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Derecho a la movilidad y planificación con enfoque de género: un paso hacia la justicia social
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Derecho a la movilidad y planificación con enfoque de género: un paso hacia la justicia social

Asignar mayores recursos a la construcción de banquetas seguras y accesibles, cruces peatonales adecuados y una mejor iluminación no solo busca cumplir con el derecho a la movilidad establecido en la constitución mexicana, sino que también contribuye a reducir las desigualdades sociales, espaciales y de género.
21 de septiembre, 2024
Por: Ruth Pérez López

En México, uno de los avances más significativos en los últimos años en materia de movilidad ha sido la incorporación del derecho a la movilidad en la agenda pública, lo que ha permitido visibilizar este tema y abrir un amplio debate en diversos foros políticos y académicos. Este progreso ha llevado a la creación de un marco legal sólido que respalda este derecho, consolidando su importancia en el ámbito de las políticas públicas. El derecho a la movilidad fue formalmente reconocido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el año 2020, con el objetivo de garantizar una movilidad segura, accesible, eficiente y equitativa para toda la población. Este reconocimiento se convirtió en la base de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, promulgada en 2022.

A nivel estatal, la Ciudad de México ha sido pionera en la adopción de este derecho, primero a través de la Ley de Movilidad del Distrito Federal (2014) y posteriormente en su Constitución local (2017), destacando la necesidad de priorizar a los sectores de la población que enfrentan mayores barreras para ejercer este derecho, como las mujeres, las personas con discapacidad, los adultos mayores y los niños y las niñas. Estos grupos, que en su mayoría dependen de los desplazamientos a pie, se ven afectados por una serie de obstáculos cotidianos que limitan su acceso seguro y equitativo a los espacios urbanos. Entre las principales dificultades que encuentran están las banquetas demasiado estrechas o, en muchos casos, la ausencia total de ellas. Las aceras y otros espacios peatonales suelen estar en mal estado, con baches, hoyos, coladeras abiertas y obstáculos como postes o señalizaciones mal ubicadas, así como coches estacionados sobre ellas. La falta de iluminación adecuada en muchas calles agrava la situación, creando entornos inseguros, especialmente por la noche. Asimismo, los cruces peatonales carecen, en muchos casos, de un diseño adecuado y no proporcionan tiempo suficiente para cruzar de manera segura, lo que aumenta la vulnerabilidad de quienes se desplazan a pie.

El caso de las mujeres es especialmente relevante, ya que son quienes realizan la mayor cantidad de desplazamientos a pie. En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), las mujeres caminan considerablemente más que los hombres, debido a los roles tradicionales de género que las responsabilizan de tareas relacionadas con el cuidado y las labores domésticas. Son mayoritariamente ellas quienes se encargan de llevar y recoger a los niños de la escuela, hacer las compras o acompañar a familiares con discapacidad y adultos mayores a los centros de salud, entre otras tareas. Esta realidad genera patrones de movilidad diferenciados: mientras que los hombres tienden a realizar viajes más largos, principalmente al trabajo, las mujeres efectúan recorridos más cortos y frecuentes a lo largo del día, la mayoría de ellos a pie.

Según los datos de la Encuesta de Origen y Destino de 2017 (INEGI, 2018), un 54.9 % de los viajes realizados por hombres en la ZMVM son por motivos laborales, mientras que solo el 30 % de los viajes de las mujeres tienen este propósito. En contraste, un 36.7 % de los viajes realizados por mujeres se asocian con actividades de cuidado, como llevar o recoger a alguien o hacer compras, frente a solo el 11.8 % de los viajes de los hombres. Estas estadísticas evidencian que la movilidad de las mujeres está mucho más ligada a las responsabilidades domésticas y de cuidado, lo que subraya la importancia de una infraestructura urbana de calidad que responda a estas necesidades.

Porcentaje de viajes realizados en la ZMVM, por propósito y género

Gráfica con las razones de movilidad por género.
Fuente: elaboración propia con base en la Encuesta de Origen y Destino, 2017 (INEGI, 2017). Modo de transporte en el que pasaron más tiempo.

 

Entre las mujeres, aquellas de bajos ingresos dependen aún más de los desplazamientos a pie. Según la misma encuesta, el 54.4 % de los viajes realizados por mujeres en la ZMVM pertenecientes al estrato sociodemográfico bajo se efectúan caminando, en comparación con solo el 29.4 % de los viajes realizados por los hombres del mismo estrato. Esta diferencia se acentúa al comparar a estas mujeres con las de estratos socioeconómicos más altos, de las cuales solo el 21.1 % recurren a caminar en sus desplazamientos diarios (ver la tabla). Estos datos destacan que las mujeres de bajos ingresos, al depender en mayor medida de la movilidad a pie, son especialmente vulnerables a la falta de infraestructura peatonal adecuada.

Porcentaje de viajes realizados en la Zona Metropolitana del Valle de México, por modo de transporte, estrato sociodemográfico y género

Tabla con la forma en que se transportan las personas según su género.
Fuente: elaboración propia con base en la Encuesta de Origen y Destino, 2017 (INEGI, 2018).

 

Los datos revelados por la estadística son cruciales, ya que hasta hace poco existía un desconocimiento generalizado sobre la movilidad cotidiana de las mujeres y de otros grupos cuya principal forma de desplazamiento es caminar. Esto se debe a que, históricamente, las encuestas de origen y destino no contabilizaban los viajes a pie, lo que implicaba que, en términos de políticas urbanas y de transporte, estos desplazamientos eran prácticamente invisibles. Como resultado, una parte fundamental de la movilidad cotidiana de las mujeres ha permanecido oculta y subestimada, lo que ha restringido la adecuada consideración de sus necesidades en la planificación urbana.

Como señalan las coautoras del libro coordinado por Paula Soto, Una mirada de género a las prácticas de movilidad cotidiana en la Ciudad de México, el espacio urbano ha sido históricamente diseñado en función de necesidades productivas y económicas, favoreciendo la velocidad y la eficiencia del transporte motorizado para facilitar los viajes pendulares al trabajo. Esta visión ha excluido la “ciudad de los cuidados”, centrada en las actividades relacionadas con la reproducción de la vida cotidiana, tareas que recaen mayoritariamente en las mujeres. La falta de atención a las necesidades específicas de este grupo poblacional no solo evidencia una estructura urbana excluyente, sino que también perpetúa la inequidad, afectando de manera desproporcionada a las mujeres de bajos recursos. Estas mujeres enfrentan a diario las consecuencias de una infraestructura deficiente y de una planificación urbana que carece de un enfoque de género, lo que obstaculiza su movilidad y su acceso pleno a la ciudad.

Asignar mayores recursos a la construcción de banquetas seguras y accesibles, cruces peatonales adecuados y una mejor iluminación no solo busca cumplir con el derecho a la movilidad establecido en la constitución mexicana, sino que también contribuye a reducir las desigualdades sociales, espaciales y de género. Más allá de mejorar el entorno físico, esta inversión visibiliza y legitima las necesidades de las mujeres en el espacio público, un paso clave hacia la construcción de ciudades más inclusivas. Apostar por la movilidad peatonal es apostar por una mayor justicia social, asegurando que todas las personas, sin importar su género o condición social, puedan acceder y disfrutar plenamente de los beneficios que la ciudad ofrece. La incorporación del derecho a la movilidad en la legislación mexicana es el resultado un esfuerzo colectivo que incluye a activistas, organizaciones de la sociedad civil, académicos y funcionarios, quienes han luchado para que la movilidad se considere un componente esencial del derecho a la ciudad. No obstante, el reto ahora es garantizar que este derecho trascienda el ámbito legal y se implemente de manera efectiva, asegurando que el conjunto de la población pueda ejercerlo plenamente.

* Ruth Pérez López es Doctora en Cambio Social por la Universidad de Lille1 (Francia, 2006) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras (SNII, Nivel 2). Actualmente, es profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco, donde es coordinadora del Eje Docente de Sociología Urbana. Además, es Secretaria del consejo directivo de las asociación Bicitekas, A.C. Su investigación actual se enfoca en las prácticas de movilidad urbana cotidiana, la transición socio-ecológica y las acciones colectivas que impulsan transformaciones hacia una movilidad no motorizada y más sustentable.

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Imagen BBC
La costosa casa del nazi Joseph Goebbels, en las afueras de Berlín, que decidieron regalar porque nadie la quiere
6 minutos de lectura

La antigua casa de campo del líder nazi Joseph Goebbels es un lastre para el Estado, demasiado costosa para restaurar además de sus vínculos con un pasado funesto.

13 de septiembre, 2024
Por: BBC News Mundo
0

¿Qué hacer con una otrora gran casa de campo, construida en un terreno de unas 17 hectáreas a la orilla de un idílico lago, pero tristemente vinculada a uno de los personajes más macabros de la historia?

La propiedad está abandonada desde el año 2000, le cuesta al Estado un dineral mantenerla y nadie la quiere comprar.

¿La única opción? Regalarla.

Esa es la más reciente propuesta de las autoridades del estado de Berlín para deshacerse de lo que fue el retiro veraniego de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda nazi de Adolf Hitler.

“Se la ofrezco a quien quiera hacerse del lugar, tomarla como un regalo del Estado federado de Berlín”, declaró en mayo el ministro de Finanzas, Stefan Evers, ante el Parlamento estatal.

Apodada por Goebbels como “Villa Bogensee”, por el lago aledaño que queda unos 15 kilómetros al norte del área metropolitana de Berlín, la propiedad decaída y abandonada se ha vuelto un lastre económico para el gobierno local, que debe pagar por su mantenimiento y seguridad.

No obstante, sigue siendo un sitio de atracción para algunos visitantes que se abren paso por entre la maleza para atisbar por entre los ventanales lo que fue una lujosa mansión con decenas de habitaciones

La casa de campo de Goebbels en Bogensee
Getty Images
La mansión contaba con 40 habitaciones y una sala de cine.

Por la preocupación de que el triste legado del lugar pueda atraer a grupos extremistas, las autoridades quieren la propiedad sea destinada a trabajar con fines sociales

Una organización que representa a judíos europeos propone convertirla en un centro de comunicación y psicología política y combatir discursos de odio.

De no encontrar una solución satisfactoria, su destino podría ser la completa demolición y allanamiento del área, para las cuales ya está preparado el gobierno local, según Stefan Evers.

La historia de la villa en Bogensee

Joseph Goebbels fue uno de los aliados más cercanos a Hitler. Ocupó el cargo de ministro de Propaganda nazi y brevemente canciller del Tercer Reich. Era un demagogo conocido por sus dotes de orador que utilizó para difundir su ideología antisemita y de guerra total.

Bogensee, un lago ovalado en el estado alemán de Brandemburgo y rodeado de un parque natural, fue dedicado a Goebbels por la administración de la ciudad de Berlín en 1936, cuando el dirigente nazi cumplió 39 cumpleaños.

El lugar contaba con una lujosa mansión que el ministro remodeló para incluir unas 40 habitaciones, decenas de aposentos para huéspedes y servicio, aire acondicionado, planta de tratamiento de agua, una sala privada de cine de 100 metros cuadrados y hasta un búnker.

Fue un retiro campestre para él, su esposa y seis hijos. Alejado de Berlín, en la soledad del bosque, el ministro de Propaganda se deleitaba en poder trabajar y leer en silencio sin recibir llamadas telefónicas ni correspondencia, según escribió en su diario.

Joseph Goebbels dando un discurso en su uniforme nazi
Getty Images
Goebbels, considerado la mano derecha de Hitler, era un gran orador y en sus discursos promovía con eficacia la ideología nazi.

Pero la villa también fue sede de veladas sociales con líderes nazis, artistas y actores. Goebbels, que tenía la reputación de poseer un gran apetito sexual, supuestamente utilizó el lugar como “nido de amor” para su relaciones secretas.

Al final de la guerra, cuando Goebbels se suicidó con su esposa -tras envenenar a sus seis hijos- el área de Bogensee fue ocupada por el Ejército Rojo por casi un año y luego sirvió temporalmente como un hospital militar.

Durante el período en que Alemania estuvo dividida, los predios fueron tomados por el ala de las juventudes del Partido Comunista de Alemania Oriental, que estableció una escuela de liderazgo con un centro de entrenamiento y varios bloques residenciales.

Tras la reunificación alemana en 1990, el complejo regresó a ser propiedad del estado federal de Berlín, pero la ciudad capital no pudo darle un uso.

Una clase en la escuela de las juventudes del Partido Comunista de Alemania Oriental en la villa de Bogensee
Getty Images
Alemania Oriental convirtió el lugar en una escuela para las juventudes del Partido Comunista.

¿Qué hacer con un lugar ensombrecido por el pasado?

En 2015, se fundó una asociación de desarrollo para preservar el edificio y usarlo como una academia internacional con miras a la educación en las áreas de crisis. Pero el proyecto se abandonó y la ciudad desistió de querer readaptarla o siquiera venderla.

En las afueras de lo que fue la lujosa villa, la maleza ha crecido alrededor de la mansión, impidiendo el paso a la sala de cine donde Goebbels proyectó sus películas de propaganda.

Las telarañas cubren las ventanas de los cuartos, las vigas de soporte se están cayendo y el polvo se ha apoderado de los salones.

El mantenimiento de la propiedad le cuesta al gobierno local unos US$300.000 al año, tan solo para evitar que se derrumbe completamente.

Los techos con pintura pelada en la mansión de Bogensee
Getty Images
El edificio está muy deteriorado y su restauración tendría un costo muy alto.

La restauración no sólo sería un proyecto sumamente costoso, sino que abriría toda una lata de gusanos en torno a la polémica de cuánto conservar de la historia nazi de Alemania al tiempo que las nuevas generaciones no quieren sepultar el pasado, por oscuro y complejo que sea.

Esas son las consideraciones que crean el dilema para las autoridades de qué hacer con este patrimonio.

“La historia del lugar es precisamente la razón por la que Berlín nunca dejaría esta construcción en manos privadas donde existiría el riesgo de que pudiera ser mal utilizada”, expresó el ministro Stefan Evers.

Propuesta inesperada

Tras los comentarios de exasperación hechos ante parlamentario estatal por Evers en mayo pasado, que ofreció regalar la mansión y el terreno, hubo una oleada de posibles prospectores de todo el mundo, informó el diario The New York Times.

Hubo indagaciones hechas por un dermatólogo que quería abrir un centro de cuidados de la piel, así como de varios especuladores inmobiliarios, según expresó Evers al diario. Pero ninguno de estos fue considerado apto, señaló el político.

Un grupo de extrema derecha llamado el movimiento Reichsbürger, del que algunos de sus miembros enfrentan un juicio por tratar de derrocar el gobierno, también hizo indagaciones que fueron rápidamente rechazadas.

 El ministro de Finanzas del estado de Berlín, Stefan Evers
Getty Images
El ministro de Finanzas del estado de Berlín, Stefan Evers, ofreció regalar la mansión a quien tenga una propuesta apropiada.

Sin embargo, una de las propuestas más interesantes vino de uno de los lugares más inesperados.

La Asociación Judía Europea (EJA, por sus siglas en inglés) que representa a cientos de comunidades judías en ese continente, expresó interés en explorar la posibilidad de convertir el lugar en un centro de libre expresión y combate contra el discurso del odio.

El presidente de la EJA, el rabino Menachem Margolin, le escribó una carta al ministro berlinés, expresando su oposición a que la antigua villa de Goebbels fuera demolida, proponiendo convertirla en un centro de estudios para combatir todo tipo de odio.

“Convirtamos ese predio que propagaba la maldad absoluta en una fuente para propagar el bien. Sería una importante victoria moral”, escribió el rabino Margolin.

Evers respondió que el gesto es digno de atención, pero indicó que el asunto es de financiación y el gobierno estatal está preparado para seguir adelante con la demolición si no se encuentra la solución adecuada.

Línea
BBC

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