La atención pública que se ha puesto sobre la justicia a nivel federal, a raíz de la reforma al Poder Judicial, parece soslayar que los sistemas penales de los estados de la república son, en realidad, el ámbito más cercano para garantizar los derechos de la ciudadanía.
Si la intención de la reforma era combatir la impunidad, pierde este objetivo al no abordar los retos que enfrentan los sistemas de justicia penal locales, pues es ahí donde se resuelven los delitos del fuero común, que son la mayoría.
Estos sistemas locales son heterogéneos en su diseño, capacidad y desempeño. Además, enfrentan realidades diversas en cuanto al tamaño de la población, dinámicas socioeconómicas y fenómenos criminales.
En nuestra última edición de Hallazgos 2023, actualizamos la metodología para evaluar las capacidades institucionales de cada entidad en materia de justicia penal. Le denominamos Índice de Capacidad (en las ediciones de Hallazgos de años anteriores le llamamos Ranking de consolidación).
Los resultados muestran que, en 2023, Querétaro destacó en primer lugar en el Índice de Capacidad de su sistema de justicia penal con un puntaje de 947.49 de un total de 1,000, seguido de Coahuila, Nuevo León y el Estado de México. Más abajo están: Yucatán, San Luis Potosí, Sonora y Baja California Sur, con puntajes entre 700 y 750.
El Índice de Capacidad se construye a partir del grado de avance de las condiciones con las que cuentan las tres instituciones clave de los sistemas locales: el órgano de coordinación, la fiscalía y el poder judicial. Así pues, examinamos la coordinación, el proceso de planeación, el procesamiento y reporte de información, los recursos presupuestales, el monitoreo y evaluación, así como los recursos humanos, la infraestructura, la estructura orgánica y el modelo de gestión.
De las 32 entidades federativas evaluadas, solamente 24 (75 %) proporcionaron información sobre su órgano de coordinación. Es decir, la mayoría de los estados cuentan con esta estructura, o al menos fueron capaces de proporcionar información sobre ella. Sin embargo, ocho entidades (25 %) no proporcionaron información en este aspecto: Campeche, Ciudad de México, Estado de México, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Yucatán y Zacatecas.
Abordaremos ahora el caso de Querétaro, que tiene el puntaje más alto, como un ejemplo de lo que otros estados pueden implementar.
El 3 de octubre del 2018 se publicó la ley que crea la Comisión para la Evaluación de la Operación del Sistema de Justicia Penal Acusatorio del Estado de Querétaro. La nombraron “Comisión Cosmos”. En materia penal, esta Comisión es única en su tipo en México.
En su creación participaron los tres poderes locales, así como la Fiscalía General, la Defensoría de los Derechos Humanos y el Sistema Estatal Anticorrupción. Fue aprobada por unanimidad en el Congreso del Estado. Todo esto refleja el gran respaldo político e institucional que esta ley tuvo desde un inicio.
Desde su diseño, la Comisión incorporó un modelo de gobernanza creado a partir de una visión sistémica y evolutiva. Gracias a esto, mantiene claridad y certeza sobre el ámbito de competencia de cada institución responsable en materia penal. También estableció las bases de coordinación que le permitieron realizar una planeación estratégica de mediano plazo con programas operativos anuales en los que se fueron concretando las prioridades para la consolidación del sistema de justicia penal.
Recientemente, el equipo de justicia de México Evalúa realizó una visita de campo para conocer con mayor detalle el funcionamiento del modelo “Cosmos” implementado en el sistema de justicia penal de Querétaro. Este acercamiento nos permitió constatar algunos de los avances en términos del desarrollo de sistemas de gestión, la profesionalización del personal y la incorporación de tecnologías de información, todo esto acompañado de procesos de evaluación y mejora continua, presupuestación eficiente y armonización normativa.
Es palpable el alto grado de apropiación y convencimiento que tienen los distintos actores gubernamentales, desde tomadores de decisión hasta operadores, sobre las ventajas de este modelo y los resultados obtenidos.
La reciente reforma constitucional al Poder Judicial puso a la luz pública que la impunidad es una realidad que afecta cada vez a más personas que se ven involucradas en conflictos de tipo penal.
Evidentemente, esta reforma no atiende de manera integral este grave problema. Por el contrario, al establecer el nombramiento del personal jurisdiccional mediante voto popular y crear el Tribunal de disciplina judicial, atenta contra el principio de separación y equilibrio de poderes, el principio de independencia judicial y contra los avances respecto a la carrera judicial. Todo ello debilitará aún más las condiciones y capacidades del sistema de justicia penal en su conjunto y dificultará ofrecer respuestas efectivas a las personas víctimas e imputadas.
El proceso de implementación de esta reforma al Poder Judicial ya inició en el ámbito federal. Sin embargo, hay que recordar que los estados también están obligados a armonizar su marco constitucional y legal para que también sea implementada a nivel local. Para ello, cuentan con un plazo de ciento ochenta días a partir de la publicación de la reforma, que vence a mediados de marzo de 2025.
Podemos anticipar que entre más consolidados y más capacidades tengan los sistemas locales, tendrán mayores probabilidades de minimizar los impactos negativos y continuar sus procesos de fortalecimiento y mejora continua. Sin embargo, otro resultado posible es que se amplíe la brecha de capacidades institucionales de los sistemas locales, con las consecuencias negativas para el acceso a la justicia de las personas en los estados más rezagados.
* Jorge Carbajal es coordinador de alianzas del Programa de Justicia de México Evalúa.
Dos suicidas intentaron inmolarse durante la visita del papa Francisco a Irak en 2021, pero sus planes fueron frustrados gracias a una información recogida por la inteligencia británica.
Un plan para asesinar al papa Francisco durante un viaje a Irak pudo evitarse gracias a un aviso de los servicios de inteligencia británicos, según relata él mismo en la autobiografía que será publicada el próximo enero.
El pontífice cuenta que, tras aterrizar en Bagdad en marzo de 2021, le informaron de que dos terroristas suicidas iban a atentar contra un acto en el que iba a participar.
Ambos atacantes fueron interceptados y abatidos, según relata en extractos publicados por el diario italiano Corriere della Sera.
El viaje, que se prolongó durante tres días en plena pandemia de coronavirus, fue la primera de un jefe de la Iglesia católica a Irak y contó con una intensa operación de seguridad.
La violencia sectaria había aumentado en Irak en los años anteriores a su visita, con enfrentamientos entre musulmanes chiítas y sunitas, así como con persecuciones a minorías religiosas.
La comunidad cristiana del país se había reducido drásticamente, especialmente a causa del grupo Estado Islámico y otros extremistas sunitas.
En extractos de su autobiografía, el Papa dice que “casi todo el mundo me desaconsejó” la visita, pero sintió que “tenía que hacerlo”.
Según Francisco, el complot fue descubierto por los servicios de inteligencia británicos, que avisaron a la policía iraquí y esta, a su vez, se lo comunicó a su equipo de seguridad cuando aterrizó.
“Una mujer cargada de explosivos, una joven terrorista suicida, se dirigía a Mosul para inmolarse durante la visita papal”, explica.
“Y una furgoneta también había partido a gran velocidad con la misma intención”.
El pontífice añade que al día siguiente preguntó a un responsable de seguridad qué había pasado con los presuntos atacantes.
“El (funcionario) respondió lacónicamente: ‘Ya no están’. La policía iraquí los había interceptado y volado por los aires”, relata Francisco en la autobiografía.
El libro, titulado Hope (“Esperanza”), escrito con el autor Carlo Musso, se publicará el 14 de enero en unos 100 países.
Junto con el “concentrado de humanidad” que Jorge Bergoglio vivió en las villas miseria de Buenos Aires, la “flecha al corazón” que experimentó en Irak son temas centrales en la autobiografía, según el portal de noticias Vatican News.
El Vaticano no respondió inmediatamente a una petición de comentarios, según la agencia de noticias Reuters.
Los viajes del papa Francisco se han diferenciado de los de sus antecesores porque no han tenido como destino los grandes centros católicos del mundo -Europa, Sudamérica y regiones de África-, sino que ha viajado allí donde los cristianos son minoría.
Después de visitar Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, Japón y Corea del Sur, en 2021 el pontífice recaló en Irak.
El país es importante para el cristianismo, el judaísmo y el Islam, ya que en la región iraquí de Ur se cree que nació Abraham, considerado patriarca de las tres grandes religiones monoteístas.
En Irak vive una minoría cristiana que está al borde de la extinción debido, entre otras razones, a la persecución que sufrió durante años de grupos radicales como Estado Islámico.
En su visita, Francisco se reunió con el principal líder religioso chiíta, el ayatolá Ali al Sistani, en un encuentro histórico entre las dos religiones.
Para ello Francisco viajó a la ciudad sagrada de Najaf, a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad, principal centro religioso de este rama del islam y centro de peregrinación de chiítas de todo el mundo.
El ayatolá es una de las figuras más poderosas del Islam y sus fatuas (edictos religiosos) hicieron que muchos musulmanes se movilizasen en 2014 contra Estado Islámico, con al creación de la Multitud Popular.
En Mosul, en el norte del país, Estado Islámico construyó su brutal feudo y desde allí dirigió sus sanguinarias campañas que forzaron a una gran parte de la población cristiana a huir.
Desde las ruinas de una iglesia de Mosul, el Papa pidió a los cristianos de Irak que perdonaran las injusticias cometidas contra ellos y se centraran en la reconstrucción.
El pontífice relata en su libro sus primeras impresiones sobre Mosul: “Una de las ciudades más antiguas del mundo”, dice, “rebosante de historia y tradiciones, que vio pasar diferentes civilizaciones y fue símbolo de la coexistencia pacífica de diversas culturas en un solo país -árabes, kurdos, armenios, turcos, cristianos, sirios- apareció ante mis ojos como un campo de escombros después de tres años de ocupación por el Estado Islámico, que la había elegido como su bastión”.
Vista desde un helicóptero en el que llegó, cuenta que el territorio parecía “una radiografía del odio, uno de los sentimientos más eficaces de nuestro tiempo“, recoge Vatican News.
Desde la invasión de EE.UU. a Irak en 2003 y hasta 2019, la comunidad cristiana iraquí se redujo en un 83%: de más de 1,5 millones de cristianos a apenas 250.000.
Se estima que al menos un millón de ellos huyeron a Europa y EE.UU. debido a los conflictos internos originados por la invasión y otros fueron desplazados por los grupos islamistas.
La presencia cristiana en Irak se remonta casi a la misma aparición de esta religión en la historia. De hecho, son muchas más las localidades y los lugares nombrados en la Biblia que están ubicados en este país los que se ubican en la llamada “Tierra Santa” de Israel y los territorios palestinos.
En septiembre, la policía indonesia también detuvo a 7 personas que pplaneaban, al parecer, atentar contra Francisco durante la visita que realizó al país asiático, según publicó la prensa local.
En el registro de la vivienda de uno de los detenidos la policía indonesia encontró arcos y flechas, una bandera del Estado Islámico y un dron.
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