En 2020 se registró por última vez el Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC) con su nombre como tal en el Presupuesto de Egresos (PEF). En 2021 se señaló en las reglas de operación del Programa la Escuela es Nuestra que ahora este programa tendría los recursos para ejecutar los objetivos de las “Escuelas de Tiempo Completo”.
Sin embargo, en las reglas de operación del Programa la Escuela es Nuestra para 2022 se eliminó el componente de Escuelas de Tiempo Completo. Y se estableció que el objetivo del Programa la Escuela es Nuestra era únicamente mejorar, a través de los consejos escolares, las condiciones de infraestructura física, equipamiento y materiales para el apoyo educativo de los planteles públicos de nivel inicial, preescolar, primaria y secundario en sus diferentes modalidades y comunidades de aprendizaje en beneficio de las niñas, niños y adolescentes.
El PETC, que inició en 2007, buscaba contribuir para mejorar el rendimiento de las alumnas/os de las escuelas públicas de educación básica, mediante la ampliación de las horas que los alumnos van a la escuela. Además, el PETC daba cursos de capacitación para personal directivo, docente y de apoyo; proveía a las escuelas material didáctico y equipo informático para uso educativo; daba recursos para el acondicionamiento y equipo de espacios escolares; daba seguimiento, acompañamiento, asesoría a las escuelas de tiempo completo, y daba apoyos para servicios e insumos para la alimentación de alumnos y docentes (ROP del PETC, 2020).
La población objetivo del PETC eran las escuelas públicas de educación básica de un solo turno, que cumplían preferentemente con al menos uno de los siguientes criterios:
a) Escuelas de educación indígena y/o multigrado;
b) Ofrecer educación primaria o telesecundaria;
c) Atender a población en situación de vulnerabilidad o en contextos de riesgo social, y
d) Presentar bajos niveles de logro educativo o altos índices de deserción escolar.
El PETC permitía que las escuelas de educación básica tuvieran un horario completo. Esto significaba una jornada de entre 6 y 8 horas diarias.
Uno de sus objetivos era promover un mejor aprovechamiento del tiempo disponible, generar un mayor desempeño académico y desarrollo integral de los alumnos (ofrecer actividades culturales, artísticas y actividad física durante la jornada escolar).
Recientemente, y ante una ola de inconformidades sobre la desaparición del programa Escuelas de Tiempo Completo, el gobierno federal señaló que el programa no se eliminará, pero ahora los recursos se darán directamente a las madres y padres de familia.
En la estructura programática 2022 se señaló la eliminación del programa Escuelas de Tiempo Completo, debido a que sus acciones serían operadas a través de La Escuela es Nuestra. Luego los componentes del PETC se excluyeron de las reglas de operación del programa la Escuela es Nuestra 2022. Posteriormente, la SEP publicó un acuerdo donde se vuelven a modificar las reglas de operación del programa La Escuela es Nuestra y se incorpora el horario extendido con jornadas escolares de entre seis y ocho horas diarias, así como servicio de alimentación en los planteles públicos de educación inicial, preescolar, primaria y secundaria.
Qué bueno que se rectificó el rumbo y no se eliminaron los componentes del programa Escuelas de Tiempo Completo, tal y como estaba originalmente contemplado. Faltará ver con evaluaciones serias e independientes cómo funcionan los cambios en su operación y los resultados que generan para sus beneficiarios. Con programas como este no se juega, especialmente cuando continúa siendo tan necesario implementar acciones para cerrar las brechas de género, siendo una de las más grandes la de la participación laboral de las mujeres en México.
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