De las series que vi en el segundo semestre del año, las que menciono a continuación son las que considero como las mejores. En este espacio que publico los sábados en Animal Político aparecieron reseñas de estas. La producción es de Italia, España, Reino Unido y México.
Pablo VI, el papa en la tempestad (Italia, 2008) está dirigida por Fabrizio Costa y el guion es de Francesco Arlanch, Maura Nuccetelli y Gianmario Pagano. Los dos capítulos ofrecen una panorámica de la vida de Giovanni Battista Montini (Concesio, Brescia, Italia, 26 de septiembre de 1897), pero se profundiza a partir de que se ordena sacerdote en 1920, cuando tiene 27 años. En el inicio se establece que nace en el seno de una familia católica comprometida en el ámbito político y social, donde se discute y opina de esas realidades.
La Catedral del Mar (España, 2018), se basa en la obra homónima de Ildefonso Falcones, publicada en 2006 con gran éxito editorial. La novela y la serie están ambientadas en el siglo XIV cuando Barcelona, la ciudad condal, bajo la corona de Aragón, vive ese momento uno de los más prósperos de su historia. La ciudad ha crecido hacia la ribera del mar y ahí, un humilde barrio de pescadores, con sus propios recursos inicia la construcción de la iglesia de Santa María del Mar. Los ocho capítulos han sido dirigidos por Jordi Frades, que en el quinto contó con la colaboración de Salvador García.
Los herederos de la tierra (España, 2022), serie de ocho capítulos dirigida por Jordi Frades, es continuación de la serie La catedral del mar, ambas basadas en las novelas de ficción histórica de Ildefonso Falcones. El relato nos traslada a la Barcelona de 1387, y narra la historia de Hugo Llor (Yon González), un muchacho de 12 años que pasa la mayor parte de su tiempo en las calles. Su día también transcurre en las atarazanas y su sueño es convertirse en un artesano constructor de barcos, aunque su destino es incierto. La vida de Hugo no es fácil y su madre se ve obligada a alejarse de él, pero cuenta con el apoyo y la protección de un respetado anciano Arnau Estanyol (Rodolfo Sancho).
El secreto del río (México, 2024) es una serie de ocho capítulos creada por Alberto Barrera, que también escribe el guion, y dirigida por Ernesto Contreras, Alba Gil y Alejandro Zuño. La historia cuenta la vida de Manuel, un niño que su madre, que tiene cáncer, lo envía con su abuela a un pueblo en el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, que destaca por la comunidad de los muxes. Desde niño no se siente identificado con los estereotipos en torno a la masculinidad, algo que lo lleva a ser la víctima de agresiones por parte de la comunidad.
Desprecio (Reino Unido, 2024) es una serie de siete capítulos dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón. De él también es el guion con base en la novela de Renée Knight. La historia entreteje varias historias en particular la de Catherine Ravenscroft (Cate Blanchett) y la de Stephen Brigstocke (Kevin Kline). La trama se construye a partir de la existencia de dos versiones de los hechos que se cuentan, la de ella y la de él. Stephen, profesor retirado, que ha quedado viudo, se dedica a difundir su versión, para destruir a Catherine, que no puede evitar la agresión, y ver como el mundo que ha construido se derrumba.
100 años con Juan Rulfo (México, 2017), producida por TV UNAM, está dirigida por Juan Carlos Rulfo, su hijo, y tiene siete capítulos: Hacia El Llano en Llamas; Pedro Páramo, el oficio de escribir; Las imágenes de Rulfo; Un hombre de cine; El México de Juan Rulfo; La dignidad del silencio y Cien años con Juan Rulfo. Es una serie documental que aborda a profundidad las diversas etapas de la vida de este extraordinario novelista, que ha tenido una gran influencia en la literatura mexicana y mundial del siglo XX.
Cuando se lanzó en 1994, tuvo una recepción moderada, pero 30 años después, es la reina de las canciones navideñas. ¿Cuál es el secreto de su éxito?
Solía haber dos certezas en la vida: la muerte y los impuestos. Ahora hay tres, pues cada diciembre es imposible escapar de la canción de Mariah Carey “All I Want for Christmas is You” (“Lo único que quiero para Navidad eres tú”).
Ya sea que te encuentres en un centro comercial o en una fiesta de oficina, así estés escuchando la radio o una lista de reproducción de música festiva, sabrás que la temporada navideña ha empezado tan pronto oigas las primeras notas del clásico de Carey.
Lanzado hace 30 años, All I Want for Christmas is You ha ido alegremente abriéndose el paso hasta el panteón de los temas navideños, al lado de Blue Christmas, Rockin’ Around the Christmas Tree, y It’s the Most Wonderful Time of the Year.
La canción fue un éxito relativamente modesto cuando se lanzó en 1994: alcanzó el puesto 12 en la categoría de canciones de la radio de todos los géneros de la revista Billboard en Estados Unidos, y subió hasta al puesto 2 en Reino Unido y Japón.
Ese debió haber sido el fin de la historia.
Sin embargo All I Want for Christmas is You continuó regresando cada vez más fuerte y popular cada Navidad.
La canción ya ha encabezado las carteleras de éxitos de 25 países, incluyendo EE.UU. y Reino Unido, y fue coronada oficialmente como la mejor canción festiva de todos los tiempos, basado en el desempeño comercial de Billboard en 2023.
El éxito y la poderosa vigencia cultural de All I Want for Christmas is You es algo abrumador, lo que plantea el interrogante: ¿cómo y por qué la amada canción de Carey se convirtió en sinónimo de la Navidad y del mismo Papá Noel?
“En el sentido más básico, es una canción tan divertida“, comenta Brittnay L Proctor, profesora de estudios mediáticos y cultura popular del New School, en Nueva York.
“Si piensas en el catálogo de música navideña, muchas de esas canciones no son muy divertidas”.
Para Proctor All I Want for Christmas is You “tomó la idea de la canción navideña convencional y le dio una voltereta” al “reunir sin ningún esfuerzo otros elementos de [los géneros] gospel, R&B y pop”, en “una manera sentida y jovial que sacó provecho del concepto del espíritu navideño”.
O, como la escritora de asuntos de música Kate Solomon le dice a la BBC, es una “canción de pop perfecta que casualmente resulta ser un tema navideño”.
Es obvio que no es cosa fácil crear un clásico navideño moderno.
Artistas como Taylor Swift, Justin Bieber y The Killers (para nombrar unos pocos) lo han intentado, pero todas sus composiciones originales no han logrado pegar.
Para Nate Sloan, musicólogo y copresentador del podcast Switched On Pop, la dificultad de escribir canciones navideñas exitosas es que “es la única vez que se hace una excepción a la regla de que los artistas pop deben innovar y crear sonidos nuevos”.
Sloan señala que aun cuando artistas contemporáneos como Dua Lipa y Bruno Mars aluden a sones antiguos como el disco o new jack swing en su música, esta “debe sonar nueva y fresca… pero cuando llega diciembre hay un impulso completamente contrario [de parte de la audiencia], que es regresar en el tiempo a los 1940 y 50 con Bing Crosby y Brenda Lee”.
Muchísimos intentos contemporáneos de componer canciones navideñas originales fallan cuando tratan de hacer ambas cosas, remontándose a los sonidos de la vieja escuela pero añadiendo un toque moderno.
Un ejemplo de esto es Santa Tell Me de Ariana Grande. En cambio, All I Want for Christmas is You logra fluir con éxito entre épocas y géneros musicales.
Carey expresó que su meta con la canción era crear algo atemporal, para que no se sintiera como de los 1990.
Por eso grabó su voz en pistas dobles, al estilo del legendario pero ahora deshonrado productor Phil Spector con su “muro de sonido”, particularmente en su trabajo con Ronnie Spector de las Ronettes y su versión de Sleigh Ride.
Como le comentó a la BBC la crítica de cultura pop Aisha Harris, la canción “se siente tanto moderna como nostálgica” gracias a la “instrumentación, el tintineo de campanillas y las armonías que claramente son un homenaje al tema de Darlene Love Christmas (Baby Please Come Home) [producido por Phil Spector]”.
La canción sonaba como un clásico de antaño cuando se estrenó y, como sólo la tocan una vez al año, siempre suena fresca.
Otro aspecto de lo que hace a All I Want for Christmas is You parecer como si fuera de otra época musical es la progresión armónica.
“La mayoría de los éxitos de música pop, como A Bar Song de Shaboozey, son canciones de cuatro acordes”, explica Nate Sloan.
“Pero las canciones festivas como The Christmas Song (Chestnuts Roasting on an Open Fire) tienen todos estos complejos acordes cromáticos que están cambiando constantemente”.
Él calcula que All I Want for Christmas is You tiene 13 acordes que te hacen sentir que “estás frente a un panorama armónico diferente”.
Más allá de la propia calidad de la canción, hay otros factores importantes que han ayudado a All I Want for Christmas is You a convertirse en la reina de los temas festivos clásicos.
Primero que nada está la artista misma.
“Mariah es muy sagaz. Ella conoce su marca”, afirma Harris. “Adora la Navidad y da la casualidad que otra cosa que absolutamente ama es poder generar su continua buena voluntad, torrentes de ingresos y recursos”.
En sus memorias de 2020, Carey reveló cómo su “familia disfuncional” arruinaba las fiestas, así que se comprometió a que cuando creciera, iba hacer “una Navidad perfecta todos los años”.
Incluso llegó a intentar patentar el apodo “Reina de la Navidad” en 2022, aunque la solicitud le fue denegada.
El ascenso de la canción a clásico navideño recibió un importante impulso cuando apareció en una escena cinematográfica de la comedia romántica festiva de 2003 Love Actually, en voz de la joven actriz Olicia Olson.
El filme salió cuando Carey se encontraba en un punto bajo de su carrera.
Tras el fracaso de Glitter, su debut en el cine, y de un muy publicitado colapso nervioso, fue objeto de muchas bromas crueles en los programas de variedad nocturnos y en las tapas de las revistas tabloides.
Estaba en riesgo de quedar olvidada de la consciencia cultural colectiva, pero “la popularidad de Love Actually realmente empotró la canción en el contexto de las canciones navideñas”, indica Proctor.
Empezó esta relación simbiótica entre el amor del público por la película y su amor por la canción y “permitió que hubiese más circulación de la canción en los hogares de la gente”.
Desde entonces, Carey ha seguido encontrando nuevas e innovadoras maneras de mantener All I Want for Christmas is You en las mentes y corazones del público.
En 2010, lanzó un segundo álbum navideño con una versión “extra festiva” de la canción. También hubo una versión “superfestiva” con Justin Bieber (2011), la presentación con The Roots en el programa de TV nocturna de Jimmy Fallon que se volvió viral (2012), un dueto con Michael Bublé (2013), una actuación con otras estrellas dentro de un auto al estilo karaoke (2016), un especial de Navidad de Apple TV (2020) y un contrato recurrente en el concierto de Navidad anual en Nueva York que se convirtió por su propio mérito en una gira musical por Norteamérica y Europa a partir de 2014 hasta la actualidad.
Eso sin mencionar que en 2019, Carey inició una tradición anual de publicar un video en las redes sociales todos los 1 de noviembre declarando “Llegó la hora” de empezar la temporada navideña.
Harris le da el crédito de la constantemente creciente popularidad de All I Want for Christmas is You a la astuta habilidad de Carey de mantenerse al tanto de la manera cambiante en que las personas consumen música y, en particular, por transmisión directa.
“La mayoría de los negocios y lugares públicos están usando plataformas como Spotify y Apple para reproducir canciones”, dice, y durante la temporada festiva, “están tocando la misma canción una y otra vez”.
Carey ha mantenido a All I Want for Christmas is You en las noticias todos los años, de manera que “está casi siempre en el tope de todas las listas de reproducción”, queriendo decir que se escucha en todas partes.
Hay otro elemento crucial, aunque algo subestimado, de este clásico festivo que ayuda a explicar su atracción en la sociedad: la introducción.
Con una duración de 50 segundos, la voz lenta y melismática de Carey no sólo crea un sensación de suspenso, sino, como sugiere Sloan, un sentimiento “de que estás entrando en un espacio nuevo”.
Cuando entran las campanillas de trineo y la batería al final de la introducción con un “ritmo triple”, suena “como un caballo galopante o un paseo en trineo… es un anuncio de que no sólo estamos a punto de entrar en el mundo de esta canción, sino en este otro mundo festivo que está separado del resto de lo que puedas estar escuchando”.
Sonoramente, la introducción de All I Want for Christmas is You marca el inicio de la temporada festiva para muchos de nosotros, lo que explica por qué tiene sentido que la introducción de la canción sea parte importante de cada uno de los videos de “Llegó la hora” de Carey.
No obstante, por encima de todo, All I Want for Christmas is You le llega a tanta gente porque es una canción de esperanza y optimismo en un momento especial del año.
Los versos tratan de todo lo que Carey no quiere tener, porque lo único que desea es una persona.
Para Solomon, “la Navidad también es un período de optimismo y All I Want for Christmas is You tiene cantidades de eso. La vibra es jubilosa y prácticamente todo el que haya estado enamorado se puede identificar románticamente con ella. La canción vive en ese momento de esperanza y la posibilidad de obtener todo lo que deseas”.
En 2019, Carey finalmente obtuvo su deseo de Navidad cuando el tema llegó al número uno de los 100 Éxitos Calientes de Billboard en Estados Unidos. Pero estaba ya incrustada en los corazones de innumerables escuchas mucho antes.
Carey puede no haber logrado el derecho exclusivo de llamarse la Reina de la Navidad, pero la infinita popularidad de All I Want for Christmas is You significa que, por mucho tiempo, reinará suprema durante la temporada festiva.
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