Personal de protección civil de la alcaldía Miguel Hidalgo hizo una decena de observaciones durante su inspección en el Parque Bicentenario, un día antes del Festival AXE Ceremonia, y estaba obligado a verificar su cumplimiento antes de iniciar el evento e incluso, de acuerdo a reglamentos, durante el espectáculo. Pero no lo hizo.
El sábado pasado, los fotoperiodistas Berenice Giles y Miguel Rojas Hernández murieron al caerles encima una estructura metálica colocada de última hora. Ésta, según el alcalde Mauricio Tabe, no estaba colocada el viernes, durante la supervisión hecha por parte de personal de la alcaldía Miguel Hidalgo y de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México.
Derivado de esa inspección, el personal de protección civil de la alcaldía Miguel Hidalgo hizo una “Minuta de Campo. Revisión de eventos especiales”. En el documento, obtenido por Animal Político, personal de la alcaldía hizo 10 observaciones de protección civil luego de su inspección que comenzó a las 12:50 horas y concluyó a las 16:04 del viernes 4 de abril.
Aunque ninguna de ellas menciona dichas estructuras, el personal a cargo del titular de Protección Civil, Federico Piña Mendieta, debió regresar al lugar para verificar que sus observaciones fueran solventadas por los organizadores antes de iniciar el evento.
Pero, según ha informado el alcalde Tabe en diversas entrevistas, el personal únicamente acudió a verificar un día antes del evento, y dichas estructuras no estaban colocadas. Los organizadores, insistió, las pusieron después de la verificación, apenas horas antes de iniciar el festival el 5 de abril.
Sin embargo, aún cuando sea así, tras las observaciones hechas el viernes 4 de abril, el personal debía acudir cuando cuando el montaje estaba completado para verificar que los organizadores hubiesen resuelto los señalamientos de protección civil. Pero esto no ocurrió.
Incluso, la alcaldía estaba obligada a revisar las medidas de protección civil durante la realización del evento, como lo indica el artículo 59 del reglamento de la Ley Integral de Riesgos y Protección Civil:
“Previo al evento y durante el mismo, la Secretaría o la Alcaldía según corresponda, supervisará, verificará, revisará, evaluará y sancionará el incumplimiento de las medidas de protección civil propias del evento o espectáculo público de afluencia masiva, tradicional o circense establecidos en el Programa Especial registrado por la autoridad competente”.
De ahí que, en caso de incumplimiento, la alcaldía Miguel Hidalgo tenía la facultad hasta de clausurar el evento:
“La Secretaría o la Alcaldía correspondiente podrá suspender o cancelar, parcial o totalmente, tanto las instalaciones temporales como las actividades, de eventos o espectáculos públicos de afluencia masiva, incluidos los tradicionales o circenses, cuando la persona promotora u organizadora incumpla la Ley”.
Así lo confirmó también la titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México, Myriam Urzúa, en una entrevista que concedió a W Radio el martes pasado.
“La alcaldía tiene la facultad para realizar una verificación administrativa, pero también para tener la posibilidad de tener un puesto de mando dentro del sitio y permanentemente hacer una vigilancia del evento”.
Dado que se trata de un evento con asistencia de 45 mil personas, “tiene que haber personal en el antes, durante y después del evento. Siempre, porque eso garantiza que todo se haga de acuerdo al Programa Especial de Protección Civil (que debe entregar la empresa a la alcaldía). Esto no es un simple trámite, tiene el objetivo de que todo va a estar seguro”.
Además, en el artículo XV de los Términos de Referencia para la Elaboración de Programas Especiales de Protección Civil, que regula este tipo de eventos masivos también se establece que “la verificación del Programa Especial de Protección Civil (PEPC) corresponderá a la Secretaría y las Alcaldías conforme a sus atribuciones”, como ocurrió el 4 de abril.
Y “la vigilancia y verificación en sitio de la implementación de las acciones y procedimientos integrados en el PEPC se deberán realizar mediante minuta de campo que implementen la Secretaría y cada Alcaldía, de conformidad al tipo de evento”.
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La minuta de campo fue firmada por los funcionarios, Nancy Paola Patiño Hernandez y Víctor Castillo; mientras que del lado de la coordinación del evento firmaron Juan Manuel Pineda y Marcos Clemente.
En él se advierte que “se hace del conocimiento del promotor las observaciones del evento. En caso de omisión o negligencia será de su total responsabilidad de acuerdo a la Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil y su reglamento, así como los Términos de Referencia para la Elaboración de Programas Especiales de Protección Civil”.
Entre las observaciones estuvo que en el escenario principal debían “confinar plantas generadoras de energía eléctrica puesta a tierra y colocar los extintores a una distancia aproximada de 1.5 metros de las plantas”.
Mientras que referente a la pirotecnia, “extremar precauciones y requerir recorrido de bomberos para su almacenamiento; evitar que se encuentren expuestos al sol. En caso de resguardo deberá contar con resguardo de acuerdo a la norma técnica”.
Incluso, también hace observaciones que dan cuenta que el montaje aún no estaba concluido. En la “zona plus: cuenta con alfombra y telas. Revisar calzas en el escenario y centrarlas al final del montaje”. “Señalar desniveles en escaleras y revisar las calzas al final del montaje”.
En la sección “Mikys: revisar la estructura que soporta la carpa, ya que se observan deformaciones en los elementos que soportan la cubierta. Así mismo, revisar el nivel del piso, ya que existe un desnivel que debe ser calzado”.
El sucesor del papa Francisco será elegido por 135 cardenales que votarán de forma secreta.
Se acerca el momento del “Habemus Papam”.
Este lunes los cardenales reunidos en el Vaticano fijaron para el miércoles 7 de mayo el inicio del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco.
Un total de 135 cardenales votarán de forma secreta al próximo Papa, en una elección que se celebrará en el interior de la Capilla Sixtina, donde estarán completamente aislados del mundo exterior.
Los últimos dos cónclaves duraron dos días, pero algunos creen que este puede llevar más tiempo, ya que muchos de los cardenales proceden de países en desarrollo y no se conocen bien entre sí.
Nombrados en su mayoría por Francisco, los cardenales se distribuyen así: 14 de Norteamérica, 53 de Europa, 23 de Asia, 23 de América Latina, 18 de África y 4 de Oceanía.
Y aunque hay algunos nombres que ya suenan como favoritos, lo cierto, como lo señalan varios expertos, es que como ocurre en cada elección las sorpresas estarán a la orden del día.
Sólo hay una ronda de votaciones la primera tarde del cónclave, pero después los cardenales votarán hasta cuatro veces al día.
Un nuevo Papa requiere una mayoría de dos tercios, lo cual puede hacer que el resultado final se demore.
Cada cardenal deposita su voto en una simple tarjeta que dice en latín: “Elijo como Sumo Pontífice”, a la que añaden el nombre del candidato elegido.
Si el cónclave completa su tercer día sin llegar a una decisión, los cardenales podrán hacer una pausa para un día de oración.
Fuera de la Capilla Sixtina, el mundo estará pendiente del humo que salga de la chimenea.
Si el humo es negro, habrá otra ronda de votaciones. Pero si el humo es blanco, entonces se ha elegido un nuevo Papa.
Tras la salida de la fumata blanca, el nuevo pontífice suele aparecer en el balcón de la Plaza de San Pedro durante la siguiente hora.
Entonces se anuncia la decisión con las palabras “Habemus Papam” (en latín, “tenemos un Papa”) y se presenta al nuevo pontífice con el nombre papal que este haya elegido, que puede ser o no su nombre de pila original.
El sábado, al menos 50 jefes de Estado y figuras de la realeza se unieron a las más de 400.000 personas que asistieron en la Plaza de San Pedro al funeral del papa Francisco, quien falleció el lunes 21 de abril a los 88 años.
Antes de que el cardenal Giovanni Battista Re, de 91 años, pronunciara una homilía sobre el legado del Papa, se escucharon himnos en altavoces gigantes, a veces ahogados por el sonido de los helicópteros que sobrevolaban la plaza.
Tras la ceremonia, una multitud se agolpó en las calles de Roma para ver cómo el féretro del Papa era trasladado en procesión a su última morada, la Basílica de Santa María la Mayor.
Según las autoridades, miles de personas se reunieron en las calles, aplaudiendo y saludando mientras el coche fúnebre -un papamóvil blanco transformado para la ocasión- cruzaba el río Tíber y pasaba junto a algunos de los monumentos más conocidos de Roma: el Coliseo, el Foro y el monumento nacional Altare della Patria (Altar de la Patria) en la Plaza Venecia.
El domingo se difundieron imágenes de la tumba del papa Francisco en la basílica que mostraban una única rosa blanca sobre la piedra que lleva el nombre en latín con el que fue conocido durante su pontificado, bajo un crucifijo iluminado por un único foco.
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