Home
>
Analisis
>
Organizaciones
>
La lucha cotidiana de los derechos humanos
>
Ayotzinapa: nueve años de lucha por la verdad
plumaje-icon
La lucha cotidiana de los derechos humanos
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) es una organización civil... Continuar Leyendo
6 minutos de lectura
Ayotzinapa: nueve años de lucha por la verdad
El tema esencial, que es el paradero de los jóvenes y el esclarecimiento pleno de lo ocurrido, continúa pendiente. Esto es, sin duda, lo que más pesa sobre el ánimo de las familias, que llegan a este aniversario sin haber alcanzado el resultado que esperaban. La sensación es que el tiempo se agota sin arribar a la luz de la verdad. 
26 de septiembre, 2023
Por: La lucha cotidiana de los derechos humanos
0

A nueve años de la noche cruenta de Iguala, las familias de los normalistas siguen luchando por la verdad y por la justicia, dando un digno ejemplo de amor y resistencia.

Los hechos son conocidos. El 26 de septiembre de 2014 fueron desaparecidos en Iguala, Guerrero, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en una jornada donde también fueron privados de la vida seis personas, incluyendo a tres estudiantes, y resultaron heridas varias decenas de víctimas, entre las que se encontraban un estudiante que continúa en estado mínimo de conciencia hasta el día de hoy y a otro joven alumno que sobrevivió a un impacto de bala en su rostro.

Al inicio, la investigación fue conducida por el estado de Guerrero, que dejó ir pistas y líneas de investigación claves. Después, intervino la federación por medio de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), que confeccionó, sin evidencia científica, un relato de cierre que se presentó como la “verdad histórica”. Conforme a ésta, todos los chicos habrían sido privados de la vida en un solo evento y reducidos a cenizas en una pira humana hecha en el Basurero de Cocula. Tras la publicación de esta versión de clausura, el presidente Enrique Peña Nieto llamó a los familiares de los normalistas a dar la vuelta a la página.

Las familias resistieron este embate y propusieron que un grupo de expertos internacionales independientes analizara el caso. Así llegó a México el GIEI en 2015, para realizar un cualificado trabajo de revisión de la hipótesis oficial, al amparo de las medidas cautelares que otorgara la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En septiembre de ese año y después en abril de 2016, mediante sendos informes, el GIEI concluyó entre otras cosas que la “verdad histórica” carecía de sustento probatorio; que se había torturado de forma generalizada durante la investigación; que se habían dejado de lado líneas relevantes de investigación vinculadas al trasiego de trasnacional de drogas, y que el Ejército no había entregado toda la información con que contaba. En la revisión de las inconsistencias de la llamada “verdad histórica” fue determinante, también, la labor realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que practicó el más contundente análisis multidisciplinario sobre el Basurero de Cocula con que hoy contamos.

Por esta labor, el gobierno federal prácticamente echó del país al GIEI. Las familias, sin embargo, resistieron el cierre del sexenio. Su lucha fue alentada en esos momentos duros por hitos del caso como la publicación de un Informe hecho por la Oficina en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), que documentaba el profuso empleo de tortura en la indagatoria. En 2017, el Poder Judicial encontró fundados estos señalamientos y echó por los suelos las acusaciones presentadas, mediante una innovadora sentencia emitida por un Tribunal Colegiado de Reynosa, debido al cúmulo de irregularidades presentes.

En esas condiciones, las familias llegaron al 2018, cuando era patente que habría alternancia en la Presidencia de la República. Aunque inicialmente se les propuso una Comisión de la Verdad, al existir pendientes de justicia, ellas y ellos insistieron en que este diseño sería insuficiente. Fue así que se generó una nueva etapa anclada en tres componentes centrales: una figura que concretara la voluntad política de esclarecer, misma que en el caso se tradujo en la Comisión para el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa (COVAJ), que por sus características y limitaciones no es equiparable a las comisiones de la verdad surgidas en otras latitudes; una nueva fiscalía especial, que desembocó en la creación de la Unidad Especial para la Investigación y Litigación en el caso Ayotzinapa (UEILCA), cuyo titular fue nombrado muy tardíamente y después removido recientemente cuando se atentó contra su independencia técnica; y finalmente el regreso de los expertos del GIEI que habían participado en el caso, lo que se materializó plenamente, con retraso, hasta el 2020.

En esta fase, algunos avances de proceso se han logrado: la “verdad histórica” fue reconocida como insuficiente; perpetradores de tortura se encuentran hoy en prisión; mandos de la PGR rinden cuentas también por la manipulación de la indagatoria y, lo más importante, fueron identificados los restos de algunas de las víctimas, lo que se informó a sus familias mediante procesos dignos y respetuosos.

Adicionalmente, gracias a investigaciones periodísticas, hoy sabemos más sobre el entorno macrocriminal de Iguala en 2014; sabemos que en efecto esta zona la controlaba una red que no era una mera organización regional con capacidad de sobornar algunas policías municipales locales, sino un potente entramado delictivo en el que se habían desdibujado las líneas entre el Estado y el narcotráfico por el contubernio de autoridades municipales, estatales y federales, incluyendo en estas últimas a la Policía Federal y al Ejército. Así lo confirman los mensajes de texto del servicio Blackberry empleados por la red criminal en cuestión durante 2014, prueba objetiva que acredita más allá de toda duda el contubernio del narcotráfico con autoridades municipales, estatales y federales, e incluso con los castrenses.

Pero el tema esencial, que es el paradero de los jóvenes y el esclarecimiento pleno de lo ocurrido, continúa pendiente. Esto es, sin duda, lo que más pesa sobre el ánimo de las familias, que llegan a este aniversario sin haber alcanzado el resultado que esperaban. La sensación es que el tiempo se agota sin arribar a la luz de la verdad.

A este sentido de frustración han abonado las Fuerzas Armadas, en el contexto del alarmante empoderamiento militar que vemos en el presente. Esos obstáculos se han traducido en la omisión de entregar documentos relevantes, lo que motivó la salida del GIEI y la protesta de los familiares en el Campo Militar 1; en el otorgamiento de beneficios procesales inauditos, como la prisión domiciliaria a un mando castrense relacionado con el caso por mediación expedita e irregular de la actual Guardia Nacional; o incluso en el intento amedrentador de los militares procesados de llamar a juicio a los actores que han contribuido a alcanzar verdad en el caso.

Ante esta realidad, los padres y las madres han apelado de nuevo al Presidente de la República como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, con la esperanza de que se ponga del lado de la verdad y de las víctimas y no del Ejército y sus mentiras; con la esperanza de que no se institucionalice la mentira militar; con la esperanza, en fin, de que la razón de las víctimas no sucumba frente a la razón de Estado. El resultado de este último lance es aún incierto.

Estando en duda si aún habrá espacio para que el poder civil se imponga sobre el poder militar en este caso, lo que es indudable es que a nueve años la dignidad de los padres y de las madres sigue irradiando una fuerza inclaudicable, frente ante la que sólo cabe empatizar y reconocer. Son ellos y ellas -más que activistas, organizaciones, expertos, funcionarios o instancias- quienes al mantenerse en unión y movimiento siguen abriendo brechas para la verdad. Esto hermana a las familias de Ayotzinapa, con tantas y tantos familiares que buscan a los más de cien mil personas desaparecidas que le hacen falta a México, con quienes comparten dignidad, indignación y esperanzas, y les vuelve un referente para todas las personas que frente a la violencia, las desapariciones, la deshumanización, la estigmatización contra las víctimas, el maltrato institucional y  la impunidad normalizada, alzan la voz y no se dejan en este México herido. No les dejemos solas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Se parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
image
FOTOS: los 11 últimos lugares de la Tierra con cielos realmente oscuros
7 minutos de lectura
FOTOS: los 11 últimos lugares de la Tierra con cielos realmente oscuros
El tema esencial, que es el paradero de los jóvenes y el esclarecimiento pleno de lo ocurrido, continúa pendiente. Esto es, sin duda, lo que más pesa sobre el ánimo de las familias, que llegan a este aniversario sin haber alcanzado el resultado que esperaban. La sensación es que el tiempo se agota sin arribar a la luz de la verdad. 
03 de diciembre, 2023
Por: BBC News Mundo
0

El astrofísico y fotógrafo documental Jordi Busqué comparte 11 fotografías de cielos oscuros que trascienden los límites de la ciencia y se adentran en el reino de la pura maravilla.

Antes de que comenzara el siglo XIX, cuando París se convirtió en la primera ciudad de Europa en utilizar iluminación de gas para iluminar sus calles, ver la Vía Láctea era tan común como ver la Luna.

Pero en las últimas décadas, la contaminación lumínica se ha vuelto tan intensa que muchas personas rara vez pueden admirar una noche estrellada.

Siempre me ha fascinado la astronomía.

Cuando era niño, pasaba una semana cada verano en el pueblo de mi abuela, un pequeño lugar llamado Peñarroyas en la provincia de Teruel, España, que tenía sólo cuatro habitantes permanentes.

El cielo nocturno era increíble, con tantas estrellas que ni siquiera podía distinguir las constelaciones principales. Era tan impresionante como saltar en un cohete e ir al espacio.

Unos años más tarde, tomé mis primeras fotografías del centro de la Vía Láctea elevándose detrás de las colinas que rodean el pueblo.

Con el tiempo me convertí en astrofísico, lo que hace que la experiencia de estar ahí fuera, bajo las estrellas, sea aún más significativa para mí.

Ahora viajo por el mundo como fotógrafo documental y comunicador científico en busca de los últimos lugares de la Tierra donde todavía se pueden ver noches verdaderamente oscuras y estrelladas.

Desde Marruecos hasta la Patagonia, estas 11 fotografías revelan algunos de los últimos santuarios de cielo oscuro del mundo y ofrecen una visión de la majestuosidad que una vez envolvió a la humanidad.

Desierto de Atacama, Chile

Desierto de Atacama, Chile
Desierto de Atacama, Chile. Foto:Jordi Busqué.

Tomada en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, a una altitud de casi 4 mil m, esta vista panorámica de la Vía Láctea muestra su trayectoria a través del cielo.

El desierto de Atacama es una de las zonas más secas del mundo y ofrece una de las tasas más altas de días soleados. Eso significa que no hay nubes por la noche, lo cual es esencial si quieres fotografiar las estrellas.

En el lado izquierdo de la foto se puede ver el centro de la Vía Láctea, que es la parte más brillante de la galaxia.

Norte de Chile

Norte de Chile
Norte de Chile. Foto: Jordi Busqué.

Capturé esta foto hace mucho tiempo en un pueblo abandonado en el norte de Chile, donde las noches se habían vuelto oscuras una vez más.

En el cielo se puede observar la parte de la constelación de la Osa Mayor. Es una de las constelaciones visibles tanto desde el hemisferio norte como desde el hemisferio sur.

Aquí está al revés respecto a cómo se vería en ese momento desde el norte.

Afortunadamente, el charco de agua en el suelo refleja la Osa Mayor en la posición vertical.

Islas Canarias, España

Islas Canarias
Islas Canarias. Foto: Jordi Busqué.

Gracias a su brillo, el centro de la Vía Láctea es relativamente fácil de observar.

Desde el hemisferio norte, se ve mejor durante el verano mirando hacia el sur, como se muestra en esta fotografía tomada desde las Islas Canarias de España.

Nuestro Sistema solar orbita el centro de la Vía Láctea cada 250 millones de años.

Dado que nuestro planeta tiene unos 4 mil 500 millones de años; eso significa que ha completado unas 20 órbitas alrededor del centro de la galaxia.

Desiertos de sal del altiplano boliviano

Luz zodiacal
Luz zodiacal. Foto: Jordi Busqué.

Una de las pruebas de calidad más desafiantes para un cielo nocturno es la visibilidad de la luz zodiacal, que es mucho más débil que la Vía Láctea.

La luz zodiacal resulta de la luz del Sol que se refleja en las partículas de polvo que flotan dentro de nuestro Sistema solar y aparece como un resplandor tenue, estrecho y de forma algo triangular en el cielo nocturno, que se extiende hacia arriba desde el horizonte.

En primavera, puedes ver la luz zodiacal aproximadamente una hora después del atardecer y en otoño aproximadamente una hora antes del amanecer.

La época del año también es muy importante.

Sólo en primavera y otoño se extiende verticalmente hacia arriba desde el horizonte. Durante el verano y el invierno, el resplandor forma un ángulo más pequeño con el horizonte y no llega tan alto en el cielo.

En la tradición musulmana, la luz zodiacal se conoce como el “falso amanecer”, porque en las noches oscuras del desierto puede confundirse con el amanecer real.

Esta fotografía fue capturada en los desiertos de sal del altiplano boliviano, a una altitud de aproximadamente 3 mil 700 m.

Campo de cactus gigantes en Bolivia

Bolivia
Campo de cactus gigantes en Bolivia. Foto: Jordi Busqué.

Cuando estás en lugares verdaderamente oscuros, puedes ver galaxias a simple vista.

Esta fotografía fue tomada en un campo de cactus gigantes en Bolivia.

La forma blanca parecida a una nube en el centro de la foto se llama Gran Nube de Magallanes. Es una galaxia enana y un satélite de nuestra Vía Láctea.

Antonio Pigafetta, que acompañó la circunnavegación del mundo de Fernando de Magallanes entre 1519 y 1522, fue el primero en informar de su aparición a los europeos, que desconocían su existencia, ya que sólo es visible desde el hemisferio sur.

Tierra del Fuego

Tierra del Fuego
Tierra del Fuego. Foto: Jordi Busqué.

En algunos lugares casi parece que se pueden tocar las estrellas.

Esa era la sensación que quería transmitir con esta imagen de estrellas reflejadas en una poza de marea en la costa argentina de Tierra del Fuego.

La región es conocida por sus fuertes vientos, por lo que seguí el pronóstico de viento durante muchos días para maximizar mis posibilidades de lograr condiciones de agua estables y, por lo tanto, un reflejo claro.

Cerro Torre, Argentina

Cerro Torre, Argentina
Cerro Torre, Argentina. Foto: Jordi Busqué.

Me tomó tres visitas capturar esta foto del Cerro Torre, el pico legendario de Los Andes patagónicos en Argentina, ya que el pico a menudo está envuelto en nubes.

Aquí se pueden ver los diferentes colores de las estrellas, que proporcionan información sobre la temperatura de su superficie y, hasta cierto punto, la etapa de sus ciclos de vida.

Las estrellas que parecen más rojas son más frías y normalmente más viejas que sus contrapartes más azules.

Oasis en el Sahara

Oasis, Sahara
Oasis en el Sahara. Foto: Jordi Busqué.

Para encontrar lugares con cielos nocturnos despejados, es necesario ir a lugares donde la densidad de población sea baja. Por esa razón, los desiertos suelen ser buenos lugares para admirar las noches estrelladas.

Esta fotografía fue tomada en un oasis en el desierto del Sahara; Aquí puedes ver formas parecidas a nubes que son visibles a simple vista.

Pero las formas guardan un secreto que sólo se revela cuando se utilizan un telescopio o binoculares.

Galileo Galilei fue la primera persona en hacer esto (con su pequeño telescopio casero) en 1610 y descubrió que las nubes de luz son en realidad densos enjambres de millones de estrellas individuales.

Marruecos

Marruecos
Costa atlántica de Marruecos. Foto: Jordi Busqué.

Aquí, en la costa atlántica de Marruecos, se puede ver el brillo muy suave que produce la luz de las estrellas, que es más fuerte de cara al mar que de cara a tierra.

Las crías de tortugas marinas utilizan esta luz para moverse hacia el mar inmediatamente después de nacer.

Desafortunadamente, la contaminación lumínica hace que la tierra brille más fuerte que la del mar, lo que hace que se confundan y caminen en dirección opuesta.

La contaminación lumínica molesta a los astrónomos, pero también a otras criaturas nocturnas como las crías de tortugas marinas, polillas y luciérnagas.

Los Pirineos

Pirineos
Cementerio en Los Pirineos. Foto: Jordi Busqué.

En Europa cada vez es más difícil encontrar lugares sin contaminación lumínica.

Lo mejor que podemos esperar es encontrar un lugar donde al menos una parte del cielo permanezca oscura.

Lugares así todavía existen en algunas zonas rurales montañosas, como los Pirineos, donde tomé esta fotografía en un cementerio para transmitir la sensación de eternidad que a menudo se obtiene al mirar las estrellas.

Autorretrato en el salar de Uyuni, Bolivia

Jordi Busque autorretrato
Autorretrato en el salar de Uyuni. Foto: Jordi Busqué.

Tomé este autorretrato en el salar de Uyuni en Bolivia.

Cuando te acuestas y miras hacia arriba en un lugar sin árboles u otros objetos altos, tu campo visual sólo contiene estrellas y es muy fácil imaginar que simplemente estás flotando en el espacio o en la superficie de la Luna.

Me gustaría animar a la gente a que lo pruebe.

Mirar hacia una noche estrellada ofrece un cambio de perspectiva y nos insta a reevaluar nuestras prioridades.

Maravillarnos ante la inmensidad del cielo nocturno nos recuerda que nuestro planeta es un lugar excepcional.

En la brevedad de nuestras vidas, en comparación con los cuerpos celestes, debemos ser conscientes de nuestro viaje en la Tierra.

* Si quieres leer el artículo original de BBC Travel en inglés, haz clic aquí

línea
BBC

Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga la última versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Se parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.