Nueve habitantes del municipio de Santa María Mixtequilla, Oaxaca, pertenecientes a la Resistencia Civil Mixtequillense (RCM), fueron detenidos el sábado 27 de enero por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), en un contexto de protesta social en contra de la imposición de uno de los 10 Polos de Desarrollo para el Bienestar (PODEBIs) contemplados para el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), proyecto emblema de la actual administración.
Las detenciones se llevaron a cabo en un operativo conjunto con la Policía Estatal de Oaxaca, la Guardia Nacional, y la Secretaría de la Defensa Nacional. Así lo dieron a conocer miembros de la RCM y las organizaciones no gubernamentales EDUCA y Red TDT en una serie de comunicados.
“Nos fueron a buscar a todos con uso de violencia. Rompieron puertas y ventanas. De hecho en mi taller rompieron la puerta, las ventanas e hicieron destrozos”, dice en entrevista para Animal Político, Fernando Osorio Márquez, vocero de la Resistencia Civil Mixtequillense, sobre las detenciones y cateos que comenzaron a las cuatro de la mañana del sábado.
Además, asegura que desde entonces ha recibido amenazas de muerte a través de llamadas telefónicas. “Dicen que me van a desaparecer si la ley no me agarra. Un amparo no me va a servir de nada”.
Las personas detenidas fueron identificadas como Adelaido López Gallegos, Armando Sánchez Gómez, Orlando de la Cruz Gallegos, Roberto Vázquez Orozco, Alba Pérez Santana, Ana Sánchez Castro, Jorge Ontiveros Álvarez, Ricardo Vargas Ruiz y Albino Palacios Orozco. Los últimos dos, además, son comuneros del núcleo agrario de Santa María Mixtequilla.
Osorio tiene conocimiento de otras dos personas que no lograron detener, como a él, y asegura que el número de órdenes de aprehensión aprobadas por un juez de control de Tehuantepec, en contra de miembros de la RCM, asciende por lo menos a 12.
“Le exigimos a los gobiernos federal y estatal que intercedan y tomen en cuenta al pueblo y que nuestros compañeros sean liberados. No se vale que sigamos con la misma vieja política, que el inocente esté en la cárcel, cuando los delincuentes, los verdaderos rateros y asesinos anden libres”.
Fernando relata que el mismo sábado en el que detuvieron a sus compañeros, el delegado de la Secretaría de Gobernación en Oaxaca, José Carlos Fuentes, los había convocado a una reunión para un tercer diálogo, en el que le aseguraron iba a participar el Comisariado de Bienes Comunales. “No se vale que el propio gobierno federal rompa ese diálogo. Nos hicieron a un lado completamente”.
La Red TDT emitió ayer la Acción Urgente 001/2024 en la que relata que las personas detenidas fueron trasladadas al Juzgado de Control de Tehuantepec para iniciar su proceso penal, en donde se determinó la Prisión Preventiva Oficiosa. Posteriormente fueron trasladados a la ciudad de Oaxaca, “desconociendo hasta el momento el paradero de las personas defensoras”.
En un boletín la FGEO informó que la institución dio cumplimiento a órdenes de cateo emitidas por un Juez. Asimismo, comunicó que el operativo derivó de una carpeta de investigación iniciada por el delito de robo cometido en perjuicio del ayuntamiento municipal de Santa María Mixtequilla, cuyo alcalde es Juan Carlos García Salud.
“De acuerdo con las investigaciones ministeriales, los hechos sucedieron el 5 de enero de 2024, cuando un grupo de personas se presentó en el Palacio Municipal de la comunidad antes citada donde, haciendo uso de violencia, se apoderaron de diversos bienes, por lo que, la parte afectada presentó la denuncia por estos hechos”.
La Resistencia Civil Mixtequillense está conformada por pobladores y comuneros inconformes con el proceso de expropiación de tierras de uso común para la construcción de un Polo de Desarrollo del Corredor Interoceánico.
El 2 de febrero de 2023, el gobierno de México publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto que confirma la expropiación, por causa de utilidad pública, de 502 hectáreas en Santa María Mixtequilla, a favor del CIIT. Contempla una indemnización total de 130 millones 631 mil pesos, incluido el pago por las casi 180 hectáreas de uso parcelado y las 322 hectáreas de uso común. Esto equivale a un promedio de 26 pesos el metro cuadrado.
Sin embargo, miembros de la RCM argumentan que el pago por la tierra de uso común, además de ser muy bajo, “pagaron el metro cuadrado a lo que cuesta un kilo tortilla”, está destinado solamente a los comuneros registrados en el Registro Agrario Nacional (RAN) y no a toda la población, que según el último censo del INEGI asciende a 4,690 habitantes.
“El pueblo exige que el dinero sea repartido equitativamente, o bien que lo decida el pueblo a través de una asamblea comunitaria entre habitantes y comuneros. Que no sean nomás unos cuantos los que decidan qué se va a hacer con todo ese dinero”.
Además argumentan que ni el gobierno federal ni el estatal han informado sobre los daños que pueda provocar la instalación de un parque industrial en la zona, pues sólo informan que generará empleos y que a las empresas nacionales y extranjeras que se instalen tendrán incentivos fiscales, se les dotará energía, conectividad y agua; situación que también les preocupa por la evidente sequía.
Por lo mismo, tiempo después estalló un conflicto entre las y los ciudadanos y comuneros de la Resistencia Civil Mixtequillense por un lado y el Comisariado de Bienes Comunales y la Presidencia Municipal de la misma población, por el otro, que derivó en que el primer grupo tomara la Casa Comunal, sede del comisariado de bienes comunales, por más de 9 meses.
Luego de meses sin solución, el 5 de enero la RCM se movilizó con un bloqueo carretero y la quema de instalaciones de un campamento instalado por una empresa de seguridad privada subcontratada por la Marina para vigilar al polígono expropiado. Ese día se iniciaron las mesas de negociación con el delegado de la Secretaría de Gobernación en Oaxaca, José Carlos Fuentes, que se interrumpieron el sábado pasado con las detenciones.
En conversación con Animal Político, miembros del Comisariado de Bienes Comunales de Mixtequilla aseguraron que la asamblea de comuneros es la máxima autoridad de la comunidad en materia agraria, y fue ésta la que negoció la expropiación y el monto. Además, es la única que puede gestionar la repartición del recurso destinado a los comuneros y particulares afectados.
También aseguraron que ellos aún no tienen el dinero, pues está retenido en el Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal (FIFONAFE). Finalmente, reprueban las acciones del movimiento de la Resistencia Civil Mixtequillense pues aseguran está operando en paralelo al Comisariado y a la Asamblea de Comuneros.
El 8 de enero pasado, el reportero le solicitó una entrevista personalmente a Angelino López Cortés, Delegado de Paz Social para el Istmo de la Secretaría de Gobierno de Oaxaca, quien se encontraba mostrando el polígono de Santa María Mixtequilla a inversionistas interesados en el PODEBI. Sin embargo, rodeado de elementos de la Marina, respondió que no estaba autorizado para otorgar la entrevista.
Este no es el único conflicto derivado de la construcción del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y otros pueblos indígenas de la región. En un pronunciamiento publicado por la Misión Civil de Observación, conformada por 23 organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales, aseguran haber registrado en la región “al menos 46 eventos de agresiones en total, cometidas por instituciones del Estado, empresas o personas que tienen intereses en la construcción del megaproyecto”, desde el 2021 hasta la fecha.
Apenas el 18 de enero, defensores comunitarios y comuneros zapotecas de Unión Hidalgo, Oaxaca, denunciaron la tala de 7 mil árboles para la rehabilitación de las vías del ferrocarril y el incumplimiento de los acuerdos para la reparación de los daños ambientales por parte de la Secretaría de Marina (SEMAR), encargada de las obras del Corredor Interoceánico. Ante ello, bloquearon por un día el campamento de la línea “K”.
Otro ejemplo fue en marzo de 2023, cuando la Marina y la Policía Estatal de Oaxaca desalojaron un plantón en las vías del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, en el tramo Mogoñé Viejo-Vixidu, realizado por ejidatarios y pobladores de San Juan Guichicovi, Oaxaca, e integrantes de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), quienes estaban reclamando sus derechos frente a las afectaciones sociales y medioambientales provocadas por las obras realizadas por el CIIT.
En enero de 2023, David Hernández Salazar, agente municipal de la comunidad de Puente Madera, municipio de San Blas Atempa, fue detenido por elementos de la FGEO, trasladado a la capital de Oaxaca y liberado al día siguiente, luego de fuertes manifestaciones en el Istmo de Tehuantepec.
Sin embargo, él y una docena más de pobladores de San Blas Atempa tienen procesos legales en su contra derivados de su activismo contra la instalación de uno de los Polos de Desarrollo en San Blas Atempa. Luego de un litigio agrario la comunidad logró un amparo en junio de 2023 que detuvo la adquisición del polígono destinado a dicho PODEBI. Este martes, se desahogó la audiencia final del caso de David Hernández en Oaxaca y se le declaró culpable, de acuerdo con la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT).
Es una joya del Renacimiento que para el papado fue una audaz afirmación del estatus espiritual y político del Vaticano, de Roma y de la Iglesia católica.
En un lugar con más de cinco siglos y medio de historia, ubicado en el Estado más pequeño de todos, tienen lugar unas elecciones que intrigan a gran parte del mundo, ya sea por razones religiosas, políticas, sociales o intelectuales.
Pero atañen particularmente a los alrededor de 1.400 millones de fieles católicos, pues se trata de la selección del sucesor de San Pedro, el primer papa ordenado por Jesús.
Según esa tradición, la línea ininterrumpida de sucesores que ha habido desde entonces ha asegurado que los mensajes y enseñanzas que Cristo les dio a los apóstoles se hayan transmitido y permanecido inalterados.
Los cardenales con voz y voto en la trascendental decisión sobre cuál de los príncipes de la Iglesia católica apostólica romana será el sumo pontífice se congregaron por primera vez en la Capilla Sixtina en 1492.
Pero no era la única sede de cónclaves, hasta que en 1878 se convirtió en la permanente.
Desde entonces, durante ese paréntesis en el que se elige a un papa, es en la delgada chimenea que está en su techo y no en sus magníficas obras de arte donde se fijan los ojos del mundo, a la espera de señales de humo, las únicas pistas de lo que está ocurriendo en su interior.
Y es que, a partir del momento en el que se proclama extra omnes, y todos los que no forman parte del cónclave se retiran, los cardenales electores se quedan encerrados entre esas cuatro paredes y con un techo tapándoles el cielo.
Suena claustrofóbico, ¡pero qué paredes y qué techo!
La Capilla Sixtina es una obra de arte que a lo largo de los siglos ha dejado a millones maravillados.
Algunos se quedan sin palabras; otros, como el erudito alemán Goethe, las encuentran:
“Hasta que no hayas visto la Capilla Sixtina, no tendrás una idea adecuada de lo que el hombre es capaz de lograr”.
Y, ¿sabías que…?
Es incongruente que Miguel Ángel creara una obra tan sublime en la bóveda de la Capilla Sixtina contra su voluntad.
Pero así fue.
Siempre se consideró más escultor que pintor.
Cuando el papa Julio II le pidió que se encargara de la capilla, estaba trabajando en la tumba de mármol del pontífice y nunca antes había terminado un fresco completo.
A pesar de que la comisión llegaba de tan alta autoridad, intentó rechazarlo dos veces, pero finalmente capituló.
Una de las pruebas más fehacientes de su reticencia es un soneto que le envió a su amigo Giovanni di Pistoia en 1509, apenas un año después de empezar su obra en el techo Sixtino, tarea que se extendería durante tres años más.
Sus quejas y dolencias ya eran numerosas.
Tenía la glándula tiroides inflamada, decía, la columna vertebral torcida y encorvada, el pecho oprimido y retorcido, los muslos acalambrados constantemente y el trasero dolorido por el esfuerzo.
Por si fuera poco, “¡Mi pincel, encima de mí todo el tiempo, gotea pintura para que mi cara sea un buen piso para los excrementos!“.
No eran lamentos vanos.
Para pintar el techo de 3.300 metros, tenía que estar parado en un andamio precario de 18 metros de altura, con el cuello doblado hacia atrás y el brazo elevado por encima de la cabeza.
Gran parte del tiempo trabajaba en soledad, pues, como demostró el trabajo de restauración en la Capilla Sixtina, sus frescos fueron realizados en gran parte por su mano, a excepción de partes relativamente menores hechas por asistentes.
Le precupaba su estado mental.
“Porque estoy atascado así,
mis pensamientos son estupideces locas, pérfidas:
cualquiera dispara mal por una cerbatana torcida“.
Y le preocupaba también que pintar en esas condiciones afectara la obra, de ahí que declarara, al final del poema:
“Mi pintura está muerta.
Defiéndela por mí, Giovanni, protege mi honor.
No estoy en el lugar correcto, no soy pintor“.
La imagen central del techo de la capilla, que muestra a Dios creando a Adán, con sus dedos casi tocándose, es una de las más impactantes de todo el edificio.
Como le dijo a la BBC la historiadora del Renacimiento Catherine Fletcher, es “una de las pocas pinturas que se ven por todas partes”.
“Junto con la Mona Lisa, es posiblemente la única pintura del arte occidental que alcanza ese nivel icónico”.
La obra no sólo asombró por su gran maestría, sino también por su gran originalidad.
Dios aparece como un superhéroe, arrastrado por el viento, musculoso, con ropajes ceñidos que revelan sus piernas y un manto.
El acto de la creación, realizado con la punta del dedo, también fue invención de Miguel Ángel.
Pero hay algo que, dado cuán hipnóticas son esas dos manos en el centro, puede pasar desapercibido.
De hecho, no fue hasta la década de 1870, tras la primera publicación de fotografías del Techo Sixtino, que se observó una presencia significativa bajo el brazo de Dios.
Está entre figuras envueltas en el manto rojo ovalado del Creador, y es una mujer que dirige a Adán una mirada atenta.
Pero ¿quién puede ser?
La interpretación más ampliamente aceptada es la presentada por primera vez por el crítico de arte inglés Walter Pater (1839-1894), quien afirmó que la persona a quien Dios cobija bajo su brazo es Eva, antes de su creación.
Las otras 11 figuras, añadió, representan simbólicamente las almas de la progenie por nacer de Adán y Eva: la humanidad entera.
El creador, señaló Pater, “viene con las formas de las cosas que serán, la mujer y su progenie, en el pliegue de su manto”.
“Ella parece muy consciente de lo que sucede”, le dijo a la BBC Matthias Wivel de la Galería Nacional en Londres.
“Dios le está dando a Adán un alma, le está dando libre albedrío, y eso es lo que Eva personifica”, agregó.
Más recientemente se ha planteado que la mujer que ocupa ese lugar de honor junto a Dios es la Virgen María.
Esta teoría surgió a raíz del niño pintado junto a la figura femenina, sobre quien se posan suavemente los dedos de Dios; se debate si podría ser el niño Jesús, quien espera pacientemente junto a su padre.
Cuando el papa Sixto IV encargó la construcción de la capilla que lleva su nombre, en 1480, Miguel Ángel tenía tan solo 5 años.
Pasarían casi tres décadas antes de que el famoso maestro del Renacimiento escalara el alto andamio y transformara el techo con su pincel.
Pero eso no quiere decir que estuviera en blanco: la bóveda estaba pintada de azul con estrellas doradas.
Era un cielo creado por Piermatteo d’Amelia, uno de los artistas convocados para decorar el sagrado recinto en un período sorprendentemente corto, apenas 11 meses, de julio de 1481 a mayo de 1482.
El equipo estaba conformado por los más grandes pintores de la generación anterior, entre ellos Sandro Botticelli, Pinturicchio, Cosimo Rosselli, Pietro Perugino (maestro del pintor y arquitecto Rafael) y Domenico Ghirlandaio (maestro de Miguel Ángel).
El plan comprendía un ciclo del Antiguo y otro del Nuevo Testamento, con narraciones que comenzaban en el muro del altar, continuaban a lo largo de los largos muros de la capilla y finalizaban en el muro de la entrada.
Encima se pintó una galería de retratos papales, que se completaban debajo con representaciones de cortinas pintadas.
Doce frescos de esos artistas del siglo XV siguen mostrando hermosamente escenas de la vida de Cristo y de Moisés en las paredes de la capilla.
Solían ser 14, pero cuando, en 1533, Clemente VII de Médici le encargó a Miguel Ángel que pintara “El juicio final” en el muro del altar, se perdieron los dos primeros episodios de esas historias, pintados por Perugino, así como el retablo de la Virgen asunta entre los Apóstoles.
“El juicio final” fue pintado 25 años después del techo de la Capilla Sixtina, cuando Miguel Ángel tenía 60 años.
La tarea era abrumadora: visualizar el fin de los tiempos y el comienzo de la eternidad.
Nadie mejor que él para llevarla a cabo.
El fresco refleja magistralmente y sobre un fondo azul el significado textual del apocalipsis.
El término proviene del griego apokálypsis que significa “despojar lo que cubre”, “retirar el velo”, “descubrir”, “develar”, “revelar”.
Así, muchas de las más de 300 figuras que rodean a Cristo, casi todas masculinas, están desnudas.
Cuando Biagio da Cesena, el maestro de ceremonias papal, se quejó de tal indecencia, la respuesta de Miguel Ángel fue inmortalizarlo en el fresco como juez de los condenados y del infierno.
Lo pintó desnudo salvo por una serpiente que le rodea las caderas y le muerde los genitales.
Sin embargo, Biagio no era el único escandalizado, y las críticas no cesaron ni con la muerte del artista.
Cuando el Concilio de Trento prohibió el arte “lascivo”, la obra fue condenada como indecorosa.
En 1564 el papa Pío V le ordenó a Daniele da Volterra, quien había sido aprendiz de Miguel Ángel, que cubriera la desnudez de los personajes pintados por su maestro.
Eso le valió a Daniele el desafortunado apodo de Il Braghettone o “el creador de bragas”.
Cuatro siglos después, cuando se hizo la limpieza de “El juicio final” en las décadas de 1980 y 1990, se presentó el dilema de si conservar o eliminar las adiciones que ocultaban lo que Miguel Ángel dejó a la vista.
La solución fue dejar algunos rastros de la censura como evidencia de la mentalidad dominante del siglo XVI, y recuperar tanto como fuera posible el aspecto original del fresco.
Así, San Pedro, San Bartolomé y Santa Catalina de Alejandría siguen vistiendo las prendas creadas por Il Braghettone.
El Renacimiento italiano y el Imperio inca no suelen asociarse entre sí, pero ambos fueron fenómenos de la misma época.
La ciudadela de Machu Picchu, situada en los Andes en Perú, se completó alrededor de 1450, en el apogeo del poder del imperio, y probablemente estuvo ocupada hasta alrededor de 1530.
A más de 10.500 kilómetros de distancia, mientras los emperadores incas continuaban reinando en su incomparable retiro en la cima de la montaña, los grandes artistas italianos creaban sus frescos en la Capilla Sixtina del Vaticano.
Y Machu Picchu seguía habitado cuando, en 1512, Miguel Ángel le estaba dando los toques finales a su obra maestra en el techo.
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