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Eugenio, el fresno que aloja pájaros carpinteros, mitiga el clima y unió a sus vecinos contra la tala de una inmobiliaria en CDMX
Eugenio, el fresno que aloja pájaros carpinteros, mitiga el clima y unió a sus vecinos contra la tala de una inmobiliaria en CDMX
El árbol Eugenio mide aproximadamente 30 metros de alto | Foto: Verónica Santamaría
10 minutos de lectura

Eugenio, el fresno que aloja pájaros carpinteros, mitiga el clima y unió a sus vecinos contra la tala de una inmobiliaria en CDMX

Con 150 años de vida, Eugenio es un árbol monumental que habita en la CDMX. Es hogar de aves, ardillas, cacomixtles e insectos y sus vecinos se han unido para defenderlo de ser talado, además denuncian falta de comunicación de las autoridades por posibles omisiones en los permisos.
03 de diciembre, 2023
Por: Verónica Santamaría
@VeroSantamariaC 

Eugenio es un árbol de 150 años de edad que corre el riesgo de ser talado por una inmobiliaria que busca imponer un proyecto en la cerrada de Eugenia 28, en la colonia Del Valle, de la alcaldía Benito Juárez en la CDMX.

Este fresno mide casi 30 metros de alto y cuenta con una copa de verdes hojas de casi 20 metros, un abrazo a este árbol se hace a medias ya que tiene una circunferencia de 3 metros.

En esta misma calle habitan poco más de 10 grandes árboles y juntos forman una barrera natural contra el clima extremo, permitiendo que flora y fauna sean parte del ecosistema. A ellos llegan aves, ardillas, cacomixtles, insectos y polinizadores

En el catálogo de árboles de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, el fresno o Fraxinus Uhdei es parte de la vegetación endémica de México con presencia en CDMX. Incluso, es parte de las observaciones de especialistas y observadores ciudadanos en la plataforma de Naturalista de la Conabio.

Aunque el árbol Eugenio es uno de los árboles que protege la Sedema en la Ciudad de México, los vecinos cuentan con la copia de un documento en el que autoridades dieron un permiso a la desarrolladora Grupo Adinse para talar siete árboles, por una compensación económica por la restitución de árboles por poco más de 685 mil pesos.

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Letreros en defensa del árbol Eugenio en la colonia Del Valle | Verónica Santamaría

Por ejemplo, en el documento, la desarrolladora sólo presenta una tabla que explica la compensación que se da por cada árbol dependiendo de su tamaño que parte de los 8 metros. Eugenio es un fresno de 30 metros.

Hasta ahora, la desarrolladora quitó dos árboles. Vecinos de la cerrada denunciaron que la tala se hizo con irregularidades desde no portar uniforme, herramientas, equipo de seguridad y unidades identificadas con alguna de las áreas encargadas para retirar la vegetación.

Eugenio vive en la Ciudad de México desde hace 150 años, él forma parte de los árboles que habitan en la ciudad y sus vecinos no quieren que sea talado, tal y como ocurrió con dos árboles que en octubre fueron derribados sin protocolos de seguridad, ni plan de restauración, según denunciaron los vecinos.

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Anuncio de demolición en el predio donde está el árbol Eugenio | Foto: Verónica Santamaría

El árbol Eugenio de CDMX, “protegido” por autoridades ambientales 

La Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) cuenta con un programa denominado #RetoVerde para revegetar y reforestar la ciudad con el objetivo de tener más espacios verdes, aumentar la humedad ambiental y mitigar los efectos del cambio climático, según describen en el sitio web. 

De este programa nace la guía de campo “Árboles comunes de la Ciudad de México”, un folleto en el que con ilustraciones de las diferentes especies de árboles que habitan en la ciudad se encuentra el fresno (Fraxinus Uhdei), especie a la que pertenece Eugenio y que se trata de un árbol que se caracteriza por tener hojas compuestas y una altura de 30 metros.

A pesar de ser un árbol protegido e identificado como parte de la vegetación de la Ciudad de México, la Sedema decidió otorgar un posible permiso para que Eugenio.

Animal Político intentó contactar en tres ocasiones a la Sedema para conocer cuál sería el destino de este árbol, pero sin tener respuesta. Mientras que, el jefe de gobierno, Martí Batres, señaló en la conferencia de prensa del 14 de noviembre que Eugenio no será talado y la desarrolladora debe incluirlo en su proyecto.

“La idea del gobierno es que no se quite el árbol Eugenio, estamos en coincidencia con los vecinos y el desarrollo que se realice ahí tendrá que incluir al árbol en su proyecto”, declaró Martí Batres, jefe de gobierno de la Ciudad de México. 

En octubre, vecinos lograron comunicación con las autoridades de Protección Civil y Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México (PAOT) para intentar detener la tala de dos árboles semejantes a Eugenio, sin embargo, no se logró ya que un representante que se identificó como parte de la desarrolladora presentó supuestas autorizaciones para la tala. Desde ese día, los vecinos no han dejado de denunciar las irregularidades de Grupo Adinse para defender a este fresno monumental.

Una de sus acciones más representativas fue la organización del #EugeFest, un evento que reunió a personas de todas las edades para defender e informar a la ciudadanía interesada por el rescate de los espacios verdes con arte, a través de la música, pláticas, ciencia ciudadana y concurso de dibujos donde cada integrante de esta comunidad expresaba lo que este fresno les hacía sentir, es decir, los servicios ecosistémicos y de mitigación que un árbol proporciona.

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Cartel del EugeFest, el evento para salvar al árbol Eugenio | Foto: Verónica Santamaría

Eugenio a través de sus vecinos

Animal Político consultó a vecinas y vecinos de Eugenio, algunas personas llevan tan solo un par de años viviendo en esta calle y otras lo conocen desde pequeños.

Uno de ellos es Luis, un hombre de 68 años que nació y creció en la calle Eugenia. Durante más de 40 años se dedicó a la aviación, hoy está jubilado y recuerda cómo ha sido su vida al crecer junto al árbol Eugenio.

Luis cuenta que el árbol Eugenio se encuentra dentro de un predio en el que, anteriormente, fue la casa del escritor Manuel Toussaint. A su muerte, la viuda del escritor siguió viviendo en ese lugar. Tanto Luis como su mamá la conocieron y trataron por mucho tiempo. Con el tiempo el predio pasó a ser de la Fundación de Ayuda a la Ancianidad I.A.P.

“Eugenio es parte del paisaje y la variedad biológica de la zona. Lo que me preocupa del árbol es que hemos estado viendo las consecuencias de un cambio climático, de la tala inmoderada, de los pocos ejemplares monumentales que tenemos en la ciudad de México”, señaló Luis en entrevista para Animal Político.

Para Luis, salvar a Eugenio es un motivo de justicia ambiental.

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Pancarta en defensa del árbol Eugenio | Foto: Verónica Santamaría

“Eugenio, no es el único, son casi 6 o 7 árboles, el segundo más grande después de Eugenio a ese lo talaron sin decir nada, fue lo que detonó todo esto. Sin previo aviso, sin manifestación de obra, de pronto llegan unos gandules con motosierras y en menos de cuatro horas lo hicieron trizas”, denunció Luis.

“Me motiva que se trata también de un ser vivo. Para su edad, Eugenio está en plena madurez entonces, quién les da el derecho de llegar y traer una sierra eléctrica para un árbol frondoso y bonito y todavía tienen el descaro de anunciar sus departamentos en “bonita calle arbolada”. La contradicción y el doble discurso que manejan”, añadió

Salvar a Eugenio y los árboles que permanecen en el predio es el único objetivo que ha unido a los vecinos. Incluso, que se logre una norma de declaratoria de patrimonio cultural, natural o biocultural para la Ciudad de México y proteja a la vegetación que la rodea.

“Imagina para quienes lo hemos visto siempre, que desde hace 50 años lo has visto y ahora pensar que ya no podrás verlo sí es un cambio y un impacto en tu vida. Nos motiva salvar el entorno, la calle y la calidad de vida, de llegar, entrar a tu casa y verlo hasta te relaja y tranquiliza”, describió Luis.

“Lo vi desde que era niño”: vecinos en defensa del árbol Eugenio 

Gustavo es otro de los vecinos que creció en Eugenia 28, de la colonia Del Valle en la alcaldía Benito Juarez. Hoy es un empresario de 34 años y cuenta que él ha convivido con Eugenio desde que nació. Al igual que sus vecinos se ha dedicado a defender al monumental fresno por justicia ambiental y estar en contra de la corrupción de las inmobiliarias.

A Gustavo le gusta ver a Eugenio desde su ventana desde que era niño “jugando y viendo su majestuosa copa, más adelante haciendo tarea y verlo me daba alegría, así pasando por la universidad hasta hoy. Amo despertarme, bajar la persiana y ver a ese majestuoso e histórico árbol”, dijo en entrevista para Animal Político.

Al igual que sus vecinos, Gustavo coincide en estar “harto de la corrupción inmobiliaria, de las autoridades cómplices y los políticos (de todos los partidos) que nos han dado promesas sobre mejorar los planes de desarrollo urbano sin cumplir”.

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Mensajes de vecinos en defensa del árbol Eugenio | Foto: Verónica Santamaría

Eugenio es querido por sus vecinos quienes reconocen la calidad de vida que les otorga con gran sombra que regula la temperatura, la mejora en la calidad del aire y la biodiversidad que vive gracias a él.

Gustavo cuenta que defender a Eugenio les ha mostrado que, como comunidad, pueden hacer ciudadanía y detener atrocidades ambientales. 

“Reitero es un ejemplo de que juntos, los ciudadanos somos más fuertes que las empresas, fundaciones e instituciones”, insistió.

Eugenio, un monumento natural

Ana es arquitecta y ama cuidar de la naturaleza. Llegó a vivir a la calle de Eugenia desde hace cinco años y Eugenio es uno de los motivos por el que le gusta vivir en esa cerrada, para ella, es “imposible ignorarlo” y sostiene que verlo cada mañana es garantía de alegría.

“Tengo de vista a ese árbol y es lo que me hace sonreír cuando despierto porque lo volteo a ver y hay una cantidad de fauna alrededor que te saca una sonrisa. Se hizo parte de mi vida muy esencial, lo que ves en la noche al dormir. Sí pensé en irme si llegaban a talarlo porque no iba a tolerar no ver esa vista que tenía y convivir con esa naturaleza que hemos preservado los vecinos hasta ahorita y que seguirá, estoy segura”, contó en entrevista para Animal Político.

Ana reconoce a Eugenio como un árbol del que ha tenido la oportunidad de ver varias ardillas recién nacidas y crecer ahí, pájaros haciendo sus nidos, como los que se alcanzan a ver ahora; incluso, águilas con sus 3 crías. “Son cosas que no te imaginas vivir en una ciudad como la nuestra. Es una cosa difícil de asimilar, fue una experiencia impresionante”, describe Ana.

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Letreros en defensa del árbol Eugenio en la colonia Del Valle | Verónica Santamaría

Defender a Eugenio se ha convertido en una de sus prioridades, al igual que la de sus vecinos. Ana cuenta que proteger a Eugenio y la vida que lo rodea es un compromiso, pese a la respuesta de las autoridades y a la negligencia de la desarrolladora que costaron la tala de otros árboles.

“Me siento muy frustrada, a veces, porque ha sido muy complicado llegar a las autoridades, que nos volteen a ver, tratar de hablar con la constructora y que reaccionen para ver el valor que tiene. De los años que llevo viviendo aquí me siento responsable de su vida y de las especies que viven en él”, señala.

Ana espera que salvar a Eugenio sea un precedente para las próximas generaciones y que las infancias “puedan defender a sus vecinos arbolitos y que esto se haga como una ‘epidemia’ de valor a lo que merece valor”, añadió. 

Ayudar a vecinos y salvar a otros árboles

Mar también es vecina de Eugenio desde hace seis años y ha preferido no dar sus apellidos, al igual que sus vecinos, para evitar represalias por parte de la desarrolladora de Grupo Adinse, quien ha intentado denunciarlos hasta por 30 millones de pesos.

Mar tiene 39 años, se dedica al marketing y cuenta que siempre ha vivido en distintas colonias de la región sur de la Ciudad de México, pero la cerrada de Eugenia es un espacio que la ha maravillado desde el inicio, por su naturaleza y los vecinos con los que convive.

Mar cuenta que en los alrededores de esta cerrada ya han salvado a otros árboles como, dos jacarandas (Mimosifolia) que querían tirar para colocar una farmacia. Una más que salvaron se encontraba cerca de la taquería que está en la esquina de esta calle. Otra especie que han salvado es un hule (Rubber fig) que está frente a un edificio que construyeron hace años.

Después de organizar el festival #EugeFest en defensa de la vida de Eugenio y la vegetación de la cerrada de Eugenia, Mar y el movimiento de vecinos esperan que las redes que se han creado ayuden a visibilizar el derecho de las personas a un medio ambiente.

 “Queremos que la plataforma que tenemos para Eugenio no solo sirva para salvar a Eugenio, queremos que se convierta en una plataforma para que todos los demás grupos de vecinos que se están enfrentando a lo mismo, les ahorremos tiempo en búsquedas y argumentos legales que nosotros ya tenemos”, dijo en entrevista para Animal Político.

Otro de los objetivos es mostrar el impacto social y ambiental que tiene para una comunidad el derribar árboles sin un estudio previo que indique los cambios que el ecosistema tendrá y que ya ocurren tras la tala irregular de dos árboles que se encontraban con Eugenio.

“Ya tuvimos una pérdida. Se tiraron dos árboles gigantescos, medían 20 metros y ya hemos visto un cambio rápido en el ecosistema, ahora van menos pájaros por ejemplo, las aves buscaron otro refugio y las casas que están alrededor del predio se llenaron de insectos porque, claro, les quitas su hogar y, evidentemente, van a buscar otro”, añadió.

Entre las consecuencias que han notado es que ante la presencia de insectos la gente fumiga y activa otras estrategias para que no se llenen de insectos, esto es una muestra de cómo al talar dos árboles de 20 metros se afectó su forma de vida en casi dos meses. “Eso también nos ha ayudado a dimensionar qué pasaría si quitan a Eugenio”, advierte.

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Grupo Adinse, la inmobiliaria que busca talar a Eugenio ha colocado letreros asegurando que hará una compensación ambiental | Foto: Verónica Santamaría

Grupo Adinse colocó un anuncio de demolición en la puerta blanca del número 28 que da entrada al predio. En él anuncia la “demolición total del inmueble”. En un segundo cartel la desarrolladora señala contar con los permisos de uso de suelo, alineamiento y declaratoria de cumplimiento ambiental, para construir un edificio con 13 departamentos. 

Sin embargo, vecinos denuncian que ninguno de estos documentos fueron presentados al talar los dos árboles el pasado mes de octubre.

Incluso, Grupo Adinse señala que “se harán las compensaciones correspondientes, según lo señalado por la Secretaría de Desarrollo Ambiental”.

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Imagen BBC
América es “un buen destino para la creación de fachadas”: el caso de los espías rusos que fingieron ser una familia argentina
12 minutos de lectura

Artem Dultsev y Anna Dultseva construyeron durante años en Buenos Aires su “leyenda” para luego insertarse en Eslovenia, un país de la Unión Europea y miembro de la OTAN.

02 de julio, 2025
Por: BBC News Mundo
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El jueves primero de agosto de 2024 aterrizó un avión en el aeropuerto de Moscú, trasladando -entre otros pasajeros- a una familia de cuatro integrantes. Dos de ellos, los dos hijos del matrimonio, se habían enterado en pleno vuelo de que toda su vida había sido una mentira.

Ni Sofía ni Daniel hablaban una palabra de ruso. Ambos eran argentinos. Por eso, la persona que los recibió con dos ramos de flores apenas bajaron de la escalinata les dijo “buenas noches” en un español con acento eslavo.

Ninguno de los niños sabía quién era ese señor, que incluso abrazó a su madre mientras esta lloraba y a su padre mientras este sonreía.

El señor era Vladimir Putin…

Los niños habían nacido en el Hospital Italiano de Buenos Aires a mediados de la década pasada y pasaron sus primeros años en la capital argentina hasta que toda la familia se mudó a Eslovenia.

En la capital de este país, Liubliana, una noche de diciembre de 2022, hombres armados ingresaron a la casa donde los cuatro vivían. Sus padres fueron puestos bajo arresto y por más de un año y medio ellos se criaron bajo el cuidado de los servicios sociales.

Ninguno de los dos niños supo por qué su vida se había roto esa noche, hasta ese vuelo que los llevó a Moscú.

A miles de pies del suelo se enteraron de que sus padres eran espías. Daniel se rió. Sofía se echó a llorar.

Artem Viktorovich Dultsev, su hijo y otras de las personas que fueron intercambiadas por prisioneros occidentales.
Getty Images
Artem Viktorovich Dultsev, su hijo y otras de las personas que fueron intercambiadas por prisioneros occidentales.

El mundo supo antes que Sofía y Daniel que sus padres no se llamaban Ludwig Gisch y María Mayer sino Artem Viktorovich Dultsev y Anna Valerevna Dultseva.

La noticia circuló mundialmente en enero de 2023 mientras ambos eran procesados por la justicia eslovena.

Uno de los que supo de la noticia fue el periodista argentino Hugo Alconada Mon, que inmediatamente se contactó con el servicio de inteligencia de ese país, la policía eslovena, la Fiscalía y el juzgado donde tenía lugar el proceso.

No le contaron mucho por el secreto del sumario, pero aún así la ventana al habitualmente escondido mundo de los espías estaba abierta.

“Esto es como cuando levantas una piedra en tu jardín, y tenés la oportunidad de tomar una foto a las lombrices y a los bichos bolita antes de que se vuelvan a meter debajo de la superficie”, cuenta desde su casa en Buenos Aires.

La información obtenida comenzó a ser publicada por el periodista en el diario La Nación y ahora Alconada Mon ha escrito un libro llamado “Topos. La historia real de los espías rusos que tomaron Buenos Aires como su base de operaciones”.

BBC Mundo conversó con él sobre qué hicieron estos espías en Argentina y cómo construyeron “su leyenda”, es decir, la fachada que luego les sirvió para insertarse en Eslovenia, un país de la Unión Europea y miembro de la OTAN.

Los “ilegales”

La primera distinción que hace Alconada Mon en cada entrevista que da sobre Ludwig y María (Artem y Anna) es que eran agentes ilegales, es decir, no fueron espías que entraron a Argentina con su verdadera identidad ni estaban registrados como diplomáticos de la embajada o el consulado ruso.

Por el contrario, el periodista les ha contado, al menos, cuatro identidades diferentes a cada uno.

Aunque hicieron algunos viajes al país sudamericano entre 2009 y 2012, ese último año llegaron para quedarse.

“Él arguye en ese momento que se llama Ludwig Gisch, que nació en Namibia, de papá austriaco, y de mamá Argentina, llamada Elga Tatschke. Tiene un certificado de defunción de Elga firmado en Viena en 2010 y su partida de nacimiento en Argentina del año 1942. Por ser hijo de argentina pide la nacionalidad”, cuenta el periodista.

Pero todo eso es mentira… o casi. El certificado de defunción austríaco es verdadero pero la persona a la que hace referencia es un hombre, no una mujer. El nombre de Elga Tatschke fue adulterado.

En cambio, la partida de nacimiento de esta mujer argentina es real, el problema es que ella murió a los cuatro años y está enterrada en el cementerio alemán de la Chacarita.

Hugo Alconada Mon
Gentileza Hugo Alconada Mon
Hugo Alconada Mon le cuenta a BBC Mundo que, en ocasiones, ha incluido en sus investigaciones temas de espionaje, porque él mismo fue espiado por los servicios de inteligencia argentinos bajo distintos gobiernos.

Cuando llegaron a Moscú, el vocero del Kremlin Dmitry Peskov fue el primero en revelar que los hijos de “los agentes clandestinos” no tenían ni idea quién era Putin, para ejemplificar “los sacrificios que tenían que hacer (estos agentes) para llevar adelante su trabajo y cumplir su misión”.

En su discurso de bienvenida, el mismo Putin agradeció “la lealtad a su juramento, a su deber y a su patria, que no los ha olvidado ni por un minuto”.

Shaun Walker, el periodista del diario británico The Guardian que informó de la detención de los Dultsev en Eslovenia, escribió que “desde la invasión a Ucrania, los países occidentales han expulsado a cientos de los espías ‘legales’ que trabajaban en embajadas en toda Europa bajo la cobertura diplomática”.

“Esto debe haber forzado a Moscú a depender más de los ilegales, así como de otras redes informales”, concluyó.

Las leyendas

Ella en Argentina dice ser María Rosa Mayer Muñoz. Afirma haber nacido en Grecia y haberse criado en México, en Querétaro. Todo esto es falso, indica Alconada Mon, tan falso como el romance que comienza con Ludwig en Buenos Aires.

“Ellos vinieron y simularon: ´Oh, nos hemos conocido, nos hemos enamorado, casémonos´. Y se casaron en Buenos Aires para que ella consiga la ciudadanía argentina como esposa de un argentino. Pero ya estaban casados en Rusia. Tengo hasta la foto del casamiento real”, destaca el periodista.

De ese “segundo” casamiento nacerían Sofía, en 2013, y Daniel, en 2015.

Pero todo este secretismo, estas partidas de nacimiento de mujeres muertas y certificados de defunción reales pero adulterados no son para quedarse en Argentina. El objetivo es construir “una leyenda”.

“La leyenda es la construcción de una mentira, que te va a permitir luego abrir determinadas puertas que de otro modo continuarían cerradas”, resume el periodista argentino y ejemplifica:

“Imaginate que vos sos israelí y no puedes entrar a Irán. Entonces te vas a Colombia, empezás a trabajar, estudiás, te casás, tenés chicos en Colombia. Adquieres una empresa colombiana, un pasaporte colombiano y te vas ya como colombiano a Teherán. Y mientras finges ser, por ejemplo, un empresario exportador de café, reportas a Tel Aviv”.

El periodista argentino destaca que América Latina “se ha convertido en un buen destino para la creación de fachadas para agentes rusos”:

“Hay datos, con nombre y apellido, de casos que salieron a la luz sobre espías rusos dando vueltas por Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Colombia, Nicaragua y México. Y no es un caso aislado. Hay un esfuerzo sistematizado, coordinado, de desarrollar este tipo de fachadas”, dice Alconada Mon.

BBC Mundo se contactó con el periodista de investigación ruso Andrei Soldatov, experto en los servicios de espionaje de su país, quien confirmó la opinión de su colega argentino.

“Es cierto que Latinoamérica se volvió muy importante para los espías rusos a la hora de fabricar sus leyendas”, dice Soldatov desde el exilio.

“Esto no significa que la región albergue a muchos espías de forma permanente, más bien sirve como medio para forjar estas fachadas mediante la adquisición de los primeros documentos -por ejemplo, certificados de nacimiento- importantes para los espías ilegales, quienes luego serán enviados a operar en otros países”, añade.

 Los actores de
Getty Images
Los Dultsev fueron comparados en Eslovenia con la serie estadounidense de espías “The Americans”.

Alconada Mon indica que uno de los motivos que ha hecho atractiva América Latina fue la pérdida de Canadá como destino privilegiado de los espías rusos para construir sus fachadas.

Ese país elevó sus umbrales de vigilancia luego del caso de Tracey Lee Ann Foley y Donald Howard Heathfield, dos espías rusos que utilizaron suelo canadiense para construir sus leyendas.

Sus verdaderos nombres eran Elena Vavilova y Andrey Bezrukov. Fueron detenidos por el FBI en EE.UU. en 2010. Su historia inspiró la serie televisiva “The Americans” sobre dos espías rusos clandestinos en suelo estadounidense.

Cuando los Dultsev fueron detenidos en Liubliana 12 años después del arresto de Elena y Andrey, el secretario de Estado para asuntos internacionales y seguridad nacional e internacional esloveno, Vojko Volk, dijo: “Sabemos que son muy importantes, agentes serios. Esto es como ‘The Americans’ pero en Eslovenia”.

Antenas y padres de colegio

“La idea es construir una mentira que te permita luego pasar por debajo de los radares; ahora, te puede ocurrir perfectamente que mientras que vos estás construyendo tu fachada, encuentres oportunidades”, le dice a BBC Mundo Alconada Mon.

Y en su libro existen varios datos que indican que Artem Dultsev y Anna Dultseva fueron muy activos en Argentina.

Ella, por ejemplo, informó a Moscú sobre tres madres de la escuela de sus hijos, escuela que había sido cuidadosamente seleccionada.

“Una trabajaba en una empresa de insumos petrolíferos, la otra en una empresa de servicios petroleros, y la tercera en una empresa gasífera: el elemento en común de las tres, Vaca Muerta” (la formación geológica en el sur de Argentina que, según la compañía estatal petrolera YPF, es la segunda reserva de gas y la cuarta de petróleo a nivel mundial).

“Y cuando fueron a Eslovenia hicieron lo mismo, seleccionaron el colegio, identificaron a los padres, y mandaron reportes a Moscú sobre un padre de la escuela que era el titular de la agencia energética más importante de la Unión Europea”, añade Alconada Mon.

Libro
Gentileza Hugo Alconada Mon

Un descubrimiento del periodista sobre los Dultsev se dio tras visitar decenas de veces el barrio de Belgrano donde vivía la familia y donde trabajaba Ludwig.

“Cada vez que iba al edificio donde habían vivido estaba el portero, llamado Antonio, que se negaba a hablar conmigo. Pero un día me encontré con el encargado suplente, Juan, que me contó todo lo que recordaba de la familia”.

Los Dultsev, según Juan, eran personas calladas, de bajo perfil, pero muy amables. La hija le daba un caramelo cuando lo veía, para Navidad era un turrón, y cuando se fueron a Eslovenia le ofrecieron que se quedaron los muebles del departamento.

“Y lo único que me pidió al irse es si podía retirar la antena que había puesto en la azotea”, le contó Juan al asombrado periodista.

“Entonces me fui al otro edificio, la oficina donde trabaja Ludwig, que estaba a cuatro cuadras. Y ahí también le había pedido al portero retirar una antena”.

El periodista inquirió en el ente argentino donde se deben registrar las antenas de onda corta y de otra naturaleza que se utilicen y no había ninguna constancia de ninguno de los dos aparatos instalados por Ludwig. Pero lo más asombroso, según el periodista, eran el eje espacial en el que estaban instaladas.

“Si vos seguís sobre esa línea recta que va del departamento a la oficina, que es la calle Mendoza, sobre el final del camino, tenés la oficina de Representación Comercial de Rusia. Queda, como hipótesis de trabajo, la pregunta: ¿puede servir ahí un entramado de comunicación encriptado?”.

La caída

Alconada Mon dice a BBC Mundo que existen dos hipótesis sobre por qué los Dultsev aparecieron en la mira de los servicios de inteligencia eslovenos en 2022.

“La primera, un traidor que empezó a trabajar para los servicios occidentales y entrega a otros espías. La segunda es que un agente del MI6 o de la CIA tenía bajo la lupa a un sospechoso que se reunió con ella. Y termina ella y luego su marido bajo la lupa no por error propio, sino porque justo se cruzaron con otra pesquisa”.

Ambos fueron identificados primero como ciudadanos argentinos, aunque luego se descubrió su verdadera identidad e inmediatamente comenzaron las negociaciones con Moscú.

Finalmente, toda la familia pasó a ser parte de uno de los mayores intercambios de prisioneros entre Rusia y Occidente desde la caída del Muro de Berlín.

Pero antes de su regreso definitivo a suelo ruso en 2024, los Dultsev ya habían vuelto a Rusia con una excusa perfecta. En 2018, toda la familia viajó para alentar a la selección argentina en el Mundial de Fútbol.

Argentina - Croacia en 2018
Getty Images
Argentina cayó derrotado en el Mundial de Rusia por Croacia y al menos dos miembros de la familia Dultsev se entristecieron.

“Esto lo contaron ellos ya de regreso a Moscú, cuando dieron una entrevista a la revista oficial del espionaje ruso. Ellos dicen que aprovecharon la oportunidad del Mundial para volver”, dice Alconada Mon y especula:

“¿Es posible que ya que estaban en Rusia, de paso, se reunieron con sus jefes o con su handler (la persona de que dependían)? ¿O que recibieron información o les proveyeron de mejor tecnología? Son hipótesis”.

El periodista ruso Andrei Soldatov dice que es tan difícil llevar estas vidas paralelas, donde todo el tiempo se finge ser otra persona, que los espías ilegales “a veces necesitan regresar para reforzar su sentido de orientación”.

Durante el viaje a Rusia toda la familia asistió con sus camisetas albicelestes para ver el partido en el que la selección argentina perdió 3 a 0 con Croacia en Nizhni Nóvgorod, donde había nacido casualmente Anna Valerevna Dultseva.

“Y después del partido -cuenta Alconada Mon- a él no le importaba nada, a ella tampoco, pero su hija, que sí es argentina, estaba llorando por la derrota. Imaginate el impacto que es eso. Por que él puede asumir que está dispuesto a dar incluso la vida por una patria que no significa nada para su hija, pero la patria de su hija no significa nada para él”.

El caso de la familia Foley que construyó su fachada en Canadá es un claro ejemplo de este dilema: en 2019, Alexander Vavilov, el hijo menor de la pareja de espías, logró que los tribunales de ese país le devolvieran su ciudadanía canadiense, que había sido revocada cuando sus padres fueron arrestados en EE.UU.

“Soy quien soy; lo que aprendas sobre tu herencia no creo que te defina como persona”, dijo al enterarse de la noticia en Toronto, ciudad donde había nacido con el nombre de Alexander Foley.

“Los niños siempre son un problema”, señala Soldatov y añade:

“¿Qué se supone que debes hacer con ellos? ¿Qué se supone que debes decirles sobre su familia? ¿En qué momento puedes decirles a tus hijos que son rusos para poder reclutarlos?”, se pregunta el periodista ruso en el exilio.

Las preguntas no respondidas

Aunque los Dultsev han regresado a Rusia, existen aspectos de esta investigación en Argentina -tanto en lo judicial como en lo periodístico- que siguen abiertos.

Quién fue, por ejemplo, la persona que caminó por el cementerio alemán de la Chacarita y eligió el nombre de Elga Tatschke de una lápida para convertirse en la madre de Ludwig Gisch.

“Y te paso un dato más que te empieza a dar indicios de algo más inquietante. Esa partida de nacimiento la pidió alguien anónimamente en la Argentina meses antes de que el espía pisara Buenos Aires y fue de manera presencial, no por Internet, para no dejar huellas tecnológicas”, dice Alconada Mon y agrega:

“Una persona fue de manera presencial a la calle Uruguay, al registro de las personas. Y fue una oficina que no tiene cámara de video de seguridad. Consiguió la copia y se la entregó a Ludwig. Ahí tenés indicios de que hay alguien más en la Argentina, haciendo el soporte logístico”.

Tampoco se sabe quiénes fueron los dos ciudadanos de origen colombiano que fungieron como los dos testigos del casamiento de Ludwig y María en Argentina.

BBC Mundo le preguntó a Andrei Saltov si se necesitan muchos agentes para estas labores de apoyo a los espías ilegales:

“No muchos, y algunos de ellos podrían ser agentes reclutados para ese trabajo puntual”, respondió el periodista.

Liubliana
Getty Images
Liubliana, la serena capital de Eslovenia, se vio sacudida en diciembre por la noticia del arresto de los espías rusos.

Tras el regreso de los espías a Rusia, Alconada Mon ha tratado de contactarlos.

“Les mandé correos electrónicos, intenté contactar también al servicio de inteligencia ruso y hablé incluso con el vocero de la embajada rusa en Argentina. Le dije que la situación ya estaba blanqueada, los habían incluso condecorado. Entonces pregunté con quién podía hablar y nunca más me contestaron”.

BBC Mundo invitó al periodista argentino a especular con cuál sería su primera pregunta si lograra hablar con los Dultsev.

“No sería una pregunta, serían dos palabras: ‘Te escucho’…

“Contame todo, yo después trato de determinar qué es mentira y qué no, pero te quiero escuchar”.

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