
En 1989 un caso estremeció a México y Estados Unidos cuando se descubrió una fosa llena de cadáveres brutalmente asesinados. El grupo responsable fue apodado “Los Narcosatánicos“, liderado por Adolfo de Jesús Constanzo y donde participó Sara Aldrete.
HBO Max explora este caso, que provocó ruido internacional y donde se ligó al narco con un culto/secta, con la serie documental La Narcosatánica, que cuenta con el testimonio de la propia Sara María Aldrete Villareal.
Como ya dijimos, se trata de una serie documental de solo tres episodios donde se repasan los crímenes cometidos por la secta de Adolfo de Jesús Constanzo, conocido como “El Padrino”.
Desde tres distintas aristas, podremos conocer la historia de Sara Aldrete, también conocida como “La Madrina”.
A través de la recreación de los hechos, material de archivo y los testimonios de ex funcionarios, vecinos, testigos y la voz de la propia Sara Aldrete, La Narcosatánica muestra los detalles más estremecedores de esta historia.
En 1989 la policía dio con una fosa de cuerpos humanos en el Rancho Santa Elena, en Tamaulipas, entre los que sospechaban que se encontraban los restos de Mark J. Kilroy. Este era un estudiante de la Universidad de Texas que había desaparecido en México.
En el rancho también encontraron otros objetos como un caldero de hierro con marcas de sangre, palos de madera, machetes, y restos humanos como cabello, dientes y otros huesos.
La prensa inmediatamente les bautizó como “Los Narcosatánicos” y personas como David Serna señalaron a Adolfo Constanzo y Sara Aldrete como los líderes de esta secta.
Al final, todos murieron a excepción de Sara, quien en su momento fue declarada culpable y sentenciada a una condena de 600 años de prisión.
Actualmente sigue cumpliendo su condena en prisión a pesar de alegar inocencia y de ser una víctima más de Adolfo Constanzo.
Aunque fue un caso super mediático en México, hay muchas personas que apenas si recuerdan detalles del caso. Sin embargo, lo que definió que se hiciera este documental fue la misma Sara.
En Animal MX platicamos con Pat Martínez, directora de La Narcosatánica y nos contó que ella trabajaba en otra producción y tuvo que visitar el penal de Tepepan.
“De repente se me acerca esta mujer que es visualmente muy atrayente, que mide 1.90 y me dicen «mira, ella es la Narcosatánica»”. Pat confiesa que no sabía nada del caso y se puso a investigar, pero se quedó pensando en la imagen de Sara, con quien comenzó a platicar.

Fue a través de varios años que visitó a Sara Aldrete y se fue enterando por ella misma de su historia, de cómo conoció a Adolfo de Jesús Constanzo y hasta de cómo se metió en la Santería.
Claudia Fernández, Líder de Desarrollo de Contenido No Guionado en México para HBO Max, platica a Animal MX que ella se encontró con la propuesta del proyecto en una sesión de pitch de Docs MX.
Y aunque ella sí tenía más contexto del caso, le llamó la atención lo mismo que a Pat: la esencia de Sara Aldrete.
“Pusieron un clip de una mujer guapísima y altísima que empieza a cantar con una alegría y una viveza… Yo me preguntaba «¿cómo es posible que tenga esa energía si tiene treinta y tantos en la cárcel? ¿Cómo transmite esa vibra, esa alegría?», entonces de ahí me enganché mucho con la historia, explica Claudia Fernández.
Aunque parecería que todo en La Narcosatánica está contado para redimir a Sara, quien durante años ha defendido su inocencia, pero no es así.
Pat Martínez menciona que “un documental no te va dar una respuesta, sino abrir muchas más preguntas” y eso quiso generar con esta docuserie.
¿Es Sara Aldrete un chivo expiatorio del sistema judicial mexicano o una de las peores criminales de la historia de México? es tan solo uno de los cuestionamientos que se dejan sobre la mesa.
Y es que mientras Pat platicaba con Sara Aldrete, cuando regresaba a casa ella la iba contrastando con lo que se dijo en las noticias, lo que decían informes policiales, lo que declararon otros involucrados.
Así es como en cada episodio podrás ver el testimonio de “la Narcosatánica” contado desde prisión, pero también testimonios de periodistas que cubrieron el caso, autoridades de México y Estados Unidos que investigaron a la secta y los asesinatos, así como de otros actores en el caso.
Al estar encargada de contenidos para HBO Max en México, Claudia Fernández está consiente del interés del público por las series y documentales de criminales.
Pero más que morbo, considera que se trata de “una curiosidad muy humana”.
“Cuando uno piensa en un crimen, sobre todo en asesinatos, como están tan fuera del orden que consideramos natural se genera esta curiosidad y nos preguntamos si ya era malo o era bueno, si realmente es culpable”, comenta Claudia.
“También todos nos sentimos un poco detectives y creo que por eso enganchamos super fuerte con el tipo de historia que te permite generar tus propias conclusiones”.
Los tres episodios de La Narcosatánica están disponibles en HBO Max desde el 13 de julio.
Sin embargo, su estreno en el canal de HBO será distinto; se estrena el domingo 16 de julio a las 21:00 (hora México) con un episodio semanal.
Adicional, el 20 de julio podrás disfrutar del primer episodio en Discovery México.

Los astrónomos han detectado señales de que nacen cada vez menos estrellas. Podría ser parte de un declive gradual del Universo y de todo lo que contiene. Pero ¿por qué? ¿Y cuánto deberíamos preocuparnos?
En las últimas dos décadas los astrónomos han ido notando pistas de que el cosmos tal vez ha pasado su mejor momento.
Una de esas señales es que menos estrellas han ido naciendo.
Ahora, eso no significa que el universo se está quedando sin estrellas. Hay estimaciones de que hay por lo menos un septimillón de ellas -eso es un número seguido de 24 ceros.
Pero los astrónomos creen que la producción de nuevas estrellas se está reduciendo.
El consenso científico actual es que el universo tiene una edad de 13.800 millones de años.
Las primeras estrellas se formaron poco después de que el Big Bang apareciera.
De hecho, el año anterior, el telescopio espacial James Webb halló un trío de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se cree tienen una edad cercana a los 13.000 millones de años.
Las estrellas son esencialmente bolas gigantes de gas caliente que comenzaron su vida de la misma forma.
Ellas se forman en nubes enormes de polvo cósmico conocidas como nebulosas. La gravedad junta los gases, que eventualmente se calienta y se convierte en una estrella bebé, o como se le conoce, protoestrella.
A medida que el corazón de la estrella se calienta a millones de grados centígrados, los átomos de hidrógeno que están contenidos allí comienzan a agitarse para formar helio a través de un proceso llamado fusión nuclear. Esta reacción emite luz y calor y la estrella ahora está en una fase estable de “secuencia principal”.
Los astrónomos estiman que las estrellas en secuencia principal, incluido nuestro propio Sol, son aproximadamente el 90% de todas las estrellas del universo. El rango varía entre una décima parte hasta 200 veces la masa de nuestro Sol.
Eventualmente esas estrellas consumen su combustible y pueden tomar diferentes caminos en su manera de morir.
Estrellas con masas pequeñas como nuestro Sol entran en un proceso de desvanecimiento que puede durar miles de millones de años.
Para estrellas “hermanas” más grandes, con al menos ocho veces el tamaño del Sol, su final es más dramático: ellas se destruyen en una gran explosión conocida como supernova.
En 2013, un equipo internacional de astrónomos dedicados a estudiar las tendencias en la formación de estrellas afirmó que de todas las estrellas que iban a nacer en la historia del Universo, el 95% ya lo había hecho.
“Vivimos en un universo dominado por estrellas viejas”, dijo en ese momento el autor del estudio, David Sobral, en un artículo publicado en la revista Subaru Telescope.
En la línea del tiempo del universo, parece que su momento de mayor producción de estrellas ocurrió hace unos 10.000 millones de años, en un período conocido como el “Mediodía Cósmico”.
“Las galaxias convierten el gas en estrellas y lo están haciendo a una tasa decreciente”, explica el profesor Douglas Scott, cosmólogo de la Universidad de British Columbia en Canadá.
Scott es el coautor de un informe, que aún no se ha publicado, en el que se analiza información de los telescopios de la Agencia Espacial Europea, Euclides y Herschel.
Él y su equipo de investigadores espaciales fueron capaces de estudiar de forma simultánea cerca de 2,6 millones de galaxias, lo que fue posible gracias al mapa 3D del universo creado por la misión Euclides.
Los astrónomos estaban particularmente iuteresados en el calor que emiten las estrellas. Las galaxias con mayor tasa de formación de estrellas tienden a tener un polvo cósmico más caliente a medida que contienen estrellas más grandes y calientes.
El equipo halló que las temperaturas de las galaxias han ido disminuyendo en los últimos mil millones de años.
“Ya se nos pasó el momento de mayor formación de estrellas, y habrá cada vez menos formación de nuevas estrellas en el universo”, agrega Scott.
Es verdad que la muerte de las viejas estrellas puede llevar a la formación de nuevas usando el mismo material, pero no es tan simple.
Asumamos que tenemos una pila de materiales de construcción y la usamos para hacer una casa. Si queremos construir uno nuevo, podemos reciclar cosas de una casa vieja, pero no todo será útil.
“Eso significa que solo podemos hacer una casa más pequeña. Cada vez que hagamos una demolición, habrá menos materiales que sean útiles hasta que no se pueda construir nada”, señala Scott.
Eso es lo que pasa con las estrellas.
“Cada generación de estrellas tienen menos combustible para gastar y eventualmente no habrá suficiente combustible para hacer una estrella”, añade.
Y concluye: “Ya sabemos que las estrellas menos masivas son más comunes que las estrellas masivas en el universo”.
Los científicos han teorizado durante mucho tiempo que el universo llegará a su fin algún día. Simplemente no pueden estar seguros de cómo ni cuándo.
Una de las teorías más aceptadas actualmente es la muerte térmica.
También conocida como la “Gran Helada”, predice que a medida que el universo continúa expandiéndose, la energía se dispersará hasta que finalmente se enfríe demasiado para sustentar la vida. Las estrellas se alejan cada vez más, se quedan sin combustible y no se forman nuevas.
“La cantidad de energía disponible en el universo es finita”, explica Scott.
Pero antes de que mires con melancolía el cielo, la desaparición de las estrellas tomaría una cantidad astronómica de tiempo.
Scott estima que seguirán apareciendo nuevas estrellas durante los próximos 10 a 100 mil millones de años, mucho después de que nuestro Sol probablemente haya desaparecido.
En cuanto a la “Gran Helada”, podría tardar aún más: a principios de este año, astrónomos de la Universidad Radboud de los Países Bajos estimaron que el final llegaría en aproximadamente un quinvigintillón de años, es decir, un uno seguido de 78 ceros.
Hay tiempo de sobra, entonces, para apreciar las estrellas la próxima vez que haya una noche despejada.
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