Hablar de lactancia y trabajo a lo largo de la historia de las mujeres trabajadoras implica hacer el recuento de diversos momentos clave, como la inclusión del permiso de lactancia a las prestaciones laborales, la obligatoriedad de los lactarios en los centros de trabajo y, hoy en día, la necesidad de implementar políticas integrales de protección a la lactancia materna como derecho humano en las empresas.
El principal reto que enfrentamos en la actualidad es transmitir a los centros de trabajo que la lactancia materna, al ser un derecho humano universal e imprescriptible, requiere políticas para la garantía de su ejercicio a las madres trabajadoras y no solo un lugarcito para la extracción, la cual, en la mayoría de los casos, se hace en condiciones insalubres.
Desde Infancia Plena, una organización integrante del Pacto por la Primera Infancia, trabajamos en crear condiciones estructurales para que amamantar y trabajar sea posible, por ello, además de informar a las mujeres, creamos un emprendimiento dirigido a ofrecer un Modelo Integral de Lactancia en Centros de Trabajo (MILC), el cual brinda acompañamiento en la implementación de programas de lactancia en estos espacios. Con éste buscamos sensibilizar a las personas sobre la importancia de implementar políticas de lactancia en sus empresas e instituciones, brindándoles las estrategias más costo-efectivas para que sea sostenible.
Un escenario común de política de lactancia fallida en los centros de trabajo son los lactarios, que más bien parecen ludoteca o terminan funcionando como salas de entrevista o bodegas. Primero, porque el lactario no cumple con los requerimientos necesarios, además de que su instalación fue un hecho aislado y no socializado, por último, porque las mujeres trabajadoras de ese centro de trabajo lo más probable es que vengan de la incapacidad por maternidad con una lactancia mixta e incluso con su bebé destetado por falta de información, muchas de ellas ni siquiera conocen las opciones que tienen para continuar la lactancia mientras trabajan fuera de casa.
Hay una gran diferencia cuando ese lactario cumple con los requerimientos necesarios para que sea un lugar digno, privado, higiénico y educativo. Además de que este forma parte de una política integral en la que las mujeres transitan toda una ruta de servicios desde la gestación: educación prenatal, tour guiado por el lactario, elección de política de lactancia, acceso a un canal de denuncia a la violencia laboral.
En el primer ejemplo, la conclusión termina siendo que “las mujeres no quisieron amamantar”. Por eso es importante visibilizar que las mujeres que amamantamos necesitamos mucho más que un espacio físico.
El activismo y el emprendimiento social me ha permitido conocer las dos caras de la moneda: la de las mujeres que necesitan corresponsabilidad para poder continuar la lactancia y la del empleador, que desea cumplir sus obligaciones, siendo un puente entre unos y otros, comprendiendo la necesidad de la sostenibilidad y productividad, sin dejar a un lado el enfoque de protección a los derechos de las mujeres.
Cada centro de trabajo tiene sus particularidades, no implementamos las mismas estrategias en los centros de trabajo de las maestras, las policías, las operarias o las administrativas, porque sus dinámicas laborales son distintas, pero en todas se puede buscar la manera de crear condiciones para que las mujeres que lo decidan logren continuar la lactancia y lo hagan libres de violencia laboral.
Invertir estratégicamente en lactancia materna le permitirá a la persona empleadora disfrutar del retorno de inversión, disminuir la rotación y el ausentismo, aumentar el sentido de pertenencia de las colaboradoras y saberse corresponsable al favorecer el desarrollo integral infantil.
Por último, se encuentra el reto de la medición del impacto. No podemos aspirar a medir con base en el número de mujeres que usan el lactario, necesitamos pensar en medir el aumento o la reducción de la violencia laboral hacia las mujeres en periodo de lactancia como eje central.
Invitamos a las empresas, instituciones, organizaciones y todos los centros de trabajo a sumarse a la corresponsabilidad en la protección de la lactancia materna como derecho humano. El 8° Foro Nacional de Lactancia Materna 2023 “Facilitando la lactancia en todos los espacios”, busca potenciar la colaboración entre el sector público, las instancias académicas, el sector empresarial y las organizaciones de la sociedad civil para hacer un llamado a mejorar las condiciones laborales de las mujeres y sus familias y apoyar la lactancia materna en el trabajo. Hagamos que amamantar y trabajar sea posible.
*Mariana Villalobos es Directora del Modelo Integral de Lactancia en Centros de Trabajo de @Pacto1aInfancia.
Javier Milei logró lo que muchos creían improbable un tiempo atrás y fue elegido presidente de Argentina este domingo. Ahora viene su reto mayor: gobernar sin mayorías un país en crisis que prometió refundar.
Este economista libertario que irrumpió en la política argentina hace apenas dos años con un discurso antisistema triunfó en el balotaje presidencial con 55,7% de los votos frente a 44,2% del candidato peronista oficialista Sergio Massa, con el 99% del recuento completado.
“Hoy comienza la reconstrucción de Argentina”, dijo Milei en su discurso de victoria el domingo a la noche.
Argentina pasa por uno de sus peores momentos económicos y sociales desde que recuperó la democracia hace 40 años, un factor clave por el cual el mensaje de Milei contra la “casta política” atrajo a tantos votantes frustrados.
El presidente electo argentino propuso cambios radicales que van desde dolarizar la economía y cerrar el Banco Central hasta recortar el rol del Estado en la sociedad.
Pero varios expertos anticipan que la plataforma electoral de Milei chocará con el sistema de pesos y contrapesos de la democracia argentina, ya que el próximo presidente carecerá de mayorías en el Congreso y deberá negociar incluso con rivales que denostó en campaña.
“Milei tiene una debilidad estructural para poder avanzar su agenda en el Poder Legislativo. Y en un país federal como Argentina, donde los gobernadores tienen un peso extraordinario, no tiene un solo gobernador de su partido”, señala el politólogo argentino Sergio Berensztein.
“Estamos frente a un presidente que va a tener una debilidad enorme”, le dice Berensztein a BBC Mundo.
Milei, que tiene 53 años y también se autodefine como “anarco-capitalista”, ha dicho que su objetivo es enderezar el rumbo de Argentina para que vuelva a ser una potencia pujante.
“Hoy retornamos el camino que hizo grande a este país (y) volvemos a abrazar las ideas de la libertad”, sostuvo en su primer discurso tras ser electo presidente.
Pero el país ha carecido en los últimos tiempos de consensos políticos a mediano plazo. Y la confrontación entre oficialistas y opositores se ha vuelto una norma que, a su vez, aumentó la inestabilidad y el deterioro de la economía.
Argentina tiene hoy más de 18 millones de personas o 40% del total de su población viviendo en la pobreza, así como una inflación anual de 143% en los últimos 12 meses hasta octubre, según cifras oficiales.
En este contexto, los argentinos han decidido confiarle el gobierno a un candidato cuyo discurso antisistema le genera comparaciones con el expresidente de ultraderecha brasileño Jair Bolsonaro o el estadounidense Donald Trump, a quien dice admirar.
Sin embargo, la falta de experiencia de Milei en política y en tareas ejecutivas del sector público o privado plantea “un enigma respecto a su capacidad de tomar decisiones”, advierte Berensztein.
El presidente electo deberá impulsar reformas que propuso, como la eliminación de 10 de los 18 ministerios que tiene el gobierno o la reducción drástica del gasto púbico, en un Congreso donde ninguna fuerza política tendrá mayoría y el peronismo será la primera minoría.
La Libertad Avanza, la coalición de Milei fundada hace apenas dos años, contará con apenas 38 diputados en una cámara de 257 miembros y ocho senadores en un total de 72.
Para el balotaje del domingo, Milei logró el respaldo de rivales como el expresidente Mauricio Macri y la excandidata presidencial Patricia Bullrich.
Pero esto dividió la coalición de centroderecha de ambos, Juntos por el Cambio, que a lo sumo le garantizaría al presidente electo el apoyo de cerca de un tercio de los diputados y senadores.
Milei sugirió durante la campaña que, si tuviera dificultades para que el Congreso apruebe reformas que considera fundamentales, podría someterlas a plebiscito.
Pero la Constitución argentina prevé que las consultas populares vinculantes también deban pasar por el Congreso para ser convocadas.
Milei ha planteado además la posibilidad de llamar a un plebiscito para derogar la ley que permitió el aborto en 2020, aunque los expertos discrepan sobre si eso sería constitucional, ya que la norma es del ámbito penal.
También han surgido cuestionamientos a la idea de Milei de descentralizar el sistema de enseñanza dando vouchers o cheques educativos a los padres para que elijan a qué colegio enviar a sus hijos, porque la educación depende por ley de los gobiernos provinciales.
Incluso los decretos de necesidad y urgencia a los que Milei podría recurrir como presidente para impulsar algunas medidas deberían ser ratificados en el Congreso.
“Milei no va a tener mayoría en ninguna de las dos cámaras y esto es un condicionante muy concreto que va a enfrentar”, coincide el analista político argentino Rosendo Fraga.
“El sistema político es el gran desafío de Milei”, le dice Fraga a BBC Mundo.
Aún si superase los grandes retos políticos que enfrenta, Milei tendría obstáculos prácticos para concretar dos de sus propuestas más emblemáticas como la dolarización de la economía y el cierre del Banco Central.
El descontrol de la inflación Argentina llevó a Milei sostener que el país es “incapaz de tener moneda” y que la emisión de billetes por parte del Banco Central supone un “robo” a la población.
Pero el presidente electo ha ofrecido pocos detalles sobre la forma en que piensa implementar este cambio.
Una pregunta clave sobre el plan monetario de Milei es cómo logrará dolarizar la economía de un país donde los dólares escasean.
“Para hacer una dolarización ordenada hace falta tener una cantidad de dólares suficientes para reemplazar los pesos existentes y para dolarizar el sistema financiero”, le dice a BBC Mundo Claudio Loser, exdirector del Fondo Monetario Internacional para América Latina.
El propio Milei estimó durante la campaña que eso costaría unos US$35.000 millones, que a su juicio podrían cubrirse usando las reservas y bonos que posee el Banco Central.
Pero Loser, al igual que otros economistas, advierte que cualquier plan de dolarización requerirá primero corregir la política fiscal y monetaria del país, reducir la inflación, estabilizar el sistema financiero y asegurarse líneas de crédito para ganar confianza.
Todo esto podría tardar al menos varios meses.
“Si se quiere hacer inmediatamente mi expectativa es que generaría un shock importante en la economía”, señala Loser, que preside Centennial Group Latinoamérica, una consultora financiera basada en Washington.
A su vez, aun si Milei lograse la dolarización prometida, los expertos dudan que pueda cerrar por completo el Banco Central, ya que además de una función monetaria esta institución controla los bancos que operan en la plaza argentina.
“Si lo que [Milei] dice de cerrar el Banco Central es para que no se financie más al gobierno, es factible. Eliminarlo no existe en la práctica en los países dolarizados (…) porque hay una necesidad de mantener disciplina financiera y eso sin un Banco Central o equivalente sería muy complicado”, sostiene Loser.
Sin embargo, a juicio de este especialista argentino el desafío más serio que puede enfrentar Milei sería una conflictividad creciente a medida que impulse medidas para reducir subsidios y bajar el gasto público.
En Argentina, el pulso por las agendas de gobiernos no peronistas suele trasladarse a las calles, con protestas sindicales y estudiantiles que pueden volverse masivas.
“Al peronismo o a la oposición eventual a Milei tal vez le conviene que él haga una consolidación fiscal y pague el costo político de hacerlo”, razona Berensztein.
“Entonces es probable que en algunas cosas logre consenso”, agrega, “no porque el sistema político sea generoso, sino por todo lo contrario: es más bien egoísta y Milei se convertiría en un presidente muy impopular”.
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