Al grito de “¡Traidores, traidores, traidores!”, trabajadoras y trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) lograron irrumpir en uno de los edificios sede del Poder Legislativo -el Senado de la República- para impedir que la aprobación de la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador se concretara.
Bastaron solo 8 minutos para que un pequeño grupo de trabajadores que tocaban con recelo la puerta 6 de la Cámara de Senadores se transformaran en toda una turba enardecida que ocupó en cuestión de segundos el Patio del Federalismo del Senado, logrando interrumpir la sesión momentáneamente.
En un principio, los manifestantes fueron replegados por elementos de seguridad del Senado que, con extintores, lograron impedir por unos segundos que los manifestantes tomaran el lobby del recinto.
Sin embargo, luego de minutos de tensión, empujones y golpes, las y los manifestantes lograron tomar en su totalidad el Pleno del Senado de la República en un hecho inédito en la historia de la separación de Poderes de nuestro país.
En punto de las 04:11 de la tarde un pequeño grupo de trabajadores del Poder Judicial se acercó a la puerta 6 del Senado de la República -conocida como “acceso escalinatas”- para intentar hacer el ruido suficiente con trompetas, matracas, altoparlantes y gritos para que las y los senadores escucharán sus protestas.
Desde el primer minuto del martes 10 de septiembre, las y los trabajadores del Poder Judicial comenzaron a manifestarse afuera del Senado con la promesa de dejar pasar a todas las y los senadores e incluso pidiendo a los manifestantes no contestar ninguna agresión, en espera de manifestaciones a favor de la reforma judicial.
Sin embargo, todo cambió radicalmente a las 4:19 de la tarde, cuando los manifestantes irrumpieron en el Senado donde se discutía la reforma judicial y en tan solo unos segundos llenaron en su totalidad el llamado Patio del Federalismo del Senado de la República.
Dentro la puerta 6 del recinto legislativo no había miembros de seguridad -como suele haberlos cuando hay sesión y manifestaciones fuera del Senado– ni tampoco habían cadenas ni candados, por lo que los trabajadores no tuvieron la necesidad de forzar su ingreso.
Ahí, durante un par de minutos, los trabajadores del Poder Judicial cantaron consignas en contra del gobierno y a favor de la carrera judicial, mientras que otro grupo de trabajadores del Poder Judicial se dirigieron a las puertas de cristal del lobby del Pleno para intentar entrar con movimientos tan bruscos que parecía que las puertas se estrellarían.
Fue en este lugar donde los manifestantes fueron replegados por el equipo de seguridad del Senado, quienes con el uso de extintores lograron retirar de los accesos a los manifestantes momentáneamente, pero eran tantos los manifestantes que la seguridad del recinto se vio superada en cuestión de minutos, dando paso a que las y los manifestantes lograran ingresar al lobby del lugar entre gritos de “¡Violencia no!”
“¡Yunes no te rajes!” fue parte de las consignas que los manifestantes vociferaban mientras un grupo de trabajadores del Poder Judicial intentaba abrir con tubos de metal -utilizados como palancas- ahora las puertas de madera que son los accesos al Pleno del Senado, mismas que cedieron debido a la fuerza de los empujones y la gran cantidad de manifestantes que luchó para abrirlas y que incluso las rompió para poder ingresar.
Finalmente, en punto de las 5:17 de la tarde -casi una hora después de haber ingresado al Senado- entraron al Pleno del Senado en donde los esperaban las y los senadores de oposición que los veían con tranquilidad mientras que las y los manifestantes se apoderaban de todos los escaños, palcos y tribuna principal del recinto legislativo.
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Ahí, entre las y los manifestantes, el senador Luis Donaldo Colosio fue uno de los primeros en posicionarse sobre la irrupción en el Senado al asegurar que esta acción fue una señal de que la ciudadanía no ha sido escuchada en la discusión de la reforma judicial.
“Esto es algo insólito, que no sucedía desde hace más de 30 años en este país, pero es un mensaje muy claro y contundente que la gente de México le está dando al Senado, y sobre todo una exhibida muy fea que le están dando también al Senado, porque son cientos de miles de personas que desde hace semanas, desde hace meses, solicitan audiencias, solicitan ser tomados en cuenta, y sobre todo solicitan ser partícipes del proceso de reforma más grande en la historia contemporánea de este país”, dijo en entrevista con Animal Político.
Además, agregó que México necesita que “una reforma de este calibre sea realmente una reforma integral a todo el sistema de procuración de justicia, empezando por las instancias de las policías locales, los ministerios públicos, las fiscalías, y sí, también el poder judicial. Pero esta reforma no es para hacer justicia, esta reforma es para hacer venganza”.
En tanto el senador Alejandro Moreno, del PRI, aseguró que “esto es lo que causa Morena, la polarización, y que hay que defender a las y los trabajadores y hay que defender al Poder Judicial y hay que rechazar esa reforma de propuesta de reforma judicial”.
Finalmente, entre gritos de “¡No están solos!”, las y los integrantes del PAN, PRI y PRD se retiraron del Pleno del Senado para dirigirse a la nueva sede para que continúe la discusión de la reforma al Poder Judicial.
Luego de haber sido irrumpido el Pleno del Senado, la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) hizo un llamado a las y los trabajadores del Poder Judicial entablar un diálogo pacífico ante la discusión de la reforma judicial.
“Desde el respeto a los derechos fundamentales a la libre expresión de ideas, la asociación y protesta pacífica de las personas juzgadoras que legítimamente se manifiestan para pedir ser escuchadas en las deliberaciones legislativas de la Reforma Judicial […] reitera el llamado a escuchar, las vías legales e institucionales y el diálogo pacífico, abierto y responsable como el camino para resolver nuestras diferencias y avanzar hacia la reconciliación y paz que México necesita”, señaló.
En contraste, mientras se llevaba a cabo la discusión de la reforma judicial, policías de la Ciudad de México comenzaron a gasear a las y los manifestantes que se protestaban en la Casona de Xicoténcatl.
Hasta ayer a la medianoche los manifestantes del Poder Judicial se mantenían en los alrededores de la sede alterna, así como en las inmediaciones del Senado de la República y la Cámara de Diputados, en espera de los resultados del debate en torno a la reforma judicial.