Hace ocho años Magda entró a trabajar como conductora de Uber y luego Didi. Al inicio era redituable, hacía turnos de siete horas al día y con eso le bastaba para pagar sus necesidades básicas, y un poco más. Sin embargo, las condiciones laborales cambiaron y la inseguridad incrementó.
“Empecé a principios del 2017, este es mi octavo año. Las condiciones en las que estamos trabajando, han ido en decadencia en cuanto a la seguridad y precios que las aplicaciones nos están pagando”, refiere Magda.
A Oscar, también conductor de aplicaciones, le robaron a punta de pistola su camioneta. Pide tarifas justas y mayor seguridad. Relata que ahora tiene que conducir entre 10 y 13 horas para poder saldar sus cuentas.
“Yo vengo a apoyar a los compañeros, porque estamos exigiendo unas tarifas más justas hacia nosotros los choferes que no nos descuenten tanto dinero de impuestos y comisiones”.
Después de la pandemia, relatan, las aplicaciones les comenzaron a cobrar una comisión de hasta el 50 por ciento.
“A ti como usuario te cobran 100 pesos y a nosotros, como conductores, nos reportan, que nada más te van a cobrar 60 pesos y a esos 60 nos descuentan los impuestos y comisiones de la plataforma, entonces nos van quedando ya un promedio como de 50 pesos. Me afectan, porque no es la misma cantidad de dinero que me ingresaba a lo mejor al principio cuando todo eso era su boom”, refiere Oscar.
Además, pide mayor seguridad para los usuarios, exigiendo una correcta identificación y registro en la plataforma. Señala que muchos delitos, como asaltos, robos y secuestros, se deben a que algunas personas se registran con nombres falsos, lo que facilita la comisión de estos actos.
Oscar considera que se percibía más seguridad cuando los pagos se realizaban directamente con tarjeta. No había tanto robo, porque ya estaba el usuario bien registrado.
“Cuando se hace la flexibilidad a pagos en efectivo se empiezan a registrar un montón de cuentas y usuarios que ponen nombres extravagantes. No sabes si puedes llegar y estar con un usuario bien o puedes estar con el ratero”.
Hay un millón de conductores de aplicaciones a nivel nacional. Las plataformas no están reguladas, por lo que organizaciones junto con el gobierno federal presentaron una iniciativa de reforma a la Ley Federal de Trabajo que busca garantizar los derechos de los trabajadores.
Aunado a ello, conductores de diversas plataformas se manifestaron en el Ángel de la Independencia, así como en instalaciones de las empresas transnacionales Uber y Didi, ambas ubicadas en la calle de Hamburgo en la colonia Juárez, en donde entregaron un oficio con el pliego petitorio.
Magda indica que actualmente, debido al clima de inseguridad, no recomendaría a nadie trabajar como conductor de plataformas de aplicación.
“La inseguridad es tremenda. Yo no sé si la gente no ve las noticias, pero nosotros que estamos en grupos de compañeros, que están unidos todos los días nos enteramos de alguien que desapareció”.
Cuenta que hace 8 años, que ella empezó, no había grupos ni redes ni esa comunicación constante entre compañeros cuidándose, “pero ahora si tú dices voy a ir, por ejemplo a Naucalpan, al Molinito, los compañeros te dicen es una zona roja”.
En relación a las comisiones que cobran las plataformas, Magda señala que nunca han sido transparentes con las cuentas, y eso da pauta a que abusen.
“En cuanto a los precios creo que es ya muy injusto lo que las plataformas se están quedando por ejemplo, en un viaje de 200 pesos, que a ti te cobraron con tarifa dinámica y todo lo demás a mí me dan aproximadamente 80 pesos y de esos 80 pesos. Yo voy a asumir el IVA que le tengo que pagar a las plataformas y el ISR”.
Para muchos conductores trabajar en estas plataformas es su única fuente de ingreso, a pesar de la inseguridad y condiciones, sigue siendo una opción, tal es el caso de Joel González, conductor de plataformas, quien relata que a partir de la pandemia tuvo la necesidad de ingresar a las aplicaciones.
“Yo traigo un historial de más de 7 mil viajes, hay compañeros que llevan mucho más, compañeros que trabajan más de 12 horas. Y para poder tener un ingreso razonable, yo manejo, aproximadamente entre 8 y 10 horas”.
Salvador Rodríguez González, dirigente de la Unión de Trabajadores Plataformas Digitales (Sutram) informa que están construyendo una Alianza Nacional de organizaciones para defender los derechos laborales, incluyendo la ley. Explica que como parte de las demandas dentro del pliego petitorio es que solicitan transparencia en sus ganancias y revisión de las tarifas.
Además, exigen seguro contra riesgos de trabajo, así como solicitar a los usuarios utilizar su nombre real y verificación del 100 por ciento de las cuentas de los usuarios, específicamente, en las zonas más apartadas de las ciudades.
En un comunicado de prensa, las plataformas Uber, Didi, Cabify y Rappi anunciaron que analizan las implicaciones en el modelo de negocio e impacto “sobre todo el ecosistema”: conductores, repartidores, empresarios, restauranteros y usuarios, con la propuesta de reforma, a cuyo borrador tuvieron acceso.
“Es indispensable continuar el diálogo con todas las partes involucradas antes de enviar una iniciativa al Congreso, ya que esto podría poner en riesgo la existencia de estas oportunidades y los beneficios que estas tecnologías brindan a la población en general”, apuntaron en un comunicado conjunto.
Miles de personas siguen su canal de videos, en el que el pequeño de 7 años explica cómo programar.
Fascinados por su inteligencia.
Una empresa rusa de software invitó a un niño de 7 años considerado un prodigio de la programación a unirse a su equipo directivo, tan pronto como tenga la edad suficiente para aceptar un empleo remunerado.
Sergey, de la ciudad rusa de San Petersburgo, se ha ganado un nombre subiendo videos que explican cómo escribir software desde que tenía 5 años.
Gracias a esos audiovisuales, la compañía de seguridad informática Pro32 le envió una oferta de trabajo por escrito para el puesto de director de formación corporativa.
Según la legislación rusa, Sergey no podría aceptar ningún trabajo remunerado hasta que tenga 14 años.
Pero el director ejecutivo de Pro32, Igor Mandik, le dijo al Servicio Mundial de la BBC que había hablado con los padres del menor para encontrar formas de colaborar mientras tanto.
“Su padre, Kirill, se sorprendió y dijo que estaban muy contentos y que esperaban con ilusión [el momento en que] Sergey pudiera unirse a la empresa”, dijo Mandik.
En sus videos, Sergey suele aparecer sonriendo. Sus explicaciones las ofrece mayormente en ruso y a otras veces intenta hablar inglés.
Mientras se dirige a la audiencia, va superando desafíos de programación.
Su canal de YouTube tiene más de 3.500 suscriptores interesados en aprender los lenguajes de programación Python y Unity, o que quieren saber más sobre las redes neuronales, que son la base de muchas herramientas de inteligencia artificial.
Mandik dijo que Sergey no solo mostró notables habilidades como desarrollador, sino también habilidades “igualmente únicas” de enseñanza.
“Para mí, es una especie de Mozart”, sostuvo.
“Estoy absolutamente seguro de que cuando tenga 14 años será un gurú de la enseñanza y un gurú del desarrollo, y es por eso que estamos realmente ansiosos por este momento”, expuso.
No solo los programadores, sino también los vendedores, contadores y otros en Pro32 con sede en Moscú podrían aprender de Sergey, dijo Mandik.
No se han hecho promesas sobre el salario hasta el momento, dado que es probable que la tarifa actual cambie significativamente cuando pueda integrarse a la empresa.
“Tenemos que esperar siete años”, recordó Mandik. “Entonces comenzaremos una conversación sobre su salario”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección del mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en el nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.