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El Colibrí, un amuleto de amor en peligro de extinción
Una vida examinada: reflexiones bioéticas
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El Programa Universitario de Bioética (UNAM) desarrolla investigaciones interdisciplinarias, docencia y difusión que promuevan la... Continuar Leyendo
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El Colibrí, un amuleto de amor en peligro de extinción

El colibrí es responsable de la polinización de hasta 10,000 especies de plantas en el país, sin embargo cinco especies se encuentran en grave peligro de extinción debido a la destrucción del hábitat y a su comercialización con fines esotéricos.
27 de marzo, 2024
Por: Blanca Rocío Muciño R., Itzel Martínez Castro y Abril Ivanna Álvarez M.

Tristemente, esa lista no tiene fin. A ella se añaden más especies, como el colibrí, muy utilizado para rituales de amor, especialmente en febrero. Si reflexionamos en estos rituales poco entendemos de ellos y mucho podemos analizar de la manera en la que estas prácticas pueden perjudicar al ecosistema y a sus habitantes.

Su relevancia cultural en México se remonta a la época prehispánica, en la que algunos sitios y emperadores aztecas reciben su nombre de estos animales (Huitzilíhuitl, también llamado Pluma de Colibrí), sin mencionar que muchos de los mantos y coronas de los tlatoanis portan con orgullo las plumas iridiscentes de estas avecillas. Para los mexicas, los colibríes guardaban relación con el dios Huitzilopochtli (colibrí azul zurdo) y las almas de los guerreros muertos en batalla y las mujeres que morían durante el parto se convertían en ellos.

Incluso, dentro de la mitología maya se menciona a los colibríes como una creación de los dioses para usarlos como sus mensajeros, de tal manera que transportaban los pensamientos y los deseos del mundo de los vivos al mundo de los muertos; de ahí el mito de que los colibríes traen buenas noticias o buena suerte.

El uso de los colibríes dentro de este misticismo romántico representa uno de los mayores daños hacia su especie, ya que por generaciones se han utilizado para rituales como “amarres”.

Hoy en día, se venden colibríes disecados en múltiples mercados de herbolaria como parte de rituales para conseguir pareja y en algunos estados del sur del país se consume el corazón del colibrí para atraer suerte en el amor; inclusive se han encontrado grandes exportaciones ilegales de estos animales a otros países, en donde se utilizan con el mismo fin.

Pero el colibrí no solamente es muy bello y atractivo visualmente, sino que también es responsable de la polinización de hasta 10,000 especies de plantas en el país, en ello recae su importancia para el ecosistema y la agricultura mexicana; sin embargo, cinco especies se encuentran en grave peligro de extinción debido a la destrucción del hábitat y a su comercialización con fines esotéricos.

Además, la reducción demográfica en las especies de colibríes es un indicador de cambio climático, debido a que una baja en el número de polinizadores menoscaba la riqueza de la flora en varios ecosistemas, y a su vez, los animales dependientes de estas plantas se ven obligados a abandonar su hábitat. Debemos recordar que esta interdependencia entre los colibríes y la biodiversidad es resultado de millones de años de evolución, por lo que acabar con estas avecillas sería menospreciar la historia natural del planeta.

Las autoridades han hecho un esfuerzo por promover la preservación de esta ave por medio de la creación de santuarios y la prohibición de la comercialización del colibrí. La Convención Internacional sobre el Tráfico de Especies Amenazadas (CITES) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de México han proscrito el tráfico de muchas especies de colibríes dentro de la república desde hace más de una década y se ha tipificado como un “delito contra la biodiversidad” dentro del Código Penal Federal.

Las condenas ascienden hasta nueve años de prisión y hasta 4,000 días de multa para los casos de caza y comercialización dentro de áreas protegidas, no obstante, sigue siendo muy común encontrar estas aves en venta dentro de mercados como los mercados de Sonora y de Tulancingo, y las detenciones por la compra-venta del colibrí con fines místicos siguen resonando en las noticias. Recientemente el US Fish and Wildlife Forensic Laboratory documentó que de 2013 al 2021 lograron recuperar 905 cadáveres de colibríes ingresados de forma ilícita a Estados Unidos y provenientes de México.

Este ejemplo y estos datos solo manifiestan cómo el uso y abuso de los animales tiene su origen en el pensamiento antropocéntrico, donde el ser humano adquiere una posición central y única en torno al cual giran y suceden todas las cosas y en el que los intereses del ser humano deben recibir atención por encima de cualquier cosa, este ha sido un pensamiento que ha dañado inmensamente a los demás seres vivos con quienes compartimos el planeta.

Como humanidad hemos construido esta visión, a lo largo de muchos años, pero debemos cambiar. Es importante tener consideración moral con los demás seres vivos, respetar su vida, su integridad y bienestar, y concebirlos como un fin en sí mismos y tratarlos como tales.

En la reflexión valdría la pena preguntarnos por qué mantenemos relaciones que tienden a ser perjudiciales para los demás animales 1 y en la acción debemos llevar a cabo campañas informativas o alzar la voz para respetar la vida de los animales.

Un ejemplo de ello es lo realizado por la doctora María del Coro Arizmendi Arriaga, ornitóloga y directora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, quien ha invitado en múltiples ocasiones a la población general a formar parte activa de la conservación del colibrí mediante la plantación de flores rojas o con colores llamativos (morado, rosa, amarillo) y de hojas péndulas (como el toloache), la creación de “jardines para colibríes” y, por obvias razones, evitando ser partícipe de la cadena de tráfico del ave. Pequeñas acciones como estas benefician a las especies, sus colonias y su desarrollo.

Podríamos empezar por informar a la población y educarla en relación con el bienestar animal, el cuidado y el respeto a otros seres vivos. Se pueden realizar acciones que favorezcan las condiciones de algunas especies animales y dejar atrás nuestros pensamientos económicos, que siempre están en función y en beneficio de los humanos, para respetar a los animales y valorar su vida.

Los rituales y la suerte depositada en los animales debe ser considerada una cosa del pasado. Somos artífices de nuestro destino y nuestras acciones tienen consecuencias; los animales no son culpables, pero tampoco son depositarios de nuestra mala o buena suerte.

* Blanca Rocío Muciño Ramírez es maestra en Diseño y Producción Editorial por la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco, donde obtuvo la Medalla al Mérito Universitario, y licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la unam. Ha actualizado sus conocimientos con cinco diplomados y más de 150 cursos de Bioética, trabajo editorial y comunicación. Actualmente se desempeña como secretaria técnica y responsable de edición y gestión de publicaciones en el Programa Universitario de Bioética (PUB). Itzel Martínez Castro y Abril Ivanna Álvarez Molina son médicas pasantes del Servicio Social por la Facultad de Medicina en el PUB.

 

Las opiniones publicadas en este blog son responsabilidad únicamente de sus autores. No expresan una opinión de consenso de los seminarios ni tampoco una posición institucional del PUB-UNAM. Todo comentario, réplica o crítica es bienvenido.

 

1 Rivero, P, Zooética una mirada filosófica a los animales, México, FCE/UNAM, 2019, p. 187.

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Imagen BBC
El magnate cubano que desafía a Trump con incendiarios mensajes en vallas publicitarias en Miami
9 minutos de lectura

De refugiado a multimillonario, Miguel B. Fernández mantiene una cruzada contra Trump y sus aliados en una de las ciudades más afectadas por las redadas migratorias.

19 de agosto, 2025
Por: BBC News Mundo
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“Aspirante a dictador. En Estados Unidos, no”, reza una valla publicitaria con una fotografía del presidente Donald Trump junto a una de las principales avenidas de Miami.

Otros carteles apuntan al canciller Marco Rubio y tres congresistas republicanos del condado para acusarlos de “traición” y llamarlos “hipócritas” o “títeres”.

Son parte de una campaña del prominente empresario y filántropo de origen cubano Miguel “Mike” B. Fernández.

El multimillonario de 73 años, capitalista declarado que hasta 2016 se adscribía al Partido Republicano, ha decidido enfrentarse públicamente a Trump y a algunos de los políticos más influyentes del estado de Florida, a quienes considera cómplices de la “cruel” política migratoria impulsada desde la Casa Blanca.

Valla de Trump Dictador
MBF
Valla
MBF

BBC Mundo entrevistó a Fernández en su despacho de la sede principal en Coral Gables (Miami) de MBF Healthcare Partners, la firma que fundó y preside.

Preguntado por el motivo de su activismo, el magnate invoca la defensa de quienes, como él en 1964, llegaron a Estados Unidos en busca de un futuro mejor y ahora temen acabar expulsados o encerrados en centros de reclusión como el “Alcatraz de los Caimanes” establecido por Trump al sur de la mayor ciudad de Florida.

“Lo que está pasando en nuestro país no es correcto y cualquier persona normal lo sabe”, sentencia.

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, la administración Trump ha revocado el estatus de más de 530.000 inmigrantes que llegaron legalmente con el llamado parole humanitario, y ha desplegado intensas redadas para localizar y detener a extranjeros en situación irregular.

En Miami, que concentra una de las mayores comunidades foráneas y de América Latina de EE.UU., estas medidas han alimentado el miedo y la polarización.

A su vez, la nueva política migratoria ha generado dilemas y contradicciones en los pujantes sectores conservadores de la ciudad, cuya hasta ahora incondicional lealtad a Trump empieza a mostrar grietas ante el trato a inmigrantes que, en muchos casos, son familiares o allegados.

“Esos que estaban apoyando a Trump ya no hablan tanto como antes”, asegura Fernández, cuyo objetivo declarado es doblegar o reemplazar a los representantes políticos de su comunidad que aprueban o toleran la campaña contra los migrantes dirigida desde la Casa Blanca.

Krome, el centro de máxima seguridad para migrantes de Miami
Getty Images
Krome, el centro de máxima seguridad para migrantes de Miami, ha sobrepasado su capacidad de 600 detenidos en los últimos meses.

De refugiado cubano a magnate de la salud

Nacido en Manzanillo, en el oriente de Cuba, Miguel B. Fernández se describe como “un guajiro cubano” cuya infancia quedó marcada por la presencia militar de los años posteriores a la Revolución de 1959 que llevó a Fidel Castro al poder.

Tras confiscar el pequeño negocio de su padre, relata, el régimen de Castro recogió a su familia con un camión y los expulsó a México.

Allí sobrevivieron seis meses sin visado ni pasaporte con la ayuda de “muchos mexicanos y unas monjitas de un convento” hasta que lograron cruzar a Estados Unidos, experiencia que, asegura, le permite entender “exactamente cómo se siente la gente aquí indocumentada”.

Pasó ocho años en Nueva York, donde estudió en un colegio de jesuitas y asimiló el lema de “vivir para otros”, educación reforzada por sus padres, por entonces “poco ricos en capital, pero mucho en valores”.

El sentimiento de deuda con su país de acogida lo llevó a alistarse voluntariamente como paracaidista en el ejército de Estados Unidos, donde sirvió durante tres años y medio, y combatió en la guerra de Vietnam.

Tras dejar el Ejército, se instaló en Miami, donde inició una pujante carrera empresarial en el sector de la salud.

Fundó y vendió más de 30 compañías antes de crear MBF Healthcare Partners, una firma de inversión privada que integra varios fondos por centenares de millones de dólares.

Apoyó durante años a candidatos republicanos y, en menor medida, a demócratas que consideraba “buenas personas”, llegando a donar más de US$30 millones y a ejercer como copresidente financiero de la campaña de reelección del gobernador Rick Scott en 2014.

Respaldó a figuras como Jeb Bush y, en el pasado, a la congresista María Elvira Salazar.

Su ruptura con el Partido Republicano llegó en 2016, al rechazar la estrategia “del martillo y la crueldad” de Donald Trump, a quien considera un dirigente sin conocimiento histórico ni valores democráticos, lo que lo llevó a registrarse como independiente y redirigir su influencia política hacia causas proinmigrantes.

“Lo que más me preocupa de todo son los amigos que no me hablan y la familia que me llama comunista. Soy lo opuesto de un comunista, soy capitalista, y creo que lo puedo demostrar de muchas maneras”, reivindica Fernández, cuyo patrimonio neto personal supera los US$1.000 millones.

En su defensa del capitalismo insiste, sin embargo, en que la riqueza debe ponerse al servicio de otros.

“El dinero es para ayudar. No sabes la felicidad que yo he sentido ayudando a otras personas. Eso no me hace mejor persona, ni soy un líder, ni soy nadie. Soy un migrante con los pies bien firmes en el piso y me gastaré lo que tenga que gastarme para defender el futuro de mis hijos, mis nietos y del país”, proclama.

Las vallas contra Trump y sus aliados

El pasado abril comenzaron a aparecer en puntos estratégicos de Miami unas vallas publicitarias difíciles de pasar por alto para conductores y viandantes.

Mensajes como “Deportar inmigrantes es cruel”, “Hagan algo” o “Aspirante a dictador” acompañan los rostros de Donald Trump, del secretario de Estado Marco Rubio y de los congresistas cubanoamericanos Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez.

MBF
“Deportar inmigrantes es cruel”, proclama este cartel en el que aparecen, de izquierda a derecha, Marco Rubio, María Elvira Salazar, Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart.

Su autoría se mantuvo en secreto durante meses, hasta que Miguel B. Fernández la reconoció públicamente.

El empresario busca “despertar la conciencia” de los residentes de Miami -en especial aquellos con raíces cubanas- ante lo que califica como una agenda migratoria “cruel” y “deshumanizante” del presidente.

En su entrevista con BBC Mundo, acusó a los representantes republicanos de “no defender a su pueblo, no defender a sus vecinos” y olvidar que “los migrantes somos un plus a este país, no un negativo”, por lo que decidió lanzar la campaña y financiarla con su propio capital hasta que se unieran otros donantes.

“Hoy en día te puedo decir que hay 32 personas, una tercera parte de ellos republicanos, que están apoyando el financiamiento de esas vallas, y esas vallas se van a mantener en pie hasta las elecciones”, asegura, en referencia a los comicios legislativos de noviembre de 2026 en los que los estadounidenses elegirán a sus congresistas y senadores.

Más allá de cuestionar a Trump, el magnate exige responsabilidades a los líderes locales que, según él, han optado por el silencio: “¿Quieren parar las vallas? los invito: solamente digan la verdad”, afirma.

Para reforzar su mensaje, ha llevado su ofensiva a medios nacionales, con anuncios de página completa en diarios como The New York Times y The Wall Street Journal en los que denuncia la “complicidad y cobardía” de los congresistas señalados.

Con el respaldo financiero asegurado hasta los comicios, dice estar decidido a mantener la presión sobre los tres congresistas señalados y tratar de retirarles el apoyo de los votantes pese a que parten como claros favoritos para renovar los escaños en sus respectivas circunscripciones.

“Yo no puedo pelear con Donald Trump en Washington, pero todos vemos lo que hacen los representantes que tenemos localmente, en el sur de la Florida, en Miami. ¿Podemos reemplazarlos?”, se pregunta.

BBC Mundo contactó con las oficinas de prensa de Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez, pero no obtuvo respuesta.

Salazar ha rechazado las acusaciones y promueve la “Ley Dignidad” que, entre otras cosas, permitiría a inmigrantes indocumentados con al menos 5 años de residencia obtener un estatus legal temporal de hasta 7 años, con permisos de trabajo, protección contra la deportación y autorización de viaje.

Díaz-Balart, por su parte, etiquetó como “extrema izquierda” en medios locales a quienes le critican por no oponerse a las medidas migratorias de Trump.

Tensiones y división en Miami

Valla publicitaria que atribuye parte de la responsabilidad del polémico centro de detención
MBF
Esta valla financiada por Miguel B. Fernández atribuye parte de la responsabilidad del polémico centro de detención “Alcatraz de los Caimanes” a dos de los congresistas cubanoestadounidenses de Miami.

Miguel B. Fernández hizo pública en las pasadas semanas una nueva carta abierta dirigida a los tres congresistas cubanoestadounidenses de Florida y al secretario de Estado Marco Rubio.

“Sé lo que significa huir de la tiranía. Como ustedes, llevo esa historia en los huesos y ese dolor en el corazón. Pero, al igual que cada vez más miembros de nuestra comunidad, he observado con consternación cómo los valores en los que alguna vez encontramos refugio ahora están siendo atacados por una amenaza antes impensable: el presidente de Estados Unidos”, recoge un fragmento de la misiva.

En ella les recrimina no haberse opuesto con firmeza a la eliminación del parole humanitario, al fin del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos, a la construcción del “Alcatraz de los caimanes” o a las agresivas redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, conocido como ICE.

“Su silencio ha causado miedo y un daño real a muchos en nuestra comunidad y en sus distritos”, señala, tras alegar que la connivencia de los representantes con la agenda migratoria de Trump “no es neutral ni fruto de la ignorancia; es complicidad y cobardía”.

Las vallas publicitarias de Miguel B. Fernández encendieron un intenso debate en Miami, con reacciones dispares.

Sectores demócratas, republicanos moderados, organizaciones proinmigrantes y numerosos internautas han respaldado al empresario, mientras los seguidores de Trump lo han acusado de alinearse con “la extrema izquierda”.

“La parte cómica es que, antes de que supieran que era un cubanoamericano el que estaba aportando el costo de las vallas con varios, pensaban que eran George Soros y la extrema izquierda. No, caballero, no es la extrema izquierda: somos tus vecinos, tus votantes”, asegura.

Las consecuencias personales para Fernández no han sido menores: pérdida de amistades, distanciamiento de posibles inversores y tensiones familiares.

También asegura haber recibido amenazas directas, como el hallazgo de carne cruda en la entrada de su casa con una nota que aludía a sus perros, o el incidente en que un conductor desconocido lo bloqueó con su vehículo y le exigió de forma agresiva que dejara de opinar sobre política.

Sin embargo, no se ha echado atrás; Recientemente retiró donaciones de US$1 millón a la Florida International University (FIU) y US$10 millones al Miami Dade College por excluir de sus programas de becas a inmigrantes sin papeles.

El filántropo Miguel
Getty Images
El filántropo Miguel “Mike” B. Fernández muestra la ley de matrícula estatal para indocumentados que él ayudó a aprobar, y que ahora ha quedado sin efecto.

“Cuando yo llegué de Cuba nos daban dinero para estudiar a todos los cubanos que queríamos estudiar. Ahora los mandamos para campos de concentración que están fabricando cerca de diferentes estados. Ese no es el país que yo conozco, no es el país del cual me siento orgulloso de ser parte, y seguiré con este proceso expresando mis opiniones”, sentencia.

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