Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial del Reciclaje, una fecha instaurada por la UNESCO en 2005 con el propósito de crear conciencia sobre la importancia de tratar los residuos como recursos valiosos y de promover un modelo sustentable basado en las 5 R: Reducir, Reparar, Recuperar, Reutilizar y Reciclar.
En un contexto global marcado por la crisis ambiental y la urgencia de adoptar economías circulares, México se posiciona como un actor destacado en materia de reciclaje, especialmente en el sector de envases de PET. De acuerdo con datos de ECOCE, A.C., asociación civil sin fines de lucro dedicada al fomento de la cultura del reciclaje, nuestro país ha alcanzado una capacidad instalada del 81% para reciclar este tipo de residuos, es decir, 11% más que en 2023.
“Actualmente, México recupera el 64% de las botellas de PET que consume, superando incluso a potencias como Estados Unidos y Canadá”, destaca Montserrat Ramírez, directora de Operaciones PET en ECOCE. Este logro no solo refleja el compromiso de la industria, sino también el esfuerzo conjunto de sociedad civil, universidades y gobiernos.
Además del impacto ambiental, el reciclaje en México representa una importante fuente de empleo. Según ECOCE, más de 70,000 personas trabajan actualmente en labores relacionadas con el acopio, separación, transporte y procesamiento de residuos reciclables. El crecimiento en infraestructura ha permitido procesar más de 800 mil toneladas de PET al año, gracias a la inversión de empresas comprometidas con la sostenibilidad.
ECOCE, fundada en 2002 y recientemente renovada como “ECOCE 2.0”, ha sido clave en esta evolución. La asociación promueve programas educativos, campañas de concientización y proyectos enfocados en otros materiales como los empaques plásticos flexibles, con la intención de extender el modelo de economía circular a más sectores productivos.
Un estudio de la consultora ARCONTE (2024) revela que en México el PET y el plástico en general son percibidos como los materiales que más se reciclan, incluso por encima de otros como el vidrio o el aluminio. Esta percepción, sin embargo, también implica retos: aún persisten hábitos de consumo y disposición inadecuados entre la población, lo que dificulta la eficiencia del sistema de reciclaje.
En este sentido, el Día Mundial del Reciclaje invita a reflexionar sobre las acciones individuales que pueden marcar una diferencia. Separar correctamente los residuos, reducir el consumo de plásticos de un solo uso y reutilizar materiales son prácticas que, además de proteger el medio ambiente, dignifican el trabajo del personal de limpia, como señala ECOCE en su boletín conmemorativo.
El reciclaje no solo reduce la cantidad de residuos enviados a rellenos sanitarios, también disminuye el uso de energía, agua y materias primas en la fabricación de nuevos productos. Esto lo convierte en una herramienta poderosa frente al cambio climático y un camino hacia un modelo económico más sustentable.
En palabras de la organización: “Yo decido, Yo reciclo”. Y es que el reciclaje, más que una tarea aislada, es una responsabilidad y una decisión compartida entre ciudadanos, empresas y gobiernos.
Nota del editor: Esta publicación se realiza con información de ECOCE como parte de las alianzas estratégicas de Grupo Editorial Criterio.
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