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Preservar lo intangible: activistas que luchan por *resguardar las lenguas indígenas en México*
Preservar lo intangible: activistas que luchan por *resguardar las lenguas indígenas en México*
Ilustración: Alex Santibañez @alexso.1
10 minutos de lectura

Preservar lo intangible: activistas que luchan por *resguardar las lenguas indígenas en México*

18 de febrero, 2022
Por: Abigail Camarillo
@aabi_cm 

Las palabras son de lo más poderoso que existe y gracias a ellas podemos comunicarnos, entender lo que nos rodea y hasta crear nuestra propia identidad. Sin embargo, muchas veces se nos olvida que en México no solo se habla español sino también 68 lenguas indígenas (más sus variaciones).

Cada una de ellas representa una forma diferente de conocer y nombrar al mundo. Miriam Hernández, activista y traductora de la lengua maya ch’ol, señala que cada “lengua es vida, es cosmovisión, es otro modo de vivir y otro modo de pensar”.

Sin embargo, instituciones como el Inali –que actualmente enfrenta su propia desaparición– y organizaciones civiles advierten constantemente de los peligros que corren las lenguas indígenas en México y de todo lo que se pierde cuando una de ellas se extingue.

Como dijo el filósofo e historiador Miguel León Portilla en su poema “Cuando muere una lengua”:

Cuando muere una lengua
todo lo que hay en el mundo
mares y ríos,
animales y plantas,
ni se piensan, ni pronuncian
con atisbos y sonidos
que no existen ya.

Sin embargo, hay varias personas trabajan día a día por conservar esas lenguas. Platicamos con algunas de ellas y te presentamos parte de sus proyectos y esfuerzos.

 

El estado actual de las lenguas indígenas en México

De acuerdo al Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales, creado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), en México se hablan 68 lenguas pertenecientes a 11 familias lingüísticas y de las que se derivan unas 364 variantes.

lenguas indígenas en México
Así se ve la distribución de las once familias de lenguas indígenas en México. Imagen: Secretaría de Cultura (www.gob.mx)

Los datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi indican que en nuestro país hay poco más de 7 millones 360 mil personas de tres años y más que hablan alguna lengua indígena.

El mismo reporte menciona que al 2020, las principales lenguas indígenas habladas por esa población son: náhuatl (22.4%), maya (10.5%), tzeltal (tseltal) (8.0%), tzotzil (Tsotsil) (7.5%), mixteco (7.2%) y zapoteco (6.7%)

A pesar de esa riqueza lingüística, el 60% de estas lenguas está en riesgo de desaparecer.

Mira: Indígenas, activistas, bordadoras: 3 proyectos de mujeres mexicanas que fueron a la COP26

Irma Pineda, poeta zapoteca y defensora de los pueblos indígenas, reflexiona que una de las grandes amenazas para estas lenguas es la discriminación y la exclusión que todavía existen.

Te hacen a un lado porque hablas distinto, porque vienes de otra cultura”, menciona, y también aclara que es sorprendente que a pesar de que lleva años luchando contra la discriminación, todavía no se ha logrado hacer mucho por disminuirla.

Hasta el día de hoy, muchas personas asocian a quienes hablan una lengua indígena con atraso cultural y pobreza. Por lo que las excluyen o incluso esos mismos hablantes deciden dejar de expresarse en su lengua originaria por miedo a ser discriminados.

Entonces, ¿qué se puede hacer por estas lenguas?

La labor de preservar lo intangible

Afortunadamente existen más personas que luchan por difundir y proteger desde su trinchera a las lenguas indígenas. Ahí están todas las personas que cantan o incluso hasta rapean en su lengua originaria.

Igualmente hay quienes están más pegadas a la tecnología y el mundo digital y deciden difundir su propia lengua por esos medios.

Irma Pineda, la resistencia desde las palabras

Originaria de Juchitán, en Oaxaca, Irma Pineda pertenece a la cultura binni záa o zapoteca, como también se le conoce, y es hablante la lengua diidxazá. Desde pequeña estuvo en contacto con su lengua originaria y también con el mundo de la literatura, pero nunca pensó en combinar ambos mundos.

“Fue hasta que migré”, comenta Irma Pineda y platica en entrevista con Animal MX que se mudó de Juchitán a Toluca. Ella describe la experiencia como algo muy difícil por el tema de la soledad. Además de no tener a su familia y amistades cerca, se dio cuenta que todos sus pensamientos, sus sueños y su comunicación con las personas que la rodeaban siempre habían sido en su propia lengua, el diidxazá.

También se sintió limitada con su español, el cual era uno muy local y regional, por lo que prefirió vivir en silencio.

Irma estuvo en una lucha constante por revincularse con su lengua y descubrió que la escritura le permitía tener esa conexión con las palabras y con su propia cultura pues entonces “la pensaba, la reflexionaba y escribía sobre eso”.

Aunque estaba consciente de la discriminación que sufrían ella y otras personas por usar su lengua originaria, decidió que tenía que hacerla sonar más fuerte, sobre todo en los espacios públicos. Desde ese momento, su poesía no solo se volvió una cuestión literaria, sino también un arma de resistencia.

Recientemente, Irma Pineda participó en la realización del libro Intraducibles, junto a Gabriela Lavalle, directora del Instituto Mexicano de Turismo en Houston. Éste consiste en reunir palabras de varias lenguas indígenas que no pueden expresarse con otra sola palabra en el español y explicar su significado.

Mira: 12 películas para conocer culturas indígenas de México y América Latina

Irma lleva al menos 30 años en el activismo y se siente orgullosa de pertenecer a una generación que ha luchado durante décadas por el reconocimiento, preservación y difusión de las culturas y lenguas indígenas.

Además, tiene fe en todas las personas jóvenes que se han seguido y seguirán uniendo a esta lucha. “Cuando tú ves todo ese florecer dices: «ah bueno, ha tenido sentido todo el movimiento que se viene haciendo desde hace muchos años»”, comenta Irma emocionada.

El activismo digital de Miriam Hernández

Una puede luchar de distintas formas y en el caso de Miriam Hernández el activismo consiste en compartir conocimiento.

Ella es del municipio de Tila, que se ubica en la parte norte del estado de Chiapas. Es hablante de la lengua lakty’añ a la que denominan como chol o ch’ol que pertenece a la familia maya.

La aprendió desde pequeña junto con el español, aunque al igual que Irma Pineda encontró una verdadera conexión con ella hasta que creció y estudió la licenciatura en Lengua y Cultura en la Universidad Intercultural de Tabasco.

“Entrar a esta universidad fue encontrarme porque durante mis estudios de nivel básico y media superior yo no sabía nada de esto de las lenguas y de las culturas”, platica Miriam.

“Inconscientemente sí sabía todo lo que era mi cultura, pero no sabía cómo llamarle, no sabía el valor de esto”, comenta Miriam Hernández, quien gracias al apoyo de las personas que la conocen decidió iniciar el proyecto Lakty’añ CH’ol, una página de Facebook con la que comparte voces, letras y datos de la cultura ch’ol.

Confiesa que al inicio no pensaba que estuviera haciendo alguna colaboración para difundir su lengua, pues incluso solo lo veía como un pasatiempo.

Pero eso cambió cuando alguien le dijo que gracias a su esfuerzo de alguna manera le daba a otras personas jóvenes “conciencia de que no importa dónde estés o dónde publiques tu lengua, pues es importante”.

En la página podrás encontrar videos, imágenes y otros materiales didácticos con los que Miriam Hernández da a conocer un poco de su lengua y su cultura. Sin embargo, ella también se ha dedicado en los últimos años a dar clases virtuales de ch’ol.

Y no solo eso, reconoce que es gracias a esta página que le han salido otras oportunidades para compartir su conocimiento. Por ejemplo, ha colaborado con Rising Voices (una asociación internacional con sede en Estados Unidos) que, junto con la Unesco, la invitó a dar talleres de activismo digital de lenguas indígenas.

Puedes leer: San Pancho: la joya cultural de la Riviera Nayarit que es ejemplo de colectividad

También cuenta a Animal MX que es gracias a la página que pudo colaborar y ser coautora de un diccionario digital de la lengua ch’ol que está disponible en la PlayStore. Se trata de una versión gratuita y que puedes explorar sin conexión a internet que se hizo junto con la Universidad Intercultural de Chiapas.

Miyotl: un rayito de luz para aprender lenguas indígenas desde una app

Miyotl viene del náhuatl y significa “rayito de luz” y el objetivo de esta app, de acuerdo con Emilio Álvarez –uno de los fundadores y creadores– es “crear una herramienta tecnológica en donde todo mundo pueda tener acceso a una de nuestras lenguas y poder aprenderla”.

Emilio tiene apenas 19 años y estudia de Ingeniería en Irrigación en la Universidad Autónoma de Chapingo. Él es originario de Texcoco de Mora y nos platica que ahí se habla mucho el masehualtajtol, que proviene del náhuatl.

Aunque él no es hablante de ninguna de esas lenguas, en su universidad ha podido conocer a muchas personas que sí lo son, pues como platica en entrevista a Animal MX, tiene “compañeros que son de lo largo y ancho del país” .

“Varios compañeros me comentaban su historia, su experiencia, el compartir esta cultura con su comunidad y entonces descubrimos que es una necesidad que se siga transmitiendo la lengua”, platica.

Aunque no estudió programación, se ha dedicado junto a su equipo, que está conformado principalmente de otros estudiantes de distintas carreras, a desarrollar esta aplicación.

Y de verdad que el trabajo en conjunto ha sido muy importante, pues al inicio solo eran entre 10 y 15 personas; y ahora son entre 110 y 120 integrantes, entre todos ellos hay hablantes de unas 25 lenguas.

De hecho, son esas las que están disponibles actualmente en Miyotl, pero tienen como objetivo cubrir las 68 lenguas indígenas que hay en el país.

Las 25 lenguas disponibles en Miyotl son: Amuzgo, Chatino, Ch’ol, Chinanteco, Chocholteco, Chontal de Tabasco, Huasteco, Huichol Matlatzinca, Maya, Mazahua, Mazateco, Mixe, Mixteco, Náhuatl, Nayarí, Otomí, Tepehuano del sur, Tlapaneco, Totonaco, Tseltal, Tsotsil, Zapoteco, Zoque y Tojolabal.

Miyotl –disponible para Android, Huawei y próximamente iOS– funciona como un diccionario, no solo de palabras, sino también de algunas frases y oraciones básicas.

La segunda fase de la app son los textos, que de acuerdo a Emilio Álvarez son sobre “indumentaria, danzas, rituales, cosmovisión, todo lo que pueda describir y queramos transmitir sobre nuestra cultura”.

La aplicación sigue evolucionando, pues se espera integrar más funciones relacionadas a la gramática y escritura de las lenguas indígenas. De hecho, la tercera fase es la más ambiciosa, pues desean que cualquier persona pueda profundizar en el aprendizaje de las lenguas indígenas sin caer en la castellanización de estas.

¿Y eso qué quiere decir? Emilio nos explica que muchas veces se enseña, por ejemplo, el náhuatl pero desde el punto de vista de la lengua española, intentando imitar la misma estructura gramatical cuando no funciona así.

Incluso las mismas personas que conforman Miyotl han tenido que profundizar en sus conocimientos de las lenguas. “Se tiende mucho a creer en que por uno ser hablante puede también enseñar una lengua”, comenta y aclara que la realidad es más compleja. Incluso, insiste en que es “fundamental que haya una profesionalización”.

Emilio y su equipo siguen creciendo y conociendo más de sus lenguas y culturas para nutrir Miyotl. Por ahora, nos adelanta que este 21 de febrero contarán con una pequeña actualización antes de traer un avance mucho más grande y nutrido en agosto.

Falta un largo camino por recorrer

Emilio Álvarez nos recuerda algo quizás obvio, pero importante: la única forma de preservar una lengua viva es hablándola. Sin embargo, faltan muchas cosas por hacer en favor de las lenguas indígenas en México.

Irma Pineda menciona que el primera paso sería que el gobierno aplicara las leyes que ya existen. Por ejemplo, se supone los pueblos indígenas deben recibir educación en sus lenguas y eso claramente no ocurre.

Miriam Hernández nos comparte su propia experiencia en este punto: “sucede que a veces las escuelas son bilingües o rurales, pero el maestro no habla la lengua”, menciona. También dice que hay ocasiones en las que, por ejemplo, un maestro que habla ch’ol es enviado a una zona tseltal y no le queda de otra más que hablar en español para poder comunicarse.

Siguiendo un poco con el mismo punto, Irma Pineda nos recuerda algo muy importante, que “toda ley sin presupuesto, no sirve”. Intentar ofrecer una educación en lenguas indígenas no puede lograrse si no se cuenta con presupuestos para generar materiales didácticos en esas lenguas y para invertir en la formación de docentes de esas comunidades.

Finalmente, un paso en donde toda la sociedad podemos y debemos participar, es en trabajar en la eliminación del racismo. Y nos reitera que cuando hablemos de culturas indígenas no solo pensemos en lo folklórico, sino “en todo el saber, todo el conocimiento que tienen las poblaciones”.

Por su parte, Miriam Hernández invita a todas las personas hablantes de lenguas indígenas a seguir practicándolas: “aunque somos pocos hablantes, aunque somos solamente de una cierta región, pero toda lengua tiene importancia”.

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Imagen BBC
¿De dónde viene el color de los gatos naranjas? La ciencia resuelve el misterio
4 minutos de lectura

La activación de un gen sería la razón por la que algunos gatos, particularmente los machos, tienen pelaje rojizo.

16 de mayo, 2025
Por: BBC News Mundo
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Garfield, el Gato con Botas, Toulouse de -la película de Disney- “Los Aristogatos”: íconos culturales, tal vez; naranjas, sin lugar a duda.

Ahora, científicos de dos continentes han resuelto el misterio en el ADN que da a nuestros amigos peludos, particularmente a los machos, su notable color.

Descubrieron que a los gatos pelirrojos o de color naranja les falta una sección de su código genético, lo que significa que las células responsables de su pelaje, ojos y tono de piel producen colores más claros.

El avance ha alegrado no solo a los científicos, sino también a los miles de amantes de los gatos que originalmente financiaron la investigación.

Los científicos esperan que resolver el rompecabezas también pueda ayudar a arrojar luz sobre si los gatos de color naranja corren un mayor riesgo de padecer ciertos problemas de salud.

Investigación internacional

Un curioso gato pelirrojo mira la cámara
Getty Images
El interés por descubrir de dónde viene el color de ciertos gatos incluyó investigadores en Japón y en EE.UU.

Se sabe desde hace décadas que es la genética la que da a los gatos atigrados de color naranja su tono distintivo, pero hasta ahora los científicos no encontraban la ubicación exacta en el código genético.

Dos equipos de científicos de la Universidad de Kyushu en Japón y la Universidad de Stanford en EE.UU. revelaron el misterio en artículos simultáneos publicados este jueves.

Lo que descubrieron los equipos fue que en los melanocitos -las células responsables de dar al gato su pelaje, sus folículos pilosos y el color de sus ojos- de estos animales el gen ARHGAP36 es mucho más activo.

Los genes están formados por fragmentos de ADN que dan instrucciones a las células de un gato, como a las de otros seres vivos, sobre cómo funcionar.

Al comparar el ADN de decenas de gatos con y sin pelaje naranja, hallaron que aquellos con coloración rojiza tenían una sección del código de ADN faltante en este gen ARHGAP36.

Sin este ADN la actividad del ARHGAP36 se incrementa. Los científicos creen que el gen instruye a esos melanocitos a producir un pigmento más claro.

La mayoría, machos

Un gato pelirrojo se lame las patas sobre el techo de un carro en una calle de un pueblo en Francia
Getty Images

Durante décadas, los científicos han observado que los gatos con coloración completamente rojiza tienen muchas más probabilidades de ser machos. Esto coincide con el hecho de que el gen se encuentra en el cromosoma X.

Los cromosomas son secciones más grandes de ADN y los gatos machos, al igual que otros mamíferos, tienen un cromosoma X y uno Y, que contienen diferentes cantidades de genes.

Como se trata de un gen que se encuentra únicamente en el cromosoma X, que en este caso controla la producción de pigmento, basta con que falte un fragmento de ADN para que un gato se vuelva completamente pelirrojo.

En comparación, las gatas tienen dos cromosomas X, por lo que sería necesario perder ADN en ambos cromosomas para aumentar la producción de pigmentos más claros en la misma medida, lo que significa que es más probable una coloración mixta.

“Estas formas rojizas y negras se deben a que, al principio del desarrollo, un cromosoma X en cada célula se intercambia aleatoriamente”, explica el profesor Hiroyuki Sasaki, genetista de la Universidad de Kyushu.

“A medida que las células se dividen, se crean áreas con diferentes genes activos de color de pelaje, lo que da lugar a manchas distintivas”.

Un gato calicó con pelaje moteado de color naranja y negro y vientre blanco acaricia a un gatito marrón y blanco, con su pata alrededor de su cara. Parecen estar colocando una mesa de cristal en una posible consulta veterinaria.
Getty Images
Los gatos calicó y carey con colores mixtos tienen más probabilidades de ser hembras.

Curiosidad científica

Aunque el estudio está basado en principios científicos, originalmente comenzó como un proyecto de pasión para el profesor Sasaki.

Se había retirado de su puesto universitario, pero como amante de los gatos dijo que quería seguir trabajando para descubrir el gen del gato naranja con la esperanza de que pudiera “contribuir a la superación de las enfermedades felinas”.

Él y su equipo recaudaron 10,6 millones de yenes (US$73.000) entre miles de amantes de los gatos en Japón y el mundo a través de financiación colectiva para poder llevar a cabo el estudio.

Uno de los contribuyentes escribió: “Somos hermanos y cursamos primero y tercer grado de primaria. Donamos nuestro dinero de bolsillo. Úsenlo para investigar sobre los gatos calicó”.

El profesor Sasaki sonríe y se inclina hacia la mesa donde sostiene un gato calicó, de pelaje mixto naranja y marrón, con ojos verdes que miran fijamente. Están en un centro de rescate de gatos con otros gatos en una torre de juegos al fondo.
Hiroyuki Sasaki/Universidad de Kuushu
El profesor Sasaki comparó los genes de los gatos calicó con los de los que no lo son, utilizando gatos locales y una base de datos internacional del genoma.

El gen ARHGAP36 también está activo en muchas otras áreas del cuerpo, incluido el cerebro y las glándulas hormonales, y se cree que es importante para el desarrollo.

Los investigadores creen que es posible que la mutación del ADN en el gen pueda causar otros cambios en estas partes del cuerpo vinculados a condiciones de salud o temperamento.

El gen ARHGAP36 se encuentra en humanos y se ha relacionado con el cáncer de piel y la caída del cabello.

“Muchos dueños de gatos se dejan llevar por la idea de que los diferentes colores y patrones de pelaje están vinculados a diferentes personalidades”, afirmó el profesor Sasaki.

“Aún no hay evidencia científica que respalde esto, pero es una idea intrigante y me encantaría explorarla más a fondo”.

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BBC
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