Gloria Trevi demanda a Sergio Andrade, su exagente y productor, por presunto abuso sexual. La cantante argumenta que él fue un “verdadero depredador” que la sometió a ella y a otras chicas entre finales de los 80 y 90.
La polémica entre Trevi y Andrade ha existido desde los 90, cuando fueron acusados de pertenecer a una presunta red sexual. Te dejamos todo lo que debes saber de esta nueva demanda.
La denuncia de Gloria Trevi es una respuesta a una demanda que hicieron dos mujeres –que se mantienen anónimas– en enero del 2023 contra Trevi y Andrade en Los Ángeles.
Ellas señalan que en los 90, cuando eran menores de edad, fueron víctimas de grooming y explotación por parte de Trevi y Andrade.
Por eso, esta nueva demanda fue puesta en Estados Unidos y no en México.
Durante años, Gloria Trevi ha sostenido que ella fue una víctima más de Andrade; sin embargo, no había procedido legalmente como ahora.
En un comunicado compartido a medios especializados como Variety y Rolling Stone, la cantante explica que había decidido no proceder legalmente sobre el “horrible abuso” para evitar revivir “las horribles experiencias” y, sobre todo, “proteger a sus hijos y familia”.
La intérprete emprendió ahora esta acción legal para buscar justicia y evitar que se vuelvan a repetir los hechos violentos que denuncia:
“He decidido emprender esta acción legal para luchar por la justicia y enviar el mensaje de que no deben tolerarse actos tan atroces. Nadie debería tener que pasar por lo que yo viví, y estoy decidida a hacer que los responsables rindan cuentas de sus actos”, expresa el comunicado.
En la nueva demanda de Gloria Trevi a Sergio Andrade, la cante es representada por la firma de abogados Brown Rudnick LLP.
Específicamente, quien está a cargo de su caso es Camille M. Vásquez, exabogada de Johnny Depp en el caso contra Amber Heard.
En el comunicado, Vásquez comentó: “Estamos completamente preparadas para presentar nuestro caso y buscar justicia en su nombre”.
El comunicado enviado a medios especializado, se describe toda la serie de abusos que Sergio Andrade cometió contra Gloria Trevi y otras jóvenes a finales de los 80 y 90.
Se especifica que Trevi estaba siendo “controlada, torturada mental y físicamente, y esclavizada por Andrade”, quien la consideraba su “activo más valioso”.
Igual explica que Andrade pudo hacer todo eso sin conocimiento del público y sin represalias gracias a la “posición de poder e influencia” que tenía al ser hermano de un senador mexicano.
“Esa posición le permitió atraer a muchas jóvenes a su esfera de influencia, con la esperanza de que las guiara, les sirviera de mentor y lanzara sus carreras en el mundo del espectáculo”, explica el comunicado.
“Pero una vez se veían atraídas por sus sueños de estrellato, las sometía a un control total y a un abuso sádico: mental, económico, físico y sexual. Trevi era una de esas jóvenes”, explica su abogada.
La polémica de Gloria Trevi y Sergio Andrade reviven más de 20 años después. En los 2000 fueron arrestados en Río de Janeiro por presumanete atraer a menores de edad a unared sexual que fue apodado el “clan Trevi-Andrade”.
El caso que los puso en el centro de la justicia fue una demanda de la madre de Karina Alejandra Yapor Gómez, quien acusaba a Andrade, Trevi, María Taquenel Portillo “Mary Boquitas” y Marlene Calderón de rapto, corrupción, abuso y explotación de su hija menor de edad.
Fue hasta 2002 cuandi Gloria Trevi fue extraditada de Brasil a México y estuvo detenida en Chihuahua. Salió de prisión casi cuatro años y medio despupes, en 2004, siendo absuelta de los delitos de rapto y corrupción de menores.
“Mary Boquitas” y Marlene Calderón también fueron exoneradas.
Sergio Andrade fue trasladado a México hasta 2003 y fue sentenciado a siete años y 10 meses de cárcel. En 2007 fue puesto en libertad.
El ataque aéreo fue lanzado en la mañana de este miércoles contra puntos de “infraestructura terrorista”. Pakistán niega cualquier relación con los ataques de hace dos semanas.
Dos semanas después del mortal ataque militante a turistas en la región de Cachemira administrada por India, este país ha lanzado una serie de bombardeos en Pakistán y en la zona de Cachemira administrada por Pakistán.
De acuerdo al reporte oficial, al menos 26 personas murieron en el ataque aéreo indio.
El ministro de Defensa de India señaló este miércoles que los bombardeos -de la llamada operación Sindoor- hacen parte del “compromiso” de “hacer responsables” a las personas que perpetraron el ataque del 22 de abril, que causó la muerte de 25 ciudadanos indios y un nepalí.
Pero Pakistán, que ha negado cualquier responsabilidad en el hecho, ha descrito las incursiones aéreas como “no provocadas”.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, anotó que este “atroz ataque de agresión no quedará impune”.
El ejército de Pakistán señaló que había derribado cinco aviones de guerra indios y un drone. Hasta el momento, no se conoce una respuesta de India.
El vocero del ejército de Pakistán, el general Ahmed Sharif Chaudhry, anotó que al menos 26 personas habían muerto y otras 46 habían resultado heridas.
Por su parte, India reportó la muerte de 10 personas en su país debidos a avances del ejército paquistaní en la frontera.
En BBC Mundo te explicamos lo que se sabe hasta ahora de esta tensión entre ambas naciones.
India señaló que nueve posiciones en Pakistán y la zona de Cachemira administrada por Pakistán fueron blanco de los ataques aéreos en la madrugada de este miércoles.
Y anotó que los blancos hacían parte de la “infraestructura terrorista” donde los ataques contra India se “planeaban y producían”.
El gobierno en Nueva Delhi señaló que no atacó instalaciones militares de su país vecino y añadió que sus acciones “han sido enfocadas, medidas y sin escaladas”.
De acuerdo con el gobierno de Pakistán, tres zonas del país resultaron afectadas por los ataques: Muzaffarabad y Kotli, en la región de Cachemira administrada por Pakistán, y Bahawalpur, en la provincia paquistaní de Punjab.
Su ministro de Defensa, Khawaja Asif, le dijo a la cadena de televisión GeoTV que los ataques alcanzaron áreas civiles y añadió que eran falsos los reclamos de India de que los blancos atacados eran “campamentos terroristas”.
La avanzada india ocurre semanas después de un aumento de tensiones entre ambos países -que tienen programas nucleares- y tras los ataques que dejaron 26 turistas muertos en el pintoresco poblado vacacional de Pahalgam.
En esos hechos del 22 de abril, por los que se responsabiliza a un grupo de militantes extremistas, murieron 26 personas, con testigos que afirman que los atacantes estaban señalando particularmente como blanco a hombres hindúes dentro del grupo.
Se trata del peor ataque contra civiles en la región en cerca de 20 años y generó una ola de fuertes rechazos en India.
El primer ministro Narendra Modi afirmó que el país perseguiría a los sospechosos “hasta el fin del mundo” y que quienes lo planearon y llevaron a cabo recibirán “un castigo inimaginable”.
Sin embargo, India no ha identificado a ningún grupo sospechoso de perpetrar el ataque en Pahalgam.
Pero la policía india ha alegado que dos de los atacantes eran ciudadanos paquistaníes, y Delhi señala a Pakistán de apoyar a los militantes extremistas, una acusación que Islamabad niega.
Las autoridades paquistaníes han señalado que no tienen nada que ver con los atentados del 22 de abril.
En las dos semanas transcurridas desde entonces, ambos países han tomado represalias, incluyendo la expulsión de diplomáticos, la suspensión de visas y el cierre de cruces fronterizos.
Pero muchos ya esperaban que la situación escalara hasta convertirse en una especie de ataque transnacional, como se había visto tras los atentados de Pulwama, que dejaron 40 paramilitares indios muertos en 2019.
Cachemira es reclamada en su totalidad por India y Pakistán, pero administrada solo parcialmente por cada uno de ellos desde su partición tras la independencia de Gran Bretaña, en 1947.
Ambos países han librado dos guerras por ella.
Pero más recientemente, han sido los ataques de militantes extremistas los que han llevado a los países al borde del abismo.
La Cachemira administrada por India ha sido escenario de una insurgencia armada contra el gobierno indio desde 1989, con extremistas que atacan tanto a las fuerzas de seguridad como a la población civil.
El de este año fue el primer ataque de gran escala contra civiles desde que India revocó el Artículo 370, que otorgó a Cachemira el estatus de semiautónoma en 2019.
Tras la decisión, la región fue escenario de protestas, pero también de un declive en la militancia radical y un enorme aumento en el número de turistas que la visitan.
En 2016, tras la muerte de 19 soldados indios en Uri, India lanzó “ataques preventivos y específicos” a través de la Línea de Control – la frontera de facto entre India y Pakistán- contra centros de operaciones de militantes extremistas.
En 2019, el atentado de Pulwama, que dejó 40 paramilitares indios muertos, derivó en ataques aéreos en Balakot – en lo que fue la primera acción de este tipo en Pakistán desde 1971-, y esto desencadenó incursiones de represalia y un combate aéreo.
Ninguno de estos ataques llevó hacia algo más grave, pero el mundo entero está ahora en alerta ante lo que podría suceder ocurriera una escalada. Diversos gobiernos y diplomáticos de todo el mundo han intentado detener el deterioro de relaciones a partir de la situación actual.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ya ha pedido “máxima moderación”, mientras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que esperaba que los combates “terminen muy pronto”.
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