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La construcción de un ícono: así ha sido la evolución de Drácula en el cine
La construcción de un ícono: así ha sido la evolución de Drácula en el cine
Fotos: Sony Pictures y Universal Pictures
8 minutos de lectura

La construcción de un ícono: así ha sido la evolución de Drácula en el cine

Te contamos la historia de uno de los personajes más icónicos de las historias de terror. Mira cómo ha cambiado Drácula en el cine.
24 de mayo, 2024
Por: Abigail Camarillo
@aabi_cm 

Si de personajes inmortales hablamos, tenemos que mencionar al Conde Drácula, pues ha sobrevivido al tiempo y se mantiene como uno de los más icónicos en la cultura popular.

Nació en 1897 con la novela Drácula, de Bram Stoker, y desde entonces definió al mundo del terror y al subgénero de los vampiros.

Se dice que algunos aspectos del personaje se inspiraron en Vlad el Empalador, quien fue príncipe de Valaquia en el siglo XV. Aunque otras personas ven similitudes con la historia de de la condesa Elizabeth Báthory. Lo que es un hecho es que ambas figuras compartían un macabro gusto por lo sanguinario.

Eso sí, Hollywood ha sabido explotar la historia de este caballero de mirada misteriosa que deambula por las noches con sed de sangre. En algunas versiones, representa miedos y angustias, pero en otras también se adueña de nuestros deseos.

Repasemos un poco la evolución de Drácula en el cine.

El vampiro que se inspiró en Drácula

Ya sabemos que el Conde Orlok, de Nosferatu e interpretado por el gran Max Schreck, no es el conde de Transilvania, pero no podemos negar la enorme inspiración que tomó del personaje creado por Bram Stoker.

Tenemos que agradecerle al director expresionista alemán F.W Murnau por esta gran película que se lanzó en 1922. Con su gran uso de las sombras, Murnau pudo proyectar el misterio y el terror que esta figura comunica tan solo con su presencia.

Además, desde aquí se dejó muy en claro cómo Drácula en el cine podía reflejar los miedos reales de las audiencias, pues en esta película se hace muy presente el miedo “al otro” y el tema de la xenofobia.

De Nosferatu hay un remake de Werner Herzog realizado en 1979 y parece que ahí viene uno más de Robert Eggers (La Bruja, El Faro) con Bill Skarsgård como el Conde Orlok y co protagonizada por Nicholas Hoult y Lily-Rose Depp.

Nace el ícono de Hollywood

Aunque la historia de Drácula en el cine nació en otro continente, fue Hollywood quien lo convirtió en la reconocida figura que conocemos.

Esa visión de un aristócrata con un acento marcado, con pelo relamido y con una capa se la debemos a Universal cuando en 1931 lanzó Dracula, con Bela Lugosi como el protagonista y Tod Browning como director.

Como dato curioso: Universal hizo al mismo tiempo una versión para el público de habla hispana. Fue dirigida por George Melford y protagonizada por Carlos Villarías. Durante el día, en el set se filmaba la versión de Tod Browning y por las noches aparecía la producción de Melford.

No hay duda de que el Lugosi marcó al personaje para siempre, pues marcó la primera vez que escuchamos la voz del conde en el cine.

Además, su habilidad para infringir miedo solo con su profunda mirada y con sus hipnóticos movimientos de manos le dieron mucha más vida a este no muerto.

drácula en el cine

Desde entonces, vemos que las demás interpretaciones de Drácula en el cine mantienen algo de Bela Lugosi, ya sea el atuendo, los ademanes o hasta el acento marcado.

Después de lanzar esta película, Universal se animó a hacer otras enfocadas en criaturas clásicas como Frankenstein, la Momia, el Hombre Invisible, entre otros.

Además, lanzó unas secuelas como La Hija de Drácula (1936) y El Hijo de Drácula (1942).

Sin embargo, solo vimos en otra ocasión a Bela Lugosi como Drácula y algunas personas no quieren recordarla, pues fue en la comedia Abott y Costello contra los fantasmas.

Para gritar con ganas: Este estudio dice cuáles son las mejores películas de terror

Drácula a color

Con los años, Drácula y otros monstruos clásicos como Frankenstein y el Hombre Lobo tuvieron un enrome descanso. Pues parecía que el terror ahora se enfocaba en monstruos del espacio o criaturas creadas por accidentes atómicos.

Sin embargo, fue a finales de los 50 cuando tuvimos una nueva versión de Drácula en el cine mucho más violenta ¡y a color!

El estudio británico Hammer Films revivió a este personaje y eligió al director Terence Fisher y al actor Christopher Lee para encarnar al conde.

Aquí vemos a un conde más bestial, que ataca sin piedad a la menor provocación y que se deja llevar por sus instintos.

Además, esta interpretación le dio sus característicos enormes colmillos amenazantes y hasta unos ojos rojos y sanguinarios.

Esta interpretación fue tan exitosa que tuvo ocho secuelas, en las cuales Christopher Lee apareció como Drácula en seis.

Otro dato curioso es que Christopher Lee también fue el Conde Drácula en la película alemana Count Dracula (Nachts, wenn Dracula erwacht) de 1970.

En ella vemos al conde con todo y bigote y es la primera versión en la que Drácula aparece primero como un hombre viejo que va rejuveneciendo mientras bebe sangre fresca.

Stoker, Coppola y Oldman

Aunque hubo otras versiones de Drácula en el cine en las siguientes décadas, no fue sino hasta 1992 cuando se lanzó una de las más memorables.

Se trata de la versión de Francis Ford Coppola y llevó por nombre Drácula, de Bram Stoker. Esta vez, el actor encargado de dar vida al conde fue Gary Oldman.

Además, tuvo un elenco que llama a cualquiera con la participación de Winona Ryder, Keanu Reeves y Anthony Hokpins.

Coppola tiró la casa por la ventana (con 40 millones de dólares de presupuesto) para hacer esta película que, a pesar de tener varios cambios, es una de las mejores adaptaciones de la novela de Bram Stoker.

La actuación de Gary Oldman como Drácula es de lo más memorable, pues combina elementos que nacieron con Bela Lugosi y Christopher Lee a la perfección.

drácula en el cine

Además, también explota el lado seductor del personaje que se comenzó a explorar con Frank Langella a finales de los 70.

El vestuario creado por la diseñadora Eiko Ishioka también fue algo que no habíamos visto en el Conde y que se amoldó a la perfección.

¡Y ojo! Con esta película también nacieron ciertos elementos que ya son típicos del personaje como los colmillos retractables.

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Las innecesarias versiones actualizadas

Todo personaje clásico ha pasado por alguna actualización es su historia, personalidad o físico. Y tristemente, a Drácula le hicieron lo mismo con resultados que queremos olvidar.

Uno de esos ejemplos es Drácula 2000 en la que se establece el escenario de que el Conde (interpretado por Gerard Butler) resurge en la época moderna y no, ni si quiera en Transilvania, sino ¡en Nueva Orleans!

Esta versión busca vengarse de Van Helsing y por eso busca dañar a su descendiente, Mary. Pero lo peor de todo es que resulta que la identidad real de Drácula es el apóstol Judas Iscariote.

Lo segundo pero es que tuvo dos secuelas que salieron directo en DVD llamadas Ascension (2003) y Legacy (2005).

En 2014 se lanzó otra película que intentó darle una historia de origen a Drácula y resultó en algo catastrófico: Dracula Untold (Drácula: la historia jamás contada).

El protagónico lo realizó Luke Evans y prácticamente nos muestra la historia de Vlad Tepes (sí, Vlad el Empalador), príncipe de Valaquia y Transilvania.

Este hombre decide hacer un trato con un ser demoniaco que le “presta” sus grandes habilidades por tres días, pero si en ese tiempo prueba sangre humana, se transformará eternamente en este ente.

El Drácula animado

A pesar de que ya habíamos visto a Drácula en versión animada (con Micky Mouse, Scooby-Doo, Animaniacs o Los Simpsons) fue hasta 2012 donde lo vimos así en pantalla grande con una historia para toda la familia.

Hablamos de la versión que vemos en Hotel Transylvania, que fue tan exitosa que cuenta con cuatro películas.

En este caso, “Drac” es un preocpado padre de familia viudo que intenta velar por la seguridad de su hija Mavis, al mismo tiempo que dirige un hotel exclusivo para monstruos.

La verdad es que dentro de las versiones más modernas del personaje se agradeció tener esta versión cómica que hasta se burla de ciertos tropos clásicos del personaje como su acento, los ojos rojos, el uso de la capa, etc.

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Una combinación de lo clásico con lo moderno

En la última década se realizaron más versiones de Drácula en el cine, pero ninguna logró el éxito de ejemplos antes mencionados.

Sin embargo, hubo una mini serie de tres episodios que por un momento nos dio esperanza sobre el personaje. Aunque se aleja de la obra creada por Bram Stoker, la esencia del horror que genera este personaje se mantiene.

Se trata de una producción de la BBC y que pudimos ver en Netflix. La historia sigue a Drácula (interpretado por Claes Bang) desde su origen hasta las batallas que tiene con la descendencia de Van Helsing.

Entre la comedia y reinventar el mito

Tras más de 125 años de existir, el personaje de Drácula en el cine finalmente recibió un giro moderno gracias a la comedia de terror Renfield (2023), protagonizada por Nicholas Hoult y Nicolas Cage como el Conde.

Y es que aquí vemos cómo Renfield (ayudante clásico del vampiro), después de años trabajando con Drácula, decide acudir a un grupo de apoyo para personas con relaciones tóxicas para librarse de su jefe narcisista y al fin tener la vida que siempre soñó.

Aunque sí tenemos sangre, peleas y un Drácula que impone, también se ponen sobre la mesa temas como encontrar tu propia voz y ser tu propio héroe.

A pesar de esta versión más actual, próximamente veremos otra película que readaptará la novela de Bram Stoker en pantalla grande.

Se trata de Dracula – a Love Tale, dirigida por Luc Besson (El perfecto asesino, El quinto elemento) que ya empezó a rodar.

En la película veremos a Caleb Landry Jones (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, Dogman) como Drácula. También tendrá la actuación de Christoph Waltz, aparentemente como un sacerdote.

De acuerdo a Deadline, además de lo que vemos en la novela, la película explorará un poco más la relación entre el príncipe Vladimir y su esposa, cuya pérdida lo lleva a abandonar a Dios y convertirse en vampiro.

¿Cuál es tu adaptación favorita de Drácula en el cine?

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Imagen BBC
La radiografía del suicidio en Chile, el fenómeno que causa más muertes que los homicidios en ese país
11 minutos de lectura

La tasa de suicidio en Chile en 2024 llegó a alrededor de 10.5 muertes por 100 mil habitantes, cuatro puntos por sobre la tasa de fallecimientos por homicidios en ese mismo periodo. Pero, ¿cómo se caracteriza este complejo problema de salud pública en el país sudamericano?

05 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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“No sé si ustedes saben que en Chile hay más suicidios al año que homicidios. En Chile se suicida más gente que la que muere en condiciones o víctima de la delincuencia”, dijo el presidente Gabriel Boric semanas atrás.

La afirmación, que podría ser simplemente un dato de salud pública, no lo es si se considera el contexto en el que se dijo: una campaña electoral donde la principal preocupación de los chilenos es la inseguridad.

“Los dos, por cierto, son terribles, no se trata de que una valga más que la otra, pero de una se habla mucho, de la otra se habla poco. Y por eso es importante hablar muy firme y muy fuerte de salud mental, es para cuidarnos, es para cuidarnos entre todos”, agregó Boric.

La sensación de inseguridad ha aumentado en los últimos años en ese país, entre otros factores, por el incremento de los niveles de violencia en delitos comunes como el robo y la reciente presencia de grupos criminales como el Tren de Aragua.

La contracara de aquello es que las cifras de delitos violentos han ido a la baja respecto del año pasado, según datos del Ministerio de Seguridad Pública de Chile.

La agenda de seguridad ha estado en el centro del debate nacional en el marco de las elecciones presidenciales, cuyo balotaje se celebrará el próximo 14 de diciembre entre la comunista Jeannete Jara y el derechista ultraconservador José Antonio Kast.

Y, aunque en mucha menor medida, el tema de la salud mental también ha sido parte de la discusión. Jara ha puesto especial énfasis en el tema. Ella tiene una historia personal al respecto: su primer marido se suicidó poco después de haberse casado.

“Un fallecimiento por suicidio es un duelo casi eterno”, ha dicho.

En su programa de gobierno propone justamente fortalecer la estrategia de prevención del suicidio y la implementación de un nuevo modelo de atención de salud mental en urgencias.

Kast, por otro lado, tiene entre sus propuestas fortalecer el plan nacional de salud mental y dar apoyo principalmente a adultos mayores.

Una tendencia sostenida

La tasa de suicidio en Chile en 2024 llegó a alrededor de 10,5 muertes por 100.000 habitantes.

El número es un poco mayor al promedio mundial (≈9,0), pero se encuentra entre los más altos de América Latina, de acuerdo al último informe de la Organización Mundial de la Salud de 2019.

Chile está por debajo de Uruguay, país que tiene de las tasas más altas de la región (21,35), pero por sobre países como México, Colombia o Brasil.

A la vez, tiene una tasa similar a las estimaciones para Europa, pero menor a la de Estados Unidos, la que ronda entre los 14 y 16 suicidios por 100.000 habitantes, de acuerdo a cifras del Centers for Disease Control and Prevention (CDC).

Más allá de la comparativa global, hace años y ya de manera sostenida se ha observado que el suicidio representa una mayor cantidad de muertes que los homicidios en el país, siendo la primera la principal forma de muerte violenta entre el 2018 y el 2024, de acuerdo a cifras del Ministerio de Salud de Chile.

“Esto implica que, pese a la creciente preocupación pública por la violencia interpersonal y el crimen, la violencia autoinfligida continúa representando una carga mayor desde la perspectiva de salud pública. En promedio, Chile enfrenta aproximadamente el doble de muertes por suicidio que por homicidio”, se lee en el Informe violencia autoinfligida e interpersonal, elaborado por el gobierno del país sudamericano.

En 2024 se registraron 1.984 suicidios, mientras que en el mismo periodo se registraron 1.207 víctimas de homicidios, lo que equivale a una tasa de 6,0 muertes por 100.000 habitantes.

“Eminentemente masculino”

De acuerdo a un estudio de académicos de la Universidad Adolfo Ibáñez, que indagó en la evolución histórica del fenómeno del suicidio en Chile (1920-2020), este ha ido aumentando significativamente en el porcentaje total de muertes en el país.

Si a inicios del siglo XX ocupaba una parte casi insignificante en el porcentaje total de decesos (0,2%), hoy se ubica en torno a un 2%.

El perfil de quienes más se suicidan hoy en Chile se concentra en la población masculina, algo que coincide con las tendencias mundiales.

Manuel Alberto Llorca, uno de los investigadores a cargo del estudio historiográfico del suicidio en Chile, explica a BBC Mundo por qué este es un fenómeno “eminentemente masculino”.

“En Chile el suicidio afecta principalmente a hombres. De cada cinco suicidios, aproximadamente cuatro los cometen ellos”, sostiene.

Llorca explica que esta brecha se da, por un lado, porque “los hombres tienden a ser más violentos, pero también tienen más acceso a armas letales, es decir, son más efectivos al momento de intentarlo, mientras que las mujeres lo son menos”.

“También los hombres consumen mucho más alcohol que la mujeres, lo que normalmente es un gatillante. El hombre recurre menos a atención psicológica y tiene menor tolerancia a la frustración, sobre todo, en países machistas donde se espera que sea el proveedor”, agrega.

Una mujer mira hacia afuera por la ventana.
Getty Images

Según el Ministerio de Salud de Chile, los hombres de 65 y más años se han mantenido como el grupo con mayor tasa de mortalidad desde 2004, con excepción de los últimos dos años, donde de acuerdo a números preliminares los hombres de los grupos de 40 a 64 años y de 20 a 39 se suicidaron más.

En contraste con aquello, de acuerdo a cifras del Ministerio de Salud de Chile, la prevalencia de trastornos depresivos, por ejemplo, es mayor en mujeres que en hombres. Lo mismo si se mira el riesgo de tener una lesión autoinfligingida con intención suicida, la que es el doble en la población femenina respecto de la masculina.

En Chile también se ha reportado una disminución del suicidio entre adolescentes, aunque sigue encontrándose entre las primeras causas de mortalidad para la población entre 15 y 29 años, según el Ministerio de Salud.

La subsecretaria de Salud Pública de Chile, Andrea Albagli, explica a BBC Mundo la importancia que ha tenido la creación del Programa Nacional de Prevención del Suicidio, que desde 2013 ha permitido institucionalizar una política específica a nivel estatal.

Bajo ese marco el país se fijó como meta sanitaria disminuir la mortalidad por suicidio entre los jóvenes, algo que dio resultados positivos.

“Tenemos una disminución general de la mortalidad por suicidio y, por sobre todo, una disminución mayor en la población joven”, señala Albagli.

Mayor riesgo en la vejez

A la vez, el país ha registrado un aumento en el riesgo de fallecimiento por suicidio entre la población masculina adulta y adulta mayor, y en particular en mayores de 80 años.

“Si uno mira la tasa de mortalidad por suicidio según sexo y según edad, que es otra manera de medir el riesgo específico, ahí te surge interesantemente otro grupo poblacional prioritario -y esto no solo ocurre en Chile sino que a nivel mundial- y es que es mucho mayor en población adulta mayor entre hombres”, explica Albagli.

La subsecretaria y psicóloga de profesión recalca que “la cifra es muy elocuente: para el periodo 2018-2022, la tasa de mortalidad acumulada en mujeres sobre 80 años fue de 1,4 por 100.000 habitantes, en el caso de los hombres de ese mismo tramo de edad fue de 31,1”.

Un hombre mayor se toca el cuello, en un gesto de agotamiento y agobio.
Getty Images
Los hombres de 65 y más años se han mantenido como el grupo con mayor tasa de mortalidad desde 2004.

“Si evalúas por sexo y por edad, no hay riesgo más alto que el riesgo de muerte por suicidio en población adulta mayor masculina”, agrega.

De acuerdo a la autoridad, uno de los factores de riesgo significativos entre la población de hombres adultos mayores es una mayor tendencia al aislamiento, la soledad, la ausencia de red de apoyo y la precariedad económica.

Si se mira el fenómeno desde una perspectiva geográfica, en tanto, se puede ver que las regiones del sur del país como Aysén, La Araucanía y Los Ríos exhiben tasas consistentemente superiores al promedio nacional en las últimas dos décadas, de acuerdo a cifras de la Subsecretaría de Salud Pública.

El estigma y otros determinantes

“Las causas del suicidio son múltiples, ya que incluyen factores sociales, culturales, biológicos, psicológicos y ambientales presentes a lo largo de la vida”, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre este fenómeno.

Está bien documentado en la experiencia comparada que las tasas de suicidio son mayores en países menos desarrollados.

A nivel mundial, se cometen unos 720.000 suicidios por año, y más de tres cuartas partes ocurren en países de ingreso bajo o medio, de acuerdo a la Organización Panamericana de Salud (OPS).

En el caso de los países de ingresos medios y altos, como ese el caso de Chile, la OMS ha informado sobre una relación entre el suicidio y los trastornos mentales, “en particular, la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, si bien el principal factor de riesgo es, con diferencia, un intento previo de suicidio”.

El organismo destaca que, sin embargo, muchos casos ocurren de forma impulsiva en situaciones de crisis derivadas de problemas económicos, desempleo, desigualdad, dolor crónico, suicidio de una persona cercana, exposición a la violencia, falta de acceso a los servicios de salud mental y el estigma.

Sobre ese estigma es que la administración del presidente Gabriel Boric ha enfocado su estrategia de prevención.

De hecho, en octubre pasado se lanzó la primera campaña comunicacional nacional dedicada a la salud mental. Con el lema “Estigmatizar cierra puertas. Abramos la conversación a la salud mental”, el gobierno chileno busca justamente generar mayor conciencia sobre la prevención del suicidio en ese país.

El mandatario chileno ha jugado un rol activo en hablar del tema, haciendo público su Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) e incluso abordando abiertamente una internación voluntaria en un hospital psiquiátrico antes de llega a la presidencia.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, saluda a la prensa.
Getty Images
El mandatario chileno ha abordado abiertamente su salud mental.

“Durante mucho tiempo el tema de la salud mental se ha vivido en silencio, con estigmas, de manera prejuiciosa, siendo que es parte esencial de la salud integral de toda la población. Si alguien está haciendo deporte y se fractura y se va a operar lo cuenta sin ningún problema…Pero si alguien estuvo internado en un hospital psiquiátrico, como yo, que estuve internado tres semanas en un hospital psiquiátrico voluntariamente, el solo hecho de decirlo como que provoca escozor”, dijo en septiembre pasado en la inauguración de un centro de salud primaria especializado en salud mental en la capital chilena.

Los desafíos pendientes

Pese a que en sectores del mundo académico y de la salud mental se ha valorado que el gobierno chileno tenga entre sus prioridades este tema, también advierten que hay muchos desafíos pendientes.

A la administración actual se le ha cuestionado por poner demasiado énfasis en el relato y no así en políticas públicas concretas.

“Aquí no ha habido ningún aumento significativo en inversión en términos de salud mental durante este gobierno. Y la atención psiquiátrica en el sector público sigue siendo bien miserable. Eso no ha cambiado en absolutamente en nada”, dice Llorca.

Esto último coincide con las conclusiones del último informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile, el que detectó que “en el sistema público de salud una mujer o un hombre adulto deben esperar 236 días -en promedio- para recibir atención psiquiátrica. Mientras que un niño, niña o adolescente tiene que esperar 292 días”.

“Se trata de situación que afecta la accesibilidad a ayuda, algo fundamental para garantizar el derecho a la salud mental”, agrega un reporte del organismo.

En su informe el INDH también advierte sobre el hecho de que “pese a los esfuerzos y compromisos del Estado de aumentar el presupuesto destinado a salud mental, existe poca claridad respecto de su progreso en relación con las necesidades existentes”.

En el 2025 el Estado de Chile destinó un 4,5% de su gasto público en salud a la salud mental, por debajo del 6% recomendado por la OMS, aunque por sobre lo que destinan en promedio los países a nivel mundial.

La académica de la Universidad de Chile y Directora del Centro Colaborador OPS/OMS para el Desarrollo, Capacitación e Investigación en Salud Mental, Olga Toro, ha advertido sobre los desafíos pendientes.

“Aun cuando se reconoce que hay más conciencia, persisten la barrera del estigma, el limitado reconocimiento de la participación de personas con experiencia vivida y los débiles mecanismos de coordinación intersectorial que disminuyen la efectividad de los esfuerzos públicos”, afirmó en octubre pasado.

Otro de los desafíos pendientes que reportan expertos es la falta de especialistas en el sistema de salud pública.

Un terapeuta ofrece una consulta psicológica a su paciente.
Getty Images
Las causas del suicidio son múltiples, ya que incluyen factores sociales, culturales, biológicos, psicológicos y ambientales presentes a lo largo de la vida.

La subsecretaria Albagli asegura que la estrategia adoptada por el gobierno chileno ha tenido buenos resultados.

Para ella, poner el foco en el relato va en línea con la primera prioridad en materia de salud mental: terminar con el estigma social que lo rodea y que así las personas no teman a pedir ayuda.

De hecho, destaca que entre 2021 y 2025 la red pública de salud mental experimentó un aumento histórico en su actividad asistencial, con las prestaciones ambulatorias pasando de 3,2 millones en 2021 a 6,3 millones en 2024.

Asimismo, las hospitalizaciones psiquiátricas se incrementaron de 34.000 en 2021 a más de 50.000 en 2024.

Por otro lado, la autoridad recalca que el gobierno ha impulsado políticas específicas que han tenido resultados concretos. Entre otros, el establecimiento en 2023 de la Línea de prevención del suicidio *4141, la que opera 24 horas al día y ya suma más de 227.000 llamadas gestionadas y miles de personas conectadas con atención de salud.

Si tú o alguien de tu entorno piensa en el suicidio, busca ayuda. Puedes encontrar recursos de apoyo en este enlace.

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