Alexei Navalny fue legalmente investigado, detenido y condenado por la justicia rusa. Sin embargo, nadie duda de que se trató de una persecución política. El uso político de la justicia en la Rusia de Putin es un secreto a voces, pero aun así le resulta útil. Para un gobierno autoritario no hay manera más eficiente de ejercer coerción contra enemigos políticos. Su actuar no se limita por la estorbosa operación encubierta. Usar al sistema de justicia como herramienta política permite el acceso abierto a infraestructura, personal, recursos materiales y presupuesto. Como ganancia adicional, se obtiene legitimidad política al negar que se trata de acciones arbitrarias.
El sistema de justicia es el poder más grande del Estado. Llega a todo el territorio y sus acciones están fuertemente protegidas por impenetrables muros de papel y formalismo legal. Justamente por tratarse de un poder tan grande es que la defensa de los derechos humanos ha invertido importantes esfuerzos por intentar diseñar un sistema incorruptible y garantizar que sea utilizado de manera técnica – jurídica, y que nunca pueda ser utilizado como arma política.
Los sistemas de justicia cuentan con tres componentes distintos. El policiaco que investiga, es un órgano que indaga y hurga con el objetivo de entender un hecho. La fiscalía que judicializa la persecución penal, es un órgano que convierte los hallazgos policiales en pruebas. Debe convertir lo que la investigación ha descubierto en una narrativa jurídicamente demostrable. Finalmente el judicial que juzga, es un órgano que decide cuál versión de lo sucedido es una verdad y qué consecuencias tendrá para las personas involucradas. Si bien se requiere de los tres para que se haga justicia, cada uno por sí mismo representa un poder considerable. Cada uno, si no funciona correctamente, podría ser un botín político de enorme utilidad.
En México nos encontramos en una situación crítica pues los tres componentes de la justicia están en grave descomposición. Cada uno por su cuenta y los tres en su conjunto son susceptibles de ser utilizados como arma política.
Con relación al primer componente de la justicia, en las policías locales y federales predominan los salarios paupérrimos y la debilidad institucional haciéndolo vulnerable ante la delincuencia organizada. De manera preocupante, el componente policial trabaja en la opacidad. Los controles policiales son pocos y en la práctica violados de manera generalizada. La opacidad de las acciones policiales solo incrementa con la participación de las fuerzas armadas en la investigación, el patrullaje y otras tareas de seguridad pública. La naturaleza y el fuero que rigen las acciones de este sector son reservadas y a menudo impenetrables.
La actual administración ha promovido diversas reformas para fortalecer la autonomía policial de investigar y concentrar información e inteligencia. En particular el poder de la policía ha crecido significativamente bajo el manto de la prisión preventiva oficiosa. El bajo estándar requerido para la prisión preventiva oficiosa ha llevado a la existencia del dicho en círculos abogadiles de que “un vaso con agua y una orden de aprehensión no se le niega a nadie”. En la práctica esto significa que en una gran cantidad de casos la detención significa cárcel y que una vez en la cárcel, los tardados procesos de justicia aseguran una larga privación de libertad.
Bajo esta modalidad el componente policial adquiere el poder de la coerción penal casi de manera autónoma: un enorme botín político si fuera utilizado de manera arbitraria. Es innegable el beneficio político que conllevan las audaces detenciones de la administración actual. En la mañanera presidencial se anuncia que entre el 5 de febrero y el 23 de marzo del año en curso, se han detenido a 1,748 personas. 1 El gabinete de seguridad afirma que en tan solo 3 días se logró la detención de 70 personas. 2 Omar García Harfuch dice que se han identificado a 120 personas con relación a los hallazgos en Teuchitlán 3 y que con la detención de una sola persona, disminuyeron los homicidios en Guanajuato en un 44 %. 4 No queda claro si estas detenciones fueron producto de investigaciones, si los casos serán sostenibles ante un juicio o si se trata de acciones numerosas que aprovechan la casualidad. Lo que sí se sabe es que estas personas podrán estar legalmente, pero sin sentencia, un largo tiempo en prisión.
En nuestro país el segundo componente de la justicia, la fiscalía, también se encuentra en estado crítico. Tras arduos intentos por blindarlo con un titular autónomo, se hace evidente que reparar a las fiscalías requería más que solo cambiarles de dueño. El diseño institucional continúa plagado de ambivalencia funcional y construido en torno a firmes cadenas de lealtad política. El uso político de la fiscalía se manifiesta entre un mar de legalismos que redundan en acciones como la investigación penal de jueces que “obstaculizaron” la reforma judicial. 5
En días recientes el fiscal general aseguró que se investigará lo sucedido en Teuchitlán a pesar de que él mismo ha públicamente afirmado que la fiscalía no investiga delitos. 6 Denuncia la ineptitud forense de la fiscalía de Jalisco a la vez que invita a una visita abierta de una escena criminal garantizando la invalidez jurídica de cualquier hallazgo. Reprueba que la autoridad local no le dio vista de la posible comisión de delitos federales a la vez que asegura que para poder atraer e investigar el caso primero deberá probarse de qué delitos se trata y que son en efecto de su competencia. Con un discurso circular se brinda un efectivo servicio político, con alta visibilidad se da una respuesta publica y complaciente que promete investigar para no saber.
En México el tercer componente de la justicia, el judicial, ha sido efectivamente desmantelado para recomponerse con mayor vulnerabilidad al uso político. Bajo un mecanismo imposible de comprender se llevará a cabo la elección de jueces y juezas. La apuesta final es combatir la corrupción judicial gracias al improbable criterio ciudadano para discernir la competencia técnica-jurídica de quienes son postulados. El inevitable resultado de juzgadores a modo ya se deja ver en las candidaturas aprobadas, algunas de ellas denunciadas por vínculos con el crimen organizado. 7
Adicionalmente, la recomposición del sistema judicial toma medidas para asegurar que aun cuando un juzgador propuesto no actuara de acorde a los intereses que se buscaran proteger, habrá medios para controlar su actuación. Se incorpora la creación de un órgano disciplinario que no solo tendrá injerencia sobre faltas administrativas, sino sobre el criterio mismo de las personas juzgadoras. El órgano tendrá amplias facultades para valorar si el criterio expuesto por el juzgador se apega a los “principios de objetividad, imparcialidad, independencia, profesionalismo o excelencia”. 8
Vulnerar la autonomía e independencia judicial aporta evidentes beneficios políticos logrando influir sobre la resolución de casos particulares. Los efectos del sometimiento judicial también ya se dejan ver. La condena de Enrique Graue y Fernando Macedo a pagar 15 millones de pesos porque, en ejercicio de sus funciones dentro de la UNAM, participaron en la investigación de acusaciones de plagio en contra de la ministra Yasmín Esquivel, es ejemplo de un caso que solo encuentra explicación política.
Las condiciones de extrema debilidad en la que se encuentran los tres componentes indispensables de la justicia no solo generan el riesgo de que la justicia en su conjunto sea cooptada para el uso político de la coerción penal. En México se asoma la impensable posibilidad que cada uno sea cooptado por grupos diversos de poder. Sin la fortaleza institucional necesaria, la justicia y sus componentes no solo pueden formar parte del ejercicio político de un poder concentrado, sino de la rebatinga política de un poder fragmentado.
* Margarita Griesbach es coordinadora de la Clínica Jurídica de Derechos de la Infancia Ibero-CDMX y consultora independiente.
1 Mañanera del pueblo, 25 marzo, 2025.
3 Mañanera del pueblo, 25 marzo, 2025.
4 Mañanera del pueblo, 25 de marzo, 2025.
6 Debate: Eduardo Buscaglía y Alejandro Gertz Manero. Aristegui Noticias. 16 de septiembre, 2022
8 CPEUM artículo 100.
La estrella colombiana de la música hizo siete presentaciones consecutivas en el estadio GNP de la capital mexicana y facturó casi US$80 millones en boletos.
Shakira dijo que ahora las mujeres facturan, y lo está cumpliendo.
La estrella colombiana dio este domingo su séptimo concierto en el estadio GNP de Ciudad de México, como parte de su gira “Las mujeres ya no lloran World Tour”, y batió el récord como la mujer con más shows consecutivos en ese recinto, en el que sumó 455 mil espectadores, de acuerdo a los organizadores.
El estadio GNP, antes conocido como Foro Sol, tiene capacidad para 65 mil personas en conciertos y es considerado el “rey de la venta de boletos” por el sitio especializado Pollstar, por ser el recinto que más entradas vende en el mundo.
Además, tras agotar estas siete fechas, Shakira agregó un nuevo show en la capital mexicana y en otras tres ciudades para agosto y septiembre, después de que complete su gira por Estados Unidos.
“En respuesta a la abrumadora demanda de los fans, la segunda vuelta incluirá: Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara y Puebla”, informó el domingo la promotora de conciertos Ocesa.
La Cámara Nacional de Comercio señaló que los conciertos de Shakira en Ciudad de México entre el 19 y el 30 de marzo generarían “beneficios económicos por 3.200 millones de pesos”, unos US$160 millones.
Casi la mitad de esa cifra corresponde a la venta de entradas, agregó la cámara, citada por la agencia de noticias AFP.
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La facturación de hoteles y otros alojamientos se estimó en US$43,9 millones, la de restaurantes en US$27 millones y otros comercios en US$13,5 millones, todo gracias a Shakira, dijo el gremio empresarial.
La referencia previa de los cuatro conciertos de Taylor Swift en 2023 dejó ingresos por US$50 millones, según la cámara.
Antes de los siete recitales en el estadio GNP, Shakira brindó cuatro espectáculos en Monterrey y Guadalajara.
“Las mujeres ya no lloran World Tour” comenzó el 11 de febrero en Río de Janeiro.
Tuvo un accidentado paso por Lima, donde debió reprogramar uno de sus shows por problemas de salud, pero ha arrasado en todas las ciudades donde se presentó.
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