La biotecnología, una ciencia milenaria
Por: Christian Sohlenkamp (@ccg_unam)
Existen muchas acepciones de biotecnología, pero una definición sencilla es: “el empleo de células vivas para la obtención y mejora de productos útiles, como los alimentos y los medicamentos”. La biotecnología no es un ciencia nueva, desde hace miles de años el humano está ocupando microorganismos con el propósito de producir alimentos, mejorar su sabor o hacerlos menos perecederos; ejemplos de ello son la producción de cerveza y vino, la acidificación de alimentos como los pepinillos o la col, o la producción de yogur y pulque.
Por mucho tiempo se ocuparon los microorganismos desconociendo sus identidades e ignorando los mecanismos moleculares involucrados en estos procesos. A pesar de ello, el ser humano empezó a seleccionar los organismos que daban los mejores resultados.
Durante los últimos 100 años las ciencias biológicas progresaron rápidamente. Gracias a los avances de la bioquímica y la biología molecular hoy sabemos que el ácido desoxirribonucleico (ADN) es el material genético y aprendimos que las enzimas son responsables del proceso de fermentación para la producción de cerveza o vino. Los siguientes pasos fueron el descubrimiento y la mejora continua de herramientas moleculares que permiten la confección y el manejo de fragmentos de ADN, aunado a los avances en la secuenciación del material genético de los seres vivos. Debido a estudios detallados en la función de los genes, conocemos ahora cuales son responsables de las características de un organismo.
El uso de las herramientas moleculares para la modificación de material genético se llama ingeniería genética. La biotecnología moderna ocupa sus métodos para modificar las propiedades de los organismos de manera dirigida y eficaz. La herramienta CRISPR-Cas9, que ha causado mucho escandalo últimamente, promete facilitar la construcción de los organismos modificados con propiedades deseadas, lo que abre nuevas posibilidades.
¿Cuáles son las ventajas de usar ingeniería genética?
Desde hace mucho tiempo el ser humano ha seleccionado y modificado a los seres vivos según sus necesidades, pero esto ha sido un proceso lento e ineficiente. La ingeniería genética y, en especial, los avances recientes en el desarrollo de herramientas más eficientes, hacen posible una modificación o un mejoramiento más dirigido y rápido. También permite diseñar organismos con propiedades novedosas; ejemplo de ello son el algodón resistente a ciertos insectos porque produce la toxina Bt, que normalmente es producido por la bacteria Bacillus thuringiensis, o la producción de la insulina humana en bacterias de Escherichia coli.
¿Cuáles promesas trae la biotecnología moderna?
En realidad, la biotecnología moderna y sus productos están alrededor de nosotros y doy algunos ejemplos: la biotecnología roja es aquella que se usa en procesos relacionados a la medicina, como la producción de medicamentos, vacunas y anticuerpos en el laboratorio para pacientes con sistema inmunitario deficiente, el uso de células madre para fines terapéuticos, etcétera. La biotecnología verde es aquella que se usa en la agricultura con el propósito de cuidar los recursos naturales a través del mejoramiento genético de las plantas, reduciendo el uso de plaguicidas y fertilizantes o la producción de alimentos transgénicos más nutritivos. La ingeniería genética de plantas también promete la posibilidad de obtener organismos resistentes a condiciones extremas causadas por el cambio climático, como temperaturas elevadas o sequías para la alimentación de la población de nuestro planeta.
En la biotecnología blanca o biotecnología industrial, existen microorganismos que se utilizan para generar productos químicos como solventes. Finalmente, hay varias aplicaciones de la biotecnología que sirven para mejorar las condiciones de sitios contaminados (bioremediación), o para producir bioplásticos que son degradables por microorganismos y que reducen la contaminación del ambiente. Otra aplicación de la biotecnología ambiental es el aprovechamiento de los residuos agrícolas o efluentes para la producción de energía y biocombustibles que podrían reemplazar a los combustibles fósiles.
Considero que la biotecnología moderna no sólo es ya una realidad, sino que además es una necesidad que no se debe rechazar por razones ideológicas.
* Christian Sohlenkamp es ingeniero y doctor en Biotecnología por la Technische Universität Berlin, Alemania. En la UNAM es profesor de la Licenciatura en Ciencias Genómicas, así como director e investigador del Centro de Ciencias Genómicas.
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