
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el impuesto a los videojuegos considerados violentos, incluido en la Ley de Ingresos, ya no se cobrará, debido a que es complicado determinar los criterios para definir cuáles son violentos y cuáles no.
“Es muy difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no; entonces, ¿cómo le vas a poner un impuesto? ¿Quién va a determinar esas circunstancias? Por ello, tomamos la decisión de que no se cobre el impuesto”, señaló en su conferencia matutina.
La mandataria explicó que ella había pedido que se eliminara dicho cobro, pero que finalmente no se hizo y fue aprobado por el Congreso a finales de octubre pasado, junto con impuestos a bebidas azucaradas y al tabaco.
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Sheinbaum indicó que, en lugar del impuesto, las acciones ahora estarán enfocadas en “campañas dirigidas a jóvenes y adolescentes” sobre el uso excesivo de estos videojuegos, su adicción —ya que muchos son en línea y tienen un costo— y su posible relación con conductas violentas.
Por ello, reiteró la presidenta, se tomó la decisión de eliminar dicho gravamen y, en su lugar, elaborar campañas orientadas a la construcción de paz, como parte de la “Campaña por la Paz y contra las Adicciones”.

A finales de octubre, la mayoría morenista en el Senado aprobó, en una sola jornada, el aumento de impuestos a bebidas azucaradas y con edulcorantes, videojuegos violentos, apuestas y tabaco, dentro de la Ley del IEPS.
Como principal argumento para incrementar los impuestos a estos videojuegos, los legisladores señalaron que existe una relación entre la exposición a este tipo de contenido y el aumento de conductas agresivas, así como trastornos de salud mental.