La actualización de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC), en términos de la Ley General de Cambio Climático, se publicó en Diario Oficial de la Federación, el pasado 30 de septiembre de 2024, el mismo día en que fue el último día de gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta actualización, según la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Barcena Ibarra, es una estrategia de ambición y acción.
La actualización de esta estrategia nacional tendrá acciones desde los gobiernos federal, estatales y municipales a mediano y largo plazo, es decir, en los próximos 10, 20 y 40 años.
La Semarnat informó que con esta actualización se busca fomentar la corresponsabilidad con diversos sectores de la sociedad para transitar a una economía competitiva, sustentable y de bajas emisiones de carbono.
En la publicación de esta herramienta, la secretaria Bárcena Ibarra mencionó que la visión a largo plazo, de esta estrategia permitirá que la acción climática se convierta en una oportunidad para promover el desarrollo territorial sostenible, incrementar la competitividad, proteger la salud pública y mejorar la calidad de vida de la población.
La Estrategia Nacional de Cambio Climático es una herramienta en términos de la Ley General de Cambio Climático.
México expidió esta ley previo al Acuerdo de París, una vez que se convirtió en uno de los primeros países en asumir el compromiso voluntario de reducir emisiones e impulsar la creación de un marco legal nacional para hacer frente al cambio climático.
Tiene como principios los artículos 1°, 4° y 25° de la Constitución Mexicana sobre la protección y garantía de los derechos humanos, el derecho de toda persona a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar; y la tarea del Estado para garantizar un desarrollo nacional integral y sustentable, respectivamente.
Para la Semarnat la actualización que se hizo a esta estrategia representa una oportunidad para repensar el actual modelo de desarrollo y transitar hacia un futuro más sostenible e incluyente.
Con esta estrategia se busca orientar la política nacional, habilitar el cumplimiento de la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC) de México en cada una de sus ediciones, que permitan alcanzar la resiliencia climática y la neutralidad de carbono para mediados de este siglo.
Para entender qué es la adaptación, es importante mencionar la definición del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) quienes la definen como las iniciativas y medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados de un cambio climático.
Incluso, el artículo 3º fracción II de la Ley General de Cambio Climático define la adaptación como aquellas medidas y ajustes en sistemas humanos o naturales, como respuesta a estímulos climáticos, proyectados o reales, o sus efectos, que pueden moderar el daño o, en su defecto, aprovechar sus aspectos beneficiosos.
Al hablar de adaptación también se debe mencionar la vulnerabilidad, que según la Ley arriba citada, se define como el grado en que los sistemas pueden verse afectados adversamente por el cambio climático, la variabilidad del clima y fenómenos hidrometeorológicos extremos, dependiendo de si los mismos son capaces o incapaces de afrontar los impactos negativos.
Sobre esto, la Estrategia Nacional de Cambio Climático especifica que la vulnerabilidad no sólo depende de las condiciones climáticas extremas, sino también de la capacidad de la sociedad de anticiparse, enfrentar, resistir y recuperarse de un determinado impacto.
Te puede interesar: Las 5 obras de teatro de julio 2025 que no te puedes perder en CDMX
En México contamos con un Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático con el que se identifican cuáles son los municipios con mayor vulnerabilidad al cambio climático.
Para identificarlos existen seis factores importantes para determinar en qué grado de vulnerabilidad se encuentra un municipio:
Según datos de la Estrategia Nacional de Cambio Climático, estudios muestran que de 2,469 municipios que hay en México, al menos, 1,448 cuentan con una de las seis vulnerabilidades con valores altos o muy altos y una perspectiva de aumento futuro.
De ese total, 273 municipios presentan tres vulnerabilidades y 83 de cuatro o más vulnerabilidades.
Para el 2022, la Semarnat junto con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), identificaron en conjunto hasta 253 municipios con necesidad de atención para adaptarse al cambio climático.
De ese total, 181 municipios presentan “Alta” necesidad, 52 municipios “Muy Alta” necesidad y 20 municipios fueron catalogados como sitios de “Atención prioritaria”.
Según datos de las dependencias los estados en los que se encuentran estos municipios son: Baja California Sur, Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo y Sonora.
De esas entidades, Chiapas, Quintana Roo y Michoacán tienen tres y seis municipios identificados para atención prioritaria para adaptarse al cambio climático.
Para atender la adaptación en los municipios arriba señalados, la Estrategia Nacional de Cambio Climático propone cinco Ejes Estratégicos de Adaptación. Estos ejes plantean la reducción de vulnerabilidad y el aumento de la resiliencia ante los efectos del cambio climático en sistemas prioritarios mediante acciones que promueven la adaptación.
Además, reflejan los cinco Ejes de Adaptación de la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC) y destaca temas hídricos y de infraestructura y patrimonio cultural tangible.
Los Ejes Estratégicos de Adaptación a desarrollar en los próximos, 10, 20 y 40 años son:
De acuerdo con la estrategia nacional, cada eje presenta Líneas de Acción que proponen acciones para reducir la exposición y vulnerabilidad climática de las personas, considerando criterios de igualdad de género, interseccionalidad y derechos humanos, y de los territorios que habitan.
Si quieres conocer la Estrategia Nacional de Cambio Climático ingresa aquí y conoce a detalles las líneas de acción.
El informe de la investigación apunta a que el jugador iba al volante y al exceso de velocidad como causa del accidente.
Las autoridades en España dieron a conocer las conclusiones de un informe preliminar sobre las posibles causas del accidente en el que murieron el futbolista portugués Diogo Jota y su hermano André Silva.
Según las mismas, todos los indicios hasta ahora indican que el delantero del Liverpool iba al volante cuando el auto en que viajaba se estrelló en una autopista española, y que probablemente circulaba a velocidad excesiva.
El jugador de 28 años, murió junto a su hermano André Silva, de 25, cuando el Lamborghini en que ambos se desplazaban sufrió el reventón de un neumático en la provincia de Zamora, en el noroeste de España, en la madrugada del pasado jueves.
La Guardia Civil de España dijo, tras conocerse la noticia, que el vehículo realizaba un adelantamiento en la autopista A-52, cerca de la población de Palacios de Sanabria, cuando se salió de la carretera y se incendió.
“Todo apunta también a una posible velocidad excesiva, superior al límite de velocidad de la vía”, dijo la Guardia Civil de Tráfico de Zamora en un informe.
La policía informó que había estudiado las marcas dejadas por uno de los neumáticos del Lamborghini y que “todas las pruebas realizadas hasta el momento indican que el conductor del vehículo accidentado era Diogo Jota”.
El informe pericial sobre el accidente es parte de la investigación judicial sobre el siniestro, dificultada por el incendio que destruyó casi por completo el coche.
El accidente ocurrió 11 días después de que Jota se casara con su pareja de toda la vida, Rute Cardoso, en Portugal. La pareja tenía tres hijos.
El futbolista y su hermano se dirigían al puerto español de Santander para que el delantero pudiera regresar a Liverpool para el entrenamiento de pretemporada.
Su funeral tuvo lugar en su ciudad natal de Gondomar, cerca de Oporto, el fin de semana.
Según los informes, las marcas de neumáticos eran visibles a unos 100 metros (330 pies) del punto de impacto.
Aunque se había sugerido que el asfalto de la carretera era irregular donde ocurrió el accidente, la policía dijo a los medios españoles que no era un “punto negro” de accidentes y que es posible rodar en ella a una velocidad superior a los 120km que tiene fijados como límite.
Según el diario español El País, fuentes cercanas a la investigación aseguran que el vehículo hizo un trompo y quedó en el hueco de dos guardarraíles, de tal manera que el propio guardarraíl “partió en dos” el depósito, provocando así la explosión “de imposible supervivencia”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.