
Una menor de seis años murió prensada en un elevador del Hospital General de Zona del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 18, en Playa del Carmen, Quintana Roo.
Personal del IMSS buscaba subir a la niña en camilla al área de hospitalización, y al momento de ingresarla al elevador, con la mitad del cuerpo fuera, éste se activó.
La menor quedó prensada de la cintura para abajo, lo cual ocasionó su fallecimiento.
Testigos señalaron a medios locales que el personal del hospital tardó más de media hora en pedir auxilio a los cuerpos de emergencia y rescate.
Javier Vázquez, secretario de Protección Civil Municipal, llegó al lugar y aseguró que los elementos de rescate llegaron seis minutos después de que se registrara la llamada de auxilio al 911.
Por su parte, el IMSS señala que su personal informó “de manera inmediata” sobre los hechos y aseguran que durante la contingencia se brindó “la atención médica requerida y adecuada”.
El Instituto también dijo que el mantenimiento de los elevadores es subrogado con una empresa externa.

Patricio Domínguez y Deimy Castillo, padres de la niña, dijeron no recibir atención por parte del hospital y temer por su seguridad, además de no contar dinero para contratar a un abogado.
Al lugar se presentaron peritos y policías de investigación de la Fiscalía General del Estado para iniciar con las investigaciones correspondientes.
El Hospital General de Zona del IMSS 18 fue inaugurado por el expresidente Felipe Calderón en diciembre de 2010.
El doctor Enrique Ureña Bogarín, titular del IMSS Quintana Roo, informó que este 10 de julio, previo al accidente, se reportó la falla del elevador a las 13:10 horas.
Posteriormente, a las 16:00 horas, personal de la empresa Soluciones Integrales de Transportación Vertical en México SA de CV (SITRAVEM), se presentó a hacer las acciones de mantenimiento y diagnóstico.
Dicha empresa, informó el funcionario, fue contratada en febrero de este año mediante licitación pública para dar mantenimiento a cuatro elevadores.
Ureña Bogarín señala que, según se aprecia en videos, una hora después el técnico se retiró sin dejar señales o barreras que impidieran el uso del elevador y tampoco hizo alguna notificación sobre restricciones.
Pese a esto, el titular del IMSS Quintana Roo no informó si personal del hospital se encargó de verificar que la falla y el mantenimiento hubieran quedado resueltos.
Con relación a los hechos ocurridos el lunes 10 de julio en el Hospital General de Zona No. 18 de Playa del Carmen, en Quintana Roo, el Instituto Mexicano del Seguro Social informa lo siguiente: pic.twitter.com/MKg7GvJoN0
— IMSS (@Tu_IMSS) July 11, 2023
Tras la muerte de la menor en un elevador en un hospital del IMSS en Playa del Carmen, la Fiscalía del estado informó que se detuvo a una persona identificada como Víctor ‘F’.
De acuerdo con la dependencia, el detenido trasladaba a la niña al segundo piso, “por lo que ingresa al elevador y este empieza a subir cuando aún no entraba por completo la camilla”.
Los padres de la menor interpusieron una denuncia ante el Ministerio Público contra quienes resulten responsables.
En las próximas horas un juez determinará la situación jurídica de Víctor ‘F.

Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
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