Pierre Teilhard de Chardin
Editorial Trota
Madrid, 2008
pp. 115
En la segunda de forros se plantea una síntesis que comparto: “Este pequeño libro orienta la gran intuición de Pierre Teilhard de Chardin: la visión fundamental de Cristo “todo en todos”, del Universo movido e invadido por Dios en la totalidad de su evolución. Sus páginas querrían enseñar a ver a Dios en todas partes: verlo en lo más secreto, en lo más consistente, en lo más definitivo del Mundo”. Desde la atalaya firme constituida por dos mil años de experiencia cristiana, lo que Teilhard propone es una educación de la mirada que, recorriendo las dos mitades de la existencia humana (lo que el hombre hace, sus actividades, y lo que experimenta, sus pasividades) revela un Dios “universalmente tangible y activo, muy próximo y a la vez muy lejano”.
Me resultó una muy esperanzadora y gratificante la lectura de este libro. Es un texto formidable. Al fondo siempre estaban las clases del “Pop” Avilés, que llegaba de Europa, en el segundo año del noviciado en 1966. La humanidad evoluciona y se perfecciona de manera permanente en el camino del encuentro con el Padre. El dibujo que nos hacía del uso teilhardiano en una espiral siempre en ascenso. El mundo no es el “siglo” a rechazar sino el medio de la perfección. El compromiso con la evolución del mundo lo es con Dios. Sólo en él se alcanza al Padre. En él y sólo en él, no en la evasión, se alcanza la “santificación del esfuerzo humano” que es el trabajo, y eso porque toda acción humana implica una reordenación de la realidad hacia un fin, que, al cabo, es Dios.
La obra, como todas las de Teilhard, es un intenso diálogo entre ciencia y fe, que alcanza niveles de contemplación mística. Es el intento de explicación, racional, del proceso de divinización de lo creado y de la historia toda. Es un texto que para mí sigue valiendo y me inspira, pero también me reta. Da sentido al ser cristiano. Es una mirada amorosa del mundo y la humanidad en diálogo permanente con Dios y en camino, a través de Cristo, a él. (Título del original francés: Le Milieu Divine. Essai de vie intérieure. Escrito entre 1925 y 1927 y publicado en 1957).
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