La reforma aprobada recientemente, que ha destruido la institucionalidad de la transparencia, el derecho de acceso a la información y el derecho a la protección de datos personales, no ha sido resultado de un diagnóstico ni de un plan construido conforme a criterios básicos de transitoriedad para ofrecer alternativas a la garantía de los derechos consagrados en el artículo 6 de la Constitución.
El proceso legislativo, acorde con otros similares en las últimas semanas, no sólo careció absolutamente de consulta y escucha de los propios órganos eliminados, sino también de la sociedad civil —organizada y no—. Esta condición, por una parte, permite identificar con claridad las responsabilidades de esas decisiones legislativas y, por otro lado, evidencia de manera diáfana la ausencia de justificaciones ajenas a la conveniencia política de los partidos que forman la coalición gobernante.
La discusión magra en torno de una decisión del mayor calado respecto de la ingeniería institucional del Estado mexicano ha dejado un cúmulo de interrogantes que siguen sin respuesta. Una de ellas: que las atribuciones relacionadas con la garantía del derecho de acceso a la información, las políticas de transparencia y el derecho a la protección de datos personales quedarán a cargo de las áreas administrativas de control interno. Sobre esto, que se ha propuesto como solución espectacular frente a los problemas generados por la mayoría que aprobó la destrucción institucional, hay que decir que no sólo entraña problemas de esferas de competencia y de que las instancias de control interno se constituyan como juez y parte en los procesos de acceso a la información y protección de datos personales. Además, esta idea ignora la complejidad de la situación en la que se encuentran los órganos de control interno en todo el país.
En el orden municipal de gobierno, los datos del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México 2023, con actualización al 26 de marzo de 2024, evidencian algunos puntos de interés para entender las debilidades institucionales mencionadas, respecto de los 2469 municipios que hay en el país.
El Censo destaca que el tipo de autoridad más frecuente que participó en el ejercicio de la función de control interno en el ámbito municipal fue la contraloría interna (1358 casos), seguida de órgano interno de control (OIC) (896), sindicatura (404), secretaría ejecutiva del sistema municipal anticorrupción u homóloga (59) y otra autoridad o institución (55). De entrada, en los datos se identifica un problema de duplicidades en el ejercicio de la función de control interno municipal, pues de la suma de los datos enunciados se tiene un total de 2772, número superior al de municipios que hay en México. Esto podría explicarse si se asume que, en algunos casos, aquellos órganos como la sindicatura y las secretarías ejecutivas de los sistemas municipales anticorrupción están haciendo labores de control interno, en paralelo a OIC y contralorías municipales.
Pues bien, el problema en esos casos es que la función de control interno está reservada únicamente a los OIC. El 16 de enero de 2020 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió la Controversia Constitucional 271/2017, presentada por el Ayuntamiento de Ciudad Juárez, Chihuahua. En esa resolución, la Corte invalidó un artículo de la Constitución estatal y apartados de otros dos, con el argumento de que el diseño en el que se colocaba al síndico procurador como vigilante del control interno atentaba contra los principios constitucionales en la materia, además de contra la Ley General de Responsabilidades Administrativas. Esos datos del Censo Nacional de Gobiernos Municipales 2023 ponen de manifiesto un problema que ya ha generado discusión constitucional y sobre el cual ya se pronunció la SCJN.
Una segunda cuestión respecto de las categorías que propone el INEGI en el Censo Nacional de Gobiernos Municipales es la distinción entre “contraloría municipal” y “órgano interno de control”. De principio, podría intuirse que esa diferenciación es sólo nominal, aunque también podría remitir a la falta de integración de las contralorías municipales conforme a las áreas que establece la Ley General de Responsabilidades Administrativas en el Artículo 115:
“La autoridad a quien se encomiende la sustanciación y, en su caso, resolución del procedimiento de responsabilidad administrativa, deberá ser distinta de aquella o aquellas encargadas de la investigación. Para tal efecto, las secretarías, los OIC, la auditoría superior, las entidades de fiscalización superior de las entidades federativas, así como las unidades de responsabilidades de las empresas productivas del Estado, contarán con la estructura orgánica necesaria para realizar las funciones correspondientes a las autoridades investigadoras y sustanciadoras, y garantizarán la independencia entre ambas en el ejercicio de sus funciones”.
En todo caso, esa distinción conceptual que hace el INEGI complica entender a cabalidad las condiciones en las que se encuentran las estructuras institucionales municipales de control interno. En principio, por ejemplo, hace imposible saber si se cumplen o no los preceptos de la LGRA acerca de la integración de los OIC y de su exclusividad en el ejercicio de la función de control interno.
* Jaime Hernández Colorado (@jhcolorado) es director general de Nosotrxs.
Tras la caída del régimen de Bashar al Assad el fin de semana, Israel ha estado llevado a cabo cientos de ataques aéreos en Siria y también ha trasladado tropas a la zona desmilitarizada de los Altos del Golán.
Tras la caída del régimen de Bashar al Assad el fin de semana, Israel ha estado llevado a cabo cientos de ataques aéreos en Siria y también ha trasladado tropas a la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, ampliando así la extensión del territorio sirio que se encuentra bajo su control.
Este lunes el ejército israelí confirmó que atacó a la flota naval de Siria en los puertos de Al Bayda y Latakia, destruyendo numerosos barcos.
En una declaración, el Ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, dijo que los ataques tenían como objetivo “destruir capacidades estratégicas que amenazan al Estado de Israel”.
Añadió que la operación para destruir la flota siria había sido un “gran éxito”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que habían atacado una amplia gama de objetivos -incluidos aeródromos, vehículos militares, armas antiaéreas y sitios de producción de armas- en la capital siria, Damasco, así como en Homs, Tartus y Palmira.
También apuntaron a almacenes de armas, depósitos de municiones y “docenas” de misiles mar-mar.
Israel afirma que está tomando estas medidas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, pero otros dicen que está aprovechando la oportunidad para debilitar a un adversario de larga data.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), con sede en Reino Unido, afirma haber documentado más de 310 ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) desde la caída del régimen de Assad el domingo.
Los ataques apuntaron, según se informa, a instalaciones militares del ejército sirio desde Alepo en el norte hasta Damasco en el sur, e incluyeron depósitos de armas, depósitos de municiones, aeropuertos, bases navales y centros de investigación.
Rami Abdul Rahman, fundador del SOHR, dijo que los ataques han estado destruyendo “todas las capacidades del ejército sirio” y que “se están violando las tierras del país”.
Israel dice que sus acciones son para evitar que las armas caigan “en manos de extremistas” mientras Siria hace la transición hacia una era post-Assad.
Israel está preocupado por quién podría hacerse con el supuesto arsenal de armas químicas de Bashar al Assad.
No se sabe dónde ni cuántas de estas armas tiene Siria, pero se cree que el expresidente Assad las tenía almacenadas en algún lugar.
El lunes, el organismo de control de las armas químicas de la ONU advirtió a las autoridades sirias que se aseguraran de que todas las que tuvieran estuvieran a salvo.
Ake Sellstrom, ex inspector jefe de armas de las Naciones Unidas en Siria, ahora profesor asociado de histología en la Universidad de Umea en Suecia, dice que Israel ha estado atacando las capacidades de armas químicas de Siria con sus ataques aéreos.
“Lo que está haciendo Israel es quitarle activos”, dijo a la BBC. “Pueden ser personas, instalaciones o equipos”.
Se sabe que las fuerzas leales a Al Assad utilizaron gas sarín en un ataque a un suburbio de la capital siria, Damasco, en 2013, en el que se cree que murieron más de 1.000 personas.
También se les acusa de utilizar armas químicas en otros ataques más recientes.
El Dr. Sellstrom dice que las fuerzas rebeldes también pueden tener arsenales de armas químicas, ya que se sabe que las han utilizado antes contra sus enemigos en Siria.
“Assad tenía estas armas para marcar cierta fuerza en el conflicto con Israel, pero nunca las utilizó directamente. Ahora tenemos un gobierno totalmente diferente.
“Israel va a entrar para limpiar… todo lo que tenga en términos de armas químicas”.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu anunció que sus tropas habían tomado el control de la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, ampliando así la extensión del territorio sirio que ocupa en esta región.
Netanyahu dijo que se trataba de una “posición defensiva temporal hasta que se encuentre un acuerdo adecuado”.
“Israel ha dicho que quiere impedir que se produzca cualquier ataque como el del 7 de octubre por parte de Hamás desde el lado sirio”, afirma el profesor Gilbert Achcar de la Universidad SOAS de Londres.
“Pero esta es una oportunidad para avanzar y detener el acercamiento de otras fuerzas a la frontera de la zona ocupada”.
La toma de la zona desmilitarizada por parte de Israel ha sido rotundamente condenada en declaraciones de los países árabes, y el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio la ha descrito el lunes como “una ocupación del territorio sirio y una flagrante violación del Acuerdo de Separación de 1974”.
Informes llegados de Siria afirman que los avances israelíes habían ido más allá de la zona de separación e incluso habían llegado a 25 km de Damasco, pero fuentes militares israelíes negaron esas acusaciones.
Por primera vez, las FDI reconocieron, que sus tropas están operando más allá de la zona de amortiguación desmilitarizada en los Altos del Golán, pero el portavoz Nadav Shoshani dijo que la incursión israelí no había ido significativamente más allá.
Los Altos del Golán son una meseta rocosa situada en el suroeste de Siria, ocupada por Israel desde hace más de medio siglo.
En la guerra de 1967, Siria bombardeó a Israel esa zona, pero Israel hizo retroceder rápidamente a las fuerzas sirias y se apoderó de unos 1.200 kilómetros cuadrados de la zona, que ha puesto bajo control militar.
Siria intentó recuperar los Altos del Golán durante la guerra del Yom Kippur de 1973, pero fracasó.
Ambos países firmaron un armisticio en 1974, y desde entonces, hay una fuerza de observadores de la ONU en la línea de alto el fuego.
Sin embargo, Israel se anexionó la zona en 1981, en una medida que no ha sido reconocida por la gran mayoría de la comunidad internacional.
Siria ha dicho que no firmará ningún acuerdo de paz con Israel a menos que se retire de todo el Golán.
La mayoría de los habitantes árabes sirios de los Altos del Golán huyeron de la zona durante la guerra de 1967. En la actualidad existen más de 30 asentamientos israelíes en la zona del Golán, en los que viven aproximadamente 20.000 personas. Los israelíes comenzaron a construirlos casi inmediatamente después del final del conflicto de 1967.
Los asentamientos se consideran ilegales según el derecho internacional, aunque Israel rechaza la acusación.
Los colonos viven junto a unos 20.000 sirios, la mayoría de ellos de la secta drusa, que no huyeron cuando se tomó el Golán.
Netanyahu ha dicho que la ocupación de la zona de amortiguación de los Altos del Golán por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel tiene la intención de ser temporal, pero que la retirada dependerá del comportamiento del próximo gobierno de Siria.
“Si podemos establecer relaciones de vecindad y relaciones pacíficas con las nuevas fuerzas que surgen en Siria, ese es nuestro deseo”, dijo. “Pero si no lo hacemos, haremos lo que sea necesario para defender el Estado de Israel y la frontera de Israel”.
“Lo que pasa por la mente de los israelíes es que puede haber incursiones en el Golán por parte de fuerzas dentro de Siria y para asegurarse de que no haya posibilidad de eso, se ha adentrado más en el interior”, dice HA Hellyer, del Royal United Services Institute, un grupo de expertos con sede en Londres.
“Sin embargo, Israel ya ha ocupado territorio en los Altos del Golán como medida de seguridad y lo fortificó después. Puede que lo vuelva a hacer”.
El Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, ha dicho que los ataques aéreos sobre bases militares sirias se han realizado únicamente para defender a sus ciudadanos.
“Por eso atacamos los sistemas de armas estratégicas, como por ejemplo las armas químicas que quedan o los misiles y cohetes de largo alcance, para que no caigan en manos de los extremistas”, explica.
Sin embargo, el profesor Achcar afirma que “las armas químicas no están muy extendidas en Siria, y sólo están en dos o tres lugares. Pero con más de 300 ataques aéreos se intenta debilitar mucho más al país”.
Israel considera a Bashar al-Assad “el diablo que conocen”, afirma, pero no está seguro de lo que ocurrirá a continuación.
“Creen que Siria se dividirá en facciones en guerra, como ocurrió en Libia, y temen que surja una facción hostil a Israel.
“Quieren impedir que una facción como esa utilice las armas del ejército sirio contra ellos”.
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