Una vida examinada: reflexiones bioéticas
Una vida examinada: reflexiones bioéticas
El Programa Universitario de Bioética (UNAM) desarrolla investigaciones interdisciplinarias, docencia y difusión que promuevan la... Continuar Leyendo
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La mercantilización de la salud

La desprivatización de los servicios de salud favorecería su unificación, lo que a su vez contribuiría a lograr una atención más eficiente, equitativa y con mayor capacidad de respuesta a las necesidades y expectativas de los ciudadanos.
26 de junio, 2024
Por: Seraid Caynas Rojas

Recientemente se ha cuestionado con severidad la eliminación del seguro popular. Aunque esta forma de seguridad social plantea designar de manera estratégica recursos para promover el crecimiento de los servicios de salud, con base en la demanda y reducir gastos innecesarios (ya que se pagaba por el servicio brindado y sólo cuando éste se ocupaba), representó un paso más hacia la privatización de los servicios de salud.

Si bien los servicios privados de salud se esfuerzan por posicionarse en la mente de sus clientes como un servicio de alta calidad (lo que los diferencian de los servicios públicos, considerados una opción accesible, aunque de baja calidad), no existe evidencia de que sean más efectivos para mejorar la salud de la población. De hecho, en algunos casos resultan contraproducentes, como la cantidad de cesáreas en hospitales privados por encima de lo recomendado por la OMS, con una carga mayor para el bolsillo, más días de recuperación y más consecuencias negativas para la salud de las madres.

A fin de cuentas, son un negocio con una orientación mercantil que decide en función de sus intereses económicos antes que priorizar el bienestar común. Se trata de una cuestión de supervivencia: si sus finanzas fallan, la empresa desaparece. Otro ejemplo de las consecuencias negativas de este paradigma es que proletariza la práctica médica, puesto que se busca obtener el mayor trabajo del profesional a cambio del menor sueldo, forzándolo a ejercer en condiciones precarias, jornadas extenuantes y saturado por trámites burocráticos.

En el año 2020 se reformó el Artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para garantizar la protección de la salud a los habitantes de este país. Si bien los servicios públicos siguen a la zaga de esta meta, la privatización no es la solución. Es necesario recordar que la industria farmacéutica es reacia a invertir en el desarrollo de medicamentos de enfermedades poco frecuentes debido al riesgo económico, con lo que se desatiende la salud de una parte de la población.

De igual manera, los servicios privados de salud determinarían su cobertura anteponiendo su subsistencia económica a las necesidades de la población; contribuyendo a la certificación de hospitales, principalmente de alta especialidad; obligando a la población más marginada a desplazarse grandes distancias, por lo que un sistema de salud articulado en torno al derecho humano debe garantizar el acceso universal evitando las estructuras corporativistas.

Como toda necesidad vital la salud es un gran negocio. Se estima que únicamente la industria farmacéutica generó 1 607 000 000 de dólares en 2023, sin contar los servicios hospitalarios y las consultas médicas. Durante la pandemia en México, las utilidades de las firmas del sector salud se dispararon. En naciones en las que se garantiza la protección a la salud y no existe moderación de los precios en el mercado, la salud mercantilizada es un nicho para especulación. No resulta extraño que ganando más que la industria bancaria, las farmacéuticas recuran a prácticas como invertir en litigios legales para extender las patentes de sus productos, sobornar a las empresas de genéricos para que retrasen la salida al mercado de versiones más baratas y ofrecer diferentes beneficios a los médicos y asociaciones médicas para que receten y hablen bien de sus productos.

La mercantilización de la salud no sólo representa una barrera, ya que 33 % de la población mundial no tiene acceso a medicinas debido a su coste. Además, motiva a funcionarios corruptos, empresarios deshonestos, intermediarios voraces y distribuidores abusivos que lucran con el comercio de la salud. A pesar de que es indispensable la prevención de las enfermedades y la promoción de la salud, el sector privado cobra por la atención brindada, por lo que no le resulta conveniente promover los hábitos saludables. En cambio, en un sistema de salud articulado en torno al derecho humano, la prevención ahorraría gastos a largo plazo, motivando incluso leyes que antepongan el bienestar a intereses mercantiles.

A pesar de que se ha dicho que la libre competencia reduce los precios de los productos, se ha demostrado reiteradamente la falsedad de esta afirmación. A lo mucho, las empresas bajan temporalmente sus precios para eliminar competidores o posicionarse en el mercado. Aunque la libre competencia promueve la innovación, en lo que concierne a la salud, estas innovaciones y la tecnología deberían transferirse al sector público, dando una retribución justa a sus creadores para evitar la especulación y las ganancias desmedidas, así como evitar los gastos en publicidad, litigios y sobornos en los que incurren. Desmercantilizar las innovaciones y tecnología médicas evitaría el uso excesivo de medios diagnósticos y fármacos motivado por las ganancias económicas, en beneficio del bolsillo y la salud de los usuarios.

Si México continúa hacia su privatización ¿qué impediría la especulación de las empresas y los intermediarios? Ahora ya tienen un cliente mucho más grande: el gobierno mexicano, y pueden cobrar lo que sea, ya que está obligado constitucionalmente. Si moderan los precios, bien podrían hacerlo a cambio de favores o, por el contrario, aumentarlos para favorecer a grupos de poder, vulnerando la soberanía nacional.

Al contrario, la desprivatización de los servicios de salud favorecería su unificación, lo que a su vez contribuiría a lograr una atención más eficiente, equitativa y con mayor capacidad de respuesta a las necesidades y expectativas de los ciudadanos. De cualquier manera, subrogar los servicios de salud a empresas privadas, argumentando que es menos oneroso para el Estado, no observa que las empresas establecen sus precios considerando el riesgo y sus ganancias. No sólo es amoral lucrar con el sufrimiento, la angustia y el bienestar de las personas; es una pésima decisión económica, contraria a la libre determinación de los pueblos, y perjudicial para la práctica médica.

*Seraid Caynas Rojas es egresado del Programa de Doctorado en Ciencias Biomédicas de la UNAM; es especialista en psicología de la salud y terapia cognitivo-conductual; actualmente estudia los determinantes bioquímicos, cognitivos, conductuales y sociales de la salud mental en un grupo interdisciplinario de colaboradores. Se encuentra adscrito al Departamento de Biología de la Reproducción en la División de Ciencias Biológicas y de la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.

 

 

Las opiniones publicadas en este blog son responsabilidad exclusiva de sus autores. No expresan una opinión de consenso de los seminarios ni tampoco una posición institucional del PUB-UNAM. Todo comentario, réplica o crítica es bienvenido.

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Imagen BBC
10 canciones de Oasis, la banda británica que anunció su regreso y causó revuelo
6 minutos de lectura

La legendaria banda ha vendido más de 70 millones de discos, con 22 sencillos en los primeros10 de la cartelera de éxitos en Reino Unido. Aquí tienes unos ejemplos.

31 de agosto, 2024
Por: BBC News Mundo
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Tras unos días de intensos rumores en internet sobre una posible reunión de Oasis, con la publicación de un críptico post en la cuenta de X (antigua Twitter) de la banda en el que sólo aparecía la fecha del 27 de agosto de 2024 a las 8 de la mañana con su icónico logotipo, el martes se anunció que el grupo se reunirá para actuar por todo Reino Unido e Irlanda en 2025.

Oasis fue una de las bandas de rock inglesas más importantes de los años 90 y principios de los 2000, esencial para el movimiento britpop, junto a grupos como Blur, Pulp, Supergrass y Suede.

Respuesta inglesa a la escena grunge estadounidense de la época, el britpop era una versión más brillante del rock, con melodías pegadizas y letras que a menudo criticaban la cultura británica.

Oasis era conocido por sus sencillos de éxito, siendo “Wonderwall”, de 1995, quizá el más duradero. El grupo ha vendido más de 70 millones de discos, ha tenido 22 éxitos en el top 10 en Reino Unido y ha sido uno de los únicos grupos de britpop en penetrar en el mercado estadounidense.

Pero además de por su música, también eran conocidos por los conflictos entre los hermanos Gallagher: Liam, cantante, y Noel, guitarrista.

Oasis no tocan juntos desde 2009. Como muchos otros momentos de la historia del grupo, su última actuación –o la ausencia de ella– fue especialmente dramática.

La banda tenía previsto tocar en el V Festival, en la ciudad inglesa de Chelmsford, que se canceló debido a un ataque de laringitis de Liam. Más tarde, Noel afirmó que en realidad Liam sólo tenía resaca, lo que provocó una demanda por difamación entre los hermanos que finalmente se retiró.

Su último concierto iba a ser en el festival Rock en Seine de 2009 en París. Pero antes de que la banda tocara, cancelaron la actuación. Noel publicó entonces el célebre post en la página web de la banda que confirmó la ruptura del grupo:

“Con cierta tristeza y gran alivio les digo que esta noche dejo Oasis. La gente escribirá y dirá lo que quiera, pero simplemente no podía seguir trabajando con Liam ni un día más”.

Los dos hermanos siguieron con otros proyectos –el grupo Beady Eye, en el caso de Liam, y High-Flying Birds, en el de Noel– y ha habido una larga y muy pública animosidad entre los dos, que han dicho repetidamente que la banda nunca volvería a juntarse.

Pero sus seguidores seguían manteniendo la esperanza de que los Gallagher encontraran una forma de reconciliarse y reformar Oasis. Ahora, 15 años después de su ruptura, tendrán la oportunidad de verlos actuar juntos de nuevo.

Si sólo has escuchado “Wonderwall” y tienes curiosidad por saber de qué va todo este alboroto, aquí tienes unos cuantos sencillos (y caras B) de la discografía de Oasis que quizá te conviertan en seguidor, sin ningún orden en particular.

“Supersonic”

“Supersonic”, el primer sencillo de Oasis, alcanzó el puesto 33 en la lista de sencillos del Reino Unido. “Supersonic”, que técnicamente sólo iba a ser una maqueta y que al parecer fue escrita por Noel en media hora, demuestra la capacidad de la banda para el rock desde el primer rasgueo de la guitarra.

“Roll With It”

“Roll With It” fue una canción importante no sólo para el grupo, sino para el britpop.

Blur y Oasis lanzaron sencillos el mismo día en 1995. Apodada “la batalla del britpop” por la prensa, Oasis perdió el número uno frente a “Country House” de Blur. Pero “Roll With It” sigue siendo una canción realmente pegadiza que combina el glam con la influencia melódica y armónica de los Beatles.

“Don’t Look Back in Anger”

“Don’t Look Back in Anger”, número uno en el Reino Unido, es una de las canciones más bellas de Oasis. Aquí se nota su amor por Los Beatles tanto en los acordes iniciales, que suenan como el “Imagine” de John Lennon, como en el videoclip, con sus fregonas y gafas de colores.

No es sólo un pastiche. Oasis da su propio giro al pop clásico de los 60, con guitarras tintineantes, una sinuosa progresión de acordes, un clásico y melódico solo de guitarra y unas letras sorprendentemente encantadoras.

“Whatever”

“Whatever” fue un sencillo provisional que sirvió de apoyo a la banda entre un álbum y otro.

Es una joya olvidada y uno de sus mejores temas al estilo Beatles, con un precioso cuarteto de cuerda y una letra que insiste en que todos deberíamos tener libertad para ser nosotros mismos.

“The Masterplan”

“The Masterplan”, publicado como cara B de “Wonderwall” –un tema difícil de seguir– demostró realmente de lo que era capaz la banda, tanto instrumental como armónicamente.

El uso de la dinámica funciona muy bien en esta canción. Empieza siendo muy sencilla y se convierte en una marejada de texturas con grandes vientos, exuberantes cuerdas, teclados, guitarras y mucho más.

“Stop Crying Your Heart Out”

“Stop Crying your Heart Out” es una balada sorprendentemente dulce sobre la resistencia y la esperanza en el futuro.

Las letras de Oasis pueden ser abstractas, o en otras ocasiones increíblemente sencillas, sucintas y claras. Este es un ejemplo de lo segundo. El grano de la voz de Liam y la grandeza de los arreglos conforman un tema precioso.

“Half the World Away”

“Half the World Away” fue la cara B de “Whatever” y contrasta con el exuberante arreglo de cuerdas y teclas de la cara A. Cantada por Noel, es una canción acústica, tranquila y sorprendentemente conmovedora.

“Lyla”

“Lyla” es un sencillo de la última época. Combina la pegajosidad pop de una canción de amor con toques psicodélicos que realmente funcionan.

Quizá el momento más inteligente sea el cambio de compás durante el estribillo: puede que resulte difícil bailarlo, pero realmente funciona como un momento musical divertido que no se da a menudo en las canciones de Oasis.

“Who Feels Love”

“Who Feels Love” es Oasis en estado puro, soñador y psicodélico: un ritmo groovy a medio tiempo, montones de guitarras arremolinadas hacia atrás y un zumbido que hace que queramos bailar. Una versión moderna del rock de los sesenta.

“Live Forever”

Publicado al inicio de su carrera, el sencillo “Live Forever” se ha convertido en una de las canciones más emblemáticas de Oasis.

Escrita en contraste con los movimientos grunge y alternativo de los EE.UU. de la época, la canción reconoce los malos tiempos (“¿alguna vez has sentido el dolor, en la lluvia de la mañana, mientras te cala hasta los huesos?”), pero también tiene un aire esperanzador: “Vemos cosas que ellos nunca verán; tú y yo vamos a vivir para siempre”.

*Jadey O’Regan es catedrática de Música Contemporánea, Conservatorio de Música de Sídney y coautora de “Hooks in Popular Music” (2022), Universidad de Sídney. Su artículo original fue publicado en The Conversation que puedes leer aquí.

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