
Homelander aterrizará en la CDMX. Así es, hablamos del despiadado personaje de The Boys que viene a la CDMX como parte de la primera edición de la CCXP México 2024, el evento más importante de Latinoamérica sobre cultura pop y entretenimiento.
Si eres amante de la cultura pop, los cómics y el entretenimiento, no te lo puedes perder. Para que planees tu visita, aquí te contamos más sobre qué va, los precios e invitados de la Comic Culture Experience.
Este festival fue celebrado por primera vez en São Paulo, Brasil y reúne lo más destacado de las tendencias y talentos actuales.
Presenta una impresionante variedad de estrellas de cine y televisión, artistas consolidados en el mundo de los cómics y la animación, cosplayers, youtubers y creadores de contenido; todo en un mismo lugar, además de la posibilidad de asistir a pláticas relacionadas a estos temas.
Por lo anterior, es un evento que emociona y no puedes dejar pasar la visita a la primera edición CCXP México.
La CCXP en México contará con una variedad amplia de actividades y atracciones que se realizarán durante tres días, entre ellas:
Ten en cuenta que este evento se realizará durante tres días: 3, 4 y 5 de mayo (viernes a domingo). Como cae el fin de semana, no tendrás pretexto para no ir.
El evento se realizará en Centro Citibanamex, ubicado en las inmediaciones del Hipódromo de las Américas.
Sí, esto ya parece festival de música porque hay tres tipos de boletos y tendrán distintas fases de venta. Cada uno incluye beneficios diferentes y cuestan:
Aquí puedes ver qué incluye cada tipo de boleto de la CCXP México:

Los boletos ya están disponibles y los puedes comprar aquí.
Seguro endeudada te sentiste de solo leer los precios. Sin embargo, hay que considerar que el evento promete traer una mega producción con la presencia de grandes estrellas e invitados internacionales.
Aunque aún no se conoce el cartel completo aquí te van algunos de las personalidades que podrás ver según tus intereses:
Uno de los anuncios más emocionantes de la CCXP es la confirmación del elenco de The Boys, quienes se presentarán únicamente el viernes 3 de mayo a las 20:00 en un panel exlusivo.
Antony Starr (Homelander), Erin Moriarty (Annie January), Chace Crawford (The Deep), Karen Fukuhara (Kimiko) y Claudia Doumit (Victoria Neuman) se encontrarán con sus fans mexicanos para hablar de la cuarta temporada de la exitosa serie.

Eli Roth también estará presente en CCXP México para presentar Borderlands, la adaptación del videojuego que tanto hemos esperado.
Conocido por sus incursiones en el género del terror y la violencia explícita, Eli Roth tendrá un Meet and Greet con sus fans mexicanos y ofrecerá un panel el 03 de mayo.

¡El co creador de Mortal Combat también estará en CCXP México! Así es, hablamos de Ed Boon quien visitará por primera vez nuestro país.
La presentación de Ed Boom se realizará el domingo 5 de mayo a las 14:00.

Otra de las celebridades de Hollywood que tamibén vienen a este evento en CDMX es Giancarlo Esposito, famoso por sus interpretaciones como Gustavo ‘Gus’ Fring en Breaking Bad y Better Call Saul, así como Moff Gideon en The Mandalorian.

Humberto Ramos (que trabajó en Spider-Man), Jorge Molina (conocido por sus trabajos en Marvel como Marvel Spider-Geddon), Rafael Grampá (autor de Batman: Gargoyle of Gotham), Ivan Reis (reconocido por sus trabajos en Linterna Verde y Justice League), Enid Balam (conocido por su trabajo en Spider-Gwen y Edge of Spider-Verse) y más.

Por ahora solo han confirmado a Kamui Cosplay y Little Jem; ambas pisan por primera vez México y serán juezas en el concurso Cosplay Master.
Así que ya sabes, no dejes pasar la oportunidad y asiste a la primera edición en México de unos de los festivales más importantes del mundo del entretenimiento.

Los nuevos lineamientos de seguridad muestran el interés de Washington por frenar la inmigración ilegal, contener el avance del narcotráfico y mejorar la relación con sus aliados ideológicos y sus socios comerciales.
Tanto el reciente bloqueo “total y completo” de todos los buques petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela como el inusual rescate financiero a Argentina de octubre son muestras de la relevancia que América Latina tiene para Donald Trump.
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional reafirma la decisión de Estados Unidos de ampliar la presencia militar y su influencia en la región. Publicado por la Casa Blanca el 4 de diciembre, el documento plasma la visión del mundo de la actual gestión.
“Mi gobierno ha actuado con una urgencia y velocidad históricas para restaurar la fuerza estadounidense en el país y en el exterior“, dice la carta firmada por el mandatario que antecede el documento de 29 páginas.
Según los nuevos lineamientos de seguridad, Trump mira a América Latina decidido a frenar la inmigración ilegal, contener el avance del narcotráfico y mejorar la relación con sus aliados ideológicos y sus socios comerciales.
Para hacerlo, propone volver a la política exterior del presidente James Monroe de “América para los Americanos”, con la que EE.UU. declaraba en 1823 su intención de resguardar a la región del avance de las potencias ajenas al continente.
“Tras años de abandono, Estados Unidos reafirmará y aplicará la doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental”, dice el nuevo documento que llama a este enfoque “corolario Trump a la doctrina Monroe”.
Este enfoque se ganó el apodo de la “doctrina Donroe”, que surge de la combinación entre Donald y Monroe. El término apareció en enero en la portada del New York Post y rápidamente fue adoptado por analistas estadounidenses y medios internacionales.
Entonces, ¿estamos ante una nueva doctrina de Monroe en la región? ¿Cuáles son las preocupaciones e intereses de Trump en América Latina? ¿Cómo hará para ampliar su influencia en el continente?
Para que Estados Unidos consolide su poder global, Trump entiende que primero debe reafirmar su influencia en la región.
“Estados Unidos debe ser preeminente en el hemisferio occidental como condición para nuestra seguridad y prosperidad, una condición que nos permite afirmarnos con confianza donde y cuando lo necesitemos en la región”, dice el documento.
Para Will Freeman, investigador de Estudios Latinoamericanos del influyente centro de estudios estadounidense Council on Foreign Relations, Trump busca dar un “nuevo giro a una vieja idea”.
“Es una especie de justificación ideológica para la intervención de Estados Unidos o para la mano dura en la región, la cual se centra explícitamente en la inmigración”, dijo Freeman a BBC Mundo.
“Pero el documento también menciona los cárteles de la droga y las incursiones extranjeras hostiles, lo que suena a la Doctrina Monroe en su versión original”, agrega.
La idea de una estrategia inspirada en la antigua doctrina Monroe no es nueva. Ya en 1904 el presidente Theodore Roosevelt (1901-1909) estableció su propio “corolario Roosevelt” a esa doctrina del Siglo XIX.
En aquel momento, Roosvelt sostenía que Estados Unidos debía intervenir en los países de la región si no estaban siendo capaces de cumplir con sus compromisos financieros o con el cuidado de sus democracias, según explica Freeman.
En cualquier caso, lo que sabemos hasta el momento sobre el llamado “corolario Trump” es bastante vago. Por eso, el analista recomienda no tomarlo como un plan estratégico sino como una declaración de principios.
“Trump no sigue una política exterior tan consistente como para llamarla doctrina. Tampoco hace ninguna declaración que nos ayude a entender cómo se relacionan las medidas que está tomando con sus objetivos más ambiciosos”, dice.
Para Trump, los países de América Latina son el origen de muchos de los problemas que enfrenta Estados Unidos, pero a la vez pueden ser la clave para resolverlos.
El documento presenta a la “migración ilegal y desestabilizadora” como uno de los principales problemas que tienen origen en Latinoamérica, ya que la mitad de los inmigrantes que viven en Estados Unidos proviene de la región, principalmente de México.
“Es la parte del mundo que más le interesa para sus objetivos de política interna”, dice Freeman.
A su vez, menciona el peligro de los cárteles de drogas, teniendo en cuenta que casi toda la cocaína que se consume en Estados Unidos proviene de tres países de la región: Colombia, Perú y Bolivia.
En ese sentido, para Bernabé Malacalza, autor del libro “Las cruzadas del siglo XXI”, que trata sobre la relación entre Estados Unidos y China, la nueva arquitectura de seguridad nacional se sostiene en que Estados Unidos considera a la región como “parte de su frontera de seguridad interna”.
“América Latina pasó a ser prioritaria para Estados Unidos. Adquirió un lugar que antes no había tenido y que se explica en que la seguridad hemisférica ganó protagonismo”, dice el profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.
El documento menciona además la necesidad de limitar incursiones extranjeras hostiles, en una clara referencia a China, aunque no la menciona.
En materia comercial, Trump busca mejorar sus acuerdos con sus socios en la región bajo la impronta del America First (Estados Unidos primero). El documento plantea el uso de “aranceles y acuerdos comerciales recíprocos como herramientas poderosas”, algo que el gobierno de Trump ya ha puesto en práctica con numerosos países de la región, con resultados mixtos.
En el caso de México, la Casa Blanca sabe que las empresas estadounidenses también se ven afectadas por las disputas comerciales.
“Por eso, Trump busca consolidar acuerdos orientados al nearshoring (estrategia de una empresa para transferir parte de su producción a países cercanos), porque entiende que la región es parte de la reconfiguración de las cadenas de valor”, señala Malacalza.
Trump no solo quiere que las empresas estadounidenses crezcan, sino que los países aliados fortalezcan sus economías nacionales para, de este modo, intensificar las relaciones comerciales.
Según el documento, “un hemisferio occidental económicamente más fuerte y sofisticado se convierte en un mercado cada vez más atractivo para el comercio y la inversión estadounidenses”.
“Los países de la región tienen un impacto desproporcionado en estos asuntos internos que a Trump le importan mucho, y que también le interesan a su base política”, resume Freeman.
El mastodóntico portaaviones USS Gerald Ford, en el Caribe desde noviembre, no solo presiona al gobierno de Venezuela, sino que también refleja los nuevos lineamientos de seguridad de Estados Unidos.
Según el documento, la Casa Blanca busca desplegar una “presencia (militar) más adecuada” y “despliegues específicos” para controlar las fronteras terrestres y las rutas marítimas.
Estados Unidos habilita incluso “el uso de fuerza letal para reemplazar la fallida estrategia basada únicamente en la aplicación de la ley de las últimas décadas”, menciona el documento.
“La fuerza es el mejor elemento disuasorio”, agrega la Casa Blanca, en lo que es una política exterior deja abierta la opción de la represalia.
Este gobierno ha dicho que busca recuperar la idea de “paz por medio de la fuerza” (Peace Through Strength), el antiguo lema del presidente Ronald Reagan que se basa en confiar en el poder militar como garante de estabilidad.
Para Malacalza, la política de seguridad hacia América Latina “no configura una arquitectura regional o hemisférica, sino que busca que los países se alineen a Estados Unidos y, en última instancia, a Trump”.
Por otro lado, Estados Unidos ofrece una serie de recompensas para sus aliados.
“Recompensaremos y alentaremos a los gobiernos, partidos políticos y movimientos de la región que se alineen ampliamente con nuestros principios y estrategia”, señala la nueva estrategia.
La política de Estados Unidos debería, según el documento, enfocarse en apoyar a líderes y aliados regionales “capaces de promover una estabilidad razonable en la región”, que ayuden a frenar la migración ilegal y a neutralizar a los cárteles.
Esta política de recompensas se vio en octubre cuando Trump anunció el rescate de 20 mil millones de dólares para Argentina o cuando, al mes siguiente, se firmaron acuerdos con este último país, Ecuador, El Salvador y Guatemala para reducir los aranceles a las exportaciones.
En cualquier caso, para los analistas consultados por BBC Mundo, la bautizada “doctrina Donroe” entiende a la región principalmente como un lugar de amenazas más que de oportunidades.
“Les preocupa mucho más prevenir que las amenazas peligrosas de América Latina lleguen a Estados Unidos, según dirán ellos, que aprovechar las oportunidades que ofrece la región“, sintetiza Freeman.
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