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Jardines polinizadores: una forma de rescatar la flora y fauna dentro de la mancha urbana
Jardines polinizadores: una forma de rescatar la flora y fauna dentro de la mancha urbana
Los jardines polinizadores con plantas nativas de la CDMX tienen grandes beneficios para la mancha urbana. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
11 minutos de lectura

Jardines polinizadores: una forma de rescatar la flora y fauna dentro de la mancha urbana

El desconocimiento sobre las plantas nativas de la Ciudad de México se ha convertido en una de las principales amenazas para abastecer de alimento a los animales polinizadores.
07 de septiembre, 2023
Por: Verónica Santamaría

Desde el balcón de su casa, las plantas de Ilse dan la bienvenida a animalitos que ayudan en el proceso de polinización en la ciudad. Rodeada por una avenida ruidosa, un supermercado enorme, locales de comida y la parada del Trolebús, su azotea es un remanso que alberga un tupido jardín polinizador con plantas nativas de la Ciudad de México

Distribuidas en cuatro macetas, Ilse espera que las semillas de Tecoma, tagete lucida, tagete paluda y dahlia coccinea que sembró, broten de la tierra y al florecer alimenten a abejas, mosquitos, abejorros, escarabajos, mariposas y colibríes que la visitan. Las cuatro son plantas nativas.

Una abeja en una dahlia coccinea, un tipo de planta nativa de la CDMX. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
Una abeja en una dahlia coccinea, un tipo de planta nativa de la CDMX. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

Ilse Ramirez Gil es barista, trabaja en una panadería artesanal y desde hace unos meses es, también, estudiante de huertos, agricultura urbana y de jardines para polinizadores.

Desde muy temprano se levanta y sale a regar su jardín; como a eso de las 11 de la mañana los animales se dan un festín: las plantas que ella cuida los alimenta.

Además de las  abejas, abejorros, moscas y mosquitos, también hormigas, catarinas y lombrices visitan el jardín polinizador diseñado por Ilse. Para ella, el sentimiento de conexión con la naturaleza nació desde pequeña cuando salía con sus papás a dar largas caminatas por el bosque. 

Mientras crecía, Ilse se fijó como meta tener un huerto urbano en casa. El proyecto por fin se concretó: tomó cursos, se informó y comenzó poco a poco a formar su propio espacio.

Ilse Ramírez es barista y estudia sobre agricultura urbana. (Foto: Lizeth Ovando | Intervención: Álex Santibáñez)
Ilse Ramírez es barista y estudia sobre agricultura urbana. (Foto: Lizeth Ovando | Intervención: Álex Santibáñez)

Jardines polinizadores: la apuesta por las plantas nativas de la CDMX

Ilse tomó cursos en Plantalia, un proyecto ciudadano que transforma espacios de la Ciudad de México y los convierte en ecosistemas urbanos. Esta propuesta busca crear más azoteas verdes o jardines verticales en la ciudad.

Erick García es director y fundador de Plantalia y nos explica que inició con  proyectos que intentaban reverdecer la ciudad, pero no lograban tener una vida larga. Estaba el reto, dice, de poner plantas que sobrevivieran a entornos difíciles. En ese momento comenzó a interesarse por las plantas nativas.

La planta nativa es aquella que crece en su ecosistema acorde con la ubicación geográfica al que pertenece y se rige por la temporalidad que va de los días secos o de lluvia. 

Lee: Las azoteas verdes que oxigenan a la Ciudad de México

En la Ciudad de México podemos encontrar este tipo de vegetación predominantemente en  la zona sur, en alcaldías como Xochimilco, Milpa Alta, Coyoacán y Tláhuac.

“La contrapropuesta es que, en lugar de seguir sembrando áreas verdes, es ver nuestro ecosistema. Basarnos en él, estudiarlo, ver cómo crece, qué floración hay y [con] esas mismas ampliar el ecosistema”, añade Erick García en entrevista para Animal Mx.

Erick García es director y fundador de Plantalia. Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
Erick García es director y fundador de Plantalia. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

Pero para lograr eso hay que evitar los “caprichos visuales”, como él los ha bautizado. Estos generan que el proceso de mantener áreas verdes sea “al revés”. Es decir: se introducen plantas que no tienen relación con la fauna endémica de la ciudad

Esto solo genera gastos en energía, económicos y de tiempo dedicados al mantenimiento de un jardín con plantas exóticas o introducidas que sólo fuerzan e invaden la supervivencia de plantas que no son nativas. Algunos ejemplos son el lirio, la lavanda, agapantos, bugambilias, jacarandas, kalanchoe y rosales.

“Por el contrario, las plantas nativas están en su ambiente, donde se han desarrollado siempre, es mejor usar esas plantas. El propósito principal es que nos acerquemos a qué plantas son, cómo crecen y tener esta sinceridad de que no siempre vamos a tener la flor o el espacio floreciendo. Reconocer eso también”, señala.

En la azotea de su casa, con macetas y distintas plantas, Ilse ha trabajado en su propio huerto urbano. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
En la azotea de su casa, con macetas y distintas plantas, Ilse ha trabajado en su propio huerto urbano. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

Un acervo de plantas de la ciudad en la UNAM

Al sur de la ciudad se encuentra el Invernadero del Jardín Botánico de la UNAM que alberga plantas nativas y donde se reproducen algunas para darlas en adopción responsable. 

Dentro del Jardín Botánico de la UNAM se encuentra el Invernadero de propagación de plantas nativas para uso urbano que se construyó hace 26 años, con el objetivo de revegetar el ecosistema urbano con plantas nativas

Mira: Huertos urbanos en la CDMX de los que puedes aprender y consumir

La bióloga Ivonne Olalde es la responsable de este espacio. Cuando realizó su tesis hizo un censo del arbolado que se encuentra dentro de Ciudad Universitaria, su investigación reveló que 70% de las especies eran exóticas

A partir de estos resultados, el proyecto de propagación de plantas nativas inició, principalmente, para la revegetación universitaria. 

Visitamos el Invernadero de propagación de plantas nativas para uso urbano de la UNAM. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
Visitamos el Invernadero de propagación de plantas nativas para uso urbano de la UNAM. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

Como una forma de enfrentar esta problemática, actualmente el invernadero abre sus puertas a cualquier persona y sí, se  pueden adquirir plantas nativas.

Evelyn Muñoz, bióloga y técnico hortícola en el invernadero, nos explicó que las plantas endémicas van desde arbustos, árboles y enredaderas, hasta hierbas, cubresuelos. Muchas pasan desapercibidas o invisibilizadas a la falta de conocimiento en las calles.

Mira: Omar Menchaca, el guardián de los canales de Xochimilco que lucha por proteger los humedales

Entre las plantas nativas más representativas en la Ciudad de México se encuentra el fresno, que actualmente  está muy sobrepoblado en la ciudad, pero “también están la tecoma, los colorines, tenemos retamas, esas en forma arbórea. Arbustos como trompetillas, asclepias o algodoncillos. Tenemos una alta diversidad, lo único que va rotando son el número de poblaciones”, señala Evelyn.

La experta advierte sobre la importancia de tomar en cuenta que la distribución de las plantas nativas predomina en la región sur de la ciudad. Sin embargo, no impide que compartamos otras especies con la zona norte, poniente y oeste, sitios donde la mancha urbana predomina.

“La naturación urbana tiene este reto de que a través de las áreas verdes se llegue a un equilibrio después de todo el cambio que ha tenido la urbanización”, explica.

La Asclepias curassavica también es conocida como algodoncillo y es una de las flores favoritas de insectos de la CDMX que ayudan en la polonización. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
La Asclepias curassavica también es conocida como algodoncillo y es una de las flores favoritas de insectos de la CDMX que ayudan en la polonización. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

Plantas nativas ¡para polinizadores nativos!

En el Diagnóstico. Situación actual de los polinizadores en México, de la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (Encusp) de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural y Medio Ambiente y Recursos Naturales señalan que “el avance de la urbanización ha favorecido la pérdida de hábitat, alimento, sitios de refugio y anidación para la mayoría de los polinizadores”.

Según la Encusp, aunque la urbanización es uno de los factores que acelera la pérdida del hábitat de los polinizadores, existen pocos estudios -tanto en México como en el mundo- para evaluar su efecto en la diversidad de especies de plantas y polinizadores.

Mira: Medicina tradicional mexicana: un legado vivo que se mantiene de generación en generación

A pesar de ello, añade que “la pérdida de polinizadores debido al crecimiento urbano también afecta la reproducción de especies de plantas limitando el intercambio genético y la regeneración natural de la flora nativa”.

Salvia leucantha, conocida como el cordón de jesús. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
Salvia leucantha, conocida como el cordón de Jesús. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

Aunque existe un notable desconocimiento en la población sobre las plantas nativas de la Ciudad de México, Erick García, de Plantalia, enfatiza que “si queremos realmente darle un beneficio y llegar a este equilibrio, debemos ampliar las áreas verdes basándonos en el ecosistema”. 

Para conocer las plantas nativas y su diversidad en la región, recomienda “aprender a observar”. En los talleres de Plantalia él y sus compañeros enseñan a observar las diferencias entre las flores, desde  la forma de la misma flor, su color y sus interacciones con la fauna endémica.

Otra forma para conocer, observar y acercarse a la fauna y flora de la Ciudad de México es desde la plataforma de Naturalista de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

A través de la ciencia ciudadana, cualquier persona y especialistas comparten avistamientos de especies en la región en la que se encuentren. De esta manera se puede determinar si una planta, animal, insecto u hongo está siendo introducido, es decir, si se trata de una especie invasora o exótica. Es un trabajo colectivo que beneficia a los ecosistemas y, por ende, a las personas.

Pasto vs plantas nativas: los altos costes ambientales y económicos (sí, impactan a tu bolsillo también)

En la Ciudad de México existen cuadrillas de mujeres que se encargan de diseñar y crear jardines polinizadores ya sea desde casa o en su colonia. A este programa de la CDMX se le conoce como “Jardines para la Vida, Mujeres Polinizadoras”

Comenzó en 2019 y, hasta ahora, la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) ha capacitado a 779 mujeres para desarrollarse como jardineras, emprendedoras o incluso crear una asociación enfocada en jardines para polinizadores.

Para conocer su trabajo, visitamos el Centro de Cultura Ambiental Acuexcomatl, que se encuentra en el poblado de San Luis Tlaxilatemalco y limita con la comunidad de Tulyehualco. Ambos forman parte de los 14 asentamientos originales de Xochimilco

Acuexcomatl significa “vasija donde brota el agua” en náhuatl, su nombre no es metáfora: en este sitio hay humedales que albergan a plantas acuáticas y patos

En un recorrido por el Acuexcomatl, María del Rosario Campos Berumen, subdirectora de Educación para la sustentabilidad de Sedema, nos mostró dos de los jardines polinizadores que han incorporado. 

En los jardínes del Acuexcomatl las mariposas, abejas y colibríes se posan en los pétalos blancos y rojizos de la Salvia microphylla que al tener tallos largos y flores pequeñas eran idóneas para que estos animalitos polinizadores se acerquen.

Otras especies preferidas para ellos son las flores moradas de la Salvia leucantha que asemejan a la forma de un bastón -de ahí su nombre común- y los pétalos anaranjados de las pequeñas flores de la Asclepias curassavica en forma de algodoncillos.

El Agapanto es una planta de origen africano. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
El Agapanto es una planta de origen africano. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

Estos jardínes albergan, en su mayoría, plantas nativas para polinizadores como Lantana camara, Salvia leucantha, Bidens ferulifolia, Salvia coccinea, Salvia mexicana, Salvia longistyla, Salvia circinata, Asclepia, Bouvardia, Cosmos atrosanguineus, Dahlia coccinea que reciben la visita de mosquitos, mariposas, colibríes, abejas.

También pudimos apreciar dos especies de Kalanchoes, ambas de origen europeo, y una vasta presencia de lavandas que, aunque cumplen con el proceso de polinización lo ideal es que los jardínes tengan plantas nativas. Estas especies han sido parte de donaciones que el jardín recibió.

Campos Berumen explica que en los jardines polinizadores lo que importa es la fauna por encima de la estética porque son espacios que estos animales ubican porque van a tener alimento, refugio y agua. 

“Se elaboran y se diseñan de tal manera que todo el año haya flores”, explica la también encargada del proyecto Jardines para la Vida, Mujeres Polinizadoras de Sedema. “Se requiere que crezcan libres y que floreen para que los polinizadores puedan hacer su parte. Entonces, es un jardín un poco diferente, podría parecer despeinado, pero en realidad así son, y son muy bonitos”.

Por qué las plantas nativas nos pueden salvar

Otro beneficio de incluir plantas nativas en espacios verdes es que no requieren de grandes procesos de mantenimiento, como sí sucede con los jardines diseñados con plantas exóticas. 

“La verdad es que los jardines a los que estamos acostumbrados con pasto y setos requieren de mucho mantenimiento y de mucha agua, eso también requiere de un gasto y podría decir que hasta son contaminadores porque se requieren de herramientas que utilizan gasolinas, aditivos para tener el jardín bonito, como estamos acostumbrados”, explica Campos Berumen.

En ese sentido, Erick García también llama a la necesidad de ampliar la creación de jardines polinizadores con plantas nativas.

“Si empezamos a usar plantas que solo demandan poda, fertilizantes o riego, estamos haciendo algo mal y seguramente estamos afectando más al ambiente, por el contrario, con las plantas nativas no necesitamos gran mantenimiento. No hay demanda constante de agua porque, al final del día es una planta que mantiene esta línea temporal en su desarrollo conforme el ciclo del ambiente cuando la demanda de riego es uno de los principales problemas en este ecosistema urbano: el abastecimiento de agua”, destaca.

Aunque la bugambilia es un arbusto muy conocido en México, su origen es de Brasil, Perú y el norte de Argentina. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
Aunque la bugambilia es un arbusto muy conocido en México, su origen es de Brasil, Perú y el norte de Argentina. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

En el artículo Déficit de polinizadores, consumo de alimentos y consecuencias para la salud humana: Un estudio de modelización, publicado en diciembre de 2022 por la Environmental Health Perspectives de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), se señala que “garantizar la abundancia y diversidad de polinizadores es un enfoque eficaz para abordar los desafíos nutricionales y ambientales que enfrentan los sistemas alimentarios globales”, se lee en el documento.

El documento explica muy bien por qué es necesario cuidar a esos animalitos que llegan a alimentarse de las plantas.

“Los polinizadores son más eficientes en la entrega de polen que el viento o la autopolinización, lo que aumenta la fertilización exitosa y mejora el cuajado de semillas y frutos (transición de óvulo/ovario a fruto/semilla), lo que resulta en mayores rendimientos”, dice el artículo, mismo que destaca que la polinización animal aumenta la producción de tres cuartas partes de las variedades de cultivos agrícolas.

Mira: Bisontes, lobos y perritos: gracias al trabajo científico, las praderas mexicanas de Janos vuelven a la vida

Colibríes en tu azotea o balcón: sí se puede

María del Rosario Carmona Braumen explica que es posible tener un jardín para polinizadores con plantas nativas en la Ciudad de México, ya sea en la azotea, zotehuela o en un balcón.

“Nosotros te decimos cómo. No hay nada más agradable que tener tu balcón con plantas polinizadoras porque va a llegar un colibrí, una mariposa y otros polinizadores que da gusto verlos”, cuenta.

Invernadero del Jardín Botánico de la UNAM. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
Invernadero del Jardín Botánico de la UNAM. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)

Añade que, estratégicamente, se necesita tener más espacios vegetales donde haya más urbanización como lo es la zona centro y norte de la ciudad. 

“Aunque no parezca, tenemos murciélagos, tenemos cacomixtles que se benefician de esa polinización de una planta que es nativa. Es buscar esta congruencia de beneficiar a la fauna con lo que habita en su ecosistema, es ampliar áreas verdes que sean funcionales con esta relación evolutiva que han tenido los organismos”, argumenta. 

Para Ilse, convivir con su jardín y los polinizadores que llegan a visitar las plantas nativas que comienzan a florecer es un momento de respiro y relajación. Cada mañana sube a la azotea con café en mano, revisa el estado de las hojas, la humedad, las riega (en caso de que sea necesario) y las acaricia. 

“Son seres vivos también, te emanan algo, además de sus colores o sus formas, sí hay una interacción muy importante en tu estado de ánimo”, concluye.

La azotea verde de Ilse. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
La azotea verde de Ilse. (Foto: Lizeth Ovando | Animal Político, Animal MX | @nosoychambelans)
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Matemáticas al rescate: la fórmula para envolver cualquier regalo sin importar su forma
7 minutos de lectura

Envolver regalos de Navidad con formas irregulares siempre es un dolor de cabeza, pero aquí tienes la fórmula para un envoltorio perfecto.

24 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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Elegiste los regalos con esmero. Tienes tijeras, cinta adhesiva e incluso rollos de papel con motivos navideños listos.

Sin embargo, para la mayoría de quienes no somos expertos en envolver regalos, lo más probable es que el resultado final sea un envoltorio caótico, un revoltijo de papel y cinta adhesiva.

Probablemente por eso envolver regalos de Navidad no suele ser una tarea que muchos disfruten.

Pero este año quizás quieras añadir una regla y una calculadora a tus materiales para envolver regalos. Es hora de aplicar el poder de las matemáticas esta Navidad.

Pensar de forma innovadora

Quizás el artículo más fácil de envolver sean las cajas cúbicas. Pero a muchos nos cuesta cortar la cantidad justa de papel para cubrir incluso esta forma tan sencilla.

A veces nos sobra mucho papel, que terminamos doblando de forma desordenada en los extremos, o nos quedamos cortos y necesitamos improvisar un trozo adicional para cubrirlo por completo.

Sin embargo, existe una fórmula ingeniosa desarrollada por Sara Santos, matemática del King’s College de Londres, que puede ayudar no solo a reducir el desperdicio de papel, sino también a que los patrones coincidan en las uniones.

Primero, hay que medir la altura de la caja y multiplicarla por 1,5. Luego, se mide la diagonal del lado más grande de la caja, de esquina a esquina, y se suman ambas medidas. Esto proporciona las dimensiones del cuadrado de papel de regalo que se debe cortar.

Por ejemplo, si se va a envolver un cubo que mide 4,5 centímetros en diagonal y 3 cm de alto, hay que cortar un cuadrado de papel de 9 cm x 9 cm. Pero aquí viene el truco…

Cuando se coloca el regalo sobre el papel, hay que girarlo para que quede en diagonal en el centro. Luego, se dobla con cuidado las cuatro esquinas del papel hacia el centro, metiendo las solapas de cada esquina de la caja debajo de las más grandes al doblarlas.

Es importante asegurar el papel con solo tres trozos pequeños de cinta adhesiva y, si se usa papel a rayas, incluso es posible que el estampado coincida en las uniones.

Este método a veces también se puede usar para paralelepípedos.

Envoltorio de caja
BBC

“Sin embargo, si el papel es cuadrado, no siempre es cierto que el envoltorio diagonal sea mejor”, afirma Holly Krieger, profesora de matemáticas de la Universidad de Cambridge.

Explica, por ejemplo, que si una caja mide 2 x 4 x 8 cm, con el método diagonal se necesita un cuadrado de papel de 14 x 14 cm, pero es posible envolver el mismo regalo de forma más convencional con un cuadrado de papel de 12 cm.

El truco de la posición diagonal es más útil si se dispone de un trozo de papel cuadrado que no alcanza a cubrir un cubo de la forma tradicional.

Al colocarlo en diagonal, puede que sí se logre cubrir el regalo. De manera similar, los rectángulos de papel que no cubren completamente regalos con forma de paralelepípedo, como una caja de zapatos, se pueden adaptar si se coloca la caja en diagonal.

Solución práctica

Este método a veces también funciona para prismas triangulares.

Se mide la altura del triángulo en el extremo del empaque del prisma, se duplica y se suma la longitud total de la caja para obtener la medida perfecta de papel necesaria para cubrir sus extremos triangulares con tres capas de papel y lograr un acabado impecable.

Para envolver un tubo de caramelos u otro regalo cilíndrico con el mínimo desperdicio de papel, hay que medir el diámetro del extremo circular y multiplicarlo por por Pi (3,14…) para calcular la cantidad de papel necesaria para envolver el regalo.

Luego, se mide la longitud del tubo y suma el diámetro de un círculo para calcular la longitud mínima de papel necesaria.

De esta manera, el papel se unirá exactamente en el centro de cada extremo circular del regalo, requiriendo solo un pequeño trozo de cinta adhesiva para asegurarlo.

Sin embargo, es mejor dejar un poco de papel extra para asegurarse de que la forma quede completamente cubierta y evitar arruinar la sorpresa.

Mujer envuelve regalo
Getty Images
La cantidad de papel que se va a usar dependerá de las medidas del artículo que se quiere envolver.

Volviendo al tema…

Si el regalo es una pelota, ¡mala suerte! Las esferas son, sin duda, la forma más difícil de envolver.

Es imposible cubrir una pelota de manera uniforme con un trozo de papel, no solo porque las propiedades del papel impiden que se doble infinitamente, sino también por el teorema de la bola peluda, explica Sophie Maclean, divulgadora de matemáticas y estudiante de doctorado en el King’s College de Londres.

Este teorema explica que es imposible peinar el pelo de una bola o esfera de forma que quede liso sin crear al menos un remolino o mechón rebelde.

“Si piensas en envolver una pelota con papel de regalo, no podrás conseguir que quede completamente lisa”, dice Maclean. “En algún punto habrá un bulto o un hueco”.

“Personalmente, me gusta ser creativa al envolver regalos, y en este caso lo aprovecharía. Ata un lazo alrededor o retuerce el papel para que parezca un caramelo o un regalo con forma de dulce”.

Si se busca la máxima eficiencia al envolver un balón de fútbol con papel, se puede probar usar un trozo de papel de aluminio con forma triangular.

Un equipo internacional de científicos estudió cómo se envuelven de forma eficiente los bombones Mozartkugel —esferas de mazapán recubiertas de praliné y bañadas en chocolate negro— con un pequeño trozo de papel de aluminio.

Observaron que minimizar el perímetro de la forma reduce el desperdicio, lo que hace que un cuadrado sea más eficiente que un rectángulo de la misma área.

Envoltura de pelota
BBC
Envolver una esfera de forma impecable requiere cortes en forma de pétalos.

Crear formas de pétalos es otra manera de cubrir una esfera de manera eficiente, aunque se necesitaría una cantidad infinita de pétalos para hacerlo con total precisión.

Sin embargo, los investigadores descubrieron que un envoltorio con forma de triángulo equilátero es aún más eficiente. “El ahorro del 0,1% del área podría resultar significativo para los millones de bombones Mozartkugel que se consumen cada año”.

Añadieron que puede haber una posible reducción del 20% en el material necesario para cubrir una forma esférica.

Probablemente todos hemos tenido dificultades para envolver regalos duros e irregulares, como una taza, que es un cilindro abierto con un asa que sobresale.

“No existe una fórmula matemática sólida que describa todas las formas posibles. Esta es una de esas situaciones en las que la experimentación es casi más útil que intentar describirlo rigurosamente de forma matemática”, dice Krieger.

Una solución podría ser combinar un regalo de forma difícil con otro para crear una figura más regular y fácil de envolver.

Cajas de regalos
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La idea es evitar el desperdicio de papel y cinta adhesiva en el proceso de envolver los regalos.

Máxima eficiencia sin escatimar recursos

Envolver dos regalos de tamaño similar juntos es más eficiente que envolverlos por separado, ya que requiere menos papel. Pero envolver dos regalos de formas o tamaños muy diferentes suele requerir más papel, según Krieger.

Se necesita paciencia y mucha prueba y error al agrupar formas. Incluso los matemáticos tienen dificultades.

Algunos “problemas de empaquetamiento”, como encontrar la forma más eficiente de empaquetar cuadrados idénticos dentro de un cuadrado o rectángulo más grande, se conocen como problemas “NP-difíciles”, lo que significa que son extremadamente difíciles o incluso prácticamente imposibles de resolver, aún con las computadoras más potentes.

Es un área de investigación sorprendentemente activa entre los académicos.

Mujer lleva caja de regalos
BBC
Para algunos regalos, puede ser más fácil comprar una caja para guardarlos que lidiar con el rompecabezas matemático.

Ordenar esferas para que ocupen el menor espacio posible es una tarea endiabladamente difícil, así que no es de extrañar que nos cueste envolver una bolsa de pelotas de golf de forma eficiente.

Afortunadamente, los matemáticos se están ocupando del asunto, buscando la mejor manera de hacerlo.

Sin embargo, para aquellos con mentes ordenadas, la mejor solución hasta la fecha parece requerir un método de empaquetado desestructurado y bastante aleatorio, junto con algunos cálculos asombrosos.

Practicar el método de Santos puede ahorrar papel y cinta adhesiva, además de impresionar a tus familiares y amigos, pero a veces incluso los matemáticos se ven tentados a tomar atajos cuando se enfrentan a envolver regalos particularmente complicados, como pelotas.

“Quizás simplemente compre una caja”, bromea Krieger.

Línea gris
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