
El 2025 comenzó con la clara conciencia de que los años previos habían sido extraordinarios. En 2023 y 2024 se consolidaron avances históricos para los derechos reproductivos en México y sabíamos que mantener ese ritmo —o incluso superarlo— sería un desafío en un contexto que ya anunciaba transformaciones profundas. Aun así, entramos al año con la certeza que siempre nos guía: la autonomía reproductiva merece ser defendida todos los días, incluso cuando las condiciones se vuelven más complejas. En GIRE asumimos este año con confianza en nuestra causa y con el compromiso de seguir acompañando, incidiendo, generando evidencia y construyendo rutas para que los derechos no solo se protejan, sino que se mantengan y se sigan ampliando. Fue un año que nos exigió adaptarnos, sostener y cuidar lo logrado. Pero también fue un recordatorio de por qué seguimos aquí.
El contexto marcó el paso. A nivel nacional, la transformación del sistema de salud avanzó a través de procesos rápidos y, en muchos momentos, ambiguos. Esto generó dudas sobre quién debe garantizar la prestación de servicios esenciales, revelando tanto la fragilidad institucional como la permanencia de prácticas restrictivas que limitan el acceso efectivo a la atención. Al mismo tiempo, la reconfiguración del Poder Judicial —particularmente tras la reforma de 2024 que limitó los efectos generales de las sentencias— implicó un giro relevante para el litigio estratégico y añadió incertidumbre respecto a la aplicación práctica de criterios previamente establecidos. Estos cambios, sumados a la necesidad de mantener y consolidar estándares jurisprudenciales, nos recordaron que nuestros logros requieren una defensa constante.
En el plano internacional, el clima tampoco fue sencillo. En varios países, los gobiernos adoptaron posturas más regresivas en materia de igualdad de género y derechos reproductivos, dando oxígeno a discursos estigmatizantes y narrativas que buscan desacreditar al movimiento feminista. Esta tendencia global alcanzó también a México, visible en debates locales donde grupos conservadores lograron frenar avances legislativos a pesar de resoluciones judiciales favorables. El restablecimiento de la llamada Global Gag Rule añadió una capa más de presión, sobre todo para países con sistemas de salud debilitados, al restringir la provisión de información y servicios esenciales. En conjunto, fue un escenario donde los derechos conquistados no estaban garantizados.
Aun así, los logros de 2025 fueron significativos. En materia de aborto, el impulso de los últimos años se mantuvo firme: hoy 24 de las 32 entidades federativas han despenalizado la interrupción del embarazo al menos durante el primer trimestre. Este avance, fruto del trabajo persistente del movimiento feminista, organizaciones de la sociedad civil, abogadas, acompañantes y de decisiones clave del máximo tribunal, representa un hito histórico para el país. Un panorama como este habría resultado inimaginable apenas una década atrás.
Este año se cumplieron 18 años de la despenalización del aborto en la Ciudad de México. A casi dos décadas de aquella reforma, la capital sigue siendo un referente en la defensa de los derechos reproductivos. Sin embargo, este aniversario también obliga a reconocer que el camino hacia la garantía plena del derecho a decidir sigue marcado por límites estructurales. A pesar de los avances normativos, la regulación penal del aborto permanece vigente en la mayoría de los estados, y esa permanencia tiene efectos concretos: quienes buscan acceder a un aborto siguen expuestas a ser denunciadas y a enfrentar procedimientos penales. La existencia misma del delito restringe el acceso, profundiza las desigualdades territoriales y alimenta el estigma que atraviesa la experiencia de quienes requieren atención. Mientras la regulación penal continúe operando, el riesgo de criminalización será una realidad y la promesa de un acceso pleno, seguro y libre de prejuicios seguirá incompleta. Por eso seguimos insistiendo en un cambio de paradigma que deje atrás el uso del derecho penal y permita que el aborto legal, seguro y gratuito sea una garantía efectiva para todas las personas.
En otras áreas de la salud reproductiva, GIRE avanzó en agendas igualmente urgentes. Continuamos posicionando el aborto como parte integral del continuo de atención en salud reproductiva, pero también trabajamos en visibilizar la violencia obstétrica desde sus múltiples dimensiones: falta de información, trato indigno, prácticas coercitivas y controles que limitan la autonomía de las personas. Además, insistimos en la necesidad de regular la reproducción asistida desde un enfoque de igualdad y no discriminación. Actualmente, la falta de un marco normativo adecuado deja espacio para decisiones arbitrarias basadas en estereotipos sobre quién “merece” o no acceder a técnicas reproductivas. Lo mismo ocurre con la gestación por sustitución, donde la ausencia de reglas claras expone a todas las partes involucradas a escenarios sin rutas formales para garantizar información, acompañamiento y protección.
Otro eje que tomó fuerza este año fue la agenda de cuidados. Comprender el trabajo de cuidados —pagado y no remunerado— como parte esencial de la justicia reproductiva implica reconocer que las desigualdades se entrelazan: quienes viven con menos recursos suelen enfrentar más barreras tanto para acceder a servicios de salud como para sostener el cuidado cotidiano. Esta intersección nos obliga a ampliar la mirada y a exigir políticas que consideren los determinantes sociales de la salud: ingreso, vivienda, educación, empleo, movilidad, acceso al agua, seguridad social y todos aquellos elementos que condicionan la posibilidad real de tomar decisiones libres. Es una agenda en construcción, pero ya perfila horizontes transformadores para el país y en el ámbito regional, considerando el reconocimiento del derecho al cuidado como un derecho autónomo, a partir de la decisión de la Opinión Consultiva OC-31/25 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Hacia el cierre del año, hubo señales alentadoras. La nueva Suprema Corte, en uno de sus primeros asuntos vinculados a derechos reproductivos, invalidó normas que imponían trabas indebidas para acceder a servicios como el aborto por violación o la anticoncepción de emergencia. La decisión también abrió la puerta a la despenalización del aborto en Tlaxcala y reafirmó que ninguna autoridad puede imponer requisitos punitivos que limiten el acceso a servicios esenciales de salud. Es un mensaje poderoso: incluso en escenarios institucionales cambiantes, los criterios construidos durante más de una década siguen teniendo fuerza y están profundizando su capacidad de proteger los derechos.
De cara al 2026, sabemos que se perfila un año exigente. Consolidar los avances alcanzados requerirá asegurar que todas las personas puedan acceder efectivamente a servicios de salud reproductiva sin discriminación ni obstáculos. También será clave fortalecer los criterios jurisprudenciales existentes para que se mantengan como referentes firmes en esta nueva etapa del Poder Judicial. Y, sobre todo, será indispensable impulsar políticas públicas capaces de convertir los derechos en una realidad cotidiana: servicios accesibles, personal capacitado, infraestructura adecuada y un sistema de salud que reciba a las personas con base en la calidez y calidad, no con sospecha.
Pero si algo nos enseñó este año es que los derechos avanzan cuando se sostienen colectivamente. Cuando se documentan las injusticias, cuando se acompaña sin juicio, cuando se exige con claridad, cuando nadie se queda sola ante la violencia o la precariedad institucional. La fuerza del movimiento feminista, la solidaridad de las comunidades y la convicción de quienes defienden la autonomía reproductiva siguen siendo los motores esenciales en tiempos de incertidumbre global.
Por eso, nuestra apuesta sigue intacta. Queremos mantener lo ganado, profundizar en lo avanzado y proteger cada conquista para que el Estado garantice servicios accesibles, disponibles, aceptables y de calidad. Sabemos que aún existen barreras importantes, pero confiamos en que, a través del acompañamiento de casos, la incidencia, la investigación y la comunicación, seguiremos construyendo un país donde decidir sea una posibilidad real para todas las personas. Nada de lo logrado es definitivo, pero nuestra capacidad de seguir empujando hacia adelante sí lo es. GIRE seguirá aquí: con la misma claridad, la misma convicción y la misma esperanza activa que nos han guiado desde el inicio.
* Frania Colmenero (@franiacolmenero) es subdirectora de @GIRE_mx.

Esto es lo que se sabe hasta el momento sobre las víctimas identificadas por las autoridades tras el tiroteo en Bondi Beach.
Se confirmó la muerte de al menos 15 personas en el tiroteo del domingo en Bondi Beach, en Sídney.
Muchos asistían a un evento para conmemorar el primer día de la festividad judía de Hanukkah.
Las autoridades confirmaron que entre las víctimas se encontraban dos rabinos, un sobreviviente del Holocausto y una niña de 10 años.
Esto es lo que sabemos hasta el momento sobre las víctimas identificadas:
Las autoridades confirmaron que una niña de 10 años, identificada por su familia a los medios locales como Matilda, se encuentra entre los fallecidos.
Irina Goodhew, quien organizó una recaudación de fondos para la madre de la niña y dijo ser su antigua maestra, escribió: “La conocía como una niña brillante, alegre y llena de energía que iluminaba a todos los que la rodeaban”.
La Escuela Rusa Harmony de Sídney también confirmó que era una de sus alumnas.
“Nos entristece profundamente compartir la noticia de que una exalumna de nuestra escuela falleció en el hospital debido a las heridas sufridas por un disparo”, escribió la escuela en Facebook.
“Nuestros pensamientos y más sentido pésame a su familia, amigos y a todos los afectados por este trágico suceso… Su recuerdo permanecerá en nuestros corazones, y honramos su vida y el tiempo que pasó formando parte de nuestra familia escolar”.
Asimismo, su tía habló con ABC News y dijo que la hermana de Matilda, quien estaba con ella cuando recibió el disparo, estaba luchando por asimilar la pérdida.
“Eran como gemelas; nunca se separaban”, le dijo a ABC.
Conocido como el “Rabino de Bondi”, Eli Schlanger, de 41 años, fue uno de los organizadores clave del evento del domingo.
Dirigía la misión local de Chabad, una organización judía jasídica internacional con sede en Brooklyn.
La muerte de este padre de cinco hijos, nacido en Reino Unido, fue confirmada por su primo, el rabino Zalman Lewis.
“Mi querido primo, el rabino Eli Schlanger @bondirabbi, fue asesinado en el ataque terrorista de hoy en Sídney”, escribió Zalman en Instagram.
“Deja atrás a su esposa e hijos pequeños, así como a mi tío, mi tía y mis hermanos… Era realmente una persona increíble”.
En una publicación en su sitio web, Chabad indicó que el hijo menor de Schlanger tenía solo dos meses.
“Era el ser humano más piadoso, humano, amable y generoso que creo haber conocido”, le dijo el lunes a la prensa en Bondi Alex Ryvchin, del Consejo Ejecutivo del Judaísmo de Australia.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, confirmó el fallecimiento del ciudadano francés Dan Elkayam.
“Con inmensa tristeza nos enteramos de que nuestro compatriota Dan Elkayam se encontraba entre las víctimas del atentado terrorista que afectó a familias judías reunidas en Bondi Beach, Sídney”, escribió en redes sociales.
“Lloramos junto a su familia y seres queridos, junto a la comunidad judía y el pueblo australiano”.
Según su perfil de LinkedIn, Elkayam trabajaba como analista de IT para NBCUniversal y se mudó a Australia el año pasado.
También era un apasionado del fútbol y “un miembro esencial de nuestro equipo de la Premier League”, escribió el Rockdale Ilindin Football Club, del oeste de Sídney, en su página de Facebook.
Era “una figura extremadamente talentosa y popular entre sus compañeros. Nuestro más sentido pésame a la familia, amigos y todos los que lo conocieron. Lo extrañaremos”, escribió el club.
Alexander Kleytman era un sobreviviente del Holocausto que llegó a Australia desde Ucrania.
“No tengo esposo. No sé dónde está su cuerpo. Nadie puede darme una respuesta”, declaró su esposa, Larisa Kleytman, a la prensa a las afueras de un hospital de Sídney el domingo por la noche.
“Estábamos de pie y de repente se oyó un ‘bum bum’ y todos cayeron al suelo. En ese momento él estaba detrás de mí y en un momento decidió acercarse. Empujó su cuerpo hacia arriba porque quería estar cerca de mí”, le contó al diario The Australian.
Chabad escribió en X que Alexander “murió protegiéndola de las balas del pistolero. Además de su esposa, deja dos hijos y 11 nietos”.
La pareja compartió parte de su historia de vida con la organización de salud Jewish Care en 2023.
“De niños, tanto Larisa como Alexander se enfrentaron al horror indescriptible del Holocausto”, escribió la organización en su informe anual.
“Los recuerdos de Alex son particularmente desgarradores; recuerdan las terribles condiciones en Siberia, donde él, junto con su madre y su hermano menor, lucharon por sobrevivir”.
El exoficial de policía Peter Meagher trabajaba como fotógrafo independiente en el evento de Hanukkah cuando fue asesinado, confirmó su club de rugby.
“Para él, fue simplemente una catástrofe: estar en el lugar y el momento equivocados”, escribió Mark Harrison, gerente general del Club de Rugby Randwick, en su sitio web.
“Marzo, como era conocido por todos, era una figura muy querida y una leyenda absoluta en nuestro club. Con décadas de participación voluntaria, era una de las figuras más importantes de Randwick Rugby”.
El club afirmó que había pasado casi cuatro décadas en la Fuerza de Policía de Nueva Gales del Sur, donde era “muy respetado por sus colegas”.
“La trágica ironía es que después de pasar tanto tiempo en la peligrosa primera línea como oficial de policía, al jubilarse murió mientras tomaba fotos, lo cual era su pasión. Es realmente difícil de comprender”, declaró el club.
Reuven Morrison emigró a Australia desde la antigua Unión Soviética en la década de 1970 siendo adolescente, según una entrevista que concedió a ABC hace exactamente un año.
“Vinimos aquí con la convicción de que Australia es el país más seguro del mundo y que los judíos no tendrían que enfrentarse a tanto antisemitismo en el futuro, donde podríamos criar a nuestros hijos en un entorno seguro”, declaró a la emisora nacional.
Al confirmar su fallecimiento, la organización Chabad señaló que residió en Melbourne durante mucho tiempo pero que “descubrió su identidad judía en Sídney”.
“Un empresario exitoso cuyo principal objetivo era donar sus ganancias a organizaciones benéficas que le eran muy queridas, en particular a Chabad de Bondi”, escribió la organización en X.
El fallecimiento del rabino Yaakov Levitan fue confirmado por Chabad, que lo describió como un “coordinador popular” de sus actividades en Sídney.
También se desempeñó como secretario del Beth Din de Sídney (un tribunal rabínico) y trabajó en el Centro BINA, que se describe a sí mismo como un centro de aprendizaje judío.
Tibor Weitzen se encontraba en el evento con su esposa y sus nietos cuando murió al intentar proteger a un amigo de la familia, según informó Chabad.
El hombre de 78 años era un miembro muy querido de la Sinagoga Bondi Chabad, según la organización.
Su nieta, Leor Amzalak, declaró a ABC que era “lo mejor que se podía pedir”. Añadió que Weitzen emigró a Australia desde Israel en 1988.
“Solo veía lo mejor de las personas y lo extrañaremos muchísimo”, le dijo a la emisora.
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