recibir trato digno.
“En la Ciudad de México toda persona tiene un deber ético y obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales; éstos, por su naturaleza son sujetos de consideración moral. Su tutela es de responsabilidad común”, se lee en el documento.
Pero también, la Constitución enfatiza en que “las autoridades de la Ciudad garantizarán la protección, bienestar, así como el trato digno y respetuoso a los animales y fomentarán una cultura de cuidado y tutela responsable. Asimismo, realizarán acciones para la atención de animales en abandono”.
La cifra de personas asesinadas durante el fin de semana podría alcanzar hasta 184, de acuerdo con estimaciones de la ONU.
Algunos recibieron disparos, otros puñaladas o machetazos. Todos eran señalados de brujería.
Al menos 110 personas, en su mayoría de edad avanzada, fueron brutalmente asesinadas por miembros de pandillas en la capital de Haití, Puerto Príncipe, según un grupo de derechos humanos.
La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) dijo que un líder de una pandilla local los había atacado después de que su hijo enfermara y posteriormente muriera.
Según se informa, el líder de la pandilla consultó a un sacerdote vudú que culpó de la misteriosa enfermedad del niño a los ancianos locales que practicaban “brujería”
Naciones Unidas afirmó que el número de personas asesinadas en Haití en lo que va del año a causa de la creciente violencia de las pandillas había alcanzado “una asombrosa cifra de 5,000”.
Aunque todavía se están conociendo los detalles de la masacre, el alto responsable para los derechos humanos de la ONU, Volker Türk, elevó el lunes a 184 el número de personas asesinadas durante el fin de semana “en actos de violencia orquestados por el líder de una poderosa banda”.
Los asesinatos ocurrieron en el barrio Cité Soleil de la capital.
Según los informes, los miembros de la banda secuestraron a decenas de residentes mayores de 60 años de sus casas en la zona de Muelle Jérémie, los acorralaron y luego los mataron a tiros o a puñaladas, con cuchillos y machetes.
Los residentes informaron haber visto cuerpos mutilados quemados en las calles.
La RNDDH estimó que el viernes murieron 60 personas, mientras que el sábado se detuvo y asesinó a otras 50, después de que el hijo del líder de la banda muriera a causa de su enfermedad.
Si bien la RNDDH dijo que todas las víctimas tenían más de 60 años, otro grupo de derechos humanos dijo que también habían sido asesinadas algunas personas más jóvenes que habían tratado de proteger a los ancianos.
Los medios locales informaron que las pandillas habían buscado a personas mayores que se cree que practican el vudú porque al líder de la banda le habían dicho que la enfermedad de su hijo había sido causada por ellos.
Los grupos de derechos humanos dijeron que el hombre que había ordenado los asesinatos era Monel Felix, también conocido como Mikano.
Se sabe que Mikano controla Muelle Jérémie, una zona estratégica en el puerto de la capital.
Según Romain Le Cour Grandmaison, un experto en Haití de la Iniciativa Global contra el Crimen Transnacional (GI-TOC, por sus siglas en inglés), la zona es pequeña pero difícil de penetrar para las fuerzas de seguridad.
Los medios locales dijeron que la banda de Mikano había impedido a los residentes salir de Muelle Jérémie, por lo que la noticia de los asesinatos tardó en difundirse.
El grupo forma parte de la alianza de pandillas Viv Ansanm, que controla gran parte de la capital haitiana.
Haití se ha visto envuelto en una ola de violencia de pandillas desde el asesinato en 2021 del entonces presidente, Jovenel Moïse.
Los datos recopilados por GI-TOC muestran que hubo un descenso en la tasa de asesinatos entre mayo y septiembre de este año, después de que las bandas rivales alcanzaran una tregua incómoda.
Sin embargo, los intentos de las bandas de expandir su territorio más allá de sus bastiones en la capital han dado lugar a incidentes particularmente sangrientos en los últimos dos meses, en los que los residentes comunes son cada vez más los blancos de los ataques, en lugar de los miembros de bandas rivales.
El 3 de octubre, 115 habitantes locales fueron asesinados en la pequeña ciudad de Pont-Sondé, en el departamento de Artibonite.
Al parecer, la banda Gran Grif llevó a cabo esa masacre en represalia por el hecho de que algunos residentes se unieran a un grupo de vigilantes para resistir los intentos de Gran Grif de extorsionar a los lugareños.
Si se confirma la cifra de muertos que ha dado la ONU por los asesinatos de este fin de semana en Cité Soleil, se trataría del incidente más mortífero de lo que va de año.
Dado que las bandas controlan aproximadamente el 85% de Puerto Príncipe y zonas cada vez más extensas del interior, cientos de miles de haitianos se han visto obligados a huir de sus hogares.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, más de 700.000 personas (la mitad de ellas niños) están desplazadas internamente en todo el país.
Los miembros de las bandas suelen recurrir al abuso sexual, incluida la violación en grupo, para sembrar el terror entre la población local.
En un informe publicado hace dos semanas, la investigadora de Human Rights Watch Nathalye Cotrino escribió que “el estado de derecho en Haití está tan quebrado que los miembros de los grupos criminales violan a niñas o mujeres sin temer ninguna consecuencia”.
Los intentos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, dirigida por Kenia, de sofocar la violencia han fracasado hasta ahora.
La fuerza policial internacional llegó a Haití en junio para reforzar a la Policía Nacional Haitiana, pero no cuenta con los fondos necesarios ni con el equipo necesario para enfrentarse a las bandas fuertemente armadas.
Mientras tanto, el Consejo Presidencial de Transición (TPC, por sus siglas en inglés), el organismo creado para organizar las elecciones y restablecer el orden democrático, parece estar en crisis.
El TPC reemplazó al primer ministro interino el mes pasado y parece haber hecho pocos progresos en la organización de las elecciones.
“Reinan sobre una montaña de cenizas”, escribe Romain Le Cour Grandmaison, de GI-TOC, sobre el consejo en su informe.
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