Home
>
Analisis
>
Organizaciones
>
La dignidad en nuestras manos
>
Dialogando con Paulo Freire: la alfabetización como acto político para la transformación y la justicia social
La dignidad en nuestras manos
La dignidad en nuestras manos
El Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria OP, A. C., es una organización... Continuar Leyendo
4 minutos de lectura

Dialogando con Paulo Freire: la alfabetización como acto político para la transformación y la justicia social

¿Es suficiente enseñar a leer y escribir, o necesitamos una educación que nos permita comprender y transformar nuestra realidad? Dialogando con Paulo Freire, aprender a leer y escribir no es suficiente. Es necesario aprender a leer la realidad, a cuestionar las estructuras de poder y a participar activamente en la construcción de una sociedad más justa.
22 de septiembre, 2024
Por: Ixchel Cisneros Alvarado

El 8 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Alfabetización, para resaltar la importancia de la lectura y la escritura como ejes centrales del desarrollo personal y social de cada individuo. Como derecho humano fundamental, la alfabetización es un medio para acceder a otros derechos y mejorar la calidad de vida. No obstante, esta interpretación se queda corta si no se incorpora en un proceso educativo más amplio, que permita a las personas entender y transformar su entorno.

Desde una mirada crítica es necesario preguntarnos si esta visión es suficiente para afrontar los desafíos educativos y sociales de hoy. ¿Estamos limitando la alfabetización a un instrumento técnico, ignorando su potencial transformador? El enfoque tradicional de la alfabetización promovido por organismos internacionales suele centrarse en preparar a las personas para integrarse al mundo laboral o mejorar su calidad de vida. Para el pedagogo brasileño Paulo Freire, la alfabetización -más allá de aprender a leer y escribir- es una herramienta de concientización. Además, advierte sobre los peligros de reducir este proceso a una habilidad técnica desconectada del contexto social. Para él, la educación representa un acto político y transformador. ¿Cómo podemos vincular el derecho a la alfabetización con la capacidad de transformación social?

En México, la alfabetización ha sido un desafío, y a pesar de que el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) lo ha afrontado, el país enfrenta un problema más profundo: el analfabetismo político. Continuando el diálogo con las apuestas educativas de Freire, encontramos que éste es uno de los tipos de analfabetismo, al que se suman el técnico y el funcional. El analfabetismo político es el más preocupante pues limita la capacidad de cuestionar y transformar las desigualdades; refiere a la incapacidad de interpretar y actuar sobre la realidad social y política. Es decir, aprender a leer y escribir no es suficiente; es necesario aprender a leer la realidad, a cuestionar las estructuras de poder y a participar activamente en la construcción de una sociedad más justa.

Estos procesos de aprendizaje deben estar estrechamente vinculados con el desarrollo de una conciencia crítica que entienda el mundo, lo cuestione y actúe sobre él. Esto es, continuar la defensa de una educación dialógica, en la que educadores y educandos construyan conocimiento de manera conjunta hacia la transformación de su realidad. De esta manera, la alfabetización crítica es clave para construir una sociedad más justa y democrática. Al respecto, Freire sostiene que la educación debe ser una práctica de la libertad, no de la domesticación. En lugar de preparar a los estudiantes para integrarse a un sistema que perpetúa las desigualdades, propone una educación que fomente habilidades como el pensamiento reflexivo, el diálogo, el cuestionamiento profundo de la realidad social y la acción consciente para cambiarla.

Si analizamos esta forma de pensar los procesos educativos, ¿tener altos grados académicos es suficiente para tener una conciencia crítica sobre el entorno social? Esta es una de las reflexiones más relevantes en torno a la educación como mera técnica. Desde la educación popular se reconoce que el conocimiento sin una capacidad crítica, puede ser utilizado para mantener un sistema que defiende los intereses de unos pocos.

Para nuestro país, el INEA y el sistema educativo enfrentan el reto de promover una alfabetización más allá de lo funcional. El analfabetismo político sigue siendo uno de los grandes obstáculos para el desarrollo de una ciudadanía activa y comprometida. Por supuesto, el Estado tiene una responsabilidad fundamental en este proceso. No basta con implementar políticas que busquen reducir el analfabetismo en su forma tradicional; es esencial diseñar programas educativos que promuevan la conciencia crítica y fomenten la participación política. Esto implica, revisar y reorientar los contenidos y métodos de enseñanza para asegurarse de que no se limiten a la adquisición de habilidades técnicas.

Una educación liberadora reconoce la igualdad de todas las personas y se compromete con la justicia y el respeto por los derechos humanos. Esto es crucial para que las personas puedan convertirse en agentes de cambio social, que identifiquen y confronten las estructuras de poder que les oprimen. Continuar los diálogos sobre el tipo de educación que queremos para nuestra sociedad y si es suficiente enseñar a leer y escribir, nos permitirá caminar hacia la comprensión y transformación de nuestra realidad.

¿Queremos una alfabetización que prepare a las personas para integrarse pasivamente en el sistema, o una que nos forme para cambiarlo? Freire nos recuerda que la educación es un acto político y, como tal, debe estar orientada hacia la emancipación y la justicia social. En un país con profundas desigualdades, una alfabetización crítica es una herramienta fundamental para construir una sociedad más democrática y justa.

* Ixchel Cisneros Alvarado es colaboradora del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria A. C. (@CentroVitoriaMX).

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
¿Conoces el síndrome de desconexión cognitiva? Te contamos la razón de por qué te cuesta concentrarte
4 minutos de lectura

El CDS fue descrito por primera vez en las décadas de 1960 y 1970, pero ¿por qué se considera un síndrome y no simplemente un rasgo peculiar de la personalidad?

14 de septiembre, 2024
Por: BBC News Mundo
0

¿Notas que sueñas mucho despierto? ¿Te sientes lento a menudo y tiendes a desconectarte fácilmente cuando realizas una tarea? Es posible que tengas síndrome de desvinculación cognitiva o CDS, por sus siglas en inglés.

El CDS fue descrito por primera vez por psicólogos en las décadas de 1960 y 1970, cuando notaron que algunas personas mostraban estos rasgos de manera más persistente que otras.

Pero ¿por qué se considera un síndrome y no simplemente un rasgo peculiar de la personalidad?

La distinción radica en el efecto. Para las personas con CDS, su comportamiento interfiere significativamente en su vida diaria, su rendimiento académico y sus interacciones sociales.

Si bien todo el mundo sueña despierto de vez en cuando, a las personas con CDS les resulta difícil concentrarse en las tareas durante períodos prolongados. No se trata sólo de falta de atención o pereza, el CDS es un patrón persistente que puede alterar la capacidad de una persona para tener éxito en diversas áreas de la vida.

A diferencia del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), que incluye hiperactividad e impulsividad, el CDS se caracteriza por su “ritmo cognitivo lento”, un nombre con el que anteriormente se conocía la afección.

El síndrome no está reconocido como un “trastorno de atención” distinto en el “Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales”, la clasificación estándar de trastornos mentales utilizada por los profesionales en Estados Unidos.

Sin embargo, un creciente número de investigaciones muestra que merece más atención y debe considerarse por separado del TDAH.

Una forma de distinguirlos es que, si una persona tiene TDAH, puede concentrarse en algo, pero probablemente se distraiga y cambie su atención a otra cosa. Si una persona tiene CDS, en primer lugar no puede concentrarse.

¿Cómo identificamos el CDS?

El diagnóstico es complicado porque no existen criterios oficiales. Sin embargo, algunos psicólogos utilizan una combinación de cuestionarios y observaciones de comportamiento para evaluar síntomas como ensoñaciones frecuentes, niebla mental y velocidad de procesamiento lenta.

Los padres y maestros observan con frecuencia este comportamiento en niños que parecen “estar en otra parte” o que tardan más en responder preguntas y completar tareas.

Niña
Getty Images
Aquellos con CDS procesan más lentamente la información

Una velocidad de procesamiento lenta significa que las personas tardan más en asimilar la información, darle sentido y responder.

Por ejemplo, en la escuela, un estudiante con una velocidad de procesamiento lenta puede tardar más en responder una pregunta o completar una tarea porque necesita más tiempo para comprender el material y pensar en su respuesta.

Esto no se debe a falta de inteligencia o esfuerzo: su cerebro simplemente procesa la información a un ritmo más lento.

El apoyo y el tratamiento para el CDS aún están evolucionando. La terapia cognitivo-conductual (TCC) se usa comúnmente para ayudar a las personas a desarrollar mejores formas de afrontar la situación y mejorar su concentración.

Algunos investigadores están explorando el uso de fármacos estimulantes, similares a los utilizados para el TDAH, pero la evidencia aún no es concluyente.

También se recomiendan cambios en el estilo de vida, como tener una rutina de sueño más estable e incorporar el ejercicio regular, para ayudar a controlar los síntomas.

Falta de conciencia

Una de las mayores dificultades es la falta de conciencia. Muchas personas, incluidos algunos profesionales de la salud, pueden descartar el CDS como mera pereza o falta de esfuerzo.

Este estigma puede impedir que las personas busquen ayuda y reciban el apoyo que necesitan.

Mujer durmiendo
Getty Images
Cambios en el estilo de vida, como mantener una rutina de sueño más estable, pueden ser de gran ayuda.

A pesar de la falta de reconocimiento oficial, se estima que el CDS puede afectar a una parte importante de la población.

Los estudios sugieren que podría ser tan común como el TDAH, que afecta alrededor del 5% al 7% de los niños. Esto indica que un número sustancial de personas podrían estar lidiando con los síntomas del CDS sin siquiera saberlo.

Comprender el CDS es fundamental porque puede ayudar a los afectados a obtener el apoyo que necesitan.

Al reconocer que el comportamiento CDS no son sólo caprichos –o un intento de demostrar que eres demasiado genial para que te importe– sino indicadores potenciales de un problema más amplio, podemos ayudar mejor a las personas a controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.

*Sofia Barbosa Boucas es profesora de psicología, Brunel University London.

*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic para leer la versión original.

Linea gris
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...