
El Gobierno de la Ciudad de México gastó 29 millones 290 mil pesos en la compra de 293 mil cajas de ivermectina, 100 mil de ácido acetilsalicílico y 93 mil de azitromicina, medicamentos no recomendados ni aprobados para el tratamiento del Covid-19 por el gobierno federal, pero que en la Ciudad de México se entregaron a unas 200 mil personas que resultaron positivas al virus.
Adquiridos entre 2020 y 2021, a través de los Servicios de Salud Pública, estos medicamentos no están autorizados tampoco por la Organización Mundial de la Salud (OMS), máxima autoridad sanitaria a nivel mundial, e incluso, la Guía Clínica para el Tratamiento de la Covid-19 en México —que realizó la Secretaría de Salud federal— dice que la ivermectina no ha mostrado ningún beneficio.
El 28 de diciembre de 2020, y aún sin ningún estudio avalado por la OMS, en la Ciudad de México se comenzaron a entregar kits médicos a las personas que resultaban positivas al virus y que contenían, principalmente, ivermectina y ácido acetilsalicílico.
Para defender la efectividad de esta medida, específicamente del uso de la ivermectina, la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), la Secretaría de Salud local (Sedesa) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informaron que habían llevado a cabo un análisis “cuasi experimental” que mostraba que aquellas personas que recibieron la ivermectina tenían un 68% menos de probabilidad de desarrollar síntomas que requirieran hospitalización.
“Aquí lo importante realmente es validar que la política pública que implementó la Ciudad de México de manera masiva, (…) el kit médico, fue un factor importante en la reducción de ingresos hospitalarios y, por supuesto, de posibles defunciones; entonces era importante compartirles el análisis”, resaltó el titular de la ADIP, José Antonio Peña Merino, en conferencia de prensa el 14 de mayo de 2021.
Aquel día también se dio a conocer que los resultados de este análisis estaban contenidos en un paper que se publicó en el sitio web SocArXiv. A la fecha, el documento ha sido descargado más de 11 mil veces, sin embargo, el mismo sitio lo desacreditó en diciembre pasado y lo definió como un paper “de muy mala calidad y deliberadamente falso y engañoso”.
Politifact y Estadão Verifica —que se dedican a detectar información falsa y que tienen sus sedes en Estados Unidos y Brasil—, también desacreditaron el análisis “cuasi experimental” hecho por la Ciudad de México al cual también calificaron de “engañoso”.
En total, de acuerdo con información proporcionada a través de una solicitud de transparencia, el Gobierno capitalino entregó 429 mil 432 kits médicos: 233 mil los entregó la Secretaría de Inclusión y Bienestar (SIBISO) y no contenían ivermectina, los restantes 196 mil 432 kits fueron repartidos por los Servicios de Salud Pública capitalina y sí contenían este medicamento.
Aunque en teoría ya ninguna institución pública proporciona estos fármacos a personas contagiadas de Covid-19, Animal Político confirmó que, por ejemplo, el IMSS en la Ciudad de México aún entregó kits con ivermectina en enero de este 2022.
La compra de ivermectina, azitromicina y ácido acetilsalicílico se hizo a través de tres contratos que formalizaron los Servicios de Salud Pública de la capital.
El 23 de diciembre de 2020 —cinco días antes de comenzar con la entrega de kits y un día antes de que se aplicara la primera vacuna contra Covid-19 en el país— se firmó el primer contrato para adquirir ivermectina y azitromicina. De cada medicamento se solicitaron 93 mil cajas.
Según consta en el contrato SSPCDMX-SRMAS-JUDCCM-ADQ-252-20, esta compra —que ascendió a los 12 millones 090 mil pesos y que se entregó a través de una adjudicación directa por excepción a la persona moral Zerifar S.A. de C.V—, se llevó a cabo a petición del Centro Dermatológico Ladislao de la Pascua, la Dirección de Atención Médica, la Dirección de Epidemiología y Medicina Preventiva.
En el anexo 2 del contrato se explica que las cajas de ivermectina —con costo unitario de 70 pesos— debía contener 6 tabletas y las de azitromicina, que tuvieron un costo unitario de 60 pesos, debían entregarse en un envase con 3 tabletas cada una. Asimismo, se acordó que los medicamentos solicitados debían recibirse a más tardar el 31 de diciembre en el almacén central de los Servicios de Salud Pública ubicado en la colonia Atlampa, alcaldía Cuauhtémoc.
Los recursos para esta compra, se lee en el contrato, fueron tomados de la partida presupuestal “2531.- Medicinas y productos farmacéuticos”.
En la primera parte del contrato, “Antecedentes”, se proporciona una serie de 8 apartados en los que se explica a grandes rasgos el por qué de esta compra y los cuales que se repiten en los otros dos contratos. Hacen mención de que el virus de Covid-19 fue situado inicialmente en Wuhan, China el 31 de diciembre de 2019, que para contener la propagación de este virus se han adoptado distintas medidas sanitarias y médicas, que el 11 de marzo de 2020 la OMS declaró la pandemia… pero en ningún espacio se contempla una explicación fundamentada de por qué comprar ivermectina y azitromicina para tratar a pacientes con Covid-19. Solo se subraya que el procedimiento -ante el momento de emergencia que se vivía- tendría que realizarse a través de una adjudicación directa.
La segunda compra de estos fármacos se realizó el 4 de febrero de 2021. Por 50 mil cajas de ivermectina —cada una con 4 tabletas y con un precio unitario de 87 pesos— se pagaron otros 4 millones 350 mil pesos.
Frente a las dudas y la desinformación que se propagó sobre los medicamentos que se podrían utilizar -o no- en el tratamiento del virus, la Secretaría de Salud federal redactó la Guía Clínica para el Tratamiento de la Covid-19 en México, la cual fue presentada a los gobernadores del país el 5 de agosto de 2021.
Durante la presentación del documento, el subsecretario de salud federal, Hugo López-Gatell, explicó que la evidencia científica sobre el tratamiento de Covid-19 había cambiado a medida que aparecían nuevas opciones terapéuticas, por lo que la guía mostraba los conocimientos más recientes.
El documento, de 66 páginas, contiene un amplio listado de medicamentos que se dividen en tres grupos principales: aquellos que sí se pueden usar en el tratamiento del Covid-19; aquellos que no se deben usar en ninguna circunstancia y los que solo se pueden utilizar en estudios de investigación.
La azitromicina, de la cual el Gobierno capitalino adquirió 93 mil cajas, se encuentra ubicada en el apartado de los fármacos que no deben utilizarse en ningún momento porque no se ha demostrado ningún beneficio. Incluso, el documento enumera 20 efectos adversos en caso de que se usara, por ejemplo, trastornos metabólicos, psiquiátricos, del sistema nervioso, oculares, entre otros.
La ivermectina y el ácido acetilsalicílico solo son recomendados en estudios de investigación. Sobre la ivermectina detalla que no tiene ningún beneficio probado y que el ácido acetilsalicílico reportó la disminución de 1 día en la duración de hospitalización y un 1% mayor probabilidad de ser dado de alta al día 28. “El 0.6% menos tuvieron un evento tromboembólico”, detalla el documento.
Asimismo, se proporciona una amplia lista de los efectos adversos que estos medicamentos tienen. Trastornos de sangre, cardiacos, respiratorios, gastrointestinales, de la piel y renales.
El 31 de marzo de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un comunicado en el que desaconsejó el uso de ivermectina para tratar el Covid-19.
“Los datos actuales sobre el tratamiento de la Covid-19 con ivermectina no son concluyentes. Hasta que se disponga de más datos, la OMS recomienda utilizar este fármaco sólo en ensayos clínicos”, informó la máxima autoridad sanitaria.
Ya que la ivermectina llamó la atención internacional sobre la posibilidad de usarla para tratar el Covid-19, la OMS convocó a un grupo de expertos internacionales independientes para que elaborarán orientaciones a este respecto. El grupo estuvo integrado por expertos en atención clínica de diversas especialidades, un especialista en ética y representantes de las asociaciones de pacientes.
Los resultados obtenidos después de realizar 16 ensayos controlados con asignación aleatoria que habían incluido a un total de 2 mil 407 pacientes -ambulatorios y hospitalizados con Covid-19-, resultaron “muy poco fiables”, así que llamaron a la población a no tomar este medicamento.
A pesar de ello, el Gobierno capitalino insistió en la efectividad de administrar ivermectina, fármaco que principalmente se utiliza para el tratamiento de enfermedades parasitarias, así como la sarna, de acuerdo con la OMS.
El 14 de mayo, en una conferencia encabezada por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se presentaron los primeros resultados sobre el uso de ivermectina en pacientes positivos de Covid-19 en la Ciudad de México, una política pública que había empezado apenas 4 meses atrás.
El titular de la ADIP, José Antonio Peña Merino, explicó que, con una base de 220 mil observaciones, es decir, personas que recibieron o no recibieron el kit, midieron el impacto que tuvo la ivermectina.
“Quien recibió el kit tiene una probabilidad 68% menor de desarrollar síntomas que requieran hospitalización. Este es un efecto estadísticamente significativo y que además concuerda –este paper, este análisis– (…) con la evidencia que ahora se está publicando en muchas revistas especializadas en salud pública”, afirmó el funcionario.
A pesar del llamado de la OMS, el 22 de julio de 2021 el Gobierno capitalino, a través de los Servicios de Salud Pública, concretaron la compra más importante de ivermectina, la cual se confirmó a través del contrato SSPCDMX-SRMAS-JUDCCM-ADQ-100-21 bajo el concepto “Bienes requeridos para los kits destinados a pacientes diagnosticados con Covid-19”.
Se trató de una compra de 12 millones 850 mil pesos y que incluía 150 mil cajas de ivermectina con 4 pastillas cada una, y 100 mil cajas de ácido acetilsalicílico. Para recibir las 150 mil cajas de ivermectina, en el contrato se estipuló un calendario de entregas semanales que comprendió entre el mismo 22 de julio, día de la firma del contrato, y el 30 de agosto pasado.
La falta de rigor en los estudios realizados sobre la efectividad de la ivermectina también fue señalada por la Secretaría de Salud federal en la Guía Clínica para el Tratamiento de Covid-19 que publicó el 2 de agosto de 2021.
“La investigación relacionada con la ivermectina en la Covid-19 tiene importantes limitaciones metodológicas que resultan en una certeza muy baja de la evidencia. Diversos sitios web y revistas han publicado revisiones sistemáticas y metaanálisis sin seguir pautas metodológicas o reportes estandarizados.
“Estos sitios web no incluyen el registro del protocolo con los métodos, las estrategias de búsqueda, los criterios de inclusión, la evaluación de calidad de los estudios incluidos, ni la certeza de la evidencia de las estimaciones agrupadas. El registro prospectivo de las revisiones es una característica clave para proporcionar transparencia en el proceso de revisión y garantizar la protección contra sesgos de información”, expone la dependencia federal.
Aún así, este fármaco sigue siendo proporcionado.
Es el caso de Fabián, de 28 años, quien tras volver de las vacaciones decembrinas se contagió de Covid-19 en el call center en donde trabaja.
En entrevista telefónica contó que los malestares fueron incrementando a tal grado que el 5 de enero pasado ya no pudo ir a trabajar, así que decidió dirigirse a la Clínica 20 del IMSS para que le hicieran una prueba y en caso de resultar positivo tramitara su incapacidad.
“El doctor me dijo que me tomara una pastilla diaria de ácido acetilsalicílico, paracetamol cada 8 horas y me dieron la ivermectina. Me dijo ‘de estas son dos tomas: una hoy y la otra en 24 horas”, compartió.
“Sí me quedé pensando porque había investigado un poco y sabía que no está comprobado científicamente que la ivermectina funcione contra el Covid y menos que tenga resultados favorables, al contrario, creo que hasta daña la función renal, entonces sí me preocupé”.
El joven recibió estas medicinas en un kit, el cual además contenía 10 cubrebocas y un oxímetro que le anticiparon debía regresar en su próxima consulta.
Fabián compartió a Animal Político la receta que le expidió el médico el jueves 6 de enero en la que se leen las indicaciones específicas para tomar ivermectina y ácido acetilsalicílico.
De acuerdo con lo que narró el joven, mientras estuvo en espera para que le tomaran la prueba de Covid-19 pudo advertir que los pacientes que resultaban positivos recibían el mismo kit médico que a él se le entregó poco después.
Ante la duda de por qué se le habían proporcionado estos medicamentos, el joven consultó a un amigo de confianza que es doctor.
“Él me dijo ‘lo único que te sirve de ahí es el paracetamol, lo demás omítelo’”. Y así fue, Fabián prefirió seguir las instrucciones que su amigo le dio.
Las cajas de ivermectina y ácido acetilsalicílico fueron guardadas en un cajón de su casa. Fabián reposó, se hidrató y dice que a los cuatro días ya se empezó a sentir mejor. Al término de su incapacidad se reincorporó a su trabajo.
Animal Político buscó al IMSS para saber por qué se sigue recetando y entregando ivermectina a los pacientes que resultan positivos a Covid-19, sin embargo, al cierre de esta edición no hubo respuesta.
Antes de que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) llamara a no utilizar la ivermectina como tratamiento a pacientes con Covid-19, algunas naciones ya habían hecho lo propio, por ejemplo, los 27 países que conforman la Unión Europea (UE).
“La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) ha revisado la evidencia más reciente sobre el uso de ivermectina para la prevención y el tratamiento de Covid-19 y concluyó que los datos disponibles no respaldan su uso para Covid-19 fuera de ensayos clínicos bien diseñados”, señaló la agencia en una comunicación oficial emitida el 22 de marzo de 2021.
“Aunque la ivermectina generalmente se tolera bien a las dosis autorizadas para otras indicaciones, los efectos secundarios podrían aumentar con las dosis mucho más altas que se necesitarían para obtener concentraciones de ivermectina en los pulmones que sean efectivas contra el virus. Por lo tanto, no se puede excluir la toxicidad cuando la ivermectina se usa en dosis superiores a las aprobadas”.
En Estados Unidos, la Food and Drugs Administration (FDA) también hizo un llamado a su población a evitar tomar ivermectina. Ante la rápida propagación de información falsa o no corroborada sobre esta medicina, principalmente en las redes sociales, esta oficina decidió llamar la atención de los riesgos que implicaba tomar este medicamento a través de un tuit.
You are not a horse. You are not a cow. Seriously, y’all. Stop it. https://t.co/TWb75xYEY4
— U.S. FDA (@US_FDA) August 21, 2021
“No eres un caballo. No eres una vaca. En serio, todos. Paren”, escribieron en la red social el 21 de agosto de 2021.
“En el caso de los seres humanos, las tabletas de ivermectina están aprobadas en dosis muy específicas para tratar algunos gusanos parásitos, y hay formulaciones tópicas (sobre la piel) para los piojos y las afecciones cutáneas como la rosácea. Sin embargo, la FDA ha recibido múltiples informes de pacientes que han requerido atención médica, incluida la hospitalización, tras automedicarse con ivermectina destinada al ganado”, agregó la agencia en un comunicado.
Otros de los países que emitieron distintas comunicaciones llamando a su población a no hacer uso de la ivermectina como tratamiento para el Covid-19 fueron Kazajistán, Noruega, Serbia y Colombia, por ejemplo.
A través de los resultados de un análisis “cuasi experimental” que desarrolló la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), la Secretaría de Salud capitalina (Sedesa) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es que el Gobierno capitalino validó su política pública.
El paper se publicó en el sitio SocArXiv el 3 de mayo de 2021 bajo el nombre “La ivermectina y las probabilidades de hospitalización por Covid-19: evidencia de un análisis cuasi-experimental basado en una intervención pública en la Ciudad de México.
El 8 de diciembre de 2021 el fundador y director del sitio, Philip N. Cohen, sociólogo y demógrafo, publicó una nota aclaratoria bajo el título “Cuando SocArXiv tiene malos papers”, en la que tacha de engañoso al análisis hecho por las autoridades capitalinas.
“Dependiendo de la crítica que prefiera, el artículo es de muy mala calidad o deliberadamente falso y engañoso”, afirma Philip N. Cohen.
Subraya que el análisis no fue revisado por pares o publicado en una revista revisada por pares, además de que retoma las revisiones hechas por PolitiFact y por Estadão Verifica que también desacreditaron el análisis.
“No creemos que brinde información confiable o útil, y nos decepciona que haya sido muy popular”, sostiene el director de SocArXiv.
Hasta el 31 de enero de este 2022, el paper había sido descargado 11 mil 267 veces.
Ante estos hechos, continúa el investigador, el Comité Directivo se vio en la necesidad de aclarar sus procesos de moderación, los cuales no implican una revisión por pares ni una evaluación sustancial de los trabajos de investigación que se publican en el sitio web.
“Publicar un artículo en SocArXiv no es en sí mismo una indicación de buena calidad”, reconocen.
“En el caso del artículo sobre la ivermectina, los autores declararon que sus datos están disponibles públicamente con un enlace a una hoja de Google (así como a un repositorio de Github que ya no está disponible)”.
Este medio ingresó al repositorio de Github en donde, de acuerdo con José Antonio Peña Merino, titular de la ADIP, se encontraba el código del análisis hecho y en efecto, éste no está disponible. La base de datos —con 233 mil 850 observaciones— y que él mismo publicó en un tuit del 14 de mayo de 2021, aún es posible consultarla.
En la conferencia de hoy además presentamos este análisis que hicimos SEDESA/IMSS/ADIP sobre el impacto de la Ivermectina en la probabilidad de hospitalización en la CDMX. https://t.co/ydH6D06sA1
Les cuento contexto y principales hallazgos (1) pic.twitter.com/LEY6brwuRM
— José Merino (@PPmerino) May 14, 2021
“No tenemos una política para eliminar documentos como este de nuestro servicio (…) sin embargo, podríamos desarrollar uno…. esta es una discusión abierta”, agregan.
Animal Político buscó a la Secretaría de Salud capitalina (Sedesa) y a la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) para conocer qué tipo de seguimiento se les dio a los pacientes que recibieron ivermectina y así confirmar o descartar posibles secuelas, saber si cuentan con actualizaciones del análisis “cuasi experimental”, así como conocer qué medicamentos se dejaron de comprar por privilegiar la adquisición de ivermectina, azitromicina y ácido acetilsalicílico.
La ADIP declinó tomar la entrevista pues dijo que se trataba de un tema que correspondía a la Sedesa, sin embargo, hasta el cierre de esta edición esa dependencia tampoco dio respuesta.

Varios factores se conjugaron para que José Antonio Kast fuera elegido por una abrumadora mayoría. Se impuso en todas las regiones del país a la comunista Jeannette Jara. En BBC Mundo te detallamos algunas claves que explican este profundo giro a la derecha en Chile.
No hubo sorpresas. Chile eligió este domingo al ultraderechista José Antonio Kast como su próximo presidente.
El líder conservador logró imponerse con un 58,16% de los votos y una amplia ventaja sobre la candidata de la izquierda, la comunista Jeannette Jara, quien obtuvo el 41,84%.
En su tercer intento, el candidato respaldado por todo el arco derechista logró hacerse con la presidencia del país sudamericano, proponiendo un “gobierno de emergencia” y con un duro discurso en materia de seguridad y migración, preocupaciones que se han vuelto prioritarias para los chilenos.
El triunfo del otrora parlamentario supone el mayor giro hacia la derecha en la presidencia de Chile tras el retorno a la democracia y se da luego de cuatro años del gobierno de izquierdas de Gabriel Boric.
Kast ganó en todas las regiones y se convirtió en el presidente electo con más votos en la historia del país, llegando a un total de poco más de 7,2 millones de apoyos.
Este último hecho se explica -en parte- por la ampliación del padrón electoral y por ser esta la primera elección presidencial con sufragio obligatorio.
Su contundente resultado, sin embargo, tiene múltiples explicaciones y supone también importantes desafíos.
“El miedo”.
Eso responde el doctor en sociología Eugenio Tironi cuando se le pregunta por los principales factores que explican el triunfo de José Antonio Kast en Chile.
El también consultor alude justamente al temor que se registró durante esta campaña presidencial entre los chilenos en materia de seguridad pública.
“Los factores son múltiples, pero yo creo que básicamente, es el miedo. El miedo a la delincuencia, el miedo a la migración descontrolada -y que en general se visualiza como asociada al crimen-, y por último el miedo a la inseguridad que produce el estancamiento económico. Hay un deseo de cambio, de cambio de personal político, de estilo, de forma de gobernar. Y esto lo capitalizó muy bien Kast”, afirma el analista en conversación con BBC Mundo.
La sensación de inseguridad aumentó en el país sudamericano en los últimos años, entre otras cosas, luego de que se registrara un incremento en los niveles de violencia en delitos comunes como el robo y, asimismo, se detectara la presencia de grupos criminales internacionales.
Ese fue un tema que, de hecho, marcó fuertemente al gobierno del presidente Gabriel Boric, quien se vio forzado a reorganizar sus prioridades y potenciar su agenda en la materia.
Esa preocupación ciudadana la supo capitalizar bien el nuevo presidente electo de Chile. Con un discurso de “mano dura” en contra del crimen organizado y la delincuencia, logró encarnar una respuesta que hizo eco entre los electores.
En Chile, además, se ha vinculado el crimen organizado a la migración irregular por el ingreso de grupos como el Tren de Aragua.
En el país hay cerca de 300 mil migrantes que han ingresado de manera irregular y Kast ha hecho de ellos una de sus prioridades. Los ha llamado a abandonar el territorio chileno y se ha comprometido en su expulsión.
La analista y experta en comunicación Paula Walker coincide en que Kast capitalizó el miedo de los chilenos en estas materias, pero pone un matiz. “Es una campaña que se toma del miedo, pero cuando tiene que desarrollar sus piezas no apela al miedo. No la desarrolla anclada en imágenes oscuras, al contrario, su campaña era en ese sentido hasta esperanzadora”, sostiene.
El periodista y escritor chileno Ascanio Cavallo sugiere, además, que Kast también logró encarnar una promesa de cambio en materias más amplias que afectan diariamente la vida de las familias chilenas como el desempleo, la salud y la educación.
Uno de sus principales desafíos de Kast en este sentido, será manejar las expectativas que se ha fijado en estos ámbitos.
En su primer discurso a la nación, de hecho, apuntó justamente a moderarlas.
“Los resultados no se verán al día siguiente, esto requiere perseverancia, fortaleza y sabiduría”, dijo a la vez que recalcó “no nos pidan milagros, pídanos energía”.
Un factor que marcó el tercer intento de José Antonio Kast para llegar a la presidencia fue su aparente moderación.
En 2021, cuando perdió la segunda vuelta ante Gabriel Boric, su narrativa era totalmente distinta: se mostró contrario a los derechos de la población LGBTIQ+, al aborto en tres causales e, incluso, propuso perseguir a agitadores radicales de izquierda. En esa época, además, no se abstuvo de publicitar admiración por el dictador Augusto Pinochet.
Pero nada de eso defendió esta vez. Su estrategia fue pragmática y monotemática: un gobierno de emergencia dedicado a poner orden, con “mano dura” contra delincuentes y criminales y, asimismo, contra el migrante irregular.
Cuando se le intentaba llevar al plano de los valores, la respuesta era siempre la misma: esos temas no son la prioridad de los chilenos. En otros asuntos complejos respondía solo “depende”, para evitar marcar posturas que pudieran costarle su posicionamiento.
Su aparente moderación, además, se vio reforzada por la aparición de una figura que se le plantó a la derecha: el diputado libertario Johannes Kaiser, quien obtuvo un amplio respaldo en la primera vuelta y apoyó su candidatura para el balotaje.
Esta vez fue Kaiser quien jugó a ser el más extremo. Propuso, por ejemplo, indultar a condenados por violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen militar.
En su campaña de segunda vuelta, Kast profundizó sus mensajes hacia la derecha más liberal e incluso el centro político.
También hizo gestos al mundo que votó por el populista Franco Parisi, quien quedó tercero en la primera vuelta presidencial del 16 de noviembre, obteniendo el 20% de los votos. En ese periodo, de hecho, Kast recibió el respaldo del expresidente, Eduardo Frei, integrante histórico de la Democracia Cristiana, partido de centro.
Según todos los analistas consultados por BBC Mundo, la aparente moderación de Kast fue un factor que incidió significativamente en la histórica votación que obtuvo este domingo.
“Fue muy importante. Le permitió arrastrar al voto de centro, le permitió arrastrar al voto de la derecha del viejo arco de la Concertación (coalición de centroizquierda que lideró la transición democrática), le permitió arrastrar al voto de Parisi. Todo eso le habría resultado mucho más difícil si hubiese insistido en su agenda valórica”, afirma Tironi.
La gran pregunta que se abre en Chile es si Kast seguirá profundizando aquello o ahora, ya electo, comenzará a sincerar las definiciones que esquivó en el periodo electoral.
Con un discurso antimigrante que resuena a Donald Trump, una promesa de recortar el gasto fiscal y reducir el Estado, al estilo de Javier Milei, y su cercanía con otras figuras de corte autoritario como Nayib Bukele y Víctor Orbán, en la oposición algunos se preguntan si Kast seguirá o no esas sendas.
Sus primeras señales, al menos, apuntaron en el sentido contrario. En su primer discurso a la nación, Kast afirmó que su gobierno de emergencia “no significa para nada autoritarismo”.
Además, confirmó que renunciaría al Partido Republicano, repitió varias veces que busca ser el presidente de todos los chilenos, e hizo gestos a la propia Jeannette Jara y a su futura oposición:
“Un gobierno no se construye solo con sus partidarios, se construye también con la oposición”, dijo.
En Chile la última vez que un presidente le pasó la banda presidencial a alguien de su mismo signo político fue en 2006, cuando la entonces candidata Michelle Bachelet se convirtió en la sucesora de Ricardo Lagos.
Desde ese entonces, con un estallido social y dos procesos constitucionales fallidos de por medio, el país ha elegido la alternancia.
La tendencia no es propia de Chile, sino que es cada vez más común a nivel mundial y así se ha visto también en la región en elecciones recientes como la de Uruguay o Bolivia.
El denominado voto impugnador, que rechaza a quien está en el poder en el momento de la elección, fue un factor que jugó en contra de Jeannette Jara.
La candidata de la izquierda representaba la continuidad del gobierno del presidente Gabriel Boric. Fue su ministra del Trabajo y, por más que lo intentó alzando duras críticas a su administración, no logró distanciarse de su figura.
Pero no todo se explica por un voto impugnador. Para varios expertos el triunfo de Kast reponde también a un castigo al propio Boric y su gestión.
“Hubo acciones del gobierno que fueron muy bien utilizadas por la candidatura de Kast; problemas de gestión, decisiones políticas mal tomadas, lo que él capitalizó muy bien”, dice Walker.
Para Cavallo la derrota de Jara se explica en gran parte por haber sido la cara de la continuidad “de un muy mal gobierno, un gobierno muy aficionado, muy poco responsable en algunas cosas. No en todas pero sí en algunas y con poca profundidad histórica”.
Tironi afirma que es difícil saber dónde está el límite del voto impugnador versus la responsabilidad que le puede caber a la administración de Boric en entregar la banda presidencial a su oposición:
“El gobierno hizo un esfuerzo por responder a algunas demandas, que no estaban presentes cuando el presidente Boric fue electo. Él fue electo con demandas de cambio social, con demandas progresistas, y ahora sale con demandas conservadoras. El gobierno de Boric trató de adaptarse, pero lo hizo un poco tardíamente, con dificultad, con problemas de gestión y no está en su ADN obviamente esta agenda. Esta es una agenda que le es mucho más natural a una opción de derecha”.
“Entonces, si el gobierno pudo haber cambiado este destino, yo creo que francamente no”, agrega.
Pero Jara también cargaba con otra mochila: su militancia comunista.
La administradora pública de origen popular, no pudo sacarse de encima esa chapa, aun cuando había prometido renunciar a su colectividad si era electa presidenta.
Algunos analistas consideran ese factor supuso una desventaja importante para ella.
“Ser militante comunista es una dificultad, yo no tengo ninguna duda de eso. Hay mucha gente que realmente no siente que puede votar por una candidata comunista. O sea, hay dos millones de votos de diferencia”, dice Walker, aunque destaca que la exministra logró desmarcarse en gran medida de ese activismo.
Cavallo agrega: “No estoy hablando de los dotes personales de Jara ni nada por el estilo, pero haber elegido a una militante comunista es un contrasentido mundial, ya no local. Eso le bajaba un poco el techo y explica por qué es tan severa la derrota”.
Tironi, por su parte, estima que si se miran los resultados ese factor no fue tan determinante.
“A lo mejor en el mundo rural, pero en el mundo urbano, sobre todo, en Santiago, en Valparaíso, fue poco. Porque Jara rompió un poco el cielo de cristal del comunismo. Logró ganar en muchas comunas populares importantes, un electorado que no se dejó llevar por el estigma comunista”, dice.
“Lo que sí es cierto es que en las comunas más pudientes y en el mundo rural, sí que debe haber pesado, porque Kast llegó a sacar cerca del 85% en las comunas de lo que llamamos el barrio alto de Santiago”, añade.
Pese a lo histórico de su triunfo, José Antonio Kast no fue un fenómeno en sí mismo.
En la primera vuelta obtuvo solo un 23% de los votos, menos del 27% que logró en la misma elección en 2021.
Para su triunfo este domingo fue importante el apoyo de otras figuras de la derecha que participaron en la primera vuelta, como el libertario Johannes Kaiser -representante de una línea más dura- y la abanderada de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, quien encarna la visión política del fallecido expresidente Sebastián Piñera.
Tanto Kaiser como Matthei le dieron un respaldo inequívoco a Kast. Lo mismo hizo la familia de Piñera.
Y si bien siempre se dice que los votos no se traspasan automáticamente, lo cierto es que si se miran las cifras, tanto los votos de Kaiser como la mayoría de los de Matthei estuvieron con el republicano.
Asimismo, se puede leer preliminarmente que al menos una parte de los votos de Parisi también se fueron hacia Kast.
A todos ellos y sus “votos prestados”, les hizo gestos la noche de este domingo.
“Muchas gracias a los que se sumaron en segunda vuelta, gracias a quienes votaron por otras candidaturas y hoy libremente eligieron apoyar este camino de cambio”, dijo a la vez que destacó que “entre todos logramos una mayoría histórica”.
En el mundo de la derecha han advertido al presidente electo del riesgo de embriagarse con la contundencia del triunfo.
Y es que el cuadro supone varios desafíos para su futuro gobierno. Para sostener su base de apoyo tendrá que lograr conciliar las visiones opuestas de país que tienen las derechas con las que tendrá que gobernar.
Kast no tendrá mayorías en el Congreso, por lo que sabe que requerirá asegurar la gobernabilidad de los propios y los votos del Partido de la Gente de Parisi y la oposición para aprobar sus políticas.
A su vez, será crucial que entregue resultados oportunos en las que ha definido como sus prioridades para evitar una pérdida de respaldo temprana.
Sobre este tema, Walker subraya que “todos los presidentes ganan con votos prestados” y que lo relevante es que “tenemos hoy día el país completo teñido de azul y eso es impresionante”.
“Si es solo de una adhesión a la figura de él o no, no sé si eso es muy relevante. Lo relevante es que hay una coalición de derecha, liderada por él, que fue capaz de hacer hoy día perder a la izquierda de manera importante y sobrepasarla en dos millones de votos”, agrega.
Si Kast es capaz de hacer de eso un activo duradero, es lo que veremos desde el próximo 11 de marzo, cuando asuma la presidencia.
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