El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este 5 de febrero un decreto que prohíbe a atletas transgénero participar en deportes femeninos, en un nuevo ataque a esta comunidad.
“Con esta orden ejecutiva, la guerra contra los deportes femeninos terminó”, prometió el mandatario republicano durante una ceremonia en la Casa Blanca, entre aplausos de decenas de atletas cisgénero.
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En concreto, el texto prevé recortar los subsidios gubernamentales a los colegios que permitan a estudiantes transgénero ser miembros de equipos deportivos femeninos.
“No habrá financiación federal” para estas instituciones, insistió Trump.
El presidente aprovechó para presionar al Comité Olímpico Internacional (COI), dado que Estados Unidos será el anfitrión de los próximos Juegos Olímpicos.
“En Los Ángeles en 2028, mi administración no se quedará de brazos cruzados viendo cómo los hombres derrotan a las atletas femeninas”, afirmó, repitiendo una mentira que suele decir: que la campeona olímpica areglina de boxeo Imane Khelif es hombre.
“No vamos a permitir que eso suceda”, insistió.
Con ese objetivo, su administración “rechazará todas las solicitudes de visa realizadas por hombres que intenten entrar a Estados Unidos de manera fraudulenta identificándose como atletas femeninas”, aseguró.
En Estados Unidos los derechos de las personas trans son motivo de discrepancias entre la opinión pública.
Donald Trump utilizó el tema durante la campaña en un intento de ganarse el voto de los indecisos.
Prometió acabar con los “delirios transgénero” y atacó a su rival Kamala Harris por su apoyo a la comunidad.
Desde su regreso al poder el 20 de enero, el millonario de 78 años ha tomado numerosas medidas contra las personas trans.
Emitió otro decreto que prohíbe lo que él llama “ideología transgénero” en el ejército, un proyecto de ley que pretende excluir a las personas transgénero (15 mil de aproximadamente dos millones de efectivos militares) de las filas.
Otro decreto pretende restringir los procedimientos de transición de género para menores de 19 años.
Su nueva orden ejecutiva sobre deportes está acompañada de un proyecto de ley republicano, aprobado en enero en la Cámara de Representantes, que restringe la participación de mujeres transgénero en los deportes universitarios femeninos.
La prohibición ya está en vigor en los colegios de enseñanza secundaria de aproximadamente la mitad de los estados del país.
Según el Instituto Williams, un grupo de expertos de la Universidad de California, aproximadamente 1.3 millones de adultos (0.5% de la población) y 300 mil jóvenes de entre 13 y 17 años (1.4%) se identifican como transgénero en Estados Unidos.
Los estudios muestran que lass juventudes transgénero tienen más probabilidades de sufrir depresión y una tasa de suicidio más alta que el resto de la población.
El secretario de Estado, Marco Rubio, lo reemplazará, asumiendo de forma interina las responsabilidades de seguridad nacional.
El presidente Donald Trump destituyó a Mike Waltz de su cargo de asesor de seguridad nacional y lo nombró embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas.
A Waltz lo reemplazará Marco Rubio, quien asumirá en funciones las responsabilidades de seguridad nacional mientras mantiene su puesto de secretario de Estado.
La destitución de Waltz es la primera de un alto cargo del círculo cercano de Trump, así como de una autoridad en materia de seguridad, desde el inicio de su segundo mandato el pasado enero.
“Sé que Mike continuará defendiendo los intereses de Estados Unidos desde su nuevo rol en la ONU”, escribió Trump en su red Truth Social al anunciar el cambio.
Mike Waltz, excongresista y veterano militar, fue señalado como el principal responsable del escándalo sobre el uso indebido de la aplicación de mensajería Signal para discutir operaciones militares.
El detonante fue la revelación de que Waltz añadió por error al editor de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, a un chat privado en el que se compartían detalles sensibles sobre un ataque aéreo contra milicianos hutíes en Yemen, incluidos los horarios exactos del lanzamiento de misiles.
Aunque la Casa Blanca sostuvo que no se filtró información clasificada y Waltz asumió públicamente la responsabilidad, el incidente generó fuertes críticas, incluso de figuras afines a Trump y al Partido Republicano.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, también es objeto de una investigación por compartir datos de operativos a través de canales no seguros dentro del mismo grupo de Signal.
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