La escena en la llegada del equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) a la comunidad indígena de Kolulu es movimiento y curiosidad. Las personas dejan sus actividades por un momento para observar atentamente, desde la orilla del río, a los profesionales que desembarcan tras su viaje en barco.
Kolulu se encuentra en la Terra Indígena Yanomami, en la región amazónica de Brasil en el estado de Roraima. El territorio yanomami tiene una extensión de más de nueve millones de hectáreas, lo que lo convierte en la mayor área indígena demarcada en el país, casi del mismo tamaño de Portugal.
Desde 2023 la zona se encuentra bajo emergencia sanitaria declarada por el Gobierno Federal de Brasil, debido a las condiciones de salud de la población. MSF está presente en el territorio desde abril del año pasado, cuando empezó a apoyar a las autoridades del Ministerio de Salud específicamente en la región de Auaris en la respuesta a la crisis vinculada, entre otras razones, al impacto ambiental causado por la minería ilegal.
Aquel día en Kolulu, el equipo de MSF llevó a cabo algunas actividades médicas de rutina y prevención de enfermedades comunes en la región, como malaria, diarrea y tungiasis. Los personas -en su mayoría mujeres, niños y bebés- hacían una cola afuera para ser atendidos.
Las irregularidades del suelo desafiaban las profesionales, quienes tuvieron dificultades para mantener alienada la báscula. Fue cuando ellas improvisaron, poniéndola sobre una mesa. Lo que empezó como un pequeño problema se convirtió en un juego para los niños, que se reían mientras se los cargaban para pesarlos.
La acción de MSF en la región de Auris engloba la oferta de salud primaria –como en la actividad llevada cabo en Kolulu- pero está enfocada principalmente en el combate a la malaria.
Según el Ministerio de Salud de Brasil, durante el primer trimestre de 2024, la región de Auaris registró el mayor número de casos de malaria (1622) en todo el territorio Yanomami. La situación es muy desafiante, pero en comparación con el mismo periodo en 2023, cuando 2192 pruebas resultaron positivas, hubo una reducción del 26 % en la detección de la enfermedad.
La principal instalación de salud en Auaris (conocida como “Polo Base” en portugués) brinda asistencia a los casi cinco mil habitantes de las comunidades de las etinas Sanöma e Ye´kwana. La mejoría de la atención en la región de Auaris contribuye a que un gran número de personas tenga acceso a salud, ya que es la zona más densamente poblada del territorio yanomami. Solo en entre enero y julio, alrededor de 6.600 consultas fueron realizadas por equipos de MSF y del órgano salud indígena responsable por la atención en la Terra Indígena Yanomami.
En el marco de esa colaboración con las autoridades de salud, MSF coordinó la reforma y ampliación del local, lo que demandó una inversión de 400 mil euros. El objetivo es que la renovación de la estructura contribuya para el tratamiento de la malaria – y la atención de salud en general – con más calidad en el territorio, así como para reducir el número de remociones hasta Boa Vista, la capital del estado de Roraima.
Al mismo tiempo, para ayudar en la oferta de salud con más calidad y respeto a las culturas locales, MSF actúa con un equipo multidisciplinar, compuesto por aproximadamente 20 profesionales de múltiples áreas, incluyendo médicos, psicólogos, enfermeros, microscopistas, promotores de salud, antropólogos y mediadores interculturales.
El trabajo va más allá de las consultas en el Polo Base. Los equipos realizan visitas a las comunidades indígenas para informar sobre la malaria y hacer pruebas para la detección de la enfermedad. Si el resultado es positivo, el tratamiento es iniciado inmediatamente. “Nuestro objetivo es llegar al mayor número de personas posible, incluso en áreas de difícil acceso”, afirma Caterina Galliziolli, coordinadora médica de MSF, quien también resalta que los profesionales ya han visitado la mayor parte de las comunidades.
La malaria es considerada por las poblaciones locales como un tipo de xawara, enfermedad provocada por personas no indígenas y tratada exclusivamente por médicos convencionales, no por los tradicionales chamanes. “Aunque sea endémica en toda la región amazónica – incluso en el territorio Yanomami -, esta enfermedad puede ser prevenida y tratada con eficacia. Por esta razón, la concientización es fundamental para disminuir los índices de contagio”, explica Gallizolli.
Con ese propósito, nuestros promotores de salud y mediadores interculturales llevan a cabo sesiones informativas con la población durante las visitas. Desafortunadamente, mismo con la labor de esos equipos y de los profesionales médicos, sigue habiendo algunos óbitos por malaria, lo que genera un profundo duelo colectivo en las comunidades.
Esta fue la situación que se encontró equipo de MSF cuando regresó al Polo Base tras la actividad en Kolulu. Una niña de dos años, que había llegado poco antes al centro de salud en estado grave, había fallecido de malaria. La tristeza se apoderó de la población, de los profesionales y cambió la atmósfera que normalmente se llenaba de risas y voces en diferentes idiomas. Era inevitable no pensar que, apenas horas antes, otros niños habían estado jugando durante las actividades médicas en Kolulu. Así como se había vivido la alegría colectivamente, ahora dejaba paso al luto, igualmente colectivo.
“Hemos trabajado con esa perspectiva colectiva, ya sea en actividades en grupo o individuales. Creo que las personas aquí entienden salud como “BEM VIVER”, una noción relacionada la vida en comunidad, a la floresta, a la naturaleza. Todo lo que está vivo es parte de ese colectivo. Si alguien o algo en este contexto va mal, afecta a todos. Por esa razón, valoramos y promovemos esa mirada integral y de apoyo psicosocial, buscando contribuir con el BEM VIVER de las comunidades”, cuenta la psicóloga de MSF, Deborah Gonçalves.
* Médicos Sin Fronteras (MSF) inició sus actividades en Brasil en la década de 1990, trabajando durante una epidemia de colera que impactó comunidades indígenas y ribereñas en la región amazónica. En 1993, la organización llegó a Roraima, en su según proyecto en el país, para responder a un surto de malaria que afectaba comunidades las etnias Yanomami y Macuxi. MSF brindó cuidados de salud a las poblaciones impactadas y entrenó trabajadores de salud, incluyendo microscopistas y agentes indígenas de salud. Desde entonces, la organización ha llevado a cabo múltiples acciones en el país, incluyendo el proyecto de atención a personas migrantes y la respuesta a la pandemia de COVID-19 en más de 15 estados brasileños.
Donald Trump ha intentado distanciarse del polémico proyecto promovido por un grupo de reflexión conservador para reformar el gobierno federal.
Con su victoria en las elecciones de este martes, Donald Trump es el hombre del momento en Estados Unidos.
Su triunfo en la carrera por la Casa Blanca sobre la candidata demócrata Kamala Harris, ha completado un regreso triunfal al poder que lo ha convertido en un héroe para muchos de sus seguidores.
Los focos se centran ahora en el presidente electo y surgen muchas preguntas sobre las decisiones que tomará en su segunda presidencia.
Durante la campaña fue objeto de atención y polémica el llamado Proyecto 2025, una iniciativa de un grupo conservador para reformar el gobierno federal.
Aunque el propio Trump ha intentado distanciarse, los demócratas y otros detractores del presidente electo creen que el Proyecto 2025 es en realidad su plan oculto de gobierno.
La propuesta fue creada por la Fundación Heritage y ha sido vinculada a Trump porque varios de sus antiguos funcionarios contribuyeron al plan.
El planteamiento, de más de 900 páginas, contempla el despido de miles de funcionarios, la ampliación del poder del presidente, el desmantelamiento del Departamento de Educación y otras agencias federales, así como recortes fiscales radicales.
Kamala Harris y los demócratas intentaron movilizar a los votantes contra un plan que, según el presidente Joe Biden, “destruiría Estados Unidos” de llevarse a cabo.
“No tengo ni idea de quién está detrás [del Proyecto 2025]”, escribió Trump en su red social Truth Social. “No estoy de acuerdo con algunas de las cosas que dicen y algunas de las cosas que dicen son absolutamente ridículas“.
Un portavoz de la iniciativa dijo hace meses en redes sociales que el Proyecto 2025 “no habla en nombre de ningún candidato o campaña”.
La Fundación Heritage dio a conocer el proyecto en abril de 2023 y desde entonces ha suscitado la preocupación y las críticas de los sectores que en Estados Unidos se describen como “liberales”.
A principios de julio, el presidente de Heritage, Kevin Roberts, planteó la perspectiva de la violencia política durante una entrevista en un podcast.
“Estamos en el proceso de la segunda revolución estadounidense, que seguirá siendo incruenta si la izquierda lo permite”, dijo Roberts al podcast War Room, fundado por el asesor de Trump Steve Bannon.
En respuesta, la campaña demócrata, entonces todavía encabezada por Biden, acusó a Trump y a sus aliados de “soñar con una revolución violenta para destruir la idea misma de Estados Unidos“.
Es habitual que los centros de estudio de Washington propongan listas de deseos políticos para posibles gobiernos en ciernes.
A principios de julio, Trump aseguró en su plataforma de redes sociales que no sabe “nada sobre el Proyecto 2025”.
“Cualquier cosa que hagan, les deseo suerte, pero no tengo nada que ver con ellos”, afirmó.
Sin embargo, varias personas vinculadas al proyecto trabajaron en el gobierno de Trump o como aliados en su campaña de reelección.
El documento del Proyecto 2025 esboza cuatro objetivos principales: restaurar la familia como pieza central de la vida estadounidense; desmantelar el Estado administrativo; defender la soberanía y las fronteras de la nación; y garantizar los derechos individuales otorgados por Dios para vivir libremente.
Es uno de los varios documentos políticos de una plataforma conocida como Agenda 47, así llamada porque Trump será el 47º presidente de Estados Unidos.
la Fundación Heritage dice que el Proyecto 2025 fue escrito por varios exfuncionarios designados por Trump y refleja los aportes de más de 100 organizaciones conservadoras.
Aquí te presentamos un resumen de varias propuestas clave.
El Proyecto 2025 propone que toda la burocracia federal, incluidas agencias independientes como el Departamento de Justicia, quede bajo control presidencial directo, una controversial idea conocida como “teoría del ejecutivo unitario”.
En la práctica, eso agilizaría la toma de decisiones, lo que permitiría al presidente aplicar de manera directa sus políticas en una serie de ámbitos.
Las propuestas también abogan por eliminar la protección laboral de miles de empleados públicos, que podrían ser sustituidos por cargos políticos.
El documento califica al FBI de “organización hinchada, arrogante y cada vez más al margen de la ley” y aboga por revisiones drásticas de esta y otras agencias federales, incluida la eliminación del Departamento de Educación.
En el documento se propone aumentar la financiación para un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, una de las promesas emblemáticas de Trump en 2016.
Sin embargo, lo más destacado es la consolidación de varias agencias de inmigración estadounidenses y una gran expansión de sus poderes.
Otras propuestas incluyen eliminar categorías de visas para víctimas de delitos y trata de personas, aumentar las tarifas a los inmigrantes y permitir solicitudes por vía rápida para los inmigrantes que pagan una prima.
No todos esos detalles se repiten en la plataforma del Partido Republicano, pero la formación quiere implementar el “mayor programa de deportación en la historia de Estados Unidos”.
Esa idea fue uno de los principales argumentos de Donald Trump ante los votantes.
El documento propone recortar drásticamente el dinero federal para la investigación y la inversión en energías renovables y pide que el próximo presidente “detenga la guerra contra el petróleo y el gas natural”.
Los objetivos de reducción de carbono serían reemplazados por esfuerzos para aumentar la producción y la seguridad energética.
El documento expone dos visiones contrapuestas sobre los aranceles y está dividido sobre si el próximo presidente debería intentar impulsar el libre comercio o levantar barreras a las exportaciones.
Pero los asesores económicos sugieren que un segundo gobierno de Trump debería recortar los impuestos a las corporaciones y sobre la renta, abolir la Reserva Federal e incluso considerar un retorno a la moneda respaldada por oro.
El Proyecto 2025 no exige una prohibición del aborto a escala nacional.
Sin embargo, propone retirar del mercado la pastilla abortiva mifepristona.
El documento propone nuevos esfuerzos de recopilación de datos sobre el aborto y, de manera más general, sugiere que el Departamento de Salud y Servicios Humanos debería “mantener una definición de matrimonio y familia con base bíblica y reforzada por las ciencias sociales”.
Al menos en lo que respecta al aborto, el documento difiere bastante sustancialmente de la plataforma republicana, que sólo menciona la palabra “aborto” una vez.
La plataforma dice que las leyes sobre el aborto deberían dejarse en manos de los estados individuales y que los abortos tardíos (que no definen) deberían prohibirse, una visión a la que Trump se ha aferrado en gran medida.
La plataforma del partido añade que se debe proteger el acceso a la atención prenatal, el control de la natalidad y la fertilización in vitro, y no menciona la limitación de la distribución de mifepristona.
Según las propuestas del Proyecto 2025, se debería prohibir la pornografía y cerrar las empresas de tecnología y telecomunicaciones que facilitan el acceso a dicho contenido.
El documento exige la posibilidad de elección de escuela y el control de los padres sobre los centros educativos y apunta a lo que llama “propaganda despierta”.
Propone eliminar una larga lista de términos de todas las leyes y regulaciones federales, incluidos “orientación sexual”, “diversidad, equidad e inclusión”, “igualdad de género”, “aborto” y “derechos reproductivos”.
Jared Huffman, un congresista demócrata de California, lanzó el grupo de trabajo Stop Project 2025.
Describió el Proyecto 2025 como “un complot distópico que ya está en marcha para desmantelar nuestras instituciones democráticas”.
Huffman dijo que el proyecto “aboliría los controles y equilibrios, socavaría la separación Iglesia-Estado e impondría una agenda de extrema derecha que infringe las libertades básicas y viola la voluntad pública”.
“Necesitamos una estrategia coordinada para salvar a Estados Unidos y detener este golpe antes de que sea demasiado tarde”, dijo Huffman antes del triunfo electoral de Trump.
La Fundación Heritage es uno de los centros de estudios más influyentes que ha elaborado documentos de políticas diseñados para guiar una posible segunda presidencia de Trump.
Desde la década de 1980, ha producido documentos políticos similares como parte de su serie Mandato para el Liderazgo.
El Proyecto 2025, respaldado por un presupuesto de US$22 millones, también establece estrategias para implementar políticas que comenzarán después de la toma de posesión presidencial en enero de 2025.
En sus discursos y en su sitio web, Trump ha respaldado una serie de ideas incluidas en el Proyecto 2025, aunque su campaña ha dicho que él tiene la última palabra sobre la política.
Muchas de las propuestas enfrentarían desafíos legales inmediatos si se implementaran.
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